Haftarat Vaieshev

Amos 2:6 – 3:8 / עמוס

Esta semana leemos la PARASHÁH VAieSHeV – del libro BeReISHiT
Siempre es útil conocer un poco el contexto de la Haftará, que es la parasha.

Esta semana la energia presente es VAieSHeV, y los temas, entre otros de esta porción son Iaacov con sus 12 “principes”, cuyo favorito es Iosef, de 17 años se establece en Jevrón. Iosef recibe un trato preferencial por parte de su padre Iaacov y esto provoca malestar entre sus hermanos. Iosef por su parte se muestra distinto a sus hermanos con ciertos comentarios que hace respecto de dos sueños que tiene, que profetizan que él esta destinado a gobernar sobre ellos, y esto empeora la situación.

Shimón y Levi (dos de sus hermanos) planean matarlo, pero Rehuvén sugiere, a cambio, arrojarlo en un pozo, con la intención de volver más tarde y salvarlo. Mientras Iosef está en el pozo, Iehuda lo vende a una caravana de Ishmaelitas. Los hermanos manchan el saco especial de Iosef en la sangre de un cabrito y se lo muestran a su padre, haciéndole pensar que su más querido hijo fue devorado por una bestia salvaje.

Iehuda se casa y tiene tres hijos. Y se desarrolla una serie de dramas familiares entre hijos, esposas…. venganzas y traiciones al mejor estilo culebrón mexicano.

Mientras Iosef que fue comprado como esclavo por una caravana que fabricaba perfumes, luego lo lleva a Egipto y vendido a Potifar, el ministro encargado de las carnicerías del Faraón.

Iosef tiene otro drama pasional con la esposa del faraón, que desea al muchacho; Iosef se niega a estar con ella, y esto desencadena otro dramon que lo llevara a la cárcel por muchos años.

Pero Iosef, talentoso como pocos, vuelve a sacar ventaja de esta situación y se convierte en Ministro del Faraón y bueno…continúa la historia…

Entonces, volviendo a la Haftará de esta semana, el profeta Amós reprende a Israel por una larga lista de pecados y advierte un duro castigo. Pero entre los últimos profetas, la profecía de Amós tiene algunas características distintivas. En lugar de centrarse en las costumbres idólatras de Israel, como hicieron la mayoría de los que compartían la línea de trabajo de Amós, ofrece una crítica aguda del comportamiento interpersonal entre los israelitas.

Amós describe las formas en que los ricos en Israel oprimen a los pobres: “Han vendido por plata a los que tenían una causa justa, y a los necesitados por un par de sandalias… ustedes que pisotean la cabeza de los pobres en el polvo de la tierra” ( 2:6-7). Este mensaje, así como otros gritos similares a lo largo del libro de Amós.

Amós condena esta hipocresía. Él recuerda todo el bien que Dios ha hecho por los israelitas, a saber, sacándolos de la tierra de Egipto y destruyendo a los amorreos, para que pudieran establecerse en su propia tierra. Además, afirma Amós, Dios nombró profetas y levantó nazareos entre Israel, para mostrar al pueblo el camino correcto, para que no pecaran. Pero Israel se negó a escuchar: “Hiciste beber vino a los nazareos y ordenaste a los profetas que no profetizaran” (2:12).

La segunda parte de la haftará presenta una serie de siete preguntas retóricas que usan diferentes metáforas para transmitir un mensaje: es posible observar los eventos y comprender qué los causó.
Intenta ejemplificar que cuando Dios castigue a Israel, el pueblo podrá ver que fueron sus propias acciones las que provocaron la ira de Dios.

Las primeras tres preguntas de Amós son: “¿Pueden dos personas caminar juntas sin haberse conocido previamente? ¿Un león ruge en el bosque cuando no tiene presa? ¿Acaso una gran bestia lanza un grito desde su guarida sin haber hecho una captura? (3:3-4).

Cabe recordar que Las Haftarot, son elegidas por nuestros sabios acompañando el sentido del relato de cada parasha, y está siempre relacionado o vinculado con la Parasha de esa semana.

Esta haftará se lee con Parashat Vayeshev debido a una frase.

Y nos referimos a la frase que en la pArasha hace alusión al accionar de los hermanos de IOsef, que, de alguna manera ha definido el rumbo de la historia, la frase que cambiado el destino del relato.

La frase de Amos que hace referencia al episodio aludido es la segunda parte del pasuk (2:6) que dice:
“… han vendido por plata a aquellos cuya causa era justa” (2:6). Amós está haciendo un comentario sobre la injusticia que estaba ocurriendo en su propio tiempo.

Pero sin duda, encontramos la alusión perfecta al relato de la parasha, referido al momento en el que los hermanos de Iosef después de pensar en matarlo, de deciden a venderlo, encontrando en esta accion, una suerte de atenuante a su deseo.

Conectan la crítica de Amós con los eventos de Parashat Vayeshev, cuando los hermanos de José lo venden a los madianitas por 20 piezas de plata (Génesis 37:28).

Lo que cabe pensar es, ¿cómo se resuelve un problema? ¿Qué se hace frente a un inconveniente? ¿Se lo mata, se lo aleja, se lo sepulta? ¿Será?

No hay tiempo ni distancia que haga desaparecer un problema.
Iaacov, Iosef y sus hermanos han tejida complejas tramas y han dado grandes nociones de como resolverlos.

Los problemas nos encontraran donde sea que estemos, y es nuestra responsabilidad, hacernos de las herramientas para abordarlos.

Conozco el mejor taller de herramientas.
Se llama ToRAH
BIEnVENIDOS AL TALLER!!

SHABAT SHALOM UMEBORAJ
Y JAG SAMEAJ, TIEMPO DE MILAGROS
Silvia Dvoskin

Parashat Vaieshev

 “Quien come del fruto del conocimiento siempre es expulsado de algún paraíso.” (Melanie Klein)

Hace algunas semanas, durante la clase de Tora del hermoso espacio de Shajarit en nuestra comunidad, el Rab Ale Avruj, nos trajo la idea de leer el texto en una profundidad tal, que nos conecte con una historia única que se va repitiendo una y otra vez a lo largo del texto, especialmente en Bereshit.

Esta única historia, comienza con la primera, con Adam, Java, el paraíso, el fruto y la expulsión.

Este enfoque, que fue tan interesante y revelador me llevo a descubrir en la parasha de esta semana ese mismo patrón.

Tanto a Adam como a Iosef, se les reveló un conocimiento. El primero al comer del árbol, el segundo a través de sus sueños. Si bien las circunstancias de acceso a ese saber son diferentes, la consecuencia fue la misma para ambos. La expulsión del paraíso a Adam, de su hogar a Iosef.

Entonces, otra vez la gran pregunta: ¿el conocimiento está prohibido? ¿Saber siempre implica una expulsión…?

No pretendo responder estas preguntas, pero tal vez, teniendo en cuenta la explicación de nuestros sabios, aproximarme a alguna reflexión.

Al comienzo de esta Parasha, de una manera abrupta aparece Iosef. El segundo pasuk comienza diciendo: “…estas son las generaciones de Iaacov…” Esperaríamos que después de esto comenzara nombrando a todos sus hijos siguiendo el orden cronológico, pero no, el texto introduce directamente a Iosef , y dice de él que tenía diecisiete años y que era un joven, NAAR (en hebreo).

Avanza el relato, Iosef sueña. Nosotros, que conocemos como sigue la historia, sabemos que esos sueños fueron premonitorios, o sea que Iosef recibió un conocimiento de futuro muy importante.

Entonces, si era su destino, ¿por qué desató tanto desastre? Tal vez, el remarcarnos que era un NAAR, (joven) nos de alguna una pista.

Iosef soñó y a través de estos sueños recibió un conocimiento que su juventud o inmadurez, no le permitieron procesar y rápidamente corrió a contarlo. No hubo ese importantísimo tiempo de maduración de la información que permita direccionarla, medir consecuencias, tener en cuenta el impacto que pueda generar en los otros y en uno mismo una verdad tan contundente. Dicen nuestros sabios, que el conocimiento simbolizado por el fruto emplazado en medio del paraíso sería para Adam solo que se apuro a tomarlo. Aún no estaba preparado para recibirlo y tal vez su juventud e inmadurez (recordemos que hacía pocas horas había sido creado) hicieron que se precipite a aprehenderlo desatando el desastre que ocurrió luego.

No hay nada malo en el conocimiento, estamos llamados a conocer, expandir nuestra conciencia, crecer, solo que tener el don del conocimiento implica también una responsabilidad. Cierta madurez que nos permita reflexionar, ese tiempo interno de digestión que sirva para comprender el valor de esa información y como ésta puede impactar en nosotros y en los que nos rodean. Estas historias nos muestran dos maneras de cómo puede ser utilizado el conocimiento, para el bien, ayudando aexpandir nuestra conciencia o para el mal, despertando emociones adversas que nos introduzcan en una rueda de malentendidos y sufrimiento. El problema no es el conocimiento en sí, sino lo que hacemos con él.

Según este enfoque Iosef Y Adam, no estaban preparados aún y por lo tanto no supieron qué hacer con la luz que recibieron. Adam tuvo miedo. Iosef se vistió de vanidad. Tuvieron que perder sus paraísos y comenzar el camino de recuperarlo. Lo que los diferencia, es que Iosef con mucho trabajo y dolor lo hizo, recuperó su paraíso, tal vez por eso nuestros sabios lo apodaron Iosef a Tzadik (Jose, el justo).

El verdadero conocimiento, muchas veces implica perder un paraíso, se cae un velo de cierta inocencia y nos empuja a salir de nuestras zonas de confort. Se nos pide asumir esa verdad con madurez y emprender el camino de retorno que nos permita ser merecedores de esa luz y así, a través nuestro, se produzca la redención tan anhelada.

Ojalá, que siempre podamos acceder a un conocimiento que nos impulse a crecer, que al recibirlo tengamos la madurez necesaria para reflexionar y comprender de qué manera esa luz puede ayudar a transformarnos y a transformar el mundo con responsabilidad y amor.

¡Shabat Shalom!
Grace Cobe

Parashat Vaishlaj

EL QUE LUCHA NUNCA PIERDE

Era Iaakov un hombre práctico. Y tomó medidas para el encuentro con su hermano Esav, para encontrar “gracia” ante sus ojos…para no ser atacado.
Nunca parecen ser fáciles las relaciones con nuestros familiares como nos recuerda Rambán y nos invita a tomar esta situación como ejemplo de algo a ser aplicado a generaciones futuras…las nuestras por ejemplo.
¿Cómo continuará la lucha con los Esav que Israel encuentre en su camino?

Como temió Iaakov por su familia la puso en resguardo todo lo que pudo, estratégicamente.
Y hecho esto se quedó solo aquella noche, y nos cuenta la Torá que un hombre luchó con él hasta despuntar el alba y al no poder ganarle éste torció la articulación del muslo de Iaakov en su lucha.
El ángel lo da por vencedor.
Luchó Iaakov por una bendición, seguramente aquella que alguna vez usurpó, y ahora la consiguió genuinamente, sin bajar los brazos, sin disfrazarse de otro, sin tener que escapar.
“No más Iaacov será llamado tu nombre, sino Israel…”
No más “retorcido”, ambiguo, sino recto.

¡¿Quién podría decirse a sí mismo que siempre es Israel o siempre es Iaacov?!
Nuestro Libro nos habla de nuestra vida, de cómo somos, y nos lo muestra a través de nuestros patriarcas.

Y se reencontraron en paz, pero Esav no quiso tomar lo que Iaacov le ofrecía, él dijo que también tenía mucho.
Más allá de pensar que verdaderamente los dos habían logrado su riqueza material hay una especie de desprecio en la conducta de Esav. Podemos leerla como un mensaje a Iaakov de que no necesita aplacar su ira porque ya dejó de lado su encono.
Pero también podemos escuchar “ De vos no quiero nada”
Hay un algo enojoso en eso de no aceptar un regalo, en un”no es necesario”, no necesito lo que me ofrecés.
Y se separaron los dos, sus posesiones eran muchas y necesitaba cada uno su espacio.
Inevitablemente nos trae el recuerdo de Abraham y Labán y las elecciones de cada uno en la vida.

Y ganó Iaakov la partida, porque luchó, esa fue su gran victoria, no bajó los brazos durante toda la pelea.
El ángel le dice “ Ki Sarita “, no porque venciste sino porque luchaste.
Y luchó más allá del miedo y la angustia que tuvo.
Tuvo miedo de morir pero también seguramente tuvo miedo de matar.

Que podamos en este Shabat Vaishlaj encontrarnos con nuestras ambigüedades y podamos luchar y entonces vencer.
Tendremos a D’s siempre a nuestro lado si no bajamos los brazos y luchamos cotidianamente por un mundo mejor para todos.
Recordemos que Israel es
“ …un hombre lapidado, incendiado
y ahogado en cámaras letales,
un hombre que se obstina en ser inmortal
y que ahora ha vuelto a su batalla,
a la violenta luz de la victoria,
hermoso como un león al mediodía”
Jorge Luis Borges

Shabat Shalom uMeboraj!
Norma Dembo

 

 

 

Haftarat Vaishlaj

Ovadia 1:1-21

La Haftará de esta semana, no lleva al profeta Ovadia, y nos coloca frente al libro más pequeño de todo el Tanaj. Solo veintiún versículos componen “Todo” este libro. Y como sabemos las casualidades no existen, pero es muy llamativo que el segundo versículo de este pequeño libro nos dice “He aquí, que te he hecho pequeño entre las naciones, eres despreciado en sumo grado”(Ovadia 1:2)

Claramente aquí tenemos un mensaje para poder descubrir y aprender algo del texto de nuestro pequeño profeta.

Quiero compartir con ustedes en esta oportunidad una definición, de uno de mis rabinos de cabecera el Rab Jonathan Sacks Z”L

“Israel siempre fue un país pequeño, el hogar de un pueblo pequeño. Sin embargo, lo que nuestros antepasados lograron allí transformó el horizonte espiritual de la humanidad. Allí fue donde los profetas enseñaron cómo servir al único D´os, de quien somos hijos; allí fue donde Eliahu dijo la verdad con toda la fuerza, Oshea relató el amor de D´os y Amos habló de Su justicia. Allí fue donde Mijá dijo: ‘¿Qué es lo que te pide D´os fuera de que actúes con justicia y bondad y que camines con humildad junto a D´os? Allí fue donde el Rey David entonó cánticos y su hijo, Shlomó, construyó el Templo. Y aunque a menudo muchos no estuvieron al nivel de los elevados ideales de D´os, generación tras generación surgieron hombres y mujeres visionarios que le recordaron al pueblo su destino como un pueblo sagrado en una tierra sagrada. Sus enseñanzas nunca murieron, y tienen la fuerza de seguir inspirándonos”

Para ratificar esto, vemos que en la parashá, que después que a Iaakov, le ponen el nombre de Israel D´os le promete La tierra que le dio a Abraham y a Itzjak (Breishit 35:12) Nunca le prometió grandes extensiones de tierra, ni tampoco le prometió ninguna clase de Imperio ni grandes dominios sobre los otros pueblos.

Para ser un gran pueblo, luz para las naciones, no hay que ser un pueblo grande. Y para ser una gran persona, no es necesario ser muy poderoso ni acaudalado. Por esta razón el nuevo nombre de nuestro tercer patriarca, en lugar deישראל Israel, podemos leer tambiénישר אל Iashar El, recto es El. D´s pretende de nosotros que seamos personas rectas y con una gran personalidad y con la capacidad necesaria para poder controlar nuestros impulsos.

Ahora podemos entender por que nuestro profeta Ovadia se encarga de resaltar todas esas malas cualidades que han florecido dentro de los descendientes de Esav completamente opuestas a las que “El” pretende de nosotros su creación. Y si observamos también lo que nos desarrolla nuestro Rabai Sacks Z”l  vemos que solo se preocupa por detallarnos con sumo cuidado, conceptos en los que lo que se resaltan son los valores. Y eso debería ser nuestro principal propósito para lograr esa rectitud que se anhela de nosotros como personas.

Es por eso mis queridos amigos que en este Shabat Vaishlaj nuestro profeta no invita a que busquemos fuerzas internas en nuestro espíritu para poder ir en ese camino recto tal como lo hizo el patriarca Iaacov para poder convertirse en Israel.

Shabat Shalom
Ari A. Alster

Haftarat Vaietze

Nuestra Haftará habla del Profeta Oseas, el profeta denuncia la infidelidad del pueblo para con Di-s y revela el amor de Di-s, comparable al del esposo que perdona a su esposa infiel o al del padre que ama a su hijo rebelde.

Tambien en la Parashá encontramos las dudas de Yaakov y su falta de confianza, sobre todo en si mismo.

En la Parasha de la semana pasada leímos como Yaakov “roba” la bendición, de su hermano, haciéndose pasar por él. La lectura que le dimos es que tanto Rivka, su madre, como Itzjak, su padre, lo estaban incentivando a animarse a ser él. Recordemos que le pusieron el nombre Yaakov porque nació agarrado del talón de su hermano Esav. Y cuando tuvola oportunidad de hablar con su padre y pedirle una bendición, le mintió y le dijo que era Esav porque seguía agarrado al talón de Esav.

Por eso tuvo que irse. De ahí el nombre de la Parashá Vaietze (y Salió). Se fue de su casa, de su vida, de las tiendas donde estaba asentado, se fue de su comodidad. No solo escapando de su hermano (alguna vez tenia que soltar su talón) sino que se fue para buscarse a el mismo.

La Parashá nos cuenta que en el camino se acostó a dormir sobre unas piedras y allí tuvo el varias veces retratado sueño de la escalera que llegaba al cielo con ángeles que subían y bajaban. Los sabios dicen que esos ángeles representaban los imperios en los que vivimos los hijos de Yaakov. Que subieron y luego cayeron. Los Babilonios, los griegos, los persas, los romanosy todos los imperios que tuvieron su apogeo y luego cayeron.

Cuando se despierta dice una frase extraña, “ciertamente estaba Di-s en este lugar y yo no lo sabia” En Hebreo Yo no lo sabia se dice “Lo Iadati” (el “ti” final significa yo) pero Yaakov dice “Anoji lo Iadati” es como que esta repetido el YO. Nuestros sabios leen esta frase de manera diferente y explican que lo que dijo Yaakov fue: “Estaba Di-s en Este lugar, pero YO no ME conocía” Yaakov se estaba culpando por no conocerse y no confiar en su potencial.

Llama la atención la imagen de una escalera al cielo, con Di-s al lado de Yaakov haciéndole promesas de todo tipo de éxito, le promete la tierra y le promete descendencia, pero un Yaakov que no se anima ni siquiera a preguntar si puede subir a la escalera. Definitivamente a este Yaakov (el que nació agarrado al talón de su hermano) le faltaba mucho para convertirse en Israel (el que lucho con personas y con ángeles y ganó)

Subirse a una escalera al cielo da miedo, miedo a lo nuevo, miedo a caerse, miedo a no poder. Mas aun es estos tiempos donde lo que a veces tenemos adelante no es una escalera al cielo sino un pequeño escalón, un desafió o un cambio. Las preguntas que nos hace Oshea son;

¿Crees lo suficiente es Di-s como para creer en vos?

¿Te animas a renunciar a lo que crees que sos para tratar de descubrir lo que podes llegar a a ser?

La respuesta que da la parashá esta en su título, Vayetze. Yaakov tuvo que salir, despegarse de su casa, de sus padres, soltar el talón de su hermano, y así conocerse, confiar en su potencial , confiar en las promesas que le hizo Di-s y así transformarse en el padre del pueblo de Israel.

Shabat Shalom
Fabian David Holcman

Parashat Vaietze

“Un viaje de mil millas comienza con un solo paso”.

Sucede por impulso. Con coraje y fortaleza interior nos animamos a dar ese primer paso que, como dice el lema chino, es el principio de un largo camino por recorrer. Así son los viajes; únicos, desafiantes, arriesgados y a veces peligrosos.

El dicho nos invita a no quedarnos quietos por la inmensidad de la distancia del trayecto, ni por su dificultad, sino a centrarnos en los pasos sencillos, manejables y realistas que se encuentran directamente frente a nosotros.

La parashá de esta semana Vayetzé,qué significa “Y salió” ; nos cuenta acerca del viaje que tiene que llevar adelante Iaakov, que luego de enamorarse de Rajel, da el primer paso y se acerca a su padre Labán y le pide permiso para casarse con ella. Labán le da su bendición pero solo con la condición de que trabaje para él durante siete años.

Cuando la Torá hace referencia a que Iaakov trabajó siete años por Rajel dice: “Vaihiú beeinav kaiamim ajadim” (Gen 29:20), “le parecieron unos pocos días ante sus ojos”. Ajadim se traduce como “unos pocos”, pero viene de la palabra hebrea “Ejad” que es uno.

En el libro de salmos encontramos el siguiente versículo: “Baruj Hashem, Iom Iom”. De mi Rab Ale Avruj aprendi a tomar esta expresión para contestar un simple ¿Cómo estás? “Baruj Hashem, Iom Iom”, “Bien gracias a D`s, día a día”

Iaakov llego a conquistar su viaje debido a que vivió el trayecto “Iom Iom”. Convencido de a dónde es que quería llegar, es que dio pasos firmes llenos de coraje y confianza.

Podamos esta semana tomar el mensaje del viaje de Iaakov y llevarlo a nuestro propio plano, entendiendo que la vida misma es un viaje, lleno de caminos, algunos más fáciles, otros más complejos, algunos con paisajes hermosos y otros que parecen imposibles de atravesar.

Solo hay que animarse como bien nos dice nuestra parashá a salir, dar ese paso que nos lleve a poder avanzar, hacia adelante, para conquistar todos los objetivos que tengamos en nuestra mente, sabiendo que si vamos tranquilos, cautos, paso a paso, día a día, podremos lograr aquello qué estemos buscando en lo más profundo de nuestro ser.

Shabat Shalom.
Sem. Mati Bomse

Haftarat Toldot

Malaquías 1:1 – 2:7

Esta semana leemos la PARASHÁH ToLDoT – תולדות del libro BeReISHiT
Algunos de los temas tratados en esta Parashah: la esterilidad de Rivka que después de veinte años de matrimonio no pueda concebir, por lo que AMBOS rezanen ruego para poder concebir.

Rivka queda embarazada de mellizos y detalla los particulares movimientos de los fetos en su vientre. De este comportamiento se define de alguna manera el futuro de ambos hermanos.

Se detalla la actividad de cada uno de ellos a medida que iban creciendo. Encontramos también el tema de la BEJOŔA (primogenitura), que corresponde al hijo mayor Esav, por haber salido primero, pasa a manos de Yakov, en una negociación un tanto peculiar.

Entre otros temas encontramos la historia de los pozos de agua entre ITZJaK y los filisteos, que conectaran despues con el BeiT HaMIKDaSH de JERUSALÉM.

El enriquecimiento de ITZJaK que despierta odio ante sus vecinos, al punto de pedirse se retirar del país, casamiento ESaV, Para finalizar la parashá narra el impresionante suceso de las BeNDiCioNeS, que entrega ITZJaK a sus hijos, promoviendo de alguna manera la constante e histórica relación tensa y confrontiva que mantuvieron ESaV & YaaKov, y mantienen hasta hoy día la descendencia de cada uno de ellos, llevada a lo que es hoy oriente y occidente.

La parasha termina cuando YaaKov escapa de su hermano ESaV, cuando su padre YTZJaK, lo manda a las de su tío Laban a busca su futura esposa.

En la Haftaráh Malaquías que es un profeta aproximadamente del 500 antes de l air acomuna, recurre a la historia de la rivalidad entre ESaV & YaaKov y a la elección de YaaKov por seguir a Hashem y por comprometer su vida al conocimiento y a la fé. Malaquías recuerda a su audiencia que, como descendientes de YaaKov, han sido y continúan siendo favorecidos por Dios como pueblo elegido. En la segunda disputa Malaquías advierte de su accionar a los sacerdotes que ofrecen sacrificios inaceptables.

Esta porción del relato bíblico, sin dudas tiene muchos temas para desarrollar, pero le dedicaría, la primera parte cuando YTZJaK y RiVKa después de 20 año de matrimonio y no pudiendo RiVKa quedar embarazada, ambos esposos, la pareja, el hombre y la mujer, JUNTOS deciden ReZAR, y SuPLicar para que RiVKa quede embarazada.

YTZJaK podría haber cumplido su sueño de tener hijos con otras mujeres, sin embargo el pensó en ella, pensó en su esposa, pensó en esa mujer que también quería concebir y dar a luz y se unuieron juntos y ambos dedicaron su energía al proyecto del otro… como si fuera propio, pero pensando siempre en el bien del otro.

Y funciono.

Algo en en el vinculo entre ellos se movió, algo creció.
Algo que dio lugar a que RiVKa pudiera quedar embarazada.
Y por alli va la cosa.
Por hacer causa común con los deseos del otro, unirse y conquistarlos en equipo, alli esta la BRaJa.
En esa fuerza que ese siente cuando uno acompaña y cuando es acompañado.
y como estamos en una gran red, y todo nos afecta, cuando a alguien le va bien, SIN DUDA y PARA SIEMPRE, NOS VA BIEN A TODOS.

Shabat Shalom Umeboraj
Silvia Dvoskin

Parashat Toldot

“Ve Ele Toldot Itzjak Ben Abraham. Abraham…”
“Estas son las historias de Itzjak, hijo de Abraham. Abraham…”
Bereshit 25;19

La Parashá de esta semana comienza con la anterior frase, presentando a Itzjak, pero hablando de Abraham.

¿Quién era Itzjak? El hijo de… ¿De quién va a hablar la Parashá?
De sus hijos Iaacov e Esav. ¿Cómo puede ser?

¿Mi ze Itzjak? ¿Quién es Itzjak?

Lo se, Hijo de Abraham y Padre de Iaacov y Esav. Pero me falta algo. Falta que aparezca una historia que lo engrandezca, que el diluvio este a punto de llegar y el tenga en sus manos la llave del Arca, me falta un algo, un poder sobrenatural, un talento, un don.

Parece que no, pero Itzjak tiene mucho de lo anterior, simplemente por el hecho de ser hijo, para luego ser padre. Repasemos su historia; Itzjak nace bajo el nombre del mismísimo milagro, sale del vientre de su madre quien sufría por su esterilidad. Crece con su hermano Ishmael, quien en el mejor momento de la hermandad, en el momento donde empiezan a jugar el uno con el otro, es echado, arrojado al desierto para ser dueño de su propio destino.

Itzjak transformado en hijo único, ya sin nadie con quien jugar, es despertado por su ídolo, por su superhéroe, por su padre quien lo invita a caminar hacia aquel lugar donde iba nada mas y nada menos que a ser sacrificado en nombre de lo divino.

Llega el momento de enterrar a su padre, y sin embargo él está ahí. Perdona para sanar y se reune con quien había sido su hermano, Ishmael, para hacer la Kvurá. El difícil trabajo de ser hijo de quien no había sabido mantener una familia unida.

Esav y Iaacov, la famosa historia donde con el paso del tiempo establecimos que uno era el malvado y el otro víctima de la crueldad de su madre. Iaacov se hace pasar por Esav frente a su padre, y su padre le dice “A Kol Kol Iaacov, Ve Iadaim Iedei Esav” “La voz es la de Iaacov, pero las manos son las de Esav” Itzjak lo sabia todo, pero sin embargo el trabajo enorme y difícil de ser padre y decidir. Itzjak bendice a Iaacov, y su familia queda separada y atravesada por el odio y el rencor.

¿Quien es Itzjak? ¿Cual era su grandeza?

Ser humano.

La Tora no pone en Itzjak lo sobrenatural, pone todo lo humano y real. Llena su historia del desafío de ser “Hijo de” tener que cargar con una historia impropia, hacerla suya y transformarla para ser “Padre de” y dejarle un nombre y una historia a sus hijos, con sus aciertos y desaciertos. Con sus fortalezas y debilidades.

Itzjak tenia el don de ser persona, y su vida se basa en el simple hecho de ser.

Podamos todos al volver a escuchar esta historia, descubrir nuestro desafío, nuestra herencia y que hacemos con ella, para construir un futuro mejor.

¡Shabat Shalom Amijai!
Sem. Brian Bruh

Parashat Jaiei Sara

Jaiei Sará plantea una interesante dicotomía filosófica entre la vida y la muerte. La traducción literal del título es “La vida de Sara”; sin embargo, cuando empezamos a leer la parashá, Sara muere:

Bereshit 23:1-2
“La vida de Sara -la duración de la vida de Sara- fue de ciento veintisiete años. Sara murió en Kiryat-arba -ahora Hebrón- en la tierra de Canaán, y Abraham procedió a llorar por Sara y a lamentarse por ella”.

¿Qué hacemos con y de nuestra vida? ¿Por qué razones la vivimos? ¿Cómo la valoramos? Todos tenemos una certeza: nuestra finitud; es irreductible no pensar en lo que hacemos con nuestra vida.
Creo que a veces podemos mirar para otro lado pero que quizás, de vez en cuando, deberíamos encontrarnos con nuestra obligación moral de cuestionarnos sobre lo que hacemos con nuestra vida.
Para Charles Bukowski, los seres humanos nos dedicamos a la vida para distraernos de la certeza de nuestro destino fatal; según el escritor, hemos creado un sinfín de actividades y pasatiempos para producir esta amnesia temporal. La dificultad que nos traen estos pasatiempos y actividades es su grado de banalización e improductividad que tienen una constante sensación de vacío e insatisfacción en nuestra psique. Para los epicúreos, la conciencia de la muerte debería llevarnos a valorar el precio infinito de cada instante y a no desperdiciarlo en banalidades.

Creo que la dificultad en nuestro tiempo, en un contexto de hiperconsumo y estímulos, radica en dar epicureísmo a cada momento y a su inconmensurable valor. Y esto es aún más complejo por la temporización de nuestras vidas, la segmentación ordenada de nuestra vida cotidiana y nuestras aspiraciones compartidas. Tenemos una existencia mecanizada, automatizada y homogeneizada. La vida cotidiana ha excavado las fuerzas creativas del espíritu y nuestra libertad a cambio del publicitado supravalor de la producción, la calidad y la cantidad. Muchos viven subordinados bajo esta jerarquía de valores: vivir para trabajar, para ser productivos, en términos meramente cuantitativos. Me hace preguntarme hasta qué punto es trascendente una vida así o hasta qué punto tiene sentido la muerte cuando la vida se vive de esta manera.

¿Por qué una parashá sobre la muerte se llama “vida”? La respuesta, al parecer, es que la muerte y el modo en que la afrontamos es un comentario sobre la vida y el modo en que la vivimos.

Shabat Shalom
Wally Liebhaber