Haftara Tazria-Metzora

En la parashá Tazria-Metzora, la Torá nos habla del proceso de purificación de quien ha sido afectado por tzaráat, una afección que los sabios interpretan no solo como física, sino también como un reflejo de conflictos internos o sociales, especialmente aquellos causados por el mal uso de la palabra. La persona debía aislarse del campamento, no como castigo, sino como parte de un camino hacia la introspección y la reparación.

La haftará que acompaña esta parashá, tomada del segundo libro de Reyes, nos presenta a cuatro hombres que también estaban afuera del campamento, excluidos por su condición de metzoráim (leprosos). En un contexto de crisis (la ciudad de Shomron está sitiada y su pueblo, desesperado) estos cuatro marginados descubren algo extraordinario: el enemigo ha huido misteriosamente, y su campamento está vacío. La salvación llegó, pero nadie lo sabe aún.

Lo fácil hubiera sido quedarse con ese descubrimiento para ellos. Pero en un momento de lucidez y responsabilidad, dicen: “No hacemos bien. Hoy es un día de buenas noticias, y nosotros callamos”. Y así, estos hombres, excluidos por su impureza, se convierten en los portadores de esperanza para toda una ciudad.

Este episodio conmovedor nos deja enseñanzas profundas. A veces, quienes están en los márgenes (por enfermedad, por exclusión social, por prejuicios) son quienes pueden ver lo que otros no ven. Son ellos, desde afuera, quienes a veces tienen el coraje de actuar, de hablar, de anunciar la posibilidad de una vida diferente.

También nos recuerda que no podemos guardar la esperanza para nosotros solos. Que cuando somos testigos de algo bueno, cuando descubrimos una salida, una bendición o una oportunidad, estamos llamados a compartirla.

La haftará de Tazria-Metzora transforma la figura del metzorá: de símbolo de impureza y aislamiento, pasa a ser testigo del milagro y portador de buenas noticias. Y nos invita a preguntarnos: ¿en qué momento nosotros mismos necesitamos salir del silencio, cruzar la frontera y anunciar la esperanza?

Que sepamos reconocer la dignidad de cada persona, incluso de quienes han sido relegados. Y que podamos ser, cada uno y cada una, mensajeros de bien, aún desde los márgenes.

Shabat Shalom.

Parasha Tazria-Metzora

Las parashiot de esta semana son de las más minuciosas y detallistas en cuanto al tratamiento de ciertos procesos físicos y naturales (enfermedades, secreciones, etc.). Estas devienen en lo que el libro de Vaikra considera impurezas.

Se consideraba que ésta impureza podía luego ser transmitida por las personas que la portaban a otros objetos e incluso a otras personas y que, además en determinadas circunstancias ameritaba la expulsión de un miembro del pueblo de Israel del seno del campamento de la comunidad.

Pero esta parasha también nos habla acerca de la manera en la cual podemos purificarnos, utilizando ciertos métodos para nada comunes en nuestros tiempos.

Por ejemplo: funciones de aceite en partes específicas del cuerpo con un orden minuciosamente establecido e inalterable, abluciones o inmersiones rituales y múltiples sacrificios.

Que podamos liberarnos de todo lo malo, que podamos romper todas las cadenas que nos aprisionan, apreciemos el valor de vivir en libertad y que seamos capaces de emprender la búsqueda de aquellas cuestiones que nos permitan darle sentido a nuestras vidas.

Shabat Shalom!
Sem. Martin Smith

Parasha Shemini

La Parashá Sheminí es la tercera Parashá del tercer libro de la Torá, Vaikrá, cap. 9 vers. 1 (9:1).

Sheminí, de shmoná, ocho, nos induce al interrogante de porqué es el único número que se hizo acreedor a una Parashá. Quizá sería más comprensible que fuera el número siete, dado que en seis días Hashem creó el mundo y el séptimo lo santificó, Shabat. La Parashá comienza diciendo “Vaiehí baiom hasheminí …” – y fue en el día octavo-, cumpliendo la letra vav – v – una conjunción copulativa, es decir constituye una continuación de la Parashá anterior, Parashá Tsav, la cual en los finales Moshé ungió a Aaron, a sus hijos y sus ropajes sacerdoales, ordenándoles permanecer delante del Mishkan –tabernáculo- durante siete días, tiempo que duraría su consagración, siendo el inicio el día 1° de Nisan, día de la inauguración del mishkan.

Moshé a igual que Aarón pertenecía a la tribu de Levi siendo también cohen.

Acabamos de festejar Jag Hapesaj cuyo último día en Israel es Shviví shel Pesaj, séptimo día de Pesaj.

Valga la siguiente ampliación. En Bereshit (Génesis) 2:1 leemos “vaiejulu hashamaim…” – y fueron acabados los cielos…-, en el versículo siguiente 2:2 dice “vaijal Hashem baiom hashviví melajto hasher asá…“ – y terminó Hashem en el séptimo día su obra que había hecho…-, y en el siguiente versículo 2:3 “vaivarej Elohim et iom hashvií vaikadesh otó ki bo shabat…” – y Hashem bendijo el séptimo día y lo santificó porque…-. Aquí omito la traducción de la última palabra “shabat”, dado que es común traducirla “descansó”. Hashem no se cansa sino que interrumpió toda su obra que creó. La traducción de Shabat por Descanso se debe a que Jazal –Jajamim Zijronam Lebrajá –sabios de bendita memoria-, tradujeron la Torá al griego destinado a Ptolomeo y ante la duda que no comprendiera correctamente la misma, optaron por usar la palabra descansó. Volviendo a la creación, en Bereshit los seis días son días de implicancia materiales y, el séptimo totalmente espiritual, así lo establece Hashem al disponer será santificado.

El libro Vaikrá describe los pormenores de los rituales en el Beit Hamikdash – Templo de Yerushalaim –y en Parashá Sheminí los procedimientos a cargo de los Cohanim y en especial del Cohen Gadol -Sumo Sacerdote- razón por la cual ésta Parashá la denominan varios exégetas Parashat Hacohanim – Parashá de los Sacerdotes-, describiendo detalladamente los procedimientos que deben adoptar en el ejercicio de su ministerio. El v. 9:1 comienza: “y en el octavo día Moshé llamó a Aarón y a sus hijos y a los ancianos de Israel”. El sacerdocio es transmitido de padres a hijos varones, no así el sumo sacerdocio que desaparece con la destrucción del Beit Hamikdash. En ese acto Moshé instruye a Aarón los procedimientos de los diversos sacrificios, expiatorio y holocausto y ofrecerlos al Eterno, y decir a los benei Israel la necesidad de tomar un macho cabrío para ofrenda expiatoria y un becerro y cordero sin defectos para holocausto y, en v.9:4 continúa ordenando un holocausto pacífico a Hashem y una ofrenda vegetal escaldada en aceite, “porque hoy el Eterno se aparecerá a vosotros”, es decir que la Shejiná, el sagrado espíritu divino, aparecerá ante los benei Israel una vez que se haya cumplido todo lo ordenado por Moshé por orden de Hashem referente a la inauguración del mishkán. Los bnei Israel trajeron ante el Mishkan y Aarón procedió a ejecutar de acuerdo a lo indicado por Moshé, secundado por sus hijos. Pero cuál fue la razón de convocar a los ancianos ?. Pero volviendo al día octavo, el día 1° de Nisan fue inaugurado el Mishkan y a partir de ahí comenzaron los siete días que insumió la investidura de Aarón y sus hijos, siendo el objetivo su purificación material y espiritual. Según el exégeta contemporáneo Rab Casutto, después de los siete días iniciales desde la inauguración del mishkan el octavo día era el 8 de Nisan del segundo año de la salida de Egipto, y el hacer comparecer a los ancianos tenía por finalidad constituirlos en testigos de que Aarón no comenzó a ejercer el supremo sacerdocio por propia iniciativa. Jazal sostienen que el descenso del Espíritu Divino se refiere a la nube que se posó en el desierto sobre el Mishkan y por esa razón debían ofrecer una ofrenda especial. Otros jajamim sostienen que se refiere al fuego que surgía espontáneamente desde las alturas bajando y consumiendo las ofrendas al Eterno en el desierto. Restaba el octavo día en que se realizaran los corbanot para que Hashem descendiera su Espíritu sobre benei Israel. La gran diferencia entre los números siete y ocho es que ambos tienen caracteres totalmente diferentes. Mientras el siete se refiere al mundo natural el octavo representa lo más sublime de lo espiritual, trascendiendo a lo infinito. El v. 6 corona las manifestaciones anteriores de Moshé “y dijo Moshé ésta es la cosa que ordenó Hashem hicierais y aparecerá ante vosotros la gloria de Hashem”.No podemos obviar el interrogante a qué cosa se refiere?

Difieren las diversas exégesis. Sforno sostiene que se refiere a “apoyar las manos – smijá – sobre las Ofrendas por Pecado y Holocausto”, Rambán sostiene que se refiere a los benei Israel se constituían con sus ofrendas frente al mishkan y Moshé por su parte reitera el orden en que deben realizarse las ofrendas.

Consumidos los diversos sacrificios con sus respectivos procedimientos ordenados por Moshé, Aarón alzó sus manos hacia el pueblo – en el v. 9:22 dice “haam” – el pueblo – los bendijo y descendió, después de ofrecer los sacrificios por expiación por pecado, holocausto y el sacrificio por paz. También aquí los distintos exégetas no coinciden respecto a qué bendición pronunció Aarón. Rashi sostiene que Aarón pronunció la Bendición Sacerdotal aunque aún no había sido impartida pues esa bendición se encuentra en el cuarto libro de la Torá, Bamidbar (Números) 6:23/26. Posteriormente a la bendición en 9: 23, Moshé y Aarón entraron al Mishkan y al salir bendijeron al pueblo (aquí vemos que Moshé también era cohen) y la Gloria Divina – Shejiná- se apareció ante todo el pueblo.

El capítulo siguiente, 10, comienza con dos hijos de Aaron, ambos cohanim, Nadav y Avihú, quienes por haber utilizado elementos no prescriptos para el Mishkan produciendo un fuego extraño al prescripto, surge un fuego de origen divino que los consumió muriendo ante Hashem.

Moshé ordena – v.10:4 – a Mishael y Eltsafan hijos de Uziel tío de Aarón, es decir primos de Nadav y Avihú, retirar ambos cadáveres del Mishkan fuera del campamento y disponiendo que toda la casa de Israel llorará el fuego que Hashem incendió. Estos versículos establecen las disposiciones de duelo para los Cohanim. A raíz de la muerte prematura de ambos hijos de Aarón Hashem le habla a Aarón y le dice no tomar vino ni licor ni tampoco sus hijos, al entrar al Mishkan, para no morir y será legislación para todas vuestras generaciones, para que hagáis distinción entre lo sagrado y lo profano, entre lo impuro y lo puro. Y enseñarán a los benei Israel todas las leyes que pronunció Hashem para vosotros a través de Moshé.

Continúa Moshé señalando a los hijos sobrevivientes de Aarón – Eleazar e Itamar – las obligaciones a cumplir en sus funciones de Cohanim, los procedimientos y la autorización de ingerir aquellos sobrantes de ofrendas que identifica, ellos y sus hijos, por corresponderles.

El siguiente capítulo – 11 – establece las normas de Kashrut. Los últimos versículos establecen y fundamentan las prescripciones, “No impurificareis vuestras almas con ningún reptil que se arrastra, ..”,

“Porque Yo soy Hashem vuestro D’os vosotros serán santos porque Yo soy santo…”, “Esa es la ley de los animales terrestres y aves y todo ser viviente que en el agua y todo ser viviente sobre la tierra, para distinguir entre lo impuro y lo puro y entre el animal comestible y el que no comerás”.

La finalización de ésta Parashá conlleva una vez más a cuestionarnos, dado los diversos temas considerados y distintos entre sí, cuál es la razón, las leyes de kashrut. Cuál es la razón que recién ahora se pronuncian, a casi un año después de haber dado la Torá en Sinai y al final de la entronación del Mishkan el 1° de Nisan.

Rashi da por sentado que al momento de dar la Torá esas prescripciones no eran importantes para Israel, dado que estaban atravesando el desierto.

En la Torá nada está expresado al azar, todo debe estudiarse y ser interpretado pero, no puede faltar, agregar o modificar una letra, so pena que la Torá se vuelva impura, debiendo ser reparada por un idóneo, – sofer –escriba – a fin de recuperar su vigencia como tal.

La Parashá incluye otros temas accesorios, que no por ello son menos relevantes.

Ante la muerte de Nadav y Avihú, Moshé habla a Aarón y a sus hijos sobrevivientes Eleazar e Itamar, demostrando su sensibilidad humana frente al duelo, indicándoles al final del día de duelo la posibilidad de comer de la ofrenda de Minjá y matzot, junto al Mishkan, un lugar santo. Incluso respecto al retiro de ambos cadáveres por los primos, si bien se haría por respeto a los difuntos también sería por no afectar la vivencia festiva de la inauguración del Mishkan ni afectar su santidad con lo que implica un cadáver pero, en pos de no afectar la condición de los cohanim con su presencia, Moshé ordena retirar los cadáveres a levitas.

En otra ocasión dentro de la Parashá Moshé una vez más da nota de sus sentimientos, frente a una discusión con su hermano el Cohen Gadol Aarón por tema ritual respecto a determinadas partes de las ofrendas que se ingirieron y otras que se quemaron. En la discusión Moshé exige a los hijos de Aarón que dieran una explicación, dado que estando ese día de duelo no podían comer ciertas partes y debían quemarlas. Aarón interviene pronunciándose ante Moshé con vehemencia, manifestando que no fueron sus hijos sino él y, en su carácter de Cohen Gadol le está permitido salpicar con la sangre del sacrificio.

Moshé escuchó la explicación de Aaron, comprendió y aceptó de inmediato la argumentación de Aarón.

Una vez más la Torá nos demuestra que no debe limitarse a una lectura literal del texto, sino que debe ser profundizada mediante el estudio, análisis interpretativo, las enseñanzas de los exégetas, comentarios de acreditados ilustrados y exposiciones rabínicos.

QUE EL TODOPODEROSO CONCEDA PRONTAMENTE EL REGRESO DE LOS JATUFIM A SUS HOGARES CON
SALUD Y LOS QUE YA HAN PASADO A LA VIDA ETERNA SEAN REGRESADOS A SUS DEUDOS !!! AMEN.

Haftara Shemini

Esta semana, la Torá nos trae una historia que, si uno la cuenta en una cena con amigos, probablemente todos se queden mirándote como diciendo: “¿Pero esto está en la Biblia? ¿Posta?”. Nadav y Avihu, dos muchachos con iniciativa, decidieron prender una ofrendita a Dios por las suyas, sin pedir permiso. Resultado: fuego del cielo, muerte instantánea, fin del emprendimiento espiritual. Dios, evidentemente, no es fan del “emprendedurismo litúrgico”.

La Haftará no se queda atrás. El Rey David, personaje con más vueltas que serie turca, decide mudar el Arca de la Alianza. Y como buen líder carismático, organiza un operativo con 30.000 tipos. O sea, no estamos hablando de mover una cómoda de IKEA. Esto era una procesión bíblica deluxe, con música, danzas, y el arca arriba de un carro como si fuera el corso de Gualeguaychú.

Todo venía bien hasta que los bueyes se tropiezan, el Arca se tambalea, y Uzá, pobre tipo con reflejos rápidos pero timing religioso discutible, mete la mano para sostenerla. Craso error. Dios lo fulmina en el acto. Y ahí David se frena, se agarra la cabeza, y dice (traducción libre): “Che, me parece que esto lo subestimamos”. Deja el Arca estacionada por tres meses en lo de Obed-Edom, y cuando ve que al tipo le empieza a ir fenómeno, decide intentar de nuevo… pero esta vez con más miedo que fe, y sacrificando cada seis pasos como si fueran peajes espirituales.

Cuando finalmente llega a Jerusalem, David se manda un bailongo místico frente al pueblo. Pero su esposa Mijal lo ve y le tira una de esas frases que cualquier pareja puede identificar: “¿Así que sos el rey y bailás como un desubicado delante de todo el mundo, eh?”. A lo que David le contesta algo así como: “Bailo porque estoy agradecido, porque Dios me eligió, porque me sale del alma”. Y bueno, ahí el relato nos dice que Mijal nunca tuvo hijos. Vaya uno a saber si por castigo divino, por incompatibilidad de caracteres o porque después de eso no se hablaron más.

Y al final, cuando todo parece en orden, David se queja: “Yo vivo en un palacio de cedro y el Arca está en una carpa”. Tiene razón. Pero Dios le responde por intermedio del profeta Natán: “Vos no vas a construir el Templo. Lo va a hacer tu hijo. Pero tranquilo: tu legado va a seguir”. O sea, lo importante no es quién lo hace, sino que se haga.

Porque la historia, en el fondo, no es sobre castigos divinos, ni sobre arcas mágicas. Es sobre los límites. Los límites entre lo que queremos hacer y lo que nos corresponde hacer. Entre la intención y la acción. Entre lo que soñamos construir y lo que finalmente podemos dejar sembrado para los que vienen después.

Y ahí, como David, nos encontramos todos: bailando frente a la vida, a veces sin saber si estamos haciendo el ridículo o rindiendo homenaje, esperando que el amor, el legado, y el sentido aparezcan entre paso y paso.

Shabat Shalom,
Wally Liebhaber

Haftara 7mo día de Pesaj

“Todavía cantamos”. por Seba Cabrera Koch.
Comentario a Haftará 7mo. día de Pesaj: II Samuel 22:1-51

Este año, una vez más, en cada mesa, en cada hogar, en cada Seder comunitario, nos convertimos en los guardianes de nuestras historias.

Para muchos de nosotros, esta semana de Pesaj significó reencontramos con la Hagadá, para redescubrir su poesía y sus canciones, y reclamar nuestro lugar en la historia de liberación de nuestro Pueblo.

Pesaj, que se centra en narrar la historia del Éxodo, es en sí mismo un catalizador para la memoria: iniciamos a nuestros hijos a través de la historia narrada, y vemos cómo nuestros propios viajes reflejan los de nuestros antepasados, descubriéndolos de nuevo con cada generación. La salida de Egipto, el cruce del Mar de los Juncosy la Canción del Marson parte de una historia conjugada en presente continuo, que nos recuerdan la importancia de reivindicar nuestras historias.

Las lecturas que nos convocan en esta oportunidad, nos conectan con la acción de dar gracias, como una carta que nos entrelaza y nos invita a reflexionar sobre quienes somos: la continuidad, la memoria y la gratitud son parte inseparable de nuestra herencia.

Así como en la parashá que leemos el séptimo día de Pesaj, estudiamos que después de atravesar las aguas del Iam Suf y salvarse milagrosamente de la persecución de los egipcios, los hijos de Israel elevan un conmovedor cántico de acción de gracias; en la haftará es el Rey David quien compone su propio cántico de agradecimiento a D-s por todas sus victorias y liberaciones frente al enemigo.

Rashi explica que después de la dura prueba del cruce del mar, a Moshé y a los hijos de Israel “le entró en el corazón cantar”, como una melodía que brota con fuerza allí donde antes hubo incertidumbre. Una canción fue el lenguaje que puso una sonrisa en sus labios después de cientos de años de amarga servidumbre. Una melodía de agradecimiento para liberarse finalmente de la Casa de Esclavitud.

Porque Egipto, además de un lugar o un espacio físico, también es un “estado” personal, un nivel espiritual. En hebreo Egipto es “Mitzraim” y “Meitzarim”, un término muy similar, significa “estrecheces”. Si Mitzraim es el lugar de nuestra esclavitud, entonces la esclavitud que combatimos en cada generación es la limitación que nos impide agradecer por lo que tenemos, la ceguera de dar por sentado nuestra familia, nuestro bienestar, nuestra salud. La estrechez de reconocer que es una bendición poder escribir ahora mismo estas palabras, y agradecer que Ud. pueda estar allí leyéndolas.

Los bnei Israel y el Rey David, nos enseñan a tomar perspectiva y priorizar esos momentos que nos unen con una melodía, para cantar y así vencer nuestros miedos, pelear nuestras batallas y liberarnos de nuestras ataduras.

Si la tradición judía nos enseña que Pesaj es “la pregunta”, la transmisión del relato vivencial nos lleva cada año, de la Hagadá al Izkor, de la noche del Seder a la mañana de Shirat Haiam, de la esclavitud en Egipto a la libertad hacia la tierra prometida, para despertar nuestra conexión con nuestra identidad.

Yehudah Aryeh Leib Alter, en su comentario Sfat Emet, enfatiza la importancia de nuestras acciones actuales y como estas impactan para el futuro.

Este año, cuando las sillas vacías en nuestros sedarim nos recordaron que desde el 7 de octubre de 2023 todavía hay 59 rehenes todavía no volvieron a casa, volví a recordar unas estrofas que ya forman parte del cancionero popular:

“Todavía cantamos, todavía pedimos. Todavía soñamos, todavía esperamos. Por un día distinto, sin apremios ni ayuno, sin temor y sin llanto. Porque vuelvan al nido nuestros seres queridos”.

Todavía cantamos…

Aunque nuestra alegría se vio disminuida, somos libres para elevarnos por encima del dolor. Eso nos hará más fuertes. Porque quien es libre puede amar y puede construir. Quien es libre puede elegir.

Hoy, elijo seguir cantando. Esa es la verdadera libertad.

Shabat Shalom umeboraj!
Seba Cabrera Koch

Fuentes

  • Avruj, A. Et bazman. SidurTefilot Shabat y Festividades. 1er edición. 2015. Comunidad Amijai. ShiratHaiam. Pág. 83-84.
  • II Samuel 22:1-51. Consultado desde HaTanakh.com.
  • Leib Alter, Y. Song of theFuture. SfatEmet, Leviticus, Passover 17:11. Consultaado desde Sefaria.org
  • Levy, E. Pesaj. Editorial © Copyright Jabad. 2025.
  • Romano, U. Éxodo: Comentario parasha Shemot. 2020.
  • *Heredia, V. Todavía cantamos. Álbum: Aquellos Soldaditos De Plomo. 1983.

 

Parasha 7mo día de Pesaj

PARASHA SEPTIMO DIA DE PESAJ
PARASHA BeSHalAJ

SHeMoT 13:17 – 15:26 (EXoDo 13:17 – 15:26 )

Shabat PeSAJ

Gran EvEnto Gran. Toda la espectacularidad. desplegada en este día.

Séptimo día de Pesaj. Momento especial en la historia del pueblo judío. Después de salir de Egipto el 15 de nisán, el Faraón persiguió a los judíos con su poderoso ejército. Séptimo día de Pésaj en la frontera de Egipto, frente al mar. Adelante el mar y atrás el ejercito del faraón.

Estamos ahí frente a toda esa inmensidad, y la gran duda… ¿Cómo la hago?¿como lo cruzo?

A todos nos ha pasado. Todos lo hemos hecho alguna vez.

Todos hemos sentido alguna vez esa fuerza extraordinaria que empuja y asegura … no es por acá, es por allá. Es esa fuerza imperiosa de salir.

Es algo parecido a lo que sucede en este video lo que nos desafía…


Salí, cruzá, nacé, renacé.

Porque solo existe hacia adelante.

La vida, el universo todo, solo fluye hacia adelante y si te quedaras quieto los que vienen atrás te pasarían por encima…

Solo existe hacia adelante.

Nuestros asuntos se resuelven caminando. Estás enojado: camina. Estás frustrado: camina. Estás triste: camina. No sabes como hacerlo: camina. Camina.

Porque la solución se descubre caminando, andando, haciendo, y en el recorrido creamos.

Crucemos este mar. Y ese, Y ese. Si, este mar, el que tenemos enfrente. Demos un paso a la vez. Porque ellos, los que están del otro lado, llegaron allí porque cruzaron este mar. Llegaron allí porque se animaron. Nadie nació de aquel lado del mar. Están allí porque se atrevieron. Esta allí porque al momento de cruzar no vieron el mar, solo vieron la otra orilla.

Tu rol no es conformarte con lo que hay.

Tu rol es crear lo que te gustaría que existiera.

Crea lo que necesitas. Crea los que te hace falta. Crea lo que no has encontrado. Crea lo que nadie mas que vos ve.

Si ves que falta y que nadie esta haciendo algo por cambiarlo, es porque entonces, es TU TURNO.

Cruza, Crea. Es tu momento.

JAG PESAJ SAMEAJ

#A M I S R A E L J A I.

Shabat Shalom Umehoraj
Silvia Dvoskin

Haftara Tzav

Esta semana leemos la Parashá Tzva “orden”, la segunda del libro Vaikra que le corresponde la Haftará del profeta Malaquias Capítulos 3:4 -24.

Último de los profetas, al comenzar el capítulo 3 dice en su pasuk 4 “… Y entonces las ofrendas de Judá y de Jerusalén serán gratas a Jehová, como en los días antiguos, como en los años antiguos…”

Parte del pueblo, en tiempos de Malaquías,estabandescontrolados y no seguían los mandamientos entregados a Moshé. No cumplian con las mitzvot. Por eso en el versículo 5 expresa  ” … me acercaré a todos para juicio, y seré testigo… contra los hechiceros, … los adúlteros, … los que juran en falso, …los que retienen el salario del jornalero, de la viuda y del huérfano, y … los que pervierten al extranjero, y … los que no me temen…”

El diezmo, que debían entregar no lo hacían. Era como si robaran al Kadosh Barjú. Malaquias, habla de los transgresores.

Pero aquellos que sigan firmes con los mandamientos no serán juzgados.

Esto hace referencia a queTzav “Orden”, debe de cumplirse sin condicionamientos, no importa si la entendemos o no, lo principal es cumplirla para que las próximas generaciones nunca vuelvan a cometer los errores del pasado.

Es por eso que este Pesaj volvemos a recordar la salida de la esclavitud. Nos reunimos todos juntos entorno a una mesa, para enseñar a los más pequeños que una vez fuimos esclavos y saliendo de Egipto buscamos la libertad.

En una ocasión y a título personal, mi nieto preguntó ¿por qué decimos  “fuimos esclavos en Egipto”, si ahora somos libres además eso pasó hace mucho tiempo? Es una pregunta que me lleva a una reflexión, si no contamos todos los años la misma historia, esta podría caer en el olvido. Nuestra obligación es recordar y enseñar siemprea las nuevas generaciones.

Salimos de la oscuridad buscando la luz de la libertad. Nos costó conseguirla.

Ahora estamos en la misma encrucijada. Nuestros hermanos hace 18 meses, que están en una oscuridad absoluta. Siguen siendo rehenes, esclavos del terror. Debemos estar todos juntos como pueblo, sin importar las diferencias, luchando por liberarlos.

Como dice la Haftará “…20 Y el sol de misericordia nacerá con salud en sus alas para ustedes, los que temen mi Nombre. Entonces saldrán y estarán gordos como becerros engordados…”

Que este Shabat Erev Pesaj encontremos la libertad y la paz que Erest Israel necesita.

Shabat Shalom Umevoraj.
Susy Lapilover

Jag Pesaj kasher vesameaj!
Am Israel Jai
Bring Them Home Now

Parasha Tzav

La parasha comienza con la palabra Tzav “Ordena a Aharón y a sus hijos … y nos relata acerca del mandato divino a los sacerdotes, hay un detalle muy exhaustivo acerca de la función de los Cohanim en el Mishkan.

Una orden exige un determinado comportamiento, una orden nos puede ser impuesta desde el exterior, pero muchas veces hay una exigencia interna, algo que nos ordenamos a nosotros mismos, una voz interior que nos llama a cumplir una misión.

En el capitulo 8 del libro de Vaikra leemos el siguiente pasuk (versículo):

 

“y de la entrada de la Tienda de Reunión, no habréis de salir siete días, hasta el día de cumplirse los días de vuestra investidura”, ya que durante siete días será vuestra investidura.”

Una orden divina, una vestimenta especial y una misión sagrada durante siete días iemei milueijem, para servir a HaKadosh BarujHu en el Mishkan.

Una orden interna, una vestimenta especial, y una misión nacional, cuidar al Estado de Israel, nuestros valientes hermanos y hermanas en Medinat Israel responden hoy al llamado para defender nuestro hogar nacional y nuestra dignidad como nunca antes en la historia tuvimos el privilegio de hacerlo… iemei milueijem

Nuestra braja, nuestro reconocimiento, nuestro agradecimiento y nuestro abrazo amoroso para todos y cada uno de ellos y ellas, que pronto puedan regresar a sus familias y a sus hogares y digamos AMEN

Am Israel Jai
Shabat Shalom
Debi Fridman