Haftara Tetzave

HAFTARA TETZAVÉ – EZEQUIEL 43: 10-27

Dedico este momento de Torah con todo el corazón y admiración a Mi Amado Pueblo… que en su maravillosa y rica heterogeneidad no deja de dar muestras de fortaleza y valentía. AM ISRAEL JAI.

Como sucede en todas las Haftarot, el texto elegido esta siempre relacionado con la Parasha de cada semana. Por lo que podríamos entender mejor la haftarah si conocemos la parasha.

Parasha TETZAVEH : Y ORDENARáS.
“… y Tú ordenarás ( mandarás) a los Hijos de Israel que …” (shmot 27:20)
“ORDENARAS” … Puede ser de ORDEN, o de orden… puede ser de indicación (mandato), pero podría ser de organización (estructuración)(método) (sistema). Podría ser… porque después de todo TZAV, está mostrando un sistema, un método…

Luego de haber anunciado la destrucción de Jerusalén, en esta oportunidad el Profeta Ezequiel, aparece enunciando situaciones constructivas: Israel será restaurado. Y Ezequiel expone la naturaleza de esta renovación.

La haftara de Tetzaveh describe el Templo que se construirá en el futuro. Trae un plan, indicaciones, detalles y definiciones para La ley de la Casa.. Las medidas del altar, (son reveladas en codos), les será dado a conocer la forma (que será cuadrado), diseño, salidas, entradas, ordenanzas y leyes de la Casa para que los pongan en práctica. Incluso indica que las gradas mirarán al oriente.

Cuando examinamos los versículos de la haftara, encontramos que la mayor parte de la descripción versa sobre el Altar más que sobre el Templo. Se ocupa extensamente del Mizbeaj.

El Altar como un lugar para acercarse a “Hashem”, y que a lo largo de la Torá, hasta la construcción del Mishkán, lo encontramos para ofrecer sacrificios o para gritar en el nombre de D’s. Noaj trae un sacrificio cuando sale del arca, Abraham construye altares y los llama en el nombre de Dios, Moshe marca la victoria sobre Amalek construyendo un altar… Altar un espacio de encuentro, de acercamiento. El punto cero.

Pero, de una cuidadosa lectura de los libros SHMUEL II y otros, se permite pensar que Hashem no requiere de Templos y que la construcción de un Templo fijo para el culto sacerdotal, se debió más bien al hecho de que David Ha Melej así lo quiso (cfr. 2 de Samuel 7, 1-17). Por eso podríamos darle una vuelta mas… y pensar, de qué ALTAR esta hablando? a que se refiere? será que habla de un espacio fisico? o no?

Altar, מִזְבֵּחַ, Mizbeaj…

¿Un Altar podría no ser un espacio singular?
¿Un Altar podría ser un momento o una situación?
¿Podría ser un pensamiento o un vinculo?
¿Podría ser algo dedicado y consagrado.

Altar es conocer-nos. Es entrar en nuestra propia conciencia, es reconocer las capacidades que la definen (a la conciencia). Es precisar esas facultades particulares que tenemos y encausarlas.

Altar es CADA VEZ, cada momento en el que asumimos la responsabilidad para transformarnos, para desarrollarnos y crecer.
El Altar es ese espacio donde me encontraré con esa claridad en la que reconozco que somos #UnoEnREd, que somos espejo, que somos imagen, y semejanza.

Y para entrar a ese Altar, debemos atravesar esa cortina de la que habla la Parashá, esa cortina turquesa gruesa y pesada.
Todo dependerá de lo que percibamos, dependerá del punto de vista. Dependerá de ver la cortina como un obstáculo, pesado y opaco o de atrevernos a correrla. Cuando parado frente ese cortinado no vemos un impedimento sino una oportunidad para tomar un respiro y cruzar,
Ese día estaremos listos.

Cuando estemos listos para entender que agacharse es el impulso que te eleva.
Cuando nos corremos del centro, cuando vemos el tejido de la red … en ese momento, es Que el Altar se Activa.

Esta es La esencia de la energía que se revela esta semana, es Moshé diciendo “sácame de tu libro”, que la historia se cuente pero yo no quiero aparecer. Es la decisión de removerse así mismo, para fundirse en el ORDEN de la organización. Es actuar a discreción. Es confirmar y sostener el concepto que “no somos nosotros lo importante de lo sucedido”.
Porque cuando comprendo que lo que hay detrás de la cortina también soy yo, los velos caen.
Siempre estoy allí, adelante o detrás… solo cambia donde tengo la mirada.

Hashem no necesita Templo, ni Altar…
La Orden es que te Ordenes.
Altar es una construcción.
ALtar es ese momento en el que te das cuenta que el mal del otro no es allá, sino acá.

SHABAT SHALOM UMEBORAJ
AM ISRAEL JAI
Silvia Dvoskin

Parasha Tetzave

Tetzavé: Las campanas de oro y una alegoría de la conexión espiritual. 

Comentario a Éxodo 27:20-30:10

La porción de la Torá de esta semana describe las vestimentas y atavíos del Sumo Sacerdote. Las especificaciones, medidas y diseños de los diversos accesorios son sorprendentes, pero aún más enigmático, es un detalle en la indumentaria sacerdotal. Según la Torá, en el dobladillo de la túnica debe haber campanillas de oro y granadas de hilo, una tras otra, alrededor de todo el borde.

Pero ¿qué puede significar este peculiar diseño? La clave se puede encontrar si ahondamos en lo que dicen algunas fuentes acerca de la función de las campanas.

Primero, Éxodo 28:35 nos dice: “Aarón lo usará mientras oficia, de modo que se oiga su sonido cuando entre al santuario delante del Señor y cuando salga, para que no muera”.

El antropólogo escocés Sir James George Frazer, en su libro “Folklore in the Old Testament: Studies in ComparativeReligion, Legend, and Law”, compara episodios del Tanajcon historias similares de otras culturas del mundo antiguo.

En su influyente estudio sobre rituales, magia, mitología y religión, Frazer insinúa que campanillas como las del Sumo Sacerdote “se usaron ampliamente en diversas culturas deEuropa, Asia y África, principalmente con la función de ahuyentar o protegerse de los espíritus malignos que podrían acecharlos”.

Tal vez sea un dato de color saber esto, pero no nos enseña mucho más. Por eso, no es de extrañar que los Sabios de la tradición judía se hayan hecho eco acerca de estas campanas.

Ezequías ben Manoaj, exégeta francés del siglo XIII conocido como Jizkuni, explica que estas campanas sonaban mientras el Sumo Sacerdote realizaba el servicio en el Templo, para que los israelitas lo escucharan y volvieran sus corazones a D-s.

Por otro lado, Rabi Shmuel ben Meir, el Rashbam(Francia, siglo XII) explica que dado que el Sumo Sacerdote es el único que podía estar presente, las campanas sonaban para indicar a los demás que debían abandonar el espacio sagrado. Así, las campanas eran una advertencia necesaria, como un mensaje de aviso.

Rabi Moshé ben Najmán, más conocido como Najmánideso el Ramban (Aragón, siglo XIII), presenta una visión diferente en su comentario, explicando: “D-s ordenó el toque de las campanas para que el sacerdote entrara delante de su Maestro como si pidiera permiso. Porque aquel que entra al palacio del Rey incurre repentinamente en la pena de muerte”. En otras palabras, para Najmánides las campanas de oro tintinean para anunciarLe nuestra presencia a D-s antes de entrar al recinto sagrado, como si Le estuviéramos pidiendo permiso.

Pero es aquí que el rabino Shmuel Avidor Hacohen va másallá, y ofrece una lectura alternativa, más rica y original: las campanas representan cómo nosotros como individuos nos relacionamos con D-s.

Inspirado por el versículo que afirma que “su sonido se oye cuando entra al santuario”, Rab Shmuel Avidor se pregunta: “cuando una persona experimenta la espiritualidad, ¿debe “dejarse llevar”? ¿debe levantar la vozal rezar? (especialmente en lo que respecta a la oración); ¿o es mejor susurrar y emplear una postura más modesta?”.

Shmuel Avidor responderá estas preguntas con dos historias, dos miradas acerca de la oración, representadas por el rabino Shelomo de Karlin y el rabino Israel de Ruzhin.

Se dice que cuando el rabino Shelomo de Karlin reunía con sus seguidores, los animaba a rezar, a clamar enérgicamente y con sinceridad a D-s. Durante la oración, incluso gritaba: “¡Traed el fuego! ¡Traed el fuego!”. Laoración era caótica, ruidosa y expresiva: sus adeptos eran extrovertidos, y se conectaban apasionadamente con la espiritualidad y con su entorno, rodeándose de gente, ruido y energía.

En contraste, el rabino Israel de Ruzhin enseñó a sus seguidores a rezar con una “voz apacible y delicada”. (citando a 1 Reyes 19:12). Animó a sus alumnos a ser disciplinados, fieles a sí mismos: el fuego podía arderles en los confines del alma, pero lo expresaban de una maneramoderada, sutil y discreta. Eran introvertidos, buscaban su propio espacio, encontrar su momento. Y aunque podían cantar con “voz suave y apacible”, su modestia no debía malinterpretarse como apatía o indiferencia.

Entre los extremos expresados por el rabino Shelomo y el rabino Israel, hoy, Usted y yo podemos unirnos en una tefilárica en matices. Habrá quienes se sentirán mas cómodos en una tefilá en voz alta y expresiva, y quienes se inclinen por un encuentro más íntimo y contenido; sin embargo, la mayoría de nosotros abrazamos el milagro recurrente de los tonos grises intermedios.

Porque hay momentos en nuestra vida espiritual en los que necesitamos cantar con toda la fuerza de nuestra voz; y otros en los que nuestra respiración pareciera abrazar un pequeño susurro dentro de nosotros.

Ambas voces representan dos formas complementarias de relacionarnos con el mundo, para expresarnos con una voz única, tan irrepetible como ese tintineo de campanas que nos invita a una búsqueda interna tan personal.

Quiera D-s que la voz de las campanillas doradas que cada uno porta, sea un llamado único a crear nuestra conexión con la Divinidad que habita en cada uno.

Que aprendamos a escuchar, y con sabiduría, llenemos de significado el pequeño pedazo de Jardín que nos toca habitar.

Shabat Shalom umeboraj!
Seba Cabrera Koch

Haftara Truma

Haftará (Reyes I 5:26 – 6:13)

La Haftará que hoy leemos es el capítulo de Reyes I, donde nos habla del Rey Salomón.

Después de la muerte de su padre, el Rey pasados los primeros años de su reinado, quiere construir un lugar sagrado para D’s de  igual forma que el Tabernáculo construido por Moisés en el desierto. Esto fue posible porque en su reinado fueron tiempos de  paz y prosperidad.

Cap 5:26 “ …Y el Señor dio a Salomón sabiduría, como le había prometido, y hubo paz.

En el presente, en la zona del sur de Israel se encuentra solo destrucción y el miedo está en las zonas del norte.

Todos los habitantes se encuentran desplazados. Nadie puede volver a su hogar. El país está rodeado de enemigos, de guerra. Aún así seguimos y continuamos con la vida sin dar marcha atrás. El dolor va por dentro y nuestra resiliencia es mucho más fuerte.

Para poder reconstruir piedra sobre piedra, sólo se podrá hacer, cuando se encuentre la paz con nuestros vecinos. Cap 5:31..Y el rey mandó, y sacaron piedras grandes, piedras pesadas, para poner los cimientos de la casa con piedra labrada.

Por el momento habrá que esperar. Estas son horas difíciles y el desafío es constante. Más adelante nos tomaremos el tiempo para sopesar las responsabilidades.

Mientras que se utilicen armas para defendernos del terror, seguiremos luchando por la libertad y así poder regresar a reconstruir Israel.

Como bien dice nuestra Haftará en el Cap 6: 7 “… y no se oía martillo ni hacha (ni) herramienta alguna de hierro en la casa mientras estaba en construcción. En el silencio del fuego, hallaremos el milagro de la vida.

Que este Shabat encontremos la luz que nos guíe, para descubrir
el camino que nos lleve a una paz duradera en su nuestra casa en Eretz Israel.

Shabat Shalom
Susy Lapilover

AM ISRAEL JAI
BrinngThemHome

Parasha Truma

La Haftará perteneciente a la Parashá Trumá, incluida en el libro “MELAJIM I” – REYES I – , cap. 5 versículos 26/32 cap. 6 vers. 1/13, libro que pertenece al Tanaj Sector denominado de los Profetas Anteriores. Se presume que fue escrito por el profeta Jeremías.

En otras oportunidades hemos considerado los posibles orígenes de la tradición de la lectura de la haftará, de los Nevihim – Profetas- a continuación de la lectura de la parashá de la Torá. A cada parashá se le tiene asignada una determinada haftará, la cual presenta una relación temática con la parashá.

La parashá Trumá – aporte, donación – integra el segundo libro de la Torá denominado Shmot, y se refiere a la orden de D’OS a Moshé para que le diga a los benei Israel – los hijos de Israel – le aporten donaciones según le dé su corazón.

El texto de ésta haftará si bien se refiere a Trumá – donación – difiere de la parashá no sólo por la extensa época cronológica que las separa, sino que implica una diferencia sustancial en su constitución nacional. En el desierto eran los beney Israel una comuna humana de diferentes tribus con un común denominador originario y creencia religiosa, conducidos por un líder, Moshé.

En cambio en la sección de la haftará se trata de un reino, un estado independiente y un rey, Shlomó – Salomón – heredero del trono de su padre el Rey David. Por el espíritu y metodología operativa del procedimiento recaudatorio la parashá y la haftará difieren significativamente.

Mientras en la parashá dice que “ me traigan ofrendas donadas por cada hombre que le dé su corazón”, en la haftará se trata de una imposición de la autoridad monárquica. El Rambam – Maimónides- sostiene que las ofrendas y diezmos sólo tenían vigencia en Eretz Israel. Pero vayamos al inicio de la haftará.

“D’OS le dio a Shlomó sabiduría de acuerdo a lo prometido, y hubo paz entre el rey Hiram y Shlomó”, concertando ambos una alianza. Comienza el texto “natan jojmá”, D’OS le dio sabiduría, inteligencia. La guemará dice que hay dos tipos de inteligentes: los de nacimiento y el que tiene suerte, dado que la suerte hace al hombre inteligente.

Describe la imposición de movilizar de todo Israel y, esa imposición es de treinta mil hombres, a los que envía al Líbano por grupos de diez mil hombres, los cuales permanecen ahí un mes y luego regresan y permanecen en sus casas dos meses. Describe someramente la organización de los movilizados en su carácter de trabajadores y los procedimientos aplicados a los distintos materiales, con el objetivo de construir “HABAIT”, así menciona el texto la obra en construcción, “LA CASA”. Shlomó tenía setenta mil hombres que llevaban cargas y ochenta mil leñadores en las montañas, además de los capataces de Shlomó que estaban sobre el trabajo, tres mil trescientos fueron los que dirigían la gente que hacían la obra. Seguidamente describe con sumo detalle con las respectivas medidas de cada sector de HABAIT y su arquitectura. El rey (se refiere el texto al Rey Shlomó) ordenó y ellos llevaron grandes piedras, piedras costosas para poner los cimientos de Habait, y los constructores de Shlomó, los de Hiram y los guibelitas, guivlim, así según el texto denominaban a aquellas multitudes que no pertenecían a los israelitas y que preparaban los troncos, las maderas y las piedras para la obra. El exégeta RASHI sostiene que los ciento cincuenta mil hombres que trabajaban eran todos extranjeros, es decir no pertenecían a la grey hebrea y, que se convirtieron por haber vislumbrado la grandeza de Shlomó.

Continúa el texto expresando que lo descripto aconteció en el año cuatrocientos ochenta después de la salida de los hijos de Israel de Egipto, al cuarto año del reinado de Shlomó sobre Israel, en el mes de Ziv que es el mes segundo, que comenzó a construir la “Habait Lashem” (la Casa a D’OS).

Como describe el texto así construyó el Bait y la terminó.”Y vino la palabra de D’OS a Shlomó, con respecto a éste Bait que estás edificando, si andarás en mis normas y mis leyes ejecutarás y observarás todos Mis Mandamientos para conducirte en ellos, entonces cumpliré mi palabra contigo de acuerdo a lo que hablé a David tu padre. Y moraré dentro de Beney Israel (entre los hijos de Israel) y no abandonaré a Mi pueblo Israel”.

Obviamente el Bait (la Casa) se refiere al Beit Hmikdash (el Templo de Jerusalem).

Shlomó reinó en una época conflictiva, de continuos enfrentamientos y guerras entre los distintos pueblos de la región pero, Shlomó se caracterizó por mantener la paz durante su reinado y, esa constituía una condición para poder construir el Templo, para que sea un símbolo de paz. Por ésta razón, su edificación, los muros que rodeaban el Templo, el lugar Santo como el Santuario, fueron construido con piedras enteras y no se oyó martillo ni pico ni ninguna otra herramienta de hierro durante el proceso de construcción.

Por la misma razón, la Torá no tiene ni puede tener en su cuerpo elemento de hierro ni en su escritura utilizar elemento alguno de hierro, ya que el hierro es el elemento esencial en las armas de guerra.

Joshua Chameides

Haftara Mishpatim

Desde el comienzo del Sefer Shmot, segundo libro de Torá, entendemos que la búsqueda del pueblo Judío era aire de libertad.

Libertad individual, en cada una de las personas que estuvieron ahí, pero un nuevo tipo de libertad también, la libertad grupal, del pueblo, del nuevo pueblo que se acababa de formar.

Lo que transforma a los hebreos en pueblo, era el objetivo en común, la creencia compartida, la fe en el mismo Dios, que aparece luego de 400 años de esclavitud y entonces, lo mas difícil, el trabajo en conjunto de volver (o empezar) a creer.

La Haftara de esta semana, nos trae a Jeremías, quien busca a través de sus predicaciones, corregir al pueblo que se había desviado del camino, y de las leyes entregadas en el Monte Sinaí.

Pero… ¿Quién nos corrige a nosotros?

Es conocida la tradición de al finalizar el año, buscar hacer un balance y descubrir que hicimos bien el año que se fue, que cosas nos faltaron, que otras no queremos mas, y entonces hacer la búsqueda del norte para el año nuevo entrante.

Pasó un mes y medio desde comienzo de año, y algunos meses mas de los Iamim Noraim y quizás, estemos encaminados hacia nuestro norte o no.

Es tanta la inercia quizás, los apuros, las corridas, las “urgencias” o lo que se disfraza de urgencia, que no nos damos cuenta que en cada paso dado, los pies apuntan hacia alguna dirección.

La salida de Egipto, pasó hace miles de años, pero sin embargo cada viernes al anochecer levantamos una copa al cielo y decimos: “Ki hu iom tejila lemikraey kodesh, zejer litziat Mitzraim” “y ese día es el previo a las convocaciones sagradas, un recuerdo del Éxodo de Egipto”,

¿Qué tiene que ver? Venimos de vivir un Kabalat Shabat único, lleno de melodías, de meditación profunda, de baile, de estudio y antes de volver a casa, hablamos de la salida de Egipto… ¡No tiene sentido!

Wait!

Claro que tiene sentido. El recordar de donde venís, tu historia, tu lugar, para poder saber si estas caminando hacia donde te propusiste caminar.

Recordar tu pasado, para saber si estas caminando a tu libertad.

Te sacaron de Egipto, a vos, y te entregaron la Tora para que seas responsable de tu camino, y cuando creas que lo que te propusiste venció en el tiempo, y ya es tarde para volver, levanta una copa al cielo y sabe, que mientras recuerdes tu historia, hay tiempo de elegir tu futuro.

Atate los cordones, y empezá a caminar hacia el.

Shabat Shalom Amijai!
Sem. Brian Bruh

Parasha Mishpatim

Shemot 21:1–24:18

Resuenan dentro nuestro los mandamientos que desde lo alto del monte hemos recibido hace instantes, en Parashá Itró.

El mundo ya no es el mismo, hay un antes y un después, no sólo Moshé, nuestro profeta es otro, nosotros somos otros.

Hasta el momento todo tuvo el impacto de lo celestial, espiritual.

Ahora en esta parashá nos encontramos con un código de leyes que nos hablan de la relación entre los seres humanos, entre las parejas, entre padres e hijos, entre amigos, socios…

Hay una relación directa en cómo nos comportamos con nuestro prójimo y el sentido de justicia que anida dentro nuestro.

El que trate a su prójimo con el mismo cuidado con que se trata a sí mismo será un hombre justo.

Y si este trato se repica de uno a otro podremos entre todos tener una sociedad justa.

Dicho de otra manera, anidará en nosotros una justicia independiente, límpida, sin intencionalidades.

Ya sabemos que esta es una tarea que lleva mucho tiempo, toda la vida, es necesario tenerla presente a cada paso, pareciera que es fácil tropezarse.

Acá nos encontramos con un cúmulo de leyes detalladas y en el corazón de cada una de ellas descubrimos que el secreto es tener en cuenta al prójimo.

El mundo importa, el mundo existe porque existe el otro.

Shabat Shalom Umeboraj!
Am Israel Jai
Norma Dembo

Parasha Itro

El primer mandamiento y la fe judía

Infinidad de cuestiones hermenéuticas provoca la primera aparición de los 10 mandamientos en el libro del Éxodo: el contexto , la forma peculiar y casi inentendible a drede de como están narrados, etc. En este caso trataremos algunas implicancias de el primero de ellos: “Yo soy Adonai Tu D’s que te saco de la tierra de Egipto de la casa de la esclavitud”. Nuestros sabios se preguntaron: ¿existe aquí algún tipo de precepto práctico a cumplir? Es este versículo solo una presentación de D’s al pueblo de Israel es decir, no es realmente un mandamiento?

Llegamos aquí a una de las preguntas filosóficas mas profundas de la historia del pensamiento judío: ¿es posible ordenar creer en algo? En tal caso, como se cumpliría la orden? Es acaso medible esto de alguna manera? Supongamos que hay dos personas, la primera cree en un ser superior parecido a un anciano con barba y la segunda cree en un ser abstracto y dice que cualquier adjudicación de una cualidad humana a ese ser superior convierte a ese creencia en pagana. ¿Podríamos aseverar que la primara persona no cumple con los requisitos del primer mandamiento y la segunda si lo hace? ¿Según que criterio?

Posiblemente si hacemos un trabajo estadístico sobre la creencia de los judíos a través de la historia, el primer caso, al cual podríamos definir como un posible paganismo, haya sido bastante mas usual que la abstracción del segundo.

Es por ello que convienen aclarar algunas cuestiones históricas para dirigirnos a esta discusión de manera mas adecuada. La tradición judia enfatizó durante siglos su faceta practica antes que la teórica y esto ultimo incluye cuestiones de creencia. El mayor ejemplo creo es el concepto de fe. Esa palabra, posiblemente no traducible al lenguaje hebreo, se pueda asociar al concepto de “Emuná”, confianza en un camino o lealtad a una forma de ser. Es decir, la práctica que se desprenden de los principios y no los principios de creencia en si mismos. De hecho, todo sabio judío que intentó definir o resumir la tradición a través de principios de creencia fue condenado al fracaso en su época, incluyendo el mas grande los filósofos Moisés Maimónides (1135-1204) cuyos 13 principios de fe tomaron mas vigencia en la modernidad judia dentro del contexto de la lucha entre las corrientes del judaísmo que nacieron como consecuencia de la emancipación europea, que en las época del mismo Maimónides en donde sus principios fueron básicamente rechazados. Mas aún, si profundizamos en el pensamiento de Maimónides veremos claramente que su postura tenia mas que ver con el saber a D’s que con la creencia en D’s, cuestión representativa de su racionalismo medieval.

Los que gusten profundizar sobre conceptos que parecen obvios en el judaísmo histórico, también se sorprenderán descubrir que el concepto de dogma o incluso la definición del judaísmo como religión, es producto de la modernidad judia y están enmarcados bajo el intento de la lucha judía en Europa central de conseguir los mismo derechos que las demás “religiones” o presentarse como un sistema que posee dogmas al también al igual que los credos.

El primer mandamiento sea tal vez la presentación del principio al cual le debemos lealtad a través de la concreción de determinadas conductas que santifican ese principio, es decir “Kidush Hashem”. Una de las características mas importantes de esa lealtad practica es su dimensión de estar por sobre un espacio y un tiempo determinados, es decir, la lealtad es 24×7 y en cualquier lugar. Dicha lealtad no esta destinada solo a los templos, sino a los templos, a las casas, a la calle y a los negocios. No esta destinada a un día, como Iom Kipur o Shabat, sino a la cotidianeidad y a las vacaciones, a los momentos especiales y a los que no lo son tanto. El primer mandamiento, sin ser una orden determinada a cumplir, se termina convirtiendo en una orden general, reguladora de una forma de vida que refleja la lealtad a un pueblo y a su tradición.

Rabino Ari Bursztein

Haftara Itro

En Parashat Itro leemos acerca de la maravillosa revelación de la Torá por parte de D´s. Los israelitas estaban asombrados al experimentar la presencia de D´s: “Todo el pueblo vio los truenos y relámpagos, el estruendo del cuerno y la montaña humeando; retrocedieron y se mantuvieron a distancia” (Shemot 20:15).

Parece coincidencia (dudo que existan), porque la sección de nuestra Haftará para esta semana nos acerca otro relato de una experiencia religiosa: la primera visión de Isaías, en la que le fue anunciado que sería profeta de Israel. En la visión de Isaías, D´s está sentado en un trono en lo alto, rodeado de asistentes que son criaturas de seis alas. Estas criaturas, llamadas serafines, se gritan entre sí: “¡Santo, santo, santo! ¡El Señor de los Ejércitos! ¡Su presencia llena toda la tierra! (Isaías 6:3). Estas líneas se han incorporado a nuestra liturgia en la oración de la “Kedushá”.

Nos cuentan que mientras los Serafines se gritan entre sí, los postes de las puertas temblaban y la casa de D´s se llenó de humo. Isaías está entre sorprendido y avergonzado diciendo: “¡Ay de mí! ¡Estoy perdido! Porque soy hombre de labios inmundos, y vivo en medio de un pueblo de labios inmundos; sin embargo, mis propios ojos han visto al Rey, Señor de los Ejércitos” (6: 5).

A pesar de la vacilación y las dudas de Isaías, su iniciación continúa.

Un Serafín toma un carbón y se lo acerca a sus labios, declarando que con esta acción sus errores son purgados. Entonces D´s se dirige directamente a Isaías y le pregunta: “¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros?Isaías se ofrece como voluntario: “Aquí estoy; envíame” (6: 8).

Shabat Shalom!
Wally Liebhaber

Haftara Beshalaj

Nuestra Haftara se encuentra en el libro de shoftim (jueces). Leemos acerca de Dvora, una profetiza y mujer de Lapidot quien a la vez fue una juez de Israel.

Débora había profetizado que Barak lograría la victoria final sobre el general Sisará quién representaba al pueblo cannaneo y había sometido al pueblo hebreo a tiempos difíciles.

Yael, fue quien se encargó de terminar con la vida de Sisará, cuando este al quedarse dormido de agotamiento no tuvo oportunidad de defenderse cuando ella le clavó una estaca en la cien.

En la segunda parte del Libro de shoftim aparece la canción de Dvora celebrando la victoria.

En la Parasha beshalaj hay un faraón que quiere tener al pueblo de Israel sometido y bajo su poder, así como en la Haftará se habla de Sisará que también quería dominar al pueblo de Israel.

En las dos historias mujeres cambian el rumbo de los sucesos, así como Miriam, bat Paro , iojebed, las parteras en la Torá, o Yael y Dvora en la Haftara. En los dos casos es a través de los profetas que logra vencer al opresor.
Cuando lo logran en la Torá nos encontramos con un canto de Moshe y por otro lado de Miriam y en la Haftará está el canto de Débora.

Después de las dos victorias que leímos el pueblo de Israel vive un período de paz y calma.

Somos un pueblo que se supo siempre enfrentar a su opresor , y una vez ganada la batalla salimos a cantar y celebrar tanta lucha y tanto esfuerzo. Tenemos que tener la esperanza de que el bien va a triunfar sobre el mal.

Aún la canción no llego, estamos todavía batallando contra nuestros enemigos, pero llegará el día que todo esto termine y será allí donde tendremos que salir a cantar por nuestra identidad, celebrar la lucha y honrar a los nuestros.

Shabat shalom!
Sem. Mati Bomse

Parasha Beshalaj

Esta semana leemos con atención que después de ser liberados por el Faraón, Moisés tiene que proteger al pueblo en su salida de Egipto. Los desafíos son enormes, ¿cruzar el Mar Rojo o esperar ser muertos por las huestes del opresor? Dudas que generaron mucho miedo a lo desconocido. Exigir sustento para poder continuar, agua para subsistir. Éstos fueron algunos de los desafíos que tuvo que pasar Moisés. La misión de educar a todos siguiendo las normas y no fue tarea fácil.

La libertad no se obtiene sin sacrificios. Lograrla conlleva a obstáculos que superan la razón. Quejarse y no hacer nada no sirve, las divisiones internas, claudicar por lo que digan, tampoco. Hay que actuar sin renunciar al motivo principal que es, obtener la preciada libertad.

Esto pasó siempre a lo largo de la historia. Aprender de los errores pasados nos hace más fuertes si podemos ser conscientes refrescando la memoria.

Esta semana en Israel es un momento bisagra. Estamos en guerra, por lo cual lo importante es estar unidos para obtener los resultados deseados; poner fin al terrorismo, liberando a los secuestrados y tratando de tener seguridad por la vida de nuestros Jaialim.

Desgraciadamente los terroristas observan desde las sombras todos nuestros movimientos y actúan poniéndonos a prueba. Tal fue el caso de las bajas tan importantes que tuvieron nuestros héroes. Tratando de terminar de alguna forma con el horror, cayeron en una trampa mortal. Ya tendremos tiempo para llorar y hacer nuestro duelo. Ahora solo hay que seguir sin bajar los brazos. El mañana está muy cerca y la libertad de los secuestrados y el retorno de los Jaialim está a la vuelta de la esquina.

Hoy este Shabat solo pidamos una sola cosa, que todos retornen a casa trayendo la libertad y la paz que el mundo necesita.

Shabat Shalom. Besitos
Susy Lapilover

🇮🇱AM ISRAEL JAI🇮🇱
🇮🇱BRINGTHEMHOME🇮🇱