Haftarat Jaiei Sara

Reyes l 1-31

La Haftará comienza con un rey David anciano y veamos que nos dice el texto:

Hamelej David zaken bah baiamim” (Melajim 1-1). El rey David esta viejo y entrado en días.

En primera instancia nos encontramos con una frase que podría ser redundante como que ser anciano y entrado en días es más de lo mismo. Pero cuando releemos la frase empezamos a ver que en realidad nos expresa dos estados muy distintos.

Veamos primero algunas citas acerca de cómo el judaísmo entiendo lo que es un anciano o viejo.

“Delante de una persona canosa te levantarás y honrarás al anciano” (Levítico 19:32). Este versículo expresa la postura acerca del respeto a los ancianos en virtud de la edad en sí, sin necesidad de otro mérito o parentesco.

En el judaísmo tenemos ancianos como protagonistas de las Sagradas Escrituras. Moisés, por ejemplo, comenzó su liderazgo a los 80 años. El mismo Abraham haciéndose el brit mila a los 99 y teniendo un hijo a los 100.

También sabemos cómo el consejo y la formulación ética de los ancianos (“ZikneiHair”), eran los que se constituían en pilares de la conformación familiar y comunitaria judaica. Recordemos las palabras de Job (12:12): “La sabiduría está en los ancianos y el entendimiento es fruto de avanzada edad ”.

Es muy importante también lo que se ha hecho en toda la existencia previa al arribo de la vejez. Ya en el Talmud se nos dice, que: “Los estudiosos, cuanto más viejos se ponen, más sabiduría adquieren; mientras que los ignorantes aumentan su necedad con la edad” (Shabat, 152, a).

Para el judaísmo, la dignidad y la sabiduría de los ancianos hace de éstos un obligado faro que ilumina el sendero de las generaciones más jóvenes. Entonces después de analizar algunas de estas citas podemos deducir que en el texto el termino Zaken, nos está hablando de experiencia, de recorrido y de sabiduría.

Algo muy distinto ocurre cuando leemos bah baiamim, este entrado en días, está transmitiéndonos que hay un marcado desgaste y escases de energía. El rey con su sabiduría y su experiencia entiende que sus días tienen fecha de vencimiento y es necesario buscar un sucesor.

Y esta misma sabiduría lo obliga a elegir a la persona más apta y sabía para el cargo. En esta sucesión, no estamos hablando de una herencia de bienes materiales donde todos los hijos tienen sus derechos adquiridos. Estamos hablando que es necesario encontrar a alguien para continuar con el proyecto del pueblo judío y con la construcción del Templo asignatura pendiente en su vida.

Ahora podemos ver que interesante como esas dos formas de expresar la vejez son muy diferentes, pero ambas necesarias. Nos expresan por un lado la necesidad, que vendría a ser el “que” y la otra nos muestra la forma en que debemos llevarla a cabo y esto es el “como”.

Vamos a ver que en la Parasha de esta semana la expresión es idéntica con respecto a Abraham (Breishit 24-1), los invito a buscar en el texto. No es una casualidad, sino más bien una causalidad.

Por eso mis queridos amigos esta semana meditemos acerca de todas aquellas situaciones que por una u otra causa expiran y debemos ponerles fin (no necesariamente tiene que ser el final de la vida) y el cómo debemos sustituirlas con nuevas búsquedas que le ofrezcan nuevas desafíos y buenas energías. Usemos la experiencia que supimos concebir.

Esta semana quiero dedicar estas humildes palabras a la bendita memoria de Ariel ben Sarah Z´L para la elevación de su alma.

Shabat Shalom
Ari A. Alster

Haftarat Vaierá

Reyes 2 4, 1-23
La Haftara de esta semana nos habla del profeta Elisha discípulo de Eliahu Hanaví.

Elisha vivió entre los años 850 y 800 AEC. En las 2 historias que nos cuenta la Haftará nos habla de una madre desesperada que tiene que hacerse cargo de cumplir el rol de padre para sus hijos, en un caso la mantención y en el otro salvarle la vida.

Esto lorelaciona directamente con la Parashá,la cual nos habla de Abram Avinu, nuestro Padre, y como se transformó en Abraham, Padre de pueblos. A primera vista resulta extraño que Di-s haya elegido a Abraham como EL PADRE de todos los pueblos monoteístas, principalmente porqué según suCurriculum no parece ser el de un padre ejemplar.

En la parashá pasada leímos el famoso Lej Leja, durante el cual Abram se va de la casa de su padre sin preguntar nada. Había partido con el su sobrino, casi hijo adoptivo, y ante la primer pelea entre sus pastores lo despide y lo deja ir. Cuando se entera que fue cautivo sale a defenderlo, lucha y derrota a los reyes mas poderosos, pero se vuelve a despedir de Lot y lo deja seguir su vida en Sodoma. En esta Parashá despidió a Agar y su hijo Ishmael, sin discutir el pedido de Sara. Y por último viene el pedido de Di-s para que entregue a su hijo y la respuesta de Abraham fue Hineni (acá estoy). ¿Este es el padre que nos eligió Di-s?

Como siempre, la Torah nos pide un esfuerzo para buscar los mensajes, y para eso tenemos que releer los textos y buscar.

En la parashá de Noaj, antes del Lej Leja, leemos algo de la vida del joven Abram. Alliaprendemos que Teraj, su padre, ya había iniciado el viaje a la tierra de Canaan. Pero no solo nosotros a veces nos salteamos esa parte, sino que el joven Abram seguramente pensaba que estaba rompiendo con la casa de su padre y decidiendo hacer “SU” vida, cuando en realidad estaba haciendo germinar la semilla que su padre puso adentro suyo. Itzjak e Ishmael, también se fueron y siguieron su camino, pero los 2 estaban ahí juntos cuando muere su padre Abraham, y los 2 generaron grandes pueblos. La semilla de Abraham había germinado.

Como en todo el reino animal, la Madre nos da la vida, pero los seres humanos tenemos un padre, que nos da el nombre, (actualmente el apellido), un padre que nos enseñaba a cazar y alimentarnos nos ayuda a estudiar y sociabilizar, y nos enseña a crecer.

Dicen que ser Madre es un acto biológico, pero ser Padre es un acto de Fe.Pero no desde un punto de vista de géneros. Es verdad que solo puede parir una mujer, pero el rol de padre lo puede hacer tanto un hombre como una mujer, incluso lo puede hacer una persona que no sea el progenitor biológico.

Tambien se dice que para ser una buena Idishe Mame no hace falta ser ni Idishe ni Mame. Tampoco hace falta ser ni Idishe ni Tate para ser un Idishe Tate.

Un Padre es un Maestro, es un consejero, es una guía, es una compañía cuando lo necesitamos y nos acompaña hasta cuando no está con nosotros. Es un otro que nos inspira y nos deja crecer.

Pero para eso necesitamos establecer cierta distancia. Tenemos que querer separarnos para hacer nuestro camino, como aprendió Abram. Tenemos que separarnos y elegir, aunque nos equivoquemos, como le paso a Lot.

Tenemos que separarnos y aprender a valernos por nuestros medios como lo hizo Ishmael. Tambien tenemos que aprender que ese chico, no es nuestra posesión y tenemos que dejarlo ir, aunque queramos tenerlo atado a nosotros, como lo hizo Abraham.

Como dice la canción de Ceratti:
“Separarse de la especie por algo superior,
No es soberbia es, es amor, No es soberbia es, es amor.
Poder decir adiós……….
Es Crecer…….”

La mejor manera de honrar a nuestro Padre es haciéndonos nuestro propio camino.

Shabat Shalom
Fabian David Holcman

Parashat Vaierá

Aprender a Reir

La risa ocupa un lugar sagrado y fundamental en mi vida. Es lo más parecido a mi corazón porque me mantiene vivo, es un motor que me impulsa todo el tiempo. No imagino un día de mi vida sin ella.

No solemos asociar la risa con una actitud religiosa, generalmente más vinculada a la humildad, la justicia, la ética o la solemnidad. De hecho, la mayoría de los usos de la palabra “Tzjok” (risa) en la literatura rabínica y en el Tanaj suelen implicar el ridículo. Pero la risa, cuando se usa apropiadamente, es en realidad una respuesta profundamente espiritual y profundamente útil, especialmente en nuestro mundo.

En esta Parshá (Vaierá), nuestra matriarca Sara se ríe dos veces. Primero cuando los ángeles aparecen en su tienda para anunciarle del nacimiento de Itzjak. La Torá narra:

Bereshit 18:12
…”Y Sara se rió de sí misma”… / (יב) וַתִּצְחַ֥ק שָׂרָ֖ה בְּקִרְבָּ֣הּ

Descreyendo, Sara se ríe “b’kirbah” (dentro de sí misma). Se miró a sí misma, con las limitaciones de su propio cuerpo, y se rió. Fue en esa risa que contrajo (tzimtzum) y que abrió el espacio y la posibilidad a lo imposible. Es en ese vacío, en su vientre, fue creado Itzjak. Esta es la risa de la creación. Y entonces, Sara se ríe de nuevo, por segunda vez: es una risa que inspira a otros a reír. D´s se acuerda de Sara y ella da a luz a Itzjak.

Bereshit 21:6
…”Hilaridad me ha causado D´s, todos cuanto lo oigan reirán conmigo”…. / (ו) וַתֹּ֣אמֶר שָׂרָ֔ה צְחֹ֕ק עָ֥שָׂה לִ֖י אֱלֹקִ֑ים כׇּל־הַשֹּׁמֵ֖עַ יִֽצְחַק־לִֽי׃

En el Midrash de Bereshit Rabba (53:8) nos comparten que cuando Sara se reía, provocaba la risa en los demás; al hacerlo, los otros/as se curaban. Cuando dio a luz, las mujeres estériles pudieron dar a luz; muchos sordos recuperaron la audición; a muchos ciegos se les abrieron los ojos. La alegría de Sara inspiró la risa y la alegría en los demás porque modeló la idea de que la risa cura. En el vacío que se crea con la risa, parece que el dolor del mundo algo disminuye, dando lugar a la posibilidad de que el sufrimiento se transforme en una risa saludable y de bienestar.

Hay una enseñanza jasídica, basada en las ideas del Baal Shem Tov, que nos cuentan que D´s creó el mundo con “Simja, Ahava y Tzjok” (alegría, amor y risa). Para crear algo de la nada, el ingrediente principal es la alegría. El Baal Shem Tov explica que cuando un rey se ríe, su kavod (honor), su dignidad y su realeza se hace más amigable. Es en este estado que cualquiera puede acercarse al rey. Normalmente, el circuito sería pasar por su secretario o los guardias antes de solicitar al rey. Pero cuando está alegre, hasta el más humilde se siente cercano para acercarse y saludarlo.

D´s crea el mundo a partir de un Tzimzum (una contracción), que a su vez creó un vacío. En ese espacio donde apareció la risa divina, surgió el mundo.

Me gustaría invitarlos/as a pensar en este Shabat que el encuentro con D´s, con lo divino o con aquello que nos hace bien, implica darle un espacio, crear un vacío, y llenarlo de risa. Retirarnos de aquello hiriente, trágico, doloroso y deprimente de este mundo y llenar aquellos espacios con alegría.

La risa de Sara puede ser pensada como dos fases de acercamiento con D´s. Su primera risa le dio la fuerza para retroceder y contraerse y, en esa oscuridad, vio la posibilidad de una nueva creación en ese espacio. Y la segunda vez que vuelve a reír, es la risa de la curación de encontrar su camino a la felicidad, el amor y, en última instancia, lo divino.

Shabat Shalom!
Wally Liebhaber

Haftarat Lej Leja

En Haftara Lej-Leja, el profeta Isaías ofrece al pueblo de Israel un mensaje de tranquilidad. ¿Por qué? Porque para el siglo VI a.e.c, Israel había estado en el exilio durante décadas, pero Isaías le dice al pueblo que D´s no los ha abandonado y que todavía está preocupado por su bienestar.

Alguna vez les dijeron “no es el qué, es el cómo” bueno…eso le pasa a Isaias. Él transmite un mensaje de apoyo y atención por lo divino, pero en un tono no muy simpático. La Haftará comienza con una reprimenda: “¿Por qué dices, oh Jacob , por qué declaras, oh Israel, ‘Mi camino está escondido del Señor, mi causa es ignorada por mi Dios’? ¿No sabes? ¿No has oído? El Señor es Dios eterno”.

Isaías le recuerda sin demasiadas vueltas a la gente que D´s todavía está involucrado en sus vidas y que sigue siendo todopoderoso (que suerte la nuestra). Al parecer D´s no nos abandono pero la gente se ha alejado un poco de su senda y han perdido la fé dejandose seducir por los idolos y dioses de otros pueblos. Isaías crítica esta elección, comparando los ídolos, que ni siquiera pueden sostenerse, con D´s, que es poderoso y fuerte. O sea, en criollo, les dice: ¿en serio vas a elegir y comparar a ese idolo vs el N°1 del Universo?

En Lej-Lejá, se le promete a Abraham que su descendencia será una gran nación, más numerosa que todo el polvo de la tierra. Para realizar este destino, Abraham tiene que soportar muchos desafíos y tentaciones. Así también, en la Haftará se le recuerda al pueblo de Israel que tendrán buena fortuna y grandes cosas en el futuro, si tan solo pueden ser como Abraham, siguiendo los mandamientos proscritos de D´s y resistiendo la tentación de los ídolos.

Shabat Shalom
Wally Liebhaber

Parashat Lej Leja

El nuevo universo

En lo personal éste es uno de los textos más emocionantes y con los cuales más me identifico de la Torá. Puedo percibir ese llamado y esa búsqueda interior como un crecimiento espiritual y el desarrollo de la fe.

Abraham es la figura central por excelencia, el elegido con todas sus virtudes; quien acepta el reto de la responsabilidad y se convertirá en modelo de comportamiento, pero para ello deberá transitar un largo camino de equivocaciones, desilusiones, traspiés. Sólo asumiendo cada uno de ellos y aprendiendo de ellos, logrará ser quien fue.

El Talmud dice que así como hay diez generaciones de Adam a Noaj, y diez de Noaj a Abraham, así también Abraham deberá pasar por diez pruebas.

Las primeras de estas pruebas figuran aquí y nos dan a entender que se requiere de un proceso transformador en la vida para llegar a ser un individuo íntegro. No se nace perfecto. Uno puede y debe ir perfeccionándose.

Quiero remarcar dos puntos poco claros del texto para que comprendamos el proceso de evolución de Abraham:
1) Al finalizar la parashá anterior, se nos dice que Teraj, el padre de Abram, salió de Ur Casdim con su familia camino a la tierra de Canaán. A medio camino se quedan en Jarán donde Teraj fallece. En ese momento viene el gran llamado del “Lej Lejá”: “Ve para ti, de tu país, de tu pueblo y de la casa de tu padre”.

Primer punto a notar: ¡El orden de las salidas es justamente al revés! Dejas la casa, después la ciudad y por último el país. Evidentemente hay otra intención; “la salida” es un proceso interior. El orden se da en el grado de dificultad, de lo más fácil a lo más complejo.
Abandonar las cosas que nos moldearon, la educación que recibimos, los mandatos; es parte de la revolución espiritual. Es todo un desafío. Siendo parte del propio crecimiento con nuestras elecciones.

2) El segundo punto es que familiarmente ya habían salido del “país”. Sin embargo, el texto dice claramente “deja tu país… para ir a la tierra que yo te mostraré”. Aquí se muestra que la decisión de Abram debía ser propia y no impulsada familiarmente.

En cada paso de este relato, vemos cómo Abram va desarrollando un sentido de responsabilidad por aquello que vendrá; quienes finalmente seremos nosotros. Después de un mundo destruido por el diluvio, de una sociedad que debe aprender a convivir con las diferencias y el pluralismo; aparece un personaje que unirá todos esos aprendizajes para Reconocer, Recrear y Creer en la unicidad de un Dios Creador.
Será por eso que el comentarista Benno Jacob, nos enseña que en el llamado del Lej Lejá: Dios usa la expresión barej, bendecir, en cinco ocasiones: (1) y te bendeciré; (2) tú serás una bendición; (3) y bendecirás; (4) a los que te bendigan; (5) serán bendecidos.

Estas bendiciones tienen su paralelo en las cinco veces que se menciona la luz (“or”) en el primer día de la creación. Así, se nos muestra que con Abraham aparece la creación de un segundo mundo. Y se trata de un mundo de bendición, de luz; un mundo con valores hacen trascender un mensaje. Un hombre que dedica su vida a la entrega de su legado a su descendencia y a toda la humanidad; nosotros somos los receptores y los privilegiados; sepamos aprovecharlo.

Shabat Shalom uMeboraj!
Rab. Sarina Vitas

Recibimos la visita de la misión de la United Jewish Federation of Utah

Esta semana recibimos la visita de la misión de la United Jewish Federation of Utah.
Fueron recibidos por miembros de nuestra Comisión Directiva (Laura Swiszcz, Denise Pinto y Silvia Burecovics) y nuestro seminarista Mati Bomse.
Realizaron un recorrido por nuestro hermoso templo y les interesó escuchar detalles de nuestra labor espiritual, cultural, social y solidaria.

Continue reading

Haftarat Noaj

Isaías 54:1-55:5

Isaías, el profeta que le da el nombre a nuestro libro de Haftara de esta semana, se transforma en un especialista de la Nejamá, del consuelo. Isaías sabe buscar y encontrar en los momentos mas oscuros, un poco de luz del cielo, conectada con la unión entre Dios y los hijos de Israel.

Es el profeta justo que se necesita para un momento como este. El momento exacto donde el mundo se corrompe y las “Aguas de Noaj” se lo llevan todo. El profeta justo para intentar convertir un diluvio universal en una mikve sagrada sumergiendo al mundo entero en la promesa de renacer.

La paloma vuela, las aguas bajan. Símbolo del acuerdo eterno entre Dios y nosotros de nunca mas volver a llevárselo todo. Símbolo de promesa de un mundo mejor, con hombres y mujeres mas justas.

Familia Amijai, sepamos todos convertirnos en Isaías, aunque sea por un rato.

Podamos en el momento de oscuridad saber encontrar luz y de esa forma transformarnos en hombres y mujeres íntegros, con valor de palabra y de acción.

Estudiemos, busquemos, aprendamos y transmitamos lo necesario para convertir este mundo, en uno mejor.

Shabat Shalom
Sem. Brian Bruh

Parashat Noaj

Bereshit 6:9–11:32

Nos dicen que Noaj fue un hombre justo e íntegro en sus generaciones… pero sabemos que él no fue el padre de nuestro pueblo.

¡Ciento veinte años para construir el arca!

Inevitablemente nos lleva a recordar lo que hizo MOSHÉ en sus ciento veinte años.
Entendemos que D’s le dio ese tiempo para que pudiera transmitirle a sus congéneres lo que iba a pasar…salvo que hicieran Teshuvá y cambiaran el mundo de corrupción en el que vivían por un mundo más solidario.
Pero pareciera que Noaj no transmitió el mensaje y se encerró en sí mismo sin pensar en el futuro.

Nos cuenta el Zohar que al salir del arca lloró y le imploró a D’s:

¡Soberano del mundo!
¿Cómo no te apiadaste de tus criaturas?
¿¡Ahora!? ¡Cuando te dije lo del diluvio era el momento de que hicieras algo!
(Midrash HaNeelam, Noaj)

Y Noaj comenzó a plantar una viña, era hombre de campo…
Bebió del vino y se emborrachó.

No es de un hombre probo esto, sino de un hombre ordinario( Jol)

Pensemos en nuestros patriarcas, jamás hubieran actuado así.

Abraham pensó en su descendencia y mandó a buscar una mujer especial para Isaac.

Iaacov pensó en la educación, ninguno de ellos fue perfecto pero todos ellos pensaron en el futuro y en la continuidad de nuestro pueblo.

¿Y en qué pensó Noaj? En los placeres de la bebida.

Tanto hombres como mujeres nos enfrentamos diariamente a elecciones.
Pensando cuales son nuestras prioridades.
En estos momentos tan difíciles que atravesamos, ponemos lo mejor de nosotros mismos para seguir adelante con el trabajo, para construir trabajo, para dar educación, para ser solidarios.

Noaj convirtió lo secundario en primordial y lo principal en secundario.

No hubo en él Teshuvá como D’s esperaba, hubo más bien indiferencia.

Alguien que dirige un pueblo, una nación, debe ser consciente del impacto de sus palabras y acciones.
Entendemos que esto se aplica también a un padre, a un maestro.

Noaj fue un hombre justo en su tiempo…faltó que mirara al futuro, que pensara en el prójimo y no se encerrara en sí mismo.
No es el padre de nuestro pueblo, pero es un antecesor, todos tenemos algo de Noaj dentro nuestro, pero también tenemos mucho de Abraham y de Moshé.
Es el momento, no hay tiempo para detenernos.
Todos tenemos que darnos cuenta que hay un mundo fuera del arca, fuera de la burbuja de cada uno, y que nos necesitamos unos a otros.

¡Shabat Shalom uMeboraj!
Norma Dembo

Haftarat Bereshit

Abrimos un nuevo libro, comenzamos desde el principio, y volvemos a la esencia.

Esta semana en la Haftara encontramos a Ishahiauh, que significa: La Salvación esta en Él, fue uno de los mayores profetas de Israel. Nació en Ierushalaim cerca del año  765 A.C.

Durante su vida, Isaías enseñó la grandeza, la santidad y el carácter ético del mensaje de Dios.

En esta Haftarah nos hace, básicamente, tres propuestas:

Primero revindicar el Pacto del pueblo con Adonai. Un Pacto de leyes de convivencia, un Pacto de justicia. Este es un rol masivo pero de cumplimiento personal. En paralelo con la creación,  parashá que leemos esta semana, D´s nos elige como pueblo, a todos y a cada uno. La creación parece ser mutua, nosotros necesitamos de Él tanto como Él de su pueblo.

Propone ver y escuchar, no simplemente vivir en los mandamientos, sino, ver y escuchar: evitar ser simples marionetas y encontrar nuestro camino dentro del camino, nuestro tiempo en nuestro tiempo. Nos dará visión y nuevas sendas.

Por último, creer, creer en nosotros en unicidad con D´s y no dejar nuestro rumbo en manos de deidades y destinos escritos. Somos un pueblo liberado, donde cada uno tiene la responsabilidad de su vida y la de sus semejantes, donde el estudio, el agradecimiento y la tzedaká nos dan ojos y oídos, visión y escucha, para una vida de buenas acciones y alegrías en el alma.

Todos los años, todos los Shabatot y todos los días recordamos la creación del mundo, qué nos invita a crearnos cada día y renacer.

Shabat Shalom
Mati Bomse

Parashat Bereshit

Bereishit 1:1- 6:8

Es para mí un honor el poder comentar esta parashá, tan importante, y al mismo tiempo es un hermoso desafío, de poder generar algo nuevo, sobre una de las parashiot con más comentarios y midrashim de toda la Torah. Vamos a intentarlo.

וייצר ה’ אלוהים את אדם עפר מין האדמה ויפחואפיו נשמת חיים ויהי אדם לנפש חיה”

(Y D’s elohim formó al hombre del polvo de la tierra y le insufló en sus fosas nasales el alma de la vida; y el hombre se transformó en un ser vivo) Genesis 2:7

Es muy interesante observar cuando D´s crea a las plantas, a los peces, a las aves o a los animales los crea con vitalidad propia, en cambio cuando crea al hombre lo hace desde el polvo y la vida se la insufla en una segunda instancia. Por lo que en un primer momento el hombre era un cuerpo inerte. Eso sí, esa alma de vida que recibimos viene de lo más elevado de toda la creación. Y como si no fuese suficiente después, nos dice que debemos dominar sobre el resto de las criaturas.

Veamos el por qué y el para que de este fenómeno difícil de entender.

Para poder darnos cuenta de que es lo que la Torah nos está mostrando, nos vamos a apoyar en las explicaciones de los maestros jasídicos. Dividamos a la creación en cuatro reinos Domem, tzomeha, jai ve medaber (Inerte, vegetal, animal y ser parlante)

Veamos que la denominación de Domem para los Inertes, que también podemos traducirlo como sin palabras y la del hombre en el otro extremo, como un ser parlante, o sea es todo palabras. El Domem no cuenta ninguna historia y nosotros vivimos toda nuestra vida, contando historias. Somos los responsables contar el guion de la vida al resto de la humanidad.

Los vegetales y los animales que tienen vida y energía desde su misma esencia poseen vitalidad por instinto. Su ciclo de vida ya viene encriptado en su propia naturaleza y no tiene posibilidad de modificarlo y mucho menos de transformarlo.

Ahora bien, veamos un poco más profundo como es esto del hombre que fue creado con un cuerpo de lo más bajo( y pensar que hay personas que gastan un montón de recursos para modificarlo y supuestamente mejorarlo) y una neshama que es una extensión de la esencia misma de D´s. Tenemos  lo más bajo y lo más elevado en un mismo ser, somos como un puente que va de un extremo a otro y eso es lo que le da sentido, si no llegara al otro extremo no cumpliría con la función de puente.

Tenemos la hermosa responsabilidad de conectar a los cuatro reinos con la mismísima divinidad. Cuando estamos por comer una lechuga y decimos Bore pri haadama estamos incorporando santidad a un elemento vegetal, que si no fuera por nuestra acción no podría ni por asomo lograr ese nivel de elevación. Algo similar podría ocurrir cuando con el cuero de una vaca lo convertimos en un tefilín o en un pergamino para escribir un sefer Torah o un klaf para una mezuza. Esto son solo un para de ejemplos, pero en realidad podríamos poder racionalizar cada acto que realizamos y debiéramos pensar de que manera estamos mejorando el mundo.

Nuestra función es asegurarnos de manera consciente, que el mundo este un poco mejor de lo que lo encontramos cuando llegamos a él. La trascendencia no es más ni menos que haber dejado nuestra huella mientras fuimos parte de esta vida terrenal.

Sería fantástico que en lugar que gastar tanto tiempo y recursos materiales dirigidos a un cuerpo domem, podamos cultivar a nuestra elevada neshama y concientizarnos para ver como podemos cumplir con el cometido para el cual fuimos colocados en este mundo, como no convertimos en esos socios de lo divino para crear un mundo que tenga más sentido y no tanto egoísmo. Con cuerpos que sean los contenedores de esas almas que bajaron para convertir a este mundo en la confirmación del proyecto que nuestra bendita Torah nos muestra.

Es por eso mis queridos amigo que los invito que intentemos todos los días que nos quedan en este mundo, a realizar acciones que estén direccionadas a elevar al domem, al Tzomeha y al Jai y van a ver como de esa manera el Medaver termina elevándose por efecto directo de las acciones. Seamos ese puente que puede conectar los mas bajo con lo más divino.

Shabat shalom humeboraj
Ari A. Alster