Haftarat Noaj

Isaías 54:1-55:5

Isaías, el profeta que le da el nombre a nuestro libro de Haftara de esta semana, se transforma en un especialista de la Nejamá, del consuelo. Isaías sabe buscar y encontrar en los momentos mas oscuros, un poco de luz del cielo, conectada con la unión entre Dios y los hijos de Israel.

Es el profeta justo que se necesita para un momento como este. El momento exacto donde el mundo se corrompe y las “Aguas de Noaj” se lo llevan todo. El profeta justo para intentar convertir un diluvio universal en una mikve sagrada sumergiendo al mundo entero en la promesa de renacer.

La paloma vuela, las aguas bajan. Símbolo del acuerdo eterno entre Dios y nosotros de nunca mas volver a llevárselo todo. Símbolo de promesa de un mundo mejor, con hombres y mujeres mas justas.

Familia Amijai, sepamos todos convertirnos en Isaías, aunque sea por un rato.

Podamos en el momento de oscuridad saber encontrar luz y de esa forma transformarnos en hombres y mujeres íntegros, con valor de palabra y de acción.

Estudiemos, busquemos, aprendamos y transmitamos lo necesario para convertir este mundo, en uno mejor.

Shabat Shalom
Sem. Brian Bruh

Parashat Noaj

Bereshit 6:9–11:32

Nos dicen que Noaj fue un hombre justo e íntegro en sus generaciones… pero sabemos que él no fue el padre de nuestro pueblo.

¡Ciento veinte años para construir el arca!

Inevitablemente nos lleva a recordar lo que hizo MOSHÉ en sus ciento veinte años.
Entendemos que D’s le dio ese tiempo para que pudiera transmitirle a sus congéneres lo que iba a pasar…salvo que hicieran Teshuvá y cambiaran el mundo de corrupción en el que vivían por un mundo más solidario.
Pero pareciera que Noaj no transmitió el mensaje y se encerró en sí mismo sin pensar en el futuro.

Nos cuenta el Zohar que al salir del arca lloró y le imploró a D’s:

¡Soberano del mundo!
¿Cómo no te apiadaste de tus criaturas?
¿¡Ahora!? ¡Cuando te dije lo del diluvio era el momento de que hicieras algo!
(Midrash HaNeelam, Noaj)

Y Noaj comenzó a plantar una viña, era hombre de campo…
Bebió del vino y se emborrachó.

No es de un hombre probo esto, sino de un hombre ordinario( Jol)

Pensemos en nuestros patriarcas, jamás hubieran actuado así.

Abraham pensó en su descendencia y mandó a buscar una mujer especial para Isaac.

Iaacov pensó en la educación, ninguno de ellos fue perfecto pero todos ellos pensaron en el futuro y en la continuidad de nuestro pueblo.

¿Y en qué pensó Noaj? En los placeres de la bebida.

Tanto hombres como mujeres nos enfrentamos diariamente a elecciones.
Pensando cuales son nuestras prioridades.
En estos momentos tan difíciles que atravesamos, ponemos lo mejor de nosotros mismos para seguir adelante con el trabajo, para construir trabajo, para dar educación, para ser solidarios.

Noaj convirtió lo secundario en primordial y lo principal en secundario.

No hubo en él Teshuvá como D’s esperaba, hubo más bien indiferencia.

Alguien que dirige un pueblo, una nación, debe ser consciente del impacto de sus palabras y acciones.
Entendemos que esto se aplica también a un padre, a un maestro.

Noaj fue un hombre justo en su tiempo…faltó que mirara al futuro, que pensara en el prójimo y no se encerrara en sí mismo.
No es el padre de nuestro pueblo, pero es un antecesor, todos tenemos algo de Noaj dentro nuestro, pero también tenemos mucho de Abraham y de Moshé.
Es el momento, no hay tiempo para detenernos.
Todos tenemos que darnos cuenta que hay un mundo fuera del arca, fuera de la burbuja de cada uno, y que nos necesitamos unos a otros.

¡Shabat Shalom uMeboraj!
Norma Dembo

Haftarat Bereshit

Abrimos un nuevo libro, comenzamos desde el principio, y volvemos a la esencia.

Esta semana en la Haftara encontramos a Ishahiauh, que significa: La Salvación esta en Él, fue uno de los mayores profetas de Israel. Nació en Ierushalaim cerca del año  765 A.C.

Durante su vida, Isaías enseñó la grandeza, la santidad y el carácter ético del mensaje de Dios.

En esta Haftarah nos hace, básicamente, tres propuestas:

Primero revindicar el Pacto del pueblo con Adonai. Un Pacto de leyes de convivencia, un Pacto de justicia. Este es un rol masivo pero de cumplimiento personal. En paralelo con la creación,  parashá que leemos esta semana, D´s nos elige como pueblo, a todos y a cada uno. La creación parece ser mutua, nosotros necesitamos de Él tanto como Él de su pueblo.

Propone ver y escuchar, no simplemente vivir en los mandamientos, sino, ver y escuchar: evitar ser simples marionetas y encontrar nuestro camino dentro del camino, nuestro tiempo en nuestro tiempo. Nos dará visión y nuevas sendas.

Por último, creer, creer en nosotros en unicidad con D´s y no dejar nuestro rumbo en manos de deidades y destinos escritos. Somos un pueblo liberado, donde cada uno tiene la responsabilidad de su vida y la de sus semejantes, donde el estudio, el agradecimiento y la tzedaká nos dan ojos y oídos, visión y escucha, para una vida de buenas acciones y alegrías en el alma.

Todos los años, todos los Shabatot y todos los días recordamos la creación del mundo, qué nos invita a crearnos cada día y renacer.

Shabat Shalom
Mati Bomse

Parashat Bereshit

Bereishit 1:1- 6:8

Es para mí un honor el poder comentar esta parashá, tan importante, y al mismo tiempo es un hermoso desafío, de poder generar algo nuevo, sobre una de las parashiot con más comentarios y midrashim de toda la Torah. Vamos a intentarlo.

וייצר ה’ אלוהים את אדם עפר מין האדמה ויפחואפיו נשמת חיים ויהי אדם לנפש חיה”

(Y D’s elohim formó al hombre del polvo de la tierra y le insufló en sus fosas nasales el alma de la vida; y el hombre se transformó en un ser vivo) Genesis 2:7

Es muy interesante observar cuando D´s crea a las plantas, a los peces, a las aves o a los animales los crea con vitalidad propia, en cambio cuando crea al hombre lo hace desde el polvo y la vida se la insufla en una segunda instancia. Por lo que en un primer momento el hombre era un cuerpo inerte. Eso sí, esa alma de vida que recibimos viene de lo más elevado de toda la creación. Y como si no fuese suficiente después, nos dice que debemos dominar sobre el resto de las criaturas.

Veamos el por qué y el para que de este fenómeno difícil de entender.

Para poder darnos cuenta de que es lo que la Torah nos está mostrando, nos vamos a apoyar en las explicaciones de los maestros jasídicos. Dividamos a la creación en cuatro reinos Domem, tzomeha, jai ve medaber (Inerte, vegetal, animal y ser parlante)

Veamos que la denominación de Domem para los Inertes, que también podemos traducirlo como sin palabras y la del hombre en el otro extremo, como un ser parlante, o sea es todo palabras. El Domem no cuenta ninguna historia y nosotros vivimos toda nuestra vida, contando historias. Somos los responsables contar el guion de la vida al resto de la humanidad.

Los vegetales y los animales que tienen vida y energía desde su misma esencia poseen vitalidad por instinto. Su ciclo de vida ya viene encriptado en su propia naturaleza y no tiene posibilidad de modificarlo y mucho menos de transformarlo.

Ahora bien, veamos un poco más profundo como es esto del hombre que fue creado con un cuerpo de lo más bajo( y pensar que hay personas que gastan un montón de recursos para modificarlo y supuestamente mejorarlo) y una neshama que es una extensión de la esencia misma de D´s. Tenemos  lo más bajo y lo más elevado en un mismo ser, somos como un puente que va de un extremo a otro y eso es lo que le da sentido, si no llegara al otro extremo no cumpliría con la función de puente.

Tenemos la hermosa responsabilidad de conectar a los cuatro reinos con la mismísima divinidad. Cuando estamos por comer una lechuga y decimos Bore pri haadama estamos incorporando santidad a un elemento vegetal, que si no fuera por nuestra acción no podría ni por asomo lograr ese nivel de elevación. Algo similar podría ocurrir cuando con el cuero de una vaca lo convertimos en un tefilín o en un pergamino para escribir un sefer Torah o un klaf para una mezuza. Esto son solo un para de ejemplos, pero en realidad podríamos poder racionalizar cada acto que realizamos y debiéramos pensar de que manera estamos mejorando el mundo.

Nuestra función es asegurarnos de manera consciente, que el mundo este un poco mejor de lo que lo encontramos cuando llegamos a él. La trascendencia no es más ni menos que haber dejado nuestra huella mientras fuimos parte de esta vida terrenal.

Sería fantástico que en lugar que gastar tanto tiempo y recursos materiales dirigidos a un cuerpo domem, podamos cultivar a nuestra elevada neshama y concientizarnos para ver como podemos cumplir con el cometido para el cual fuimos colocados en este mundo, como no convertimos en esos socios de lo divino para crear un mundo que tenga más sentido y no tanto egoísmo. Con cuerpos que sean los contenedores de esas almas que bajaron para convertir a este mundo en la confirmación del proyecto que nuestra bendita Torah nos muestra.

Es por eso mis queridos amigo que los invito que intentemos todos los días que nos quedan en este mundo, a realizar acciones que estén direccionadas a elevar al domem, al Tzomeha y al Jai y van a ver como de esa manera el Medaver termina elevándose por efecto directo de las acciones. Seamos ese puente que puede conectar los mas bajo con lo más divino.

Shabat shalom humeboraj
Ari A. Alster

Haftarat Jol Hamoed Sucot IV

Ezequiel (Iejezquel) 38:18 – 39:15

Bienvenidos a tiempos de SUCOT.
Bienvenidos a la Energía de SUCOT!! Jag Simjateinu!
Bienvenidos a la semana en la que la Energía BAJA de los Cielos.

Hay dos jaguim (festividades) en nuestros calendarios, PeSAj y SuCOt, que duran según lo indicado en la Torá 7 días. Los dos primeros y los dos últimos días de la semana tienen cierta energía y se los conoce como Iom Tov.

Los días intermedios son llamados comúnmente JoLHAMoeD “lo común entre lo especial”…

Este año, Shabat no es ni de los dos primeros días ni de los dos Eultimos, por lo que entonces es SHabAt JoLHAMoeD SuCOt. No se lee una parasha consecutiva a la ultima que se leyo sino que se lee la que hace alusión al Jag, la parasha que hace alusión a SuCOt.

Se sacan del Arón Hakodesh dos rollos de LaTorAh. La lectura del primer rollo que se lee es Éxodo 33:12 al 34:26 y Números 29:23 al 28. El Maftir se lee del segundo rollo. La Haftará corresponde al profeta Ezequiel 38:18 al 39:15

El relato de Ezequiel en La Haftarah describe una destrucción de todo lo que habitan esta tierra “…18 Pero el día en que Gog invada a Israel, mi ira se encenderá con furor. Lo afirma el Señor omnipotente. 19 En el ardor de mi ira, declaro que en aquel momento habrá un gran terremoto en la tierra de Israel.20 Ante mí temblarán los peces del mar, las aves del cielo, las bestias del campo, los reptiles que se arrastran, y toda la gente que hay sobre la faz de la tierra. Se derrumbarán los montes, se desplomarán las pendientes escarpadas, y todos los muros se vendrán abajo. 21 …”

Dos batallas a las que se llama de Gog y Magog, similares en el hecho de que ocasionarán una gran destrucción que aniquilará por completo a los enemigos de Dios.

Ahora hablando de la Parasha de ShAbAtSuCOt, Moshé le pide a Dios que desea conocerlo y Dios le asegura que lo acompañará todo el camino.

En esta oportunidad, la Haftaráh relata una situación opuesta a la de la Parasha, y hablando de SuCOt, de alguna manera nos invita a poner el foco en la importancia de esta celebración!!

La SuCAh, es esa construcción frágil que se convierte en vivienda y donde se pasa una semana comiendo, bebiendo y hasta durmiendo, viviéndolo con alegría. Lo particular del caso es que esa precariedad material que ofrece una débil construcción temporal trae consigo la esencia de la vida.

Porque lo que trae consigo la SuCAh, es la oportunidad de COMPARTIR, el objetivo de la SuCAh, además de expresar su vulnerabilidad es la capacidad de encontrar lo VALIOSO de los encuentros, de los vínculos, de los momentos compartidos, de la simpleza de las cosas y de la belleza en la manera de mirar.

Lo que ofrece la SUCAH, lo trascendente de esta energía de esta semana, es que podamos comprender que ALGO cuya FISICALIDAD es basica PUEDA SER VALIOSO. Empezar a mirar como Algo que no tiene materia física y aun asi es VALIOSO .

Y es valioso por lo que propone, por lo que sugiere, por lo que construye.

Porque lo valioso esta en compartir…

Se trata de estar listos para la etapa siguiente, se trata de entender y practicar, que lo mas Valioso, no esta en la materialidad de las cosas, sino en lo que REPRESENTAN.

Tener la conciencia de la Era, de los tiempos que estamos viendo, que es acceder a lo profundo del contenido, a la energía del contenido.

Porque al final, la materialidad, solo dara lugar a lo esencial, que es la Conciencia Divina.

SHABAT SHALOM & JAG SAMEAJ para todos!
Silvia Dvoskin

Parashat Jol Hamoed Sucot IV

Acabamos de leer cuando Moshé, sabiendo que se estaba por morir, le pide a Ioshua que después del año de Shemita (el año de descanso de la tierra), debía reunir a todo el pueblo a escuchar la Tora, que le acababa de dejar.

Acabamos de terminar los Iamim Noraim increíbles, en los cuales pudimos reunirnos todos como Kehila a escuchar el Shofar. Era conmovedor ver a mas de 2500 personas abrazadas y mas de 20.000 conectadas a través de internet, escuchando juntos la tora y recibiendo el año como lo pidió Moshé hace mas de 3500 años.

Empezamos el año y lo primero que hacemos es construir una Suka. La Suka representa a las nubes de gloria que nos protegieron durante los 40 años de travesía por el desierto, pero también representa nuestra fragilidad para afrontar el año que estamos empezando.

A veces creemos que estamos seguros en nuestras estructuras, nuestra casa, nuestro trabajo, nuestros amigos, nuestra familia y hasta nuestra salud. Pero la verdad es que estamos en una frágil Suka. En un instante se puede caer, si llueve entra agua y si sopla el viento hace frio.

Hace 3500 años, nos fuimos de Egipto y dejamos atrás estructuras como las pirámides que son monumentales y aún siguen de pie. Pero las pirámides están vacías, adentro ya no hay nada y alrededor no queda nada de los que las construyeron. Pero nuestra frágil y pequeña suka sigue viva después de los mismos 3500 años. Durante una semana nos reunimos y estudiamos, rezamos, nos sentamos, comemos y bendecimos en la Suka.  Es increíble que una estructura tan frágil siga tan viva durante tanto tiempo, mientras una estructura gigante y firme esta muerta desde hace siglos.

La mitzva de la Suka es sentarse en la suka. Hay una discusión en el Talmud (Masejet Sukahcap 2 28a) entre Hillel y Shamai. Se preguntan: Si una persona tiene su cabeza y parte de su cuerpo en la Suka, pero su mesa y el resto del cuerpo fuera de la Suka, ¿Esta cumpliendo con la Mitzva de Sukot? Como siempre Shamai dice que no, pero Hillel dice que si. Hoy no estamos al 100% adentro de la suka. Hacemos el esfuerzo, pero no siempre podemos cumplir todas las mitzvot y dejamos una parte de nuestra vida afuera del judaísmo. Lo que nos dice la Mishna es que mientras tengamos la cabeza adentro, si estamos cumpliendo y somos parte de la mitzva.

Venir al Kabalat Shabat una vez por semana puede ser suficiente para estar adentro. No existe un Mitzvometro para definir quién es mas judío y quien es menos. Las 4 Especias que bendecimos en Sukot representan a todos los tipos de judíos que somos. Lo importante es que nos sigamos juntando en la Suka y sigamos pidiendo juntos por un año mejor.

En la Suka hacemos muchas cosas pero mi favorita la hacemos el ultimo día, en Shmini Atzeret. Nos sentamos todos en la frágil y pequeña Suka, con un techo semi abierto que deja entrar el sol y rezamos como todos los días. Pero esa mañana, a pesar del frio que ya empieza a sentirse, pedimos por LLUVIA. Es como decirle al año: “Dale!! Vení!! ¡NO TE TENEMOS MIEDO!! Traenos Braja!! Pero sino, acá estamos listos para afrontar el año, todos juntos protegidos por esta, Nuestra Suka.”

El año va a traernos muchas cosas, va a llover y va a hacer calor, a veces va a haber Brajá y a veces no. Hay cosas que no dependen de nosotros para que el año sea bueno, pero las que si dependen de nosotros, tenemos que hacerlas. Por eso Sukot nos regala una herramienta para afrontar el año, nos pide que, sabiendo de nuestra fragilidad, lo afrontemos con ALEGRIA.Sukot se llama ZmanSimjateinu, es el tiempo de nuestra alegría. No sabemos cómo va a ser el año 5783, pero depende de nosotros como lo vamos a afrontar.

Shabat Shalom y JagSameaj
Fabian David Holcman

Haftarat Haazinu

Shmuel ll 22:1-51

La haftará de esta semana describe la canción que compuso el rey David en su vejez, haciéndose eco de la lectura semanal de la Torá, donde Moisés pronuncia sus palabras de despedida a la nación judía en forma de canción.

La canción de David expresa gratitud a D´s por salvarlo de todos sus enemigos. Comienza con las famosas palabras: “Hashem es mi roca y mi fortaleza”. Continúa describiendo el dolor y las dificultades que encontró y reitera que siempre recurrió a D´s en sus momentos de angustia. Relata la reacción de D´s ante quienes lo atormentaban: “El Señor tronó desde los cielos, y el Altísimo dio su voz. Y envió flechas y los dispersó, relámpagos y los desbarató… Ha perseguido a mis enemigos y los ha destruido, sin volver atrás hasta que hayan sido consumidos”.

El Rey atribuye su salvación a su rectitud al seguir los caminos de D´s: “El Señor me recompensó conforme a mi justicia; conforme a la limpieza de mis manos me recompensó…”

El cántico termina con la expresión de agradecimiento de David: “Por tanto, te daré gracias, oh! Señor, entre las naciones, y cantaré alabanzas a tu nombre. Él da gran salvación a su rey, y hace bondad a su ungido; a David y a su descendencia, por los siglos de los siglos”.

No es casualidad que leamos este texto justo cuando venimos saliendo de Iamim Norahim acabamos de atravesar un juicio y se nos a dado el veredicto, del que salimos airosos, habiéndonos expiado de nuestros pecados. Y ya con la mochila descargada para arrancar el nuevo año con energía nueva y apunto de entrar a la fiesta más alegre del año.

Nos encontramos en un estado de alegría con ganas de cantar agradecidos por haber superado todas las dificultades que nos tenían atormentados, inquietos, faltos de fuerza y perdidos sin foco para poder transitar nuestra misión en esta vida terrenal.

El Kotzke Rebe (Menajem Mendel Morgensztern) Nos enseña: “No te sientas satisfecho con el discurso de tus labios, y el pensamiento de tu corazón, con todas las promesas y buenas expresiones de tu boca y todos los buenos pensamiento en tu corazón. Más bien debes levantarte y hacer algo”

Tal como nos transmite el gran Rebe jasídico No hay alegría más grande que la completitud que nos genera el haber hecho algo. Ya pasamos Kipur y llenamos nuestra boca con promesas y nuestro corazón con buenos deseos.

Es por eso mis queridos amigos, que después de habernos comprometido con tanto ahínco, a realizar tantos cambios en nuestra vida, para este año que “ya comenzó”. Entonces es nuestra hora de comenzar a materializar con acciones todo lo prometido y estaremos lo suficientemente contentos para poder cantar junto con el Rey David y Moshe Rabeinu y repetir todos juntos “Elohai tzuri hejese, bo maguini”( D´s es mi roca y mi fortaleza).

Shabat shalom humebraj.
Ari A. Alster.

Parashat Haazinu

La canción de Moshe Llegando al final de su vida, Moshe quiere asegurarse que su pueblo recuerde y respete el vínculo y el pacto que han establecido con Dios. Al final de la parasha anterior, Moshe les dice a su pueblo que el sabe que en algún momento del camino van a olvidar, transgredir o incumplir el pacto que hicieron sus antepasados en el Sinai, y que aunque esto suceda es importante que sepan como retornar. Haazinu es eso, una hoja de ruta para la Teshuva, el retorno a Dios. Moshe sabe que es condición humana, el olvido, los desvíos y transgresiones. Tal vez por eso eligió una forma diferente para explicar cómo es ese camino de regreso. Eligió hacerlo a través de una poesía, una canción. Todos sabemos que es mucho más fácil recordar una canción que un texto. Aun cuando el lenguaje sea mas complejo, las metáforas y las imágenes ayudan mucho al recuerdo. Moshe les regala una canción para que la memoricen con mayor facilidad. En unas breves líneas cargadas de simbolismos que le otorgan una potencia extra, Moshe les explica como es el plan divino de retorno. Una canción que circule entre la gente, que la puedan cantar los padres a sus hijos, sin duda ofrece un recurso invaluable a la hora de la necesidad de retornar a la cercanía con lo divino. En el último día de su vida, invocando al cielo y a la tierra como testigos, Moshe nos alerta sobre los peligros de la abundancia, el desconocimiento de nuestro origen, y nos propone transmitir, relatar a las siguientes generaciones, sobre la importancia de reconocer la raíz espiritual que nos une con el Creador. Moshe nos canta, para que no olvidemos. Haazinu, Oigan, nos dice. En el momento previo de la conquista de nuestro sueño, más que nunca tenemos que recordar de dónde venimos, reconocer en el Creador la fuente de nuestra fortaleza y entonces ser merecedores de esa energía que nos llevará a lograr aquello que nos proponemos.

Shabat Shalom Grace Cobe

Parashat Vaielej

Moshé estaba a punto de morir. Había visto a su hermana Miriam y a su hermano Aharon morir antes que él. Le había pedido a Dios simplemente la posibilidad de completar el viaje y llegar a su destino. Pero Dios le dijo que no.

¿Qué hizo entonces Moshé en estos últimos días de su vida? Dió dos nuevas instrucciones, las últimas de las 613 mitzvot. El primero se conoce como Hakhel, la orden para que el rey convoque a la gente a reunirse durante Sucot después del séptimo año Shemita:

“Al cabo de cada siete años, en el año de la cancelación de deudas…Reúne al pueblo, hombres, mujeres y niños, y a los extranjeros que residen en tus ciudades, para que escuchen y aprendan de Adon-i tu Dios y cumplan cuidadosamente todas las palabras de esta ley…”

Hakel es la ceremonia de renovación del pacto, en la que el rey reunía a la nación, leía la Torá o recordaba al pueblo su historia, llamándolos a reafirmar su pasado y su destino. ¡Es lo que Moshé había estado haciendo durante el último mes de su vida durante todo el libro de Deuteronomio casi cuarenta años y una generación después del pacto original en el Monte Sinaí!

El otro mandato, el último que Moshé dio al pueblo es el siguiente: “Escribí ahora este canto y ensañálo al pueblo de Israel”, entendido por la tradición rabínica como el mandato de escribir, o al menos participar en la escritura, un Sefer Torá.

Los dos últimos mandamientos de la Torá se refieren a la renovación, primero colectiva, despues individual. Hakhel, es la ceremonia de renovacion nacional del pacto cada siete años, la cual aseguró que el pueblo se volviera a dedicar constantemente a su misión. Y por otro lado el mandato de que cada uno de nosotros debería participar en la redacción de un nuevo Sefer Torá es la renovación personal, porque las personas que llevan consigo su pasado, pueden construir el futuro sin miedo al volverlo a escribir con sus propias manos.

Cuando olvidamos quiénes somos y por qué perdemos todo lo que habíamos conseguido. Es solo a través de la renovación constante, recordándonos de dónde venimos, adónde vamos y por qué, lo qué nos llevara a construirnos como aquello que queremos ser. ¿Con qué ideales estamos comprometidos? ¿Qué viaje estamos llamados a continuar? ¿De qué historia somos parte?

A muy pocos dias de Iom Kipur, anhelo podamos nosotros recordar el pacto y nos animemos a renovarlo en nuestra vida, cada día. Nos encontraremos Hakel, todos juntos, una vez mas para atravesar este tiempo sagrado, como un equipo transformados en comunidad. Pero tambien estaremos como aquel que escribe la tora, solos, cara a cara con Dios y con nosotros mismso para poder reescribir nuestra historia con más compromiso, más amor, más pasión, más conexión, mayor compromiso con nuestra propia historia y todos nuestros futuros.

Jatima Tova y Shabat Shalom
Sem. Mati Bomse