Haftara Nitzavim

Estamos en la ultima Haftara del año, tiempo de respirar profundo para arrancar el año con un nuevo halito.

En este año que se fue compartimos diversas momentos, tanto de esperanza como de desesperanza, alegrías y tristezas y encuentros inspiradores y otros no tanto. Pero si hay algo que agradecer es que lo pudimos compartir en Comunidad.

“Pues así como la tierra saca su brote y como la huerta que sus simientes hace germinar, así Adonai Elohim hará brotar la justicia y la gloria ante todas las naciones” (Ieshahiahu 61:11).

Esta ultima Hartará menciona lo anterior, y estoy seguro que nos quiere decir y pedir que seamos pacientes, perseverantes, y luchadores en pos de la justicia, porque tarde o temprano brotara y podremos vivir en la paz que merecemos.

Amijai, les deseo de todo corazón un año lleno de amor rodeados por los suyos, de miradas que nos hagan vibrar al sentirnos cerca y un año de plena justicia donde podamos sentirnos seguros y tranquilos de que la justicia existe y funciona.

Todas mis brajot en este nuevo año.

Shana Tová.
Brian Bruh

Parasha Nitzavim

Hoy es siempre

Moshé se acerca a su final, su tarea esta cumplida. El pueblo esta a punto de ingresar a la Tierra por la que tanto caminaron. El sabe que a partir de ahora ya no estará mas con ellos para cuidarlos, protegerlos, enojarse y perdonar.

El futuro esta frente a ellos, por eso elige el presente, AIOM (hoy, comienza diciendo el texto), para hablarles. Aquel que no tenia palabras en sus inicios, hoy se deshace en ellas para darle a ese pueblo que tanta ama, un mensaje claro, instrucciones precisas para que lo logren.

Cada palabra de esta parasha, son esas instrucciones. Vivir el presente, repite muchas veces AIOM. Es un hoy que son todos los días, de todas las épocas, un hoy que es siempre. Nos llama a pararnos en el presente y mirar a nuestro alrededor.

En su discurso incluye a todos, hombres y mujeres, ancianos y niños, príncipes y aguateros, y el extraño que vive entre ellos. Un claro mensaje de unidad, de respeto por el otro, sin discriminación de ningún tipo. El pueblo judío no es propiedad de nadie, es de aquellos que deciden desde sus corazones aferrase al pacto, aquel que hizo Abraham, el que prometiera el pueblo en el Sinaí y ahora en Arbot Moab. El pacto que implica participación y la aceptación de la Tora como columna vertebral del ser judío.

Y continuando con la paradoja temporal, continua el texto incluyendo no solo a los presentes, sino también a los que no están presentes. El talmud entiende que este pacto es el que une a todos los judíos con la noción de que “todos los judíos son garantes uno de los otros” KOL ISRAEL AREVIM ZEH B´ZEH” . En este hoy que es siempre están incluidas todas las generaciones pasadas y futura, asi estén activas o perdidas en todos los confines de la tierra.

Moshe a través de sus palabras intenta advertir a la generación del desierto, que solo conoció las bonanzas del maná y la vida dedicada al Mishcan, que les esperan muchos desafíos: “…he puesto delante de ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición…. Deberás escoger la vida” (30:19). Tal vez una de las frases mas linda de la Tora: La vida se nos presenta siempre con esta dualidad, esta llena de dudas, incertidumbres algunas certezas.

Nos toca transitar lo bueno y lo malo. Nuestra tarea es trascender lo dual y lograr el tan ansiado Ijud, esa unidad interior que nos hace fuertes, capaces de superar las adversidades y poder elegir la vida.

En las puertas de Rosh Ha Shana, que este mensaje de Moshe a su gente de todas las épocas, tan lleno de amor, esperanza e inspiración sea la semilla que plantemos en este nuevo comienzo.

Que podamos estar presentes y de pie para cada día elegir la vida.

¡Shabat Shalom!
Grace Cobe

Haftara Ki Tavo

Yshaiahu 60:1-22

En la Haftará de Ki Tavo, Isaías se centra en imágenes de luz, para recordarle a la gente que, aunque puedan estar experimentando un tiempo oscuro, el rostro y la luz de Dios eventualmente regresarán. El primer verso de la Haftará lo tipifica: “Levántate, resplandece, porque ha amanecido tu luz; ¡La Presencia de D´s ha brillado sobre ti!” (60:1)

Esta línea ha sido adaptada para su uso en el Leja Dodí, una canción que forma parte de la liturgia del viernes por la noche, cantada para dar la bienvenida a la reina del Shabat.

Es muy interesante que podamos juntos profundizar en el tema de la luz y la oscuridad. Vamos a comenzar en un pasuk de la Haftaráh anterior donde nuestro profeta ya nos adelanta cómo funciona el sistema.

“Con un ligero enfado, por un momento, Escondí de ti mi rostro; Pero con bondad eterna, te llevaré de regreso enamorado dijo D´s tu Redentor” (Yshaiahu 54:8).

A mí de chico me decían frases como “D´s castiga, pero no a palos” o “D´s aprieta, pero no ahorca” frases francamente erradas y detestables. Ya de más grande entre mis maestros y de los jajamim, aprendí que el sistema es completamente diferente. Por empezar no podemos pensar que D´s está controlando a cada persona en sus procedimientos y si la persona se equivoca le envía un rayo justiciero para castigarlo por su error, definitivamente no es así como funciona.

Tomando las palabras de Yshaiahu podemos ver qué las emanaciones que recibimos de D´s son “Luz”y energía.

También, podemos respaldarnos con las definiciones de la física cuántica, que nos explica: “La física cuántica explica el átomo, el enlace químico, las moléculas, la interacción de la luz con las partículas. Einstein mostró que la luz viene en discretos paquetes de energía, luego llamados fotones, y Bohr planteó que los electrones en un átomos absorben o emiten fotones al tiempo que brincan entre niveles de energía cuántica”.

Entonces podemos concluir, que vivimos en un mundo que esta generado por luz y energía. Es difícil pedirle a la ciencia que nos dé, definiciones de lo divino, así que lo mejor para poder seguir, va a ser apoyarnos en los maestros jasídicos, que entendieron cómo funciona la comunicación entre la fuente de creación de luz y energía y nuestro mundo material.

Los invito a que juntos podamos armar una imagen, ubiquémonos frente a un gran ventanal. Es un día maravilloso y desde afuera entra mucha pero mucha luz, tanta luz que no podemos soportarla. Necesitamos colocar algo que nos permita filtrar parte de esa luz para que podamos ver con más claridad y no quedar encandilados. Coloquemos una cortina de Voile, estas nos van a permitir el ingreso de luz, pero ya no tendrá tanta intensidad como para segarnos.

El Alter Rebe nos enseña el concepto de la Klipat Noga, es como una cáscara; traducción de Klipa, pero tiene cierta trasparecía como la piel que recubre a un gajo de cítrico. Igual a nuestra cortina, que nos permite el ingreso de la luz divina.

Ahora que colocamos la cortina ya nos podemos empezar a mover y a interactuar con el mundo que nos rodea.

Entonces el gran jajam de Liadi nos muestra, que en esa interacción con el mundo podemos mostrarnos a través de tres maneras diferentes, mediante nuestros pensamientos, utilizando las palabras cuando hablamos o por medio de la acción. Entonces de acuerdo a que tipo de comportamiento tengamos podemos manifestarnos para el buen camino o podemos actuar de manera equivocada.

Aquí es donde necesitamos una guía para saber como manejarnos, para eso en el Sinaí recibimos la Torah nuestro Gps para no perdernos. La Torah nos enseña que todos nuestros comportamientos tienen consecuencias, como leímos hace pocas semanas en pashat Reé tenemos delante nuestra la Berajá y la Klalá ¿Cuál vamos a elegir? ¿Cuál es la consecuencia?

Hablamos de consecuencias y no de castigos. Si elegimos para el camino correcto, lograremos mantener este ingreso de luz que nos permite seguir viendo con claridad y que a su vez nos permite sentirnos seguros al andar.

En cambio, sin no logramos mantenernos dentro del camino, lo más probable es que vayamos perdiendo claridad y todo se va oscureciendo. Como si delante de esa hermosa cortina traslucida, ahora colocamos varias capas de black out. Al perder contacto con la luz divina y cuando todo se oscurece, perdemos seguridad y si la oscuridad es intensa perdemos también movilidad.

Volviendo a los dichos del profeta, entonces “Levántate, resplandece, porque ha amanecido tu luz”.

Es por eso mis queridos amigos, busquemos a través de nuestros pensamientos, de nuestro habla y por supuesto por intermedio de nuestras acciones, quitarnos de encima esas coberturas de black out y vayamos en la búsqueda de la luz que trae consigo, también la seguridad, energía y vitalidad. Aprovechemos este mes de Elul para llegar de la mejor manera a los Iamiim Noraim que están aquí nomás, ya empiezan a asomar.

Shabat shalom humeboraj.
Gmar jatima tova.
Ari A. Alster

Parasha Ki Tavo

Al Eterno elegiste hoy para ser para vos, Dios… Y el Eterno te eligió para ser para Él su pueblo como un tesoro qué posee. (Devarim 26:17-18)

En nuestra Parashá, el pueblo de Israel se encuentra en la tierra de Moab preparado para la conquista de la tierra de Israel. Es ahí mismo frente al río Jordán, que el pueblo vuelve a hacer un pacto con Dios, similar al que sucedió en el desierto del Sinaí con la generación anterior, cuando recibieron la Torá en manos de Moshe.

¿Pero por qué volver a hacer un segundo pacto?

En el desierto a pesar del contexto adverso, todo era más “sencillo”, más cómodo. La conducción del pueblo un milagrosa y sobrenatural. Se alimentaban con alimentos que caían del cielo (el man y las codornices), y tomaban agua de un pozo que los acompañó siempre. La defensa frente a los peligros cómo los animales salvajes y los enemigos, estaban en manos de las columnas de fuego y de nube que los custodiaban.

(Rafi Albaz, Iunei Shabat, 1990)

Ahora a punto de ingresar a la tierra prometida, vemos al pueblo de Israel necesitando la ayuda de una conducción natural y terrenal.

El segundo pacto es necesario para entender que ahora son ellos los qué tendrán qué trabajar para comer y deberán luchar con su espada para defenderse.

Nosotros podemos vernos como aquel pueblo, a punto de ingresar en un espacio sagrado cómo Rosh Hashana y Iom Kipur. Frente a nosotros está el enorme desafío de cerrar una etapa, un ciclo, y entonces comenzar un nuevo año renovados.

Para poder llegar preparados a nuestros Iamim Noraim, en donde lo que venimos a buscar es la conducción de lo espiritual, a Dios en nuestras vidas. No nos podemos olvidar de aquella conducción natural y terrenal antes de encontrarnos con lo divino.

Qué este tiempo de Teshuva, de introspección personal, nos llene de coraje para poder perdonar y buscar el perdón de aquellos qué lastimamos, retornar a aquellos que tengamos lejos, enmendar nuestros errores, agradecer a aquellos que nos sostienen, valorar a quienes nos hacen ser quienes somos y por sobre todas las cosas trabajar como un solo pueblo, sabiéndonos bendecidos por el solo hecho de tenernos cerca y ser parte de una misma historia.

¡Shabat Shalom!
¡Shana tova!
Sem Mati Bomse

Parasha Ki Tetze

“Un corazón para saber, ojos para ver y oídos para escuchar”

¿Cuántas cosas necesitas para ser vos? De verdad te pregunto, ¿tanto necesitás? Estamos tan acostumbrados a tanta cosa, tanta agenda, tantas idas y vueltas, y en fin, hasta quizás somos poco nosotros…

Creo que no nos damos cuenta, de lo mucho que tenemos, o quizás peor, nos acostumbramos a lo que tenemos y todo eso salio de nuestro radar. Quizás tenemos demasiada cosa frente a nuestras narices que no vemos.

Esta semana la parasha nos invita a agradecer, en la Toire, trayendo los primeros frutos del cultivo al templo. En el hoy, siendo conscientes de nuestro alrededor.

Muchas veces agradecemos cosas grandes, especiales, el tenernos, la llegada de un nuevo integrante a la familia, el haber vivido tanto con los que hoy ya no estan, una nueva posibilidad laboral, y tantas cosas que sentimos la necesidad de agradecer.

Agradecer bien, es especialmente agradecer lo chico, lo de siempre, lo común, que dejame decirte que no es ni chico, ni estará siempre, ni es común.

Me explico… ¿Alguna vez agradeciste tener una frazada para abrigarte en estos días tan fríos? Una frazada, una de esas tantas que tenés ahí en el placard, para muchos no son ni chicas, ni están siempre, ni son comunes. Esa frazada, es mucho mas de lo que vos pensás.

Vuelvo a mi pregunta inicial, ¿Cuántas cosas necesitas para ser vos?

Dice la parasha: “Un corazón para saber, ojos para ver y oídos para escuchar”. Con el corazón, sepamos encontrar lo que nos hacer nosotros. Con los ojos, podamos ver y mirar bien, encontrar y buscar mejor. Con los oídos, sepamos que hasta en el mas profundo de los silencios, siempre hay algo que escuchar.

Shabat Shalom Amijai
Sem. Brian Bruh

Haftara Ki Tetze

Haftará Ki Tetzé– IESHAHIAHU 54: 1-10

Esta semana leemos al Profeta Ieshahiau. Nuestro Profeta vivió en Israel antes de la destrucción del primer templo, con sus profecías intento evitar que el pueblo abandone el camino de Di-s y termine en el exilio. Sus textos hablan sobre la destrucción, pero terminan con un mensaje esperanzador sobre la reconstrucción y la salvación. El nombre Ieshaiahu significa la salvación de Di-s.

Esta es la quinta Haftara de las 7 Haftarot de consuelo que leemos entre Tisha ve Av y Rosh Hashana. Es una Haftara muy corta, pero con un mensaje potente y esperanzador.

Comienza comparando a la ciudad de Jerusalem con una mujer estéril pero que finalmente dará a luz a su bebe.

Luego compara a Israel con una mujer en algún momento abandonada por su marido, pero vuelta a tomar: “Por un pequeño instante te he abandonado, mas con gran misericordia te congregaré. Con fugaz enojo, por un instante he ocultado Mi rostro de ti, mas con benevolencia eterna te mostraré misericordia ha dicho tu redentor Hashem”

Al final de la Haftara trae la promesa de Di-s con Noaj. En el libro de Genesis, después del diluvio, prometió que nunca mas volvería a destruir la tierra con otro diluvio. De la misma manera, profetiza, nunca olvidare el Pacto con Israel.

Muchas veces nos pasan cosas que no nos gustan y nos preguntamos ¿por qué a mí? cuando la pregunta correcta no es “¿por que?”, sino “¿para que?” como voy a cambiar yo después de esto que me paso?

Dios no prometió que no va a llover nunca mas. Lo que si prometió es recordar el pacto en cada tormenta. De la misma manera el mensaje de la Haftara no es que no nos van a pasar cosas malas, el mundo tiene sus reglas y las mantiene, sino que a pesar de lo que nos pasa tenemos que recordar que hay una promesa que en otras palabras dice: “Siempre que llovió, paró”.

El mensaje final de la Haftara es el mismo mensaje con el que termina el Salmo 27 que leemos durante todo este mes de Elul: “Ten esperanza en Di-s, anímese y fortalézcase tu corazón; y confía en Di-s”. Tenemos que confiar en que Di-s confía en nosotros.

Shabat Shalom
Fabián Holcman

Parasha Shoftim

La leyenda de Atila decía: …“por donde pisa mi caballo no vuelve a crecer la hierba”… (se llevaba puesto todo lo que había en el lugar, a tal punto que nada volvía a nacer). La Torá entiende que la guerra es inevitablemente destructiva. Por eso uno de los valores más altos que tenemos que perseguir es la paz.

Esta semana, en parashá Shoftim, el texto nos dice: “Cuando asedies una ciudad durante mucho tiempo, luchando contra ella para capturarla, no destruyas sus árboles clavándose un hacha, porque puedes comer su fruto. No los cortéis. ¿Acaso los árboles son personas para que los asedies? Sin embargo, puedes cortar los árboles que sepas que no son árboles frutales y usarlos para construir fortificaciones hasta que la ciudad en guerra contigo caiga.” (Devarim 20:19-20).

Nos enseñan una diferencia, muy interesante, entre la destrucción necesaria y la innecesaria a través de los árboles. Ellos son una fuente de madera para las fortificaciones. Pero otros árboles, los que dan frutos, son también una fuente de alimento (estos últimos tenemos la prohibición de destruirlos o dañarlos).

Nuestros sabios a este mandato lo perciben como más que un detalle en relación a las leyes de la guerra. Le pusieron el nombre de: “bal tashjit”, la prohibición de destrucción innecesaria de cualquier tipo. En palabras de Maimónides: “No sólo se aplica a los árboles, sino también a quien rompe vasijas o rasga vestimentas, destruye un edificio, bloquea un manantial de agua o desperdicia alimentos de forma destructiva, transgrede el precepto de bal tashjit”. Señoras y señores con un ustedes: una ética ecológica responsable.

¿Por qué nos enseñan este concepto? Porque al parecer nos solemos olvidar desde la percepción de nuestra tradición: la tierra no es nuestra. Pertenece a D´s (lamento informar). Te lo explican desde el minuto cero: “…En el principio, Dios creó…” Él la creó; por lo tanto, al ser el dueño de la pelota tiene derecho a establecer las condiciones del partido.

Esto pone un límite a nuestra intervención en la naturaleza. Nos debería recordar que somos creaciones, no sólo creadores. Maimónides, señala que la tierra sobreexplotada acaba por erosionar y perder su fertilidad, si no la cuidamos. “La tierra -dice Dios- es mía; vosotros no sois más que extranjeros y residentes temporales conmigo” (Vaikra 25:23). Somos huéspedes en la tierra.

Así que no es casualidad que la ley judía interpretará la prohibición de cortar árboles frutales en el curso de una guerra como un ejemplo de una prohibición más general contra la destrucción innecesaria, y más generalmente aún, contra los actos que agotan los recursos no renovables de la tierra, o dañan el ecosistema, o conducen potencialmente a la extinción de especies.

El Rey David dijo: …”La tierra es del Señor y todo lo que hay en ella” …(Salmo 24:1). Nosotros/as somos sus guardianes, en nombre de lo divino, por el bien de las generaciones futuras preguntémonos: ¿Por qué será que hoy la naturaleza presenta los problemas que conocemos? ¿Qué relación tenemos nosotros/as con lo que sucede? ¿Qué estamos plantando para nuestras próximas generaciones? ¿Cómo estamos cuidando aquello que nos fue dado?

¡Shabat Shalom!
Wally Liebhaber

Haftara Shoftim

COMENTARIO HAFTARÁ SHOFTIM
Ieshahiau 51:12-52:12

Esta es la cuarta de las Haftarot de consuelo, todas brindadas por el mismo profeta. Nos entrega las palabras de D’s sobre lo que sobrevino en Ierushalaim, pero también nos habla de su liberación y de la posibilidad de resurgir, de la injusticia que significa ser arrojados fuera de nuestra propia tierra.

Quisiera pensar el exilio como una metáfora. Metáfora de estar fuera de nosotros mismos, no sólo de nuestra tierra. De estar por dar el paso que nos aleje de la esclavitud y no decidirnos a que las aguas se abran.

El exilio es ser temerosos de seguir adelante, de “pelearla”. Es no estudiar, no seguir construyendo escuelas y comunidades. En pocas palabras, el exilio depende de nosotros mismos.

La espiritualidad y capacidad de recreación siempre nos han caracterizado, y eso hizo que el pueblo judío se mantuviera siempre activo y unido.

Este Shabat nos encontramos con sentencias que siempre nos han acompañado: Tzedek, Tzedek tirdof. Justicia, justicia perseguirás.

Si de ella nos olvidamos perdemos la guerra en todas sus manifestaciones. Esto alude también a ser justos como padres y como hijos, a no ser soberbios. Desde las comunidades, y la forma de pensar el judaísmo que las caracteriza, a no ser “dueños de una única verdad”.

Por esto, el fundamentalismo religioso debiera quedar fuera de lo que entendemos como judaísmo.

Cada uno de nosotros también, como los reyes, tiene una Torá para estudiar cada día. Si no es desde ahí no hay consuelo posible.

Shabat Shalom Umeboraj!
Norma Dembo

Haftara Ree

HAFTARA RehE – ראה
Ishaiahu (Isaias) 54:11 – 55:5
(ensayo)

“… Ninguna arma forjada contra ti prosperará… Ésta es la herencia de los siervos de IHeiVavHei” (54:17)

Como sucede en todas las Haftarot, lo que leemos son extractos de Profesías escritas por los mismos profetas, que se encuentran en la sección de NeVIHIM del Tanaj. El texto elegido esta siempre relacionado con la Parasha de cada semana, por el sentido del relato y
es el que leemos después de la lectura de la Parasha en Shabat o en Jaguim

En las siete semanas posteriores a Tisha B’Av leemos una serie de haftarot del libro de Isaías que se enfocan en temas de consuelo. Siete semanas de Alivio… calma, tranquilidad, serenidad.
Siete semanas hasta Rosh Hashana. Un ciclo completado por siete etapas siendo aquí donde, y ahora cuando, comienza el momento de restauración.

Es en este momento cuando llega el tiempo de comenzar a MIRAR hacia adelante. Es ahora cuando hay que recuperar el aliento, reconstruir la serenidad y definir un plan, y entonces si, concentrarse en “actuar”.

ISHAIAHU desarrolla profecías optimistas.
En esta oportunidad el Profeta ISHAIAHU evoca y destina sus palabras a consolar a una nación que acaba de llorar por la destrucción de su espacio de encuentro sagrado, por la ruptura, por el egoísmo, por la muerte.

La profecía de Isaías en la selección de haftarah para Reeh se enfoca en cómo este pueblo de Israel se levantará una vez más a la gloria. Sus edificios serán hechos de piedras preciosas, sus hijos serán criados en paz y sus ciudades estarán seguras. D’s les recuerda su poder, ningún daño les puede sobrevenir sin su consentimiento. Si Él decide que serán fortalecidos y restaurados, esto sucederá. ISHAIAHU promete que el pueblo de Israel será invencible.
Como?

Esto es así? solo así?

Porque habrá que hacer un trabajo. Cuál trabajo?
Lo define la Parashá. MIRá. REHE.
Habrá que aprender a MIRAR. Esta es la propuesta de esta Parashá. Aprender a MIRAR…
Aprender a identificar donde esta la “bendición” y donde esta la “maldición”.
Porque la LUZ es simple, es UNA. Hashem es UNO.
La bendición y la maldición dependerá de lo que cada uno de nosotros apreciará lo que tenga enfrente… en frente… en SU FRENTE
Todo indica que en adelante, si hemos aprendido que provocó la oscuridad y el dolor que nos afecta, podremos restaurar ese orden.

Este es el momento de restablecer. Haber transitado tres semanas de Bein Hametzarim, fueron necesarios para poder estar ahora reprogramando lo que se viene.
Y Este momento es posible, porque todo lo que hemos pasado SOLO sucedió por un solo motivo y es, para estar AHORA AQUI, EN ESTE MOMENTO.
Todo lo que ocurrió era absolutamente necesario.

AHORA ESTAMOS LISTOS PARA RECONSTRUIR.
Es el momento exacto.
Porque restaurar y rearmar lo que se viene, depende exclusivamente de COMO recordemos lo que pasó hasta ahora. Si podemos aprender y comprender eso que pasó, si aceptamos el presente como FRUTO del pasado entonces, podremos encontrar calma y fuerza.
Pero sí recordamos lo que pasó con enojo y frustración no podremos escalar.
Sí cuando miramos para atrás vemos el camino con rencor y resentimiento, no tendremos el suficiente coraje que hace falta para reedificar.
Tan grande será ese peso que no nos permitirá subir.
Y quedaremos en el llano.

Este es ese MOMENTO DE OPORTUNIDAD.
Hay que salir y retomar el proyecto.
Hay que salir a restaurar.

Porque esta Parashá trae esa energía.
La de saber ver lo que sucede.
Porque eso que PRESENTO ante Ti, eso que esta frente tuyo es LAS DOS COSAS. es BENDICION Y ES MALDICION… cada uno elige
Eso UNICO que hay es, LAS DOS COSAS, y solo depende de donde este TU MAKOM… donde estes parado… de cual se a tu punto de vista.
Porque todo esta lleno de ENERGIA POTENCIAL y será por tu propio criterio que eso se convertirá en bendición o maldicion
Lo que tenes ahora es lo que retenes que tener como consecuencia de lo que hiciste. DE vos depende si es MALDICION O SI ES BENDICION

La pregunta sigue tan vigente como hace 25 siglos.
Donde encuentro esa calma, esa serenidad?
La respuesta nos recuerda un comentario del rabino Jacques cuando pregunta: ¿Qué tan lejos esta D’s de nosotros? “Esta tan lejos como el este del oeste”.

Shabat Shalom Umeboraj
Silvia Dvoskin

Parasha Ree

DVARIM 11:26-16:17

Caminando con Moshé, paso a paso, podemos imaginarnos todo lo que ha vivido. Sabe lo que es una alcoba real, porque la ha tenido, tanto como sabe aquello que simboliza su propio nombre, un Moisés, sólo un Moisés y toda la historia que contiene.

¡Quién mejor que él para conocer las diferencias!

Nuestra Parashá nos habla de dos mundos: uno fecundo, donde sus habitantes están felices con los que les toca y otro árido, donde todo falta. Pensamos lo que hay y lo que falta por la actitud y sentimientos de quienes los habitan. Como nos enseñan nuestros sabios: rico no es el que más tiene, sino el que menos necesita, el que está contento con lo que le toca.

¡Hay en nuestra Parashá 54 mitzvot! Y la más importante es la de tzedaká. “Si hubiera entre tí mendigo…abrir, abrirás tu mano a él” (Dv 15:7-8)

Es la actitud ante esta realidad la que diferencia a los montes, representación genial de todos nosotros. Cae la misma cantidad de lluvia, la tierra es igual, el viento también, pero la forma recibir es diferente. Uno puede sentirse rico y feliz con lo que le toca, fértil; otro puede sentir con lo mismo que ha caído en desgracia.

En la misma geografía, dos mundos. El Monte Gerizim, al sur de Shejem, es un declive verde que está cubierto hasta la cumbre por terrazas de frutas. El monte Eival hacia el norte, es infecundo y frío. Nuestros sabios lo interpretan como la posibilidad de brindar vida y bienestar con lo que cada uno recibe… o de no brindarse…

Es tiempo de tzedaká, siempre es tiempo de tzedaká. Si somos capaces de abrir nuestra mano seremos ricos, nada nos faltará.

¡Shabat Shalom Umeboraj!
Norma Dembo