Bereshit – La eliminación de Sinwar y el comienzo del todo

“Bereshit – La eliminación de Sinwar y el comienzo del todo.”
Por Sem. Brian Bruh

Hace algunos días las Fuerzas de Defensa de Israel eliminó al monstruo de Yahya Sinwar, líder máximo del grupo terrorista Hamas, quien pensó, planeo, ejecuto y celebró el 7 de octubre, desde su refugio en el túnel, con ventiladores, sillón, televisión y heladera, mientras sus soldados y aliados del terror estaban en las calles.

La cantidad enorme de violaciones, abusos, secuestros, incendios, asesinatos, fueron pensadas y celebradas por este ser del mal, quien dedicó cada minuto de su vida en generar sufrimiento especialmente para nuestro pueblo, pero en su pueblo también.

Jamás le tembló el pulso para disparar cohetes, armas de guerra, explosivos, desde abajo de las escuelas, hospitales ni jardines. Tampoco le tembló el pulso para usar niños de escudo humano en sus traslados por los túneles.

Desde ese día hasta hoy, han salido por diferentes medios, por redes sociales, grupos de Whatsapp, una enorme cantidad de memes y fotos de este ser despreciable luego de su asesinato.

De ninguna manera, nosotros como pueblo podemos celebrar una muerte. Nosotros solamente celebramos la vida. Festejamos por la vida, pedimos por la vida.

A pesar del dolor nosotros celebramos el seguir casandonos bajo una jupá, cada bar o bat mitzva, cada nacimiento. Porque eso somos. La elección constante del querer vivir.

Tanto el asesinato del lider de Hamas, como el de sus colegas, sin duda son motivo de celebración pura y exclusivamente militar. La desaparición de estos generadores de terror, dolor y sufrimiento para Israel, para gaza y para el mundo, sin duda nos invitan a aplaudir a nuestras Fuerzas de Defensa que trabajan cada minuto de sus vidas para hacer un mundo mejor y cuidar a los suyos.

Luego de eliminar el objetivo, el líder máximo de Hamas, salió en una bolsa fúnebre, tapado, con los Jaialim que lo llevaban con el respeto que una vida humana merece.

Los asesinados del otro lado del muro, son paseados, violados y colgados por la ciudad.

El respeto por la vida humana, hace la diferencia en quienes somos.
Nos encantaría no tener que estar luchando esta guerra. Nos encantaría no tener que perseguir terroristas disfrazados de ratas corriendo por los tuneles.

Nos encantaría que nuestros soldados y reservistas estuvieran en sus casas. Nos encantaría no tener que eliminar a nadie, pero no proteger a los nuestros no es opción.

“Anajnu beMiljama”, estamos en guerra y el Estado de Israel, va a defenderse.

Aún quedan 101 secuestrados, y los que elegimos la vida, ponemos todas nuestras fuerzas y energías en seguirlos esperando, y rezamos por cada uno de ellos.

Esta semana volvemos a cerrar y abrir nuestro Sefer Tora. Cerramos el quinto libro, y tan solo minutos despues, abrimos el primero. “Dijo Dios: “Haya luz”, y hubo luz…” Bereshit 1:3.

La palabra es la herramienta maestra de la creación. A través de la misma podemos crear un mundo, o destruirlo.

La eliminacion de Sinwar y el comienzo del todo, nos llaman a decidir que vamos a decir, que vamos a enviar y compartir para empezar a reconstruir una sociedad mejor, mas justa, con mas paz.

Defendamos lo nuestro y a los nuestros, recordando siempre quienes somos, y de que lado de la historia estamos.

Gaza, Gaza, Gaza: Hamas será vencido.

Am Israel Jai.
Shabat Shalom.
Sem. Brian Bruh

Haftara Jol Hamoed Sucot I

La porción de haftará de Jol Hamoed Sucot le corresponde al profeta Ezequiel. Como a casi todos los profetas les gusta hablar encriptado, porque dicen frases que después debemos armar un mindmaping para poder entenderlas.

Ezequiel dijo: “Y será en ese día, en el día que venga Gog sobre la tierra de Israel – palabra de D’os – Mi furor se encenderá” (38:18).

Nuestro querido Iejezkel visualiza la última pelea de los pueblos del mundo en contra de Israel (estilo Rocky vs Iván Drago). Israel se encuentra con un pueblo llamado “Magog”, liderado por el rey “Gog” (sentido del primer pasaje mencionado). La palabra “Gog” proviene de la palabra “gag” que significa: “techo”.

Que interesante que el texto haga mención a un pueblo que viene del origen de la palabra “techo”, cuando nosotros y nosotras estamos en una festividad donde nos invitan a habitar en la fragilidad, con paredes sencillas y con un techo que está cubierto con ramas, un techo que cubre pero no tapa completamente porque la idea de la sucá es que se pueda ver el cielo.

Los techos además de ser un límite es, también, una separación. Demarcá un espacio separándose de otro. Y nuestra tradición por lo general lo que nos invita, creo, a pensar es nunca separarnos del cielo. Y cuando hablo del cielo no hablo solamente de D´s, sino, de toda aquella esencia divina que vive en cada uno y en cada una. Podemos marcar nuestros espacios, nuestros límites, nuestras prioridades, nuestros vínculos pero que nunca techemos completamente de tal forma que no podamos mirar para arriba y conectar con nuestro propio cielo.

Shabat Shalom!
Wally Liebhaber

Parasha Jol Hamoed Sucot I

LA FESTIVIDAD DE SUCOT
¨LO TORCIDO NO SE PUEDE ENDEREZAR¨ (KOHELET 1: 16)

Rosh Hashaná y Iom Kipur, nos ofrecen el  paradigma del cambio, el progreso y la posibilidad de modificar la realidad para bien, a través de la fuerza de voluntad y el esfuerzo personal y comunitario. Sorpresivamente, los sabios de Israel  fijaron la costumbre de leer el libro de Kohelet (Eclesiastés) durante el Shabat de la festividad de Sucot. Cuesta imaginar el contenido de un libro, no solo tan contradictorio con las festividades recién acontecidas, sino también con la misma festividad de Sucot que es entre otras cosas la fiesta de la alegría. Kohelet es de contenido pesimista, con clara influencia de sectores de la cultura helénica. ¨Vanidad de vanidades, dice Kohelet, todo es vanidad¨ (1:1). Todas las obras finalmente dan lo mismo, ya que existe un único final para todos, todas las experiencias deseadas porlos seres humanos, terminan siendo superfluas y sinsentido y todo lo que parezca novedoso ya ha sido probado anteriormente y calificado como superfluo, lo cual debería ahorrarnos el esfuerzo de probarlo.

Algunos sabios consideran que el libro de Kohelet debería funcionar como una especie de acompañante terapéutico a la sensación de fragilidad que nos transmite la Sucá. Es decir, así como la Sucá es una construcción frágil frente a las circunstancias climáticas externas, la sensación de que la vida es efímera que transmite el libro de Kohelet debería concederle un valor agregado a la Sucá. Otros lo interpretan de la siguiente manera: Sucot es la fiesta de la cosecha, momento en el cual se hace el balance anual de la productividad material. El peligro psicológico reside en que justo en este momento, el dueño de la cosecha se adjudique a sí mismo el poder y se vanaglorie diciendo: “…Mi fuerza y el poder de mi mano han hecho para mi toda esta riqueza” (Devarim 8:17), olvidándose de la bondad divina que lo ha beneficiado. En este caso la lectura de Kohelet no vendría a acompañar la sensación de fragilidad, sino a balancear la sensación de omnipotencia. La “vanidad de vanidades” le hace frente al materialismo y egocentrismo.

De todas maneras entre nuestros sabios siempre están los que abren posibilidades hermenéuticas creativas que se sustentan en una textualidad transformada y adaptada a los valores significativos de la vida. Este es el caso de Rashi ante posiblemente el versículo más antagónico al paradigma del cambio: “Lo torcido no se puede enderezar…” (1:15). Rashi dice: ““Lo torcido”,  en vida,” no se puede enderezar”, en la muerte. ¡Casi exactamente lo contrario de lo que suponíamos era la intención de Kohelet! La idea que inserta Rashi en el versículo es realmente increíble: El que pospone el arrepentimiento, el enderezar lo torcido, siempre corre el peligro de que sea demasiado tarde. La muerte lo puede alcanzar en cualquier momento y ya no habrá marcha atrás. La lectura de Kohelet en la festividad de Sucot, según el comentario de Rashi, ya no vendría a acompañar ni a balancear, sino a dar una última oportunidad de arrepentimiento después de Rosh hashaná y  Iom Kipur. En la tradición de Israel la festividad de Sucot y sobre todo a la festividad menor de Hoshaná Rabá (el séptimo día de Sucot), fue asociada por la tradición con el veredicto final de los días del juicio y como dijo Hilel el sabio en Pirkei avot: “¿Si no es ahora, cuando?”.

Rabino Ari Bursztein

Haftara Iom Kipur

Las Haftarot, son elegidas por nuestros sabios por el sentido del relato, en reglas generales estan relacionado o vinculado con la Parasha de la semana. En esta oportunidad en el dia de IOM KIPUR la Haftaráh que eligieron nuestro sabios esta preferida por desarrollar un tema particular relacionado con el dia de IOM KIPUR, y es una declaración del Profeta IshAIAhu (Isaias).

Durante la Haftará (lectura de las profecías) se leerá una porción (57:14-58:14) del libro de IshAIAhu (Isaias), nos habla específicamente del AYUNO. 

IshAIAhu (Isaias) habla del valor de comprender que los actos rituales (ayunar, en este caso) no es la reparación en si misma, sino que es una practica para concientizar un valor, y provocar determinado proyecto.

Un rito es un protocolo.

Un rito es una práctica.

Un rito, como los muchos que practicamos, son reglas o instrucciones a seguir fijadas para conseguir un determinado propósito.

En el capítulo 58, el profeta  IshAIAhu (Isaias) le expresa al pueblo de Israel,

3: “¿Para qué ayunamos, …

4: Ustedes sólo ayunan para pelear y reñir, y darse puñetazos a mansalva. Si quieren que el cielo atienda sus ruegos, ¡ayunen, pero no como ahora lo hacen! 

5: ¿Acaso el ayuno que he escogido ¿es solo un día para que el hombre se mortifique?

¿Y solo para que incline la cabeza como un junco, haga duelo y se cubra de ceniza?

¿A eso llaman ustedes día de ayuno y el día aceptable al Señor?

6: »El ayuno que he escogido, ¿no es más bien romper las cadenas de injusticia y desatar las correas del yugo, poner en libertad a los oprimidos y romper toda atadura?

7: ¿No es acaso el ayuno compartir tu pan con el hambriento y dar refugio a los pobres sin techo, vestir al desnudo y no dejar de lado a tus semejantes?

8: Si así procedes, tu luz despuntará como la aurora, y al instante llegará tu sanidad; tu justicia te abrirá el camino, y la gloria del Hashem te seguirá.

9: Llamarás, y Hashem responderá; pedirás ayuda, y él dirá: “¡Aquí estoy!” (INENI) »Si desechas el yugo de opresión, el dedo acusador y la lengua maliciosa, si te dedicas a ayudar a los hambriento y a saciar la necesidad del desvalido, entonces brillará TU LUZ  en las tinieblas, y como el mediodía será tu noche.

IshAIAhu (Isaias), detalla algunas acciones que hablan de tener conciencia del prójimo , de tener en cuenta que soy parte de un TODO, que le mundo es UNO. UNO.

Y en ese momento, en esa circunstancia aparecerá INENI, “aquí estoy”. 

INENI un concepto enormeee, que aparece varias veces en la Torá.

Adán, Abraham y Moisés afirman INENI. 

Los 3, INENI, mas que uan declaracio es una firma. Estoy atento, y responsable, es MI PARTe la que hay que reparar. 

IshAIAhu (Isaias) habla de la importancia del INENI en este contexto de ayuno.

…“Entonces, cuando llames, D-os te responderá: cuando llores, D-os dirá INENI, aquí estoy (Isaías 58: 9)”…

En ROSH HASHANA, leemos la porción donde frente al llamado de D-os a Abraham, Abraham responde INENI, aquí estoy’. 

En IOM KIPUR, somos nosotros los que llamamos y D-s quien responde: INENI, aquí estoy”. 

Porque al final (o al principio) somos UNA SOLA LUZ.

Es solo a través de nuestros actos que demostramos ser sagrados. 

En el corazón del Día de IOM KIPUR, IshAIAhu (Isaias) nos alerta que ayunar no representa nada  si no viene acompañado de ese estado de juicio presente. De esa reflexión de que alcance   tienen nuestros pensamientos. 

Por que ayunamos? Para qué sirve ayunar? 

El ayuno no es para castigar al cuerpo.

El ayuno no es para debilitarse.

No ayunamos para sufrir, ni para pasarla mal.

No es para llegar a NEHILA despojado, decaído y sin fuerza.

Las restricciones detalladas en IOM KIPUR, son para poder ESE DIA TAN INFINITAMENTE LUMINOSO, con tanta ENERGIA DISPONIBLE, ALIMENTAR NUESTRA CONCIENCIA.

Queremos y pedimos VITALIDAD. 

Queremos y pedimos UN AñO MAS DE VIDA.

para qué? para hacer qué?

Hemos estado estos últimos diez días concertando y acordando conseguir la mayor fuerza para el próximo año. Hemos negociado esa VITALIDAD para el cuerpo porque ese cuerpo, nos acompañara y nos permitirá hacer eso que queremos hacer. 

Pero de lo que trata el AYUNO es de entrenar NUESTRA CONCIENCIA.

Durante las 25 horas que se abren las puerta del CIELO, queremos RECIBIR ENERGIA DE VIDA, pero no para el cuerpo, sino para el ALMA. PARA que esa CONCIENCIA y VOLUNTAD que es el ALMA administre esa ENERGIA DIVINA. Queremos ser capaces de hacer las cosas a sabiendas, y no por impulso. Queremos usar la energía con sabiduría. Dominando la situación. Siendo responsable y no cautivo.

Lo que finalmente queremos es ENERGIA DE VIDA. Porque esa LUZ que vamos a recibir es para LA CONCIENCIA, para poder ADMINISTRAR esa energía que le damos al cuerpo. Porque esa energía usaremos para nutrir y alimentar eso que haremos para construir un MUNDO MEJOR.

Y un mundo mejor se logra cada dia entrenando en la VOLUNTAD de construir UN SOLO MUNDO, lleno de diferencias. UN SOLO MUNDO, lleno de TODOS los MUNDOS que como cada uno de nosotros, es único, y si aún existe es porque sigue siendo fundamental y valioso.

¡GMAR JATIMA TOVA!
¡SHANA TOVA!
SHABAT SHALOM
Silvia Dvoskin

Parasha Iom Kipur

Iom Kipur
Teshuva, Tfila, Tzedaka

Cada año, durante este tiempo extraordinario, cuando definitivamente el devenir de lo cotidiano se toma una pausa, me asalta, atravesada por las valiosas herramientas que me regaló la Teshuva, la profunda necesidad de redefinir-me ¿qué es Iom Kipur?

Este año, en el que el profundo dolor por el “7 de octubre” y la lucha por nuestra supervivencia me lacera e interroga a diario, me cuesta poner en palabras los pensamientos y emociones que me permitan elaborar y ensayar el valor del Perdón y del arrepentimiento sincero. La liturgia de Izcor va a doler más, ya duele más, duele más de 1200 veces más. Y, en medio del dolor…. incertidumbre y esperanza por el regreso a casa de las 101 almas que esperan por volver de la oscuridad a sus amores.

No Se del Perdón de lo imperdonable. Si Se del valor de La Vida y que Eretz Israel es nuestra Tierra Prometida. Es presente, futuro y destino. Es la plataforma física para la realización de los ideales ético-espirituales que nos regaló la Torá, sin lugar a dudas, un recurso extraordinario vigente, siempre vigente, aplicable a esta realidad posmoderna, de la post verdad, de la post moral que nos desafía a diario e intenta poner en jaque nuestra supervivencia.

Siempre habrá cosas que no podamos perdonar del todo y personas que no merezcan que se les devuelva nuestra confianza. Pero siempre podremos ensayar el perdón hacia nosotros en el intento de rectificarnos. En los tiempos del Mishkan y del Templo, Iom a Kipurim era el día en que el hombre más sagrado de Israel, el Sumo Sacerdote, hacía expiación, primero por sus faltas personales, luego por las de su “Casa”, luego por todo Israel. Desde el día en que se destruyó el Templo, no hemos tenido un Sumo Sacerdote ni los rituales que él realizaba, pero aún tenemos este día y la invalorable posibilidad de declarar “nuestros errores” en Comunidad, en el marco de nuestras Keilots ¡juntos! Si un Sumo Sacerdote o demás miembros de nuestra congregación pueden hacerlo, nosotros también podemos.

Creo que el efecto de Yom Kipur, que se extiende a las tlfilot del resto del año a través del Tajanún (oraciones de súplica), Vidui (confesión) y Slijot (oraciones de perdón), genera ese espacio en nuestra interioridad para que podamos sin avergoncemos decir: “Me equivoqué, cometí errores y como consecuencia lastimé”. Eso es lo que hacemos con las faltas que enumeramos en este día en dos listas alfabéticas, una que comienza con Ashamnu, Bagadnu y la otra que comienza con Al Jet Shejatanu. Un soporte casi perfecto que nos aliviana el camino para poder hacerlo.

La humildad de admitir errores no está muy extendida en estos días. En muchos casos lo supuestamente conveniente y políticamente correcto le gana a la Ética y, la vorágine de los acontecimientos, que deviene en la imposibilidad de parar y pensar en nosotros como un otro, por momentos nos deja perplejos.

Como Yeudim tenemos la capacidad ancestral, casi infinita de reevaluar, resignificar los hechos y reivindicarnos entre nosotros. Como dijeron Nuestros Sabios en el contexto de las leyes pureza: “Nadie puede ver sus propias imperfecciones, sus propias impurezas”. Vivimos en un tiempo marcado por las polarizaciones, los desencuentros y la falta de empatía, en el que por momentos esta infravalorado el individuo que tiene el coraje de decir, como lo hizo el Sumo Sacerdote, o el Rey David después de que el profeta Natán lo confrontara con su culpa en relación con Urías y Batsheva, Jattati: “He pecado”.

Nuestra Tradición nos ayuda a admitir nuestros errores de diferentes maneras. La primera es el conocimiento de que Di-s perdona. Él no nos pide que nunca pequemos, sabía de antemano que al regalarnos el don del libre albedrio, a veces, nos sabríamos como lidiar con él (¿Se acuerdan de Adán y Eva?). Lo que nos pide es el reconocimiento de nuestros errores, que aprendamos de ellos, los confesemos y nos propongamos no volver a cometerlos.

Y, como señale oportunamente, contamos con la impronta de Yom Kipur que se extiende a lo largo del resto del año que nos ayuda a crear esa” cultura de honestidad” en la que no nos avergonzamos de reconocer los errores cometidos. Y, a pesar que técnicamente, Iom Kipur se centra en las faltas entre nosotros y Di-s, una simple lectura de las confesiones en Ashamnu y Al Jet nos muestra que, en realidad, la mayoría de las equivocaciones que confesamos se refieren a nuestro trato con otras personas.

Ejercitar el perdón en el marco de nuestras relaciones, es como abrir una ventana hacia la luz y la frescura, nos da la oportunidad de liberarnos del peso de los errores del pasado y lanzarnos al futuro con los brazos abiertos, sentando las bases sobre las que podremos crear y recrear vínculos significativos, respetuosos, empezando por el que tenemos con nosotros mismos.

Igual que el espíritu perdurable de la teshuvá, creo que el perdón a uno mismo es un proceso continuo, un viaje perpetuo de autodescubrimiento y renovación. Seguramente habrá días en los que la vieja culpa y el arrepentimiento regresen sigilosamente. Pero se trata de aprender a seguir adelante, de recordarnos que somos valiosos, que podemos ser mejores … que fuimos creados a imagen y semejanza de Di-s y… seguir avanzando.

El primer judío que admitió un error fue Juda, quien había acusado erróneamente a Tamar de mala conducta sexual y luego, al darse cuenta de que se había equivocado, dijo: “Ella es más justa que yo” (Bereshit 38:26). Seguramente no es una mera coincidencia que el nombre Juda provenga de la misma raíz que Vidui, “Confesión”. En otras palabras, el hecho mismo de que nos llamemos judíos, Yehudim, significa que somos el pueblo que tiene el coraje de admitir sus errores.

Cuando en esta Neila, las puertas del cielo estén comenzado a cerrarse, ojalá hayamos podido capturar dentro de cada uno de nosotros el espíritu inalterable de Iom Kippur, de este Shabat Shabatton, Teshuva, Tfila, Tzedaka…

Y, así podamos todos juntos, avanzar un escalón más en la construcción de nuestra mejor, más refinada versión, que sin dudas es el pasaporte para la construcción de una sociedad más integrada, honesta, anclada en nuestros eternos pilares de Jesed y Guevurá… De Misericordia y Justicia. Siempre buscando y trabajando por la Paz con nosotros y los otros…

Gmar Jatima Tova Am Israel Jai
Sandra Leb Epstein

Parasha Haazinu

Palabras de Vida y Esperanza

En esta parashá, llegamos a las últimas palabras de Moshé, el gran líder de Israel, quien, al final de su vida, contempla todo lo que lo rodea. Su mirada se dirige a los cielos, la tierra, las naciones del mundo, su amado pueblo Israel, y por supuesto, a Dios. Pero Moshé no se conforma con sólo exaltar al Creador. Él busca algo más profundo: transmitir la esencia de toda una vida de aprendizaje, experiencia y amor por su pueblo.

Consciente de su inminente partida, Moshé desea darles a los hijos de Israel un regalo único: una brújula espiritual que los guíe en los desafíos de la vida. En sus últimas enseñanzas, aspira brindarles un grado de certeza y consuelo en sus vidas frágiles. Les deja un mensaje de esperanza: aunque él no logrará entrar en la Tierra Prometida, ellos sí podrán alcanzar una relación íntima y profunda con Dios si evitan caer en los mismos errores que él cometió.

¿Qué queda para nosotros, las generaciones que seguimos? No hemos sido exentos a los tropiezos. Una y otra vez repetimos los errores del pasado. Nos aferramos a viejos logros, nos sobrecargamos de preocupaciones y nos alejamos del presente. Sentimos el deseo de algo más, de una vida con propósito. Y éstos días nos impulsan a esa búsqueda y reflexión.

Moshé nos ofrece una última lección llena de esperanza. Su cántico nos invita a conectar con la vida en su plenitud. Así como la tierra, los árboles y el pasto anhelan la lluvia, también nuestras neshamot buscan saciarse de significado. Nos da la oportunidad de recapacitar sobre nuestras acciones, reconocer nuestras fallas y mirar con amor a las generaciones que vendrán después de nosotros.

Una vez más, la Torá se convierte en fuente de vida. En ella encontramos no sólo las lecciones del pasado, sino también las herramientas para transformarnos en seres merecedores de una vida llena de brajot. Nos invita a dejar de lado nuestras sed y vacío, y a caminar hacia una tierra que mana leche y miel, una tierra que espera a ser habitada con justicia, bondad y amor.

Es tiempo de llegar a la Tierra Prometida, al año que con el cual nos comprometamos…

Es tiempo de que Todos lleguen a casa.

¡Shabat Shalom!
¡Gmar Jatima Tova!
Rab Sarina Vitas