Haftara Vaetjanan

Esta semana comenzamos la serie de siete haftarot conocidas como “Shiva De Nejemata”, las “Siete Haftarot de Consolación”. Venimos atravesados por la destrucción en Tishá BeAv, recordando momentos muy difíciles, tristes y oscuros de nuestro pueblo. La sección de esta semana es la primera de las Haftarot que intenta traernos un poco de consuelo y trae pasajes como estos:

שְׂאוּ־מָר֨וֹם עֵינֵיכֶ֤ם וּרְאוּ֙ מִי־בָרָ֣א אֵ֔לֶּה הַמּוֹצִ֥יא בְמִסְפָּ֖ר צְבָאָ֑ם לְכֻלָּם֙ בְּשֵׁ֣ם יִקְרָ֔א מֵרֹ֤ב

Alza bien alto tus ojos y mira: ¿Quién los creó? El que envía su hueste por cuenta, Quien los llama a cada uno por su nombre:
(Ishaiau 40:26 )

Ishaiau el profeta de esta historia, nos pide que levantemos la vista en un esfuerzo por reconocer el enorme poder de D`s a través de las estrellas. No es solo la gran cantidad de estrellas la que nos muestra el poder que tiene, sino que Él reconoce a cada estrella como única, con su propio nombre e identidad.

La palabra צְבָאָ֑ם tiene una conexión directa con la palabra ejército. Así como un rey tiene una relación con su ejército donde cada soldado individual es contado y conocido, también D`s conoce el número de estrellas y cada una de ellas por su nombre.

El término “ צָבָא” , “ejercito” en realidad se define como un gran grupo de personas u objetos. La palabra nos habla de un nivel de organización y estructura. No son los números los que definen un ejército sino su organización, cada soldado tiene su propio rol y rango. Tener una estructura organizada bajo un mismo liderazgo es lo que le da fuerza a un ejército. Para asegurar su éxito, necesita tener un comando unificado, con cada persona sabiendo exactamente lo que se espera de ella. Sin este nivel de organización, el ejército no puede funcionar.

Este shabat y los próximos nos empezara a hacer falta reconocer que nosotros, así como cada una de las creaciones de lo divino tiene un propósito, tanto en los cielos como en la tierra. Cada estrella, cada persona, cada criatura tiene un nombre y un papel en el reconocimiento de la presencia de D`s en este mundo.

Así como las estrellas son conocidas por nombre y número, nosotros también contamos y brillamos en nuestro rol único en nuestro mundo. Cada uno de nosotros tiene la oportunidad de hacer de este un lugar mas hermoso, traer brillo detrás de tanta oscuridad que vemos, y entonces asi ser reconocidos, por el D`s qué espera de nosotros que luchemos por este mundo qué nos regalaron, como si fuéramos su ejercito.

Shabat Shalom
Sem. Mati Bomse

Haftara Dvarim

Haftarah Devarim Jazon 22 07 23
Ishaiahu 1 1:27

Cada año en el shabat previo a Tisha be Av, leemos parashá Dvarim, a este Shabat, que lo conocemos como Shabat Jazón, el Shabat de la Visión.

La Haftarah que corresponde a este Shabat, es la última de una trilogía que las denominamos “Tlata de purianuta” (los tres de la calamidad), y se leen en los shabatot que se encuentran dentro de los veintiún días, que van desde el 17 de Tamuz hasta el 9 de Av, periodo que conocemos como Bein Hametzarim (entre la estrechez). Pero no todo es calamidad después de atravesar el día más amargo del calendario, llegará el consuelo. Después de la destrucción siempre viene la reconstrucción y esto nos sucede en todos las ordenes de la vida.

Nuestro profeta arranca describiéndonos todo lo mal que esta todo, y hay un pasuk (versículo) en especial que lo detalla de una manera escalofriante:

“אַרְצְכֶ֣ם שְׁמָמָ֔ה עָרֵיכֶ֖ם שְׂרֻפ֣וֹת אֵ֑שׁ אַדְמַתְכֶ֗ם לְנֶגְדְּכֶם֙ זָרִים֙ אֹכְלִ֣ים אֹתָ֔הּ וּשְׁמָמָ֖ה כְּמַהְפֵּכַ֥ת זָרִֽים”
“Su nación esta desolada, sus ciudades quemadas por fuego, sus tierras consumidas por extraños ante ustedes, desolada y arrasada por extraños” (Ishaiau 1:7) Ishaiau nos describe todo con lujo detalle, cual corresponsal de guerra, transmitiendo desde el lugar de los hechos.

Tal como lo como lo insinúa el nombre de este periodo de 21 días, una verdadera calamidad.

¿Que nos sucede a los hombres en general, que no solemos escuchar las advertencias? Ya habíamos sido advertidos en varias instancias, no escuchamos, y terminamos lamentándonos una vez que la calamidad ya está entre nosotros.

Sabio es Rabi Eleazar ben Yaakov que en el Pirkei Avot 4:11 nos enseña:
תְּשׁוּבָה וּמַעֲשִׂים טוֹבִים, כִּתְרִיס בִּפְנֵי הַפֻּרְעָנוּת”

“El arrepentimiento y las buenas acciones (a tiempo) son un escudo contra la calamidad”

Es cierto que, si estamos hoy aquí, leyendo nuevamente a nuestro profeta, es que la historia no terminó así, siempre hay un consuelo y una reconstrucción. Es por eso, que ya en el final de esta haftarah, Ishaiahu nos deja una pequeña hendija para que pueda entrar la luz.
צִיּ֖וֹן בְּמִשְׁפָּ֣ט תִּפָּדֶ֑ה וְשָׁבֶ֖יהָ בִּצְדָקָֽה׃
“Sión será redimida en el juicio; Sus arrepentidos, en la retribución” (ishaiau 1:27)

Desde ya que son cuantiosas, las explicaciones sobre la reconstrucción del tercer templo, en tiempos de la llegada de Mashiaj Tzidkeinu. No me voy a cansar de repetirlo, como ya lo he hecho en anteriores comentarios, “Al Mashiaj no se lo espera, se lo sale a buscar” Si cada uno de nosotros tenemos la capacidad de hacer una teshuvá verdadera de nuestros actos y nuestros pensamientos, sin esperar que los demás lo hagan, simplemente empezando por nosotros mismos. Recién en ese instante, seguramente habrá llegado el momento que nos encontremos con Él, ¡¡¡Mashiaj Now!!!

Por eso mis queridos amigos, ya han pasado 1953 años, de la destrucción del segundo templo, y han transcurrido 56 desde la unificación de Yerushalaim. Quizás después de haber escuchado nuevamente a nuestro profeta, podamos entender que ha llegado la hora de que cada uno y uno de nosotros comencemos esa búsqueda necesaria para encontrar al Mashiaj. Examinemos nuestras midot (cualidades), pero sobre todo controlemos nuestras acciones y tal vez descubramos que los tiempos mesiánicos están mucho más cerca de lo que parecía.

Vayan estas humildes palabras de Torah dedicadas a la bendita memoria de las víctimas del atentado a la sede de la AMIA, que lamentablemente no encuentran Justicia ni consuelo.

Shabat shalom humeboraj.
Ari A. Alster

Parasha Dvarim

Recordar nuestra misión

Esta parashá inicia el último de los Cinco Libros de la Torá, Sefer Devarim. Este Libro se llama también Mishné Torá, literalmente “la repetición de la Tora” (y de allí el nombre griego – castellano de Deuteronomio).

Sefer Devarim relata lo que Moshé le dijo al pueblo de Israel durante las últimas semanas de su vida, cuando se aprestaban a cruzar el río Jordán para ingresar en Eretz Israel.

Moshe ya conocía su destino y sus días se estaban terminando. Moshe había liderado al pueblo durante estos cuarenta años. Moshe había sido quien rechazo, en principio el rol que le adjudicaban; y con el correr del tiempo fue ganando confianza en si mismo, hasta convertir la misión en el único objetivo de su vida. Conducir al pueblo de Israel, educar al pueblo de Israel. Advertir y repetir al pueblo de Israel, ante que debilidades se encontrarían, y como deberían resolverlas.

Moshé dedicó sus últimos días a enseñar la ley y la moral divina, a convertir el libro de los mandamientos en el árbol de la vida; y lo hizo por medio de los discursos de despedida, que son el contenido de este libro.

Su auditorio ya no era el mismo. Este pueblo no era el que había salido de la esclavitud a la libertad. Este pueblo no había experimentado los grandes milagros de la salida de Egipto y del desierto, no había recibido personalmente la Torá en el monte Sinaí…

Todo lo que conocían era por boca y ejemplo de sus padres. Y podríamos decir que en parte, no fue muy bueno ni educativo. Recordemos porqué.

Uno de los temas centrales de esta Parashá, es recordar y relatar nuevamente la historia de los espías (meraglim). Fueron 12 las personas enviadas para observar qué había y quiénes habitaban la tierra de Israel, para ver cuáles eran las facilidades para la conquista.

En todo momento, Moshé había aclarado que necesitaba un informe de la situación claro y verosímil… Recordando que Dios estaba con ellos.

Fue así como al regresar 10 (diez) e los 12 espías criticaron la situación ampliamente. “Es imposible entrar, hay gigantes, están mejor armados que nosotros, nos destruirán en poco tiempo”.

Mientras que sólo 2 de los espías defendió la postura de Moshé, recordando que era una tierra que emanaba leche y miel y por supuesto que tendrían la ayuda de Dios.

Pero el daño estaba hecho. Faltaba madurar y tener confianza en sí mismos y en Adonai.

Toda una generación caería en el desierto. Es por ello que vagaron 40 años.

Es interesante comprender por qué Moshé toma este texto para repetir. Qué importancia tendrá esta historia? Qué mensaje traerá con ella?

Y me atrevo a pensar que el mensaje, está íntimamente relacionado con nosotros. Moshé necesita convencerse que el pueblo tiene clara cuál es su misión. Moshé necesita convencerse que el pueblo aprendió las mitzvot.

Y nosotros hoy, revisamos nuevamente nuestro conocimiento.

Fíjense, como de los 12 espías, 10 hablaron mal y por ellos el pueblo fue castigado. Ellos eran ejemplo, eran liderazgo.

Y qué aprendemos de esos diez, del número 10? El Minián.

El minián no es otra cosa, que un conjunto de personas, devotas y con fe en Dios, que atestiguan su existencia y su palabra.

Nosotros reunidos en comunidad, compartiendo nuestras tefilot, elevando nuestros deseos, pedidos y agradecimientos a Dios… Estamos afirmando su presencia. Y la tradición dice que para diez que hablaron mal, necesito equilibrar con 10 que hablen bien.

Cada año, cuando releemos el texto de esta Parasha, nos descubrimos a nosotros mismos. Nos descubrimos hablando con nuestros hijos, mostrando y demostrando cuáles son los caminos correctos a seguir. Inculcando cuales son los valores por los cuales hay que luchar. Nos vemos en el lugar de Moshe predicando cómo vivir en una sociedad justa, ética y moral.

Moshé se despide y en su despedida repite las mitzvot, enfatizando cómo se desarrollaron los sucesos históricos, para que aprendamos de los errores y sigamos por el buen camino.

Moshé hoy está presente en cada uno de los padres, Moshé está presente en cada uno de los abuelos… Moshé está presente en cada educador judío. Moshé está presente en el texto de la Torá… a través de su palabra.

Cada uno sabe en su corazón y en su ser, cuánto dedica, cuánto se esfuerza… cuánto le cuesta. Pero sin querer que esto sea un “sufrimiento”… Cada uno sabe qué obstáculos personales, familiares y/o comunitarios le surgieron y le surgen. Pero todo es superado cuando hay voluntad y esfuerzo.

El pueblo de Israel, todo, lo pudo superar en aquella época. El pueblo de Israel debe comprometerse a seguir superándolo, a luchar contra la asimilación, a resaltar nuevamente los valores de la Torá, a educar dentro de un marco judío…Para que el día de mañana, sigamos teniendo un minián con el cual rezar.

Shabat Shalom
Lic. Rab. Sarina Vitas

Parasha Matot-Maase

Esta parasha nos habla de los cuarenta y dos viajes y campamentos de Israel a través del desierto, los cuales son listados, desde el Éxodo de Egipto hasta el establecimiento en las planicies de Moab, al otro lado del río, frente a la Tierra de Cnaan.

La Tora nos cuenta acerca de dos libros qué están caracterizados por viajes. Shemot y el libro qué estamos cerrando esta semana, Bamidbar.

Shemot trata sobre el viaje desde. Bamidbar es el viaje hacia. Shemot es la historia del escape de la esclavitud. Éxodo, el nombre en español para el libro, significa justamente eso: partida, retirada, destierro.

En contraste, en Bamidbar, la gente ya dejó Egipto detrás. La estadía en el desierto de Sinaí quedó atrás, recibieron la Torá y construyeron un Santuario. Ya están listos para seguir adelante. Esta vez miran hacia adelante, no hacia atrás.

No están pensando en el peligro de la huida, sino en los desafíos del nuevo destino al cual se dirigen.

Pero el libro Bamidbar es mucho más oscuro que el de Shemot. Las rebeliones son más serias. El liderazgo de Moshé es más complicado. Lo vemos ceder, a veces, al enojo y a la desesperación.

Por lo qué la Tora nos está diciendo algo importante; el viaje desde es siempre más fácil que el viaje hacia.

La vida es un viaje. De ahí la importancia de saber desde el principio a dónde viajamos y nunca olvidar, nunca rendirnos.

Partir es fácil, llegar es difícil.
Podamos esta semana animarnos a partir pero convencidos de a dónde queremos llegar, cuáles son los espacios qué queremos conquistar, las personas qué queremos atesorar en ese trayecto y por sobre todo aquellos valores y objetivos qué queremos cuidar.

Shabat Shalom
Sem Mati Bomse

Haftara Matot-Maase

La haftará de esta semana es la segunda de la serie de tres haftarot que se leen entre el 17 de Tamuz y el 9 de Av, todas las cuales describen la opresión y destrucción de Israel. Aunque no está conectada temáticamente con la parashá, la haftará evoca el sentido de luto que caracteriza este período en el calendario judío.

El profeta Jeremías reprende al pueblo por abandonar a D´s. Lamenta que el pueblo no haya recordado que D´s los sacó de la tierra de Egipto, los guio a través de los peligros del desierto y les dio una tierra llena de frutos abundantes. Señala que hay una responsabilidad general de la población, de los sacerdotes, los eruditos de la Tora, gobernantes y profetas… todos han errado.

Continuando con el tema del agua, Jeremías le dice al pueblo que la destrucción es inevitable, y que no deben molestarse en buscar ayuda en otra parte: “¿De qué sirve ir a Egipto a beber las aguas del Nilo? ¿Y de qué sirve ir a Asiria a beber las aguas del Éufrates? (2:18) Ninguna de estas naciones podrá ayudar a Israel porque están tan profundamente manchadas por el pecado.

El texto puede sonar duro y con un tono juzgador. El rol de los profetas, recordemos, era advertir para que algo pueda revertirse. De hecho, lo mejor que podría pasar es que una profecía no se cumpla y se evite a tiempo.

Ahora si volvemos al relato me parece que hay una idea que podemos rescatar: no busquemos por fuera lo que está adentro. El pueblo de Israel fallo y Jeremías les dice: “Ninguna de estas naciones podrá ayudar a Israel porque están tan profundamente manchadas por el pecado”. Yo pienso que el planteo que se intenta transmitir es: cuando tengas que resolver tus errores, empeza por vos. Comenza sanando lo de adentro, lo cercano, lo conocido. Tal vez no hace falta irse lejos para buscar soluciones de algo que siempre estuvo cerca.

Una vez leí que a veces la solución no es irse sino cambiar la forma de quedarse.

Shabat Shalom!
Wally Liebhaber

Haftara Pinjas

Jeremías 1:1-2:3

Como dijimos en otra oportunidad, recordemos que nuestro profeta nació en el 650 a.e.c.

Pertenecía a una familia de cohanim que fueron alejados del servicio sacerdotal durante el reinado de Shlomó. Vivió la caída de Nínive y la aniquilación del imperio asirio, y también la destrucción del primer templo a manos de Babilonia en el 586 a.e.c.

En general vemos que las haftarot acompañan en su temática a las parashiot, pero hay algunas veces, como ésta, en que tienen relación directa con nuestro luaj. Así, cuando Parashat Pinjás se lee después del 17 de Tamuz, leemos esta haftará, la primera de tres haftarot llamadas “tlat depuranutá”, las haftarot del infortunio, con dos profecías de Jeremías y una de Isaías. Estas haftarot no tienen analogías con las parashiot.

Las tres semanas que transcurren entre el 17 de Tamuz y el 9 de Av son históricamente días aciagos para el pueblo de Israel. Recuerdan la destrucción de los dos santuarios de Jerusalem, el primero en 586 a.e.c, y el segundo en el 70 de la e.c. Recordemos que el 17 de Tamuz es el momento en que las murallas de la sitiada Jerusalem ceden a los invasores y el 9 de Av es el día de la destrucción del beit hamikdash. A este tiempo lo conocemos como “ben hametsarim”, tiempo entre las angosturas. Luego de estas tres haftarot de infortunio vendrán siete de consuelo, por lo cual nuestros sabios nos recuerdan que la benevolencia de D’s es siempre mayor que Su ira.

Jeremías es enviado por D’s para desarraigar y arrancar, para destruir y derribar, y para construir y plantar. Cuatro verbos nos hablan de la destrucción y dos de la construcción. Nos hablan de que la destrucción será grande pero también, aunque en menor medida, dos verbos, nos traen un mensaje de esperanza y de bien.

Jeremías tiene una primera visión: ve una vara de almendro, cuya característica es que tarda veintiún días entre que florece y da frutos; nos habla de la calamidad que se avecina en ventiún días. A partir del 17 de Tamuz hasta el 9 de Av es lo que tardó en ser destruído el templo.

Una segunda visión le muestra una olla que hierve de cara al Norte, que es de donde vendrá el mal, la idolatría, el pueblo será castigado por estas transgresiones. Pero también nuestro profeta nos trae un llamado de consuelo: Israel continuará siendo Santo para D’s.

Ha pasado mucho tiempo. Han pasado muchas cosas, hechos históricos terribles y otros, esperanzadores. En muchos casos hemos podido mirar la historia desde distintos ángulos. Hoy, nos encontramos ante el milagro de una Israel pujante y viva, una Israel que le brinda al mundo descubrimientos científicos que nos ayudan a todos a vivir más y mejor. Una tierra de Israel que es admirada y por eso también tantas veces envidiada. Una tierra que nos hace pensar que más allá de los odios y las milenarias luchas, estamos de pie defendiendo lo nuestro y compartiéndolo con todos aquellos que deseen tomar de nuestra leche y miel.

Más allá del respeto y recuerdo por nuestra historia, y del dolor padecido, tenemos mucho que celebrar: la vida que estamos disfrutando a pesar de todas las angosturas sufridas.

¡Amijai!
¡Mi pueblo vive!

¡Shabat Shalom!
Norma Dembo

Parasha Pinjas

Salir de la sombra del miedo

Si bien el nombre de esta perasha nos lleva directamente a la historia de este personaje tan controversial y polémico, en esta oportunidad voy a introducirme en otro pasaje de esta porción de la Tora que como mujer me atraviesa y me alienta en muchos sentidos.

Me refiero al episodio que protagonizan las hijas de Tzlofjad.

En esta parasha se detalla cómo será repartida las tierras entre las tribus. Las más numerosas recibirán mas tierras que las otras: “a cada una según sus contados le será entregado su patrimonio”. (26:55). Sin duda esto refleja una conciencia social muy importante.

El problema surge cuando, siguiendo con la ley de la época que solo los hijos varones heredan a sus padres, estas cinco hermanas, las hijas de Tzlofjad, advirtieron que no recibirían tierras ya que su padre había muerto y no tenían hermanos varones que hereden por ellas.

Esta realidad las dejaba desprotegidas y en desigualdad de condiciones. Y aquí aparece la reacción que más me gusta. En vez de someterse a lo que para ellas era una injusticia, deciden las cinco presentarse ante Moshe con su reclamo, exponiendo su situación y exigiendo de él una respuesta que las contemple.

Moshe, desconcertado, decide consultarlo directamente con Hashem. La repuesta fue clara y contundente: “Correctamente hablan las hijas de Tzlofjad…. Cuando un varón muera, sin tener hijo varón, traspasaran su herencia a su hija” (27:7,8).

Esta es una gran lección de valentía, nos muestra que aún lo más sagrado y en apariencia inamovible como es la ley de la Tora que Moshe estaba imaprtiendo en ese mismo momento con el pueblo, puede ser cuestionada y revisada si alguno de sus miembros se siente excluido o no tenido en cuenta.

Un dato interesante, que aporta a la actitud de estas mujeres, es el nombre de su padre . Tzlofjad en hebreo significa Tzel- Pajad, la sombra del miedo. Sin su padre, sin la sombra del miedo, ellas pudieron enfrentar el poder dominante y hacer valer sus derechos.

“y se pararon delante de Moshe y de Eleazar a Kohen, asi como delante de todos los lideres y de toda la asamblea, a la entrada del Hoel Moed para decir…”.(27:2).

Tal vez a diferencia de Pinjas, que actuó por sus convicciones de una manera violenta y desenfrenada, estas mujeres nos muestran otra manera de ser fieles a lo que piensan, sienten y desean. Se pararon firmes, seguras, a decir su verdad.

Ambos casos, tienen la aprobación divina. Solo que uno nos deja un sabor amargo y nos cuestiona sobre los métodos y las formas. Y el otro nos inspira a enfrentarnos al miedo que paraliza, al que no se atreve y nos muestra que hay buenas maneras de alcanzar nuestros objetivos.

Que en este Shabat , salgamos de nuestros miedos paralizantes y encontremos esa voz que permita elevar nuestro mensaje de justicia y amor por nosotros mismos y por los demás.

¡Shabat shalom!
Grace cobe

Parasha Jukat Balak

Esta semana leemos y estudiamos las Parashot Jukat y Balak.

La parashá Jukat comienza con las leyes relacionadas con la “vaca roja”, un ritual especial para purificar a aquellos que en el desierto se habían “impurificado”. Aunque este mandamiento puede parecer extraño o difícil de comprender, nos habla de la importancia del sentirnos y estar “puros”, limpios, por fuera de cualquier mal.

Uno de los momentos más conocidos de la parashá Jukat es cuando Moshe, debido a su frustración con el pueblo, golpea la roca para hacer que fluya agua en lugar de hablarle, como Dios le había indicado. El pegar en lugar del hablar, la violencia en lugar de la palabra, es lo que tanto nos daña. Por que saben, el agua sale igual. El resultado esta, el problema es que quizas en el como, perdiste tu norte, tu eje, y a los tuyos.

La parashá Balak por otro lado, presenta un relato tambien muy conocido donde Balak, rey de Moab, teme la fuerza del pueblo judío que se venia hacia el y envía a Bilaam para maldecirlos. Contrario a la parashá anterior, la palabra se torna en lo esencial. En lo que puede contra todo. Sin embargo, en lugar de maldecir al pueblo, Bilaam es guiado por Dios para pronunciar bendiciones sobre ellos. Cuando usas la palabra, algo se transforma. Podemos ser mas creyentes, menos creyentes, mas practicantes o menos, pero miren: Una sola oración, puede construir y levantar a quien está caído. Puede transformar las peores de las maldiciones en las mejores de las bendiciones, pero tengamos cuidado, porque la palabra también, puede ser la espada mas filosa y poderosa, para destruir a quien estaba de pie.

Bilaam dice “Ma Tovu Ohaleja Iaakov, Mishkenoteja Israel”, la frase que usamos cada vez que pasamos o entramos a un Shill o una casa de estudios. La frase que estamos llamados a actuar. A pararnos frente a ese lugar, y poder decir “Qué buenas son tus tiendas, Oh Iaakov, tus moradas, Israel! Frenar para admirar, observar y entonces reconocer y agradecer los lugares que tenemos, y que nos hacen ser el pueblo que somos.

Deseo que esta semana, habiendo estudiado ambas porciones, podamos decidir usar la palabra, pero siempre, recordando su doble filo.

Construyamos juntos.
Usemos nuestras palabras para avanzar y llegar a un lugar mejor.

Shabat Shalom
Sem. Brian Bruh

Haftara Jukat Balak

HAFTARA JuKAt / BalAK – חוקת \ בלק
Mijá 5:7 – 6:8

Esta semana leemos dos PARASHiot JuKAt / BalAK – חוקת \ בלק sexta y séptima porción del libro BeMIDVAR.

Los temas desarrollados en estas dos Parashiot, entre otros, de JukAt podemos decir #VacaRoja, #MosheGolpeaPiedra, #MosheNoHablaPiedra, #MosheNoEntraaTierraPrometida, #MuerteAharon, #MuerteMiriam. #GuerraContraAradySijhonYOg. Y algunos temas de BalAK son #VictoriaHebreos #BalakReyMoab, #VioBalakVictoriaIsraelitas, #MoabSeUneMIdian #BalakSeUneABilamParaMAldecir aIsraelitas, #EpisodioBilamYBurro, #RespuestaDiosABilam, #TresBencionesEnLugarDe MaldicionesPorParteDeBilam, #RecursosSexualesComoEstrategiaDeMaldicion, #HerramientaMujeresMidianitas, #ExitoMidianitaBilam, #PinjasTomaLaEspada

Estos son a grandes rasgos los episodios sucedidos en ambas porciones, siempre teniendo en cuenta, muy en cuenta, que estos y todos los temas que se formulan en cada porción son en realidad “conceptos”.
Conceptos que Educan. Conceptos que ordenan. Conceptos que construyen .

En ambas Parashiot hay, un elemento, o mejor dicho una herramienta que es la que define el curso de la historia. Hay un protagonista sobre el cual se teje y se arma el relato. No es Moshé, no es Aharon, no es Bilham, ni siquiera Balak.

El personaje principal en ambas Parashiot es ElHabla. Es LaPalabra.
Es a partir de LaVoz y del uso o el no uso que le dan a la misma, que el desarrollo se inclina hacia un lado u otro.
En Parashah JUkat, Hashem le indica a Moshé que a partir de “la palabra” (le hable) a una roca a vista de todos y la piedra dará agua , pero Moshé golpea la piedra. No le habla. La golpea.
En Parashah Balak, Bilham (conocido como sofisticado hechicero) es convocado por el rey de Moab (Balak), para que, a partir de “la palabra” (maldiga) a Bnei Israel, y así vencer a “un pueblo” (como Balak le llama). El rey MOabita que tambien era un Gran Mago de la época, reconoce que para ejercer cierto tipo de influencia sobre un pueblo elevado, “la palabra” era la herramienta indicada. Y por eso manda a llamar a Bilham porque sabe el manejo de la palabra que poseía el mago. Sucede que Bilham a partir de “la palabra”, no logra maldecir al pueblo de Israel, sino que lo BENDICE. Ante esta situación que complica aún más las cosas, Balak redobla la apuesta enviando mujeres midianitas para seducir a los israelíes y terminar así de destruirlos. Y es en ese momento que aparece Pinjas con una espada para definir la situación.

Otra situación particular, muy particular, es que en esta porción aparece por segunda y ultima vez en LaTOrah, un animal que habla. La primera vez es la serpiente del Gan Eden. Y En este caso, la segunda vez, es un asno. El asno que transporta a Bilham LE HABLA, alertándole que hay un ángel enviado por Ds frente a el intentádole explicar que esto de maldecir no es una buena idea.

Para resumir, tenemos “laPalabra” en todas sus versiones.
Tenemos, digamos así, la herramienta, usada en varios escenarios posibles… usada para construir, usada para destruir. Usada en boca de seres humanos y usada en boca de animales. Conociendo siempre su poder por sobre otras herramientas, que es la capacidad de manifestación que tiene la palabra.

Por otro lado Tenemos a dos elevados Lideres, Poderosos y sofisticados, Moshé y BiLham, ambos (dicen nuestro sabios) con mismo nivel de profesia. Con ese nivel de poder uno de ellos confía y construye, el otro duda y destruye.
Y también tenemos a dos midianitas que se vinculan con Bnei Israel, Itroh y Balak. Itroh “escuchó“ los que sucedió con Bnei Israel y Balak “vio” lo que sucedió con Bnei Israel.
Itroh se acerca, aporta y se une.
Balak teme, se aleja y destruye.

En la Haftara al profeta Mijá se dirige al pueblo de Israel, insiste en las consecuencias que tendrás sus actos y sostiene que para encauzar sus acciones sólo lo podrán lograr modificando su accionar. Los sacrificios y la oración no son herramientas suficientes. La rectitud, la integridad traerán paz. En la hafatrah también nombra el episodio de BalaK.

Ahora volviendo a nuestra parasha, Por qué se presentan así las cosas? Por qué una herramientas y distintos usos de la misma? porque no existe nada en este mundo (no puede haber nada en este mundo dual) que no tenga su correspondencia. En esta dimensión, todas las cosas funcionan con una contraparte. Todas las cosas tienen formas y tienen contraforma.
Y así, tal cual, estan presentadas en estas parashiot.

Rab. Moshé Jaim Lusato “RAMJAL” (gran Kabalista siglo XVII en Italia) explica QUE ES esto que Bilham y Moisés tienen el mismo nivel de profecía?? explica … “en el camino que la persona quiera ir LA LUZ lo guiará”
Ni buen camino ni mal camino, te guiará igual. Porque no es en esta instancia donde se juzga la intención.

Cada uno de nosotros, tomará la linterna, y decidirá hacia donde quiere hacer foco, cada uno en función de su conciencia determinará donde proyectar LaLUZ .

Porque “LaLUZ”, no es la linterna.
“LaLUZ”, son la pilas de la linterna.

Hagamos foco, con intención, con precisión, con conciencia. y siempre tendremos pilas.

Shabat Shalom Umeboraj
Silvia Dvoskin

Haftara Koraj

Shemuel I (I Samuel) 11:14 – 12:22

Para la lectura de la haftará de esta semana ha sido escogido un pasaje de la primera parte del libro del profeta Shemuel (s. IX a.e.c.): “Le dijo Shemuel al pueblo: Vayamos a Guilgal, y renovemos allí el reinado” (11:14).

En los acontecimientos que precedieron a este relato vimos que cuando envejeció el profeta Shemuel, los hijos de Israel le pidieron que designe un rey para que los juzgue a ellos, como normalmente sucede con cualquier pueblo – que cada uno tiene su rey. Shemuel invistió a Shaul como rey sobre Israel, pero hubieron quienes lo despreciaron ya que no pensaron que él podría hacer mucho como rey, puesto que provenía de la tribu de Biniamín ; una de las más pequeñas tribus del pueblo de Israel.

Más tarde hubo guerra contra el pueblo llamado Amón, y Shaul ganó la batalla, provocándoles una gran caída. Cuando el pueblo vió que D’os estaba con Shaul y la salvación Divina vino a través de él, todos lo aceptaron como rey y es por eso que aquí, al comenzar nuestra haftará, Shemuel convocó al pueblo a renovar de alguna manera el reinado de Shaul.

Pero el profeta Shemuel les advierte a los hijos de Israel que sigan por el camino de D’os, ya que en caso contrario, el castigo recaerá sobre ellos, y también los reprende porque desearon tener un rey sobre ellos, al igual que los otros pueblos: “Incluso ahora, párense y vean esta gran cosa que D’os hace ante su2s ojos. ¿Acaso no es ahora el tiempo de la cosecha del trigo? Yo llamaré a D’os y Él enviará truenos y lluvias, y sabréis y veréis que es grande el mal que habéis hecho ante los ojos de D’os, al pedir para ustedes un rey» (12:16-17).

Basado en los comentaristas clásicos, Rabí Shemuel Ierushalmi en el Ialkut Meam Loez nos explica la intención del profeta Shemuel en estas palabras al pueblo de Israel:
En la tierra de Israel, el trigo es cosechado alrededor del mes de Junio. Aproximadamente desde Mayo hasta Septiembre tiene lugar la estación seca, en la cual las lluvias son infrecuentes. De hecho, en el caso extraordinario de que las lluvias caigan durante este período, este hecho es considerado como una maldición puesto que los cultivos se verán damnificados.

Al pedir lluvias durante el tiempo de la cosecha del trigo y habiendo D’os respondido a su rezo, Shemuel demostró a la nación cuán innecesario era el requerimiento de un rey. Mientras que D’os respondía inmediatamente a los rezos de Shemuel – sin importar cuán inusuales éstos podían ser – ellos no tenían la necesidad de que un rey los rescate y los proteja de cualquier supuesta amenaza, y si ellos hubieran pedido a Shemuel que rece para salvar al pueblo de Israel de sus enemigos, D’os hubiese escuchado sus rezos.

Es interesante notar que el Profeta Shemuel decidió pedirle a D’os una señal que representaba una maldición, y no una salvación. Pero lo que Shemuel deseaba, era mostrarle al pueblo que D’os siempre ayuda al hombre a seguir el camino que él mismo haya decidido seguir, ya sea un camino bueno, es decir acorde con la voluntad Divina para el hombre, o malo, al elegir el camino de los pecados y las transgresiones.

Él le quiso mostrar al pueblo que el hecho de que D’os haya decidido escuchar su pedido al concederle a ellos un rey, no significaba que D’os estaba demostrando su aprobación al requerimiento de ellos. Él les mostró que al responder a su demanda, D’os sólo les estaba facilitando el viaje por el camino que ellos mismos escogieron transitar, pues así como D’os aceptó la plegaria de Shemuel de enviar lluvias fuera de la estación, Él también aceptó el pedido del pueblo de nombrar un rey, aún si ésta no era Su voluntad.

Pero no debemos equivocarnos, no sólo respecto de cosas que son siempre negativas esta enseñanza es correcta. El pedido del Profeta Shemuel de que llueva fuera del tiempo de las lluvias, también debe ser entendido como una alusión al hecho de que hay veces que es el momento inapropiado para hacer algo, a pesar de que otras veces es correcto hacerlo. Mientras que en el momento oportuno, es una mitzvá nombrar a un rey, el pueblo debía entender que se equivocó al pedir un rey en el momento inapropiado.