Parashat Emor

Quienes conocemos poco o mucho sobre el texto de la Torá, recordamos que las festividades del luaj están mencionadas tres veces a lo largo de los cinco libros. La primera vez que aparecen es en esta Parashat y posteriormente en Pinjas y Ree.

El texto nos dice: “Ele moadei Adonai, Mikraei Kodesh, Asher Tikreu Otam BeMoadam” – “Estas son las festividades del Eterno, las santas convocaciones que proclamarán en sus tiempos”. Algunas de las interpretaciones que encontramos en el Talmud, nos invita a leerlo de otra manera. En lugar de leer “Asher Tikreu OTaM” – que proclamarán a las festividades – sabiendo que la Torá no tiene vocales, intercambia las mismas y en lugar de leer OTaM, nos hace leer ATeM (ustedes). Con lo cual la traducción nos queda: “Estas son las festividades del Eterno, las santas convocaciones que ustedes, proclamarán en sus tiempos”. Interesante mirada, no depende sólo del tiempo y las fechas asignadas, sino de aquello que decidimos hacer con en el tiempo.

Sería lógico preguntarse: ¿Acaso podemos celebrar los jaguim en la fecha que nos plazca? y obviamente la respuesta es No. Pero también es lógico preguntarnos si somos capaces de valorar, apreciar y agradecer esos tiempos consagrados. Muchas veces las fechas están “resaltadas” en rojo en los calendarios y pasan inadvertidas; mientras otras tantas, hay fechas que están “resaltadas” en nuestras almas para darle sentido al tiempo en nuestras vidas.  

Nos encontramos en el proceso de la cuenta del Omer, contamos cada día, nos permitimos evolucionar. Quiera Dios darnos la sabiduría para que los tiempos sagrados no se conviertan sólo en una proclamación del calendario sino en un aprendizaje de vida; sabernos en el tiempo y consagrarlo todos los días.

Shabat Shalom Umeboraj
Rab. Sarina Vitas

Haftarat Emor

En la Haftará de Parashat Emor, el profeta Ezequiel enseña sobre las reglas para los Cohanim (sacerdotes) que servirán en el Tercer Templo, que se construirá en una fecha futura (no especificada). Es muy detallado todo lo que los Cohanim deben hacer y usar, por ejemplo, prendas específicas, mantener el cabello bien cortado, no pueden beber vino mientras realizan sus deberes sacerdotales, no pueden entrar en contacto con un difunto (a menos que sea familia directa) y tienen prohibido algunos tipos de vínculos maritales prohibidos.

Los Cohanim debían de compartir su saber con el pueblo, explicando y enseñando que es sagrado y que es profano, que es puro y que es impuro. Eran como jueces dentro del pueblo, dictaminando según la Torá.  Y por último no se les debe dar una porción de la tierra en Israel. Dado que lo divino es su porción, y participan de los Korbanot (sacrificios) y ganaban de algunos de los diezmos.

Los Cohanim, para aquellos días tenían un rol fundamental de divulgadores. Las personas que viven de enseñar deber de estar constantemente abierta a todos los conocimientos, las enseñanzas y lo que pueda mejorarlo como educador. Hoy les propongo que nos imaginemos y pensemos socialmente, todos juntos, como pueblo e individuos con un compromiso con el saber y el compartir para que cada día podamos continuar construyendo un judaísmo, una cultura y una sociedad que soñamos. Cuanto más descubramos el valor de enseñar, más nos vamos convencer de todo aquello que nos falta por aprender.

¡Shabat Shalom!
Wally Liebhaber

Haftarat Kedoshim

Amos, el profeta que toma liderazgo en la haftará de esta semana a través del mensaje de Dios, le pide al pueblo de Israel que se aleje de los pecados, les exige que terminen definitivamente con la opresión de los líderes hacia el pueblo mismo. Critica la dura manera en la que los ricos imponían su ventaja sobre los más humildes.

Este discurso está diseñado para recordarle al pueblo de Israel que el mero hecho de ser miembro del “Pueblo Elegido” no garantiza nada; sino todo lo contrario, requiere todavía más responsabilidad en nosotros de llevar una vida de buenas acciones.

La parasha nos muestra a Moshe en la Torá transmitiendo a todo el pueblo los mandamientos más importantes una vez más, esta vez con sus propias palabras:

“Ama a tu prójimo como a ti mismo” (Vaikrá 19:18). Rabí Akiva llamó a esto “el gran principio de la Torá”.

“Los extranjeros que viven entre ustedes deben ser tratados como nativos. Ámalos como a ti mismo, porque extranjero fuiste en Egipto. Yo soy el Señor tu Dios” (19:34).

Nuestra tradición a lo largo de la historia nos regala valores fundamentales para la vida, un sistema legal, Shabat, valores morales necesarios para construir sociedades éticas.

Cuando olvidamos todo esto, nos exiliamos de este mundo, dejamos de ser parte de la misión que Dios pensó para nosotros, es por eso que no podemos darnos libertades a la hora de hablar de ética y moral.

Dios no nos pide que no erremos, por que hacerlo es humano, pero sí nos exige caminar cada dia sobre caminos sagrados, transformar nuestros tiempos en sagrados, así como también a las personas que nos rodean.

Shabat Shalom
Sem. Mati Bomse

Parashat Kedoshim

Vaykra 19:1-20:27

Nuestra Parasha comienza:”Y habló D´s a Moshe diciendo: Habla a toda la congragación de los hijos de Israel y les dirás: Santos seréis porque Santo soy Yo, El Eterno vuestro D´s” (Vaykra 19:1).

La primera pregunta que surge de la lectura de este versículo es, ¿Qué es esto de ser Santos?

Kedoshim normalmente se traduce como Santo, pero también podríamos entenderlo como separado para el bien. D´s nos distinguió de los demás pueblos, con la posibilidad de cumplir sus Mitzvot (preceptos).

Esto es lo que nos hace distintos del resto.

Desde la concepción de la naturaleza del ser humano no existe ninguna diferencia entre un judío y otro.

Un judío no es más inteligente, no es más rico, ni es más lindo. Somos TODOS EXACTAMENTE IGUALES. Solo que los judíos tenemos el compromiso de cumplir con las Mitzvot y es lo que nos hace DISTINTOS, NO MEJORES.

Es muy interesantes que hay muchas Mitzvot que hacemos que van acompañadas de una Braja (bendición)

Y decimos “asher kidishanu vemitzvotav”(que nos santificó con sus preceptos). Damos las gracias por poder convertir un acto natural para toda la humanidad, en uno Santo. El caso más común es el de la comida. Todos comemos, por qué lo necesitamos, pero además de eso los judíos convertimos al acto de comer en un momento Santo.

La Torah, nos señala una manera de actuar, nos aclara nuestros deberes y nos prescribe una manera correcta de pensar, todo esto es necesariamente una diferenciación de los demás pueblos, nos separa para el bien.

Esta separación para el bien debe llevarse a cabo en nuestras cualidades, en nuestros pensamientos y obviamente en nuestras acciónes.

Muy bien, pero todavía nos está faltando un detalle muy importante para poder llevar todo esto a cabo.

Y hay en el Talmud una historia que nos va a ayudar a comprender la manera.

Varios sabios proponen, su idea de klalgadolba-Toráh, (elgran principio de la Toráh).

Ben Azai dice que es este versículo “Este es el libro de las crónicasdel hombre: en un día Dios creó al hombre, lo hizo a la imagen de Dios” (Génesis 5:1). Ben Zoma dice que hay un principio más abarcador: “Oye, Israel, el Señor es nuestro Dios, el Señores uno.”

Ben Nanas dice que hay un principio aún más amplio: “Ama a tú prójimo como a timismo.”

Ben Pazi dice que hay uno aún más superador: “La primera oveja será ofrecida a lamañana y

la segunda a la tarde.” (Éxodo 29:39) – o, como diríamos hoy en día, Shajarit, Minjá y

Maariv. En una palabra: “rutina”. El pasaje concluye: La ley sigue a Ben Pazi.

Aquí está la fórmula que nos acerca a esaKedusha que nos pide el pasuk, debemos hacer del cumplimiento de lasmitzvot una rutina diaria.

Estamos en una era de globalización y de integración constante, pero también necesitamos mantener nuestra identidad y más allá de las igualdades, los yehudim somos diferentes y no está mal, ser diferentes, “No soy mejor y tampoco peor que nadie, simplemente judío” como dice la canción de Fishi Hagadol, Koby Oz y compañía. (Ani Yehudi).

Es por eso mis queridos amigo está Parasha de Kedoshim nos está invitando no solo a cumplir cada vez más Mitzvotsino que también, a hacer de ellas un hábito. No tengamos miedo de ser distintos, no tengamos miedo de ser Yehudim. “Kedoshimtihu” Santos sereis.

Shabat shalom humeboraj.
Ari A. Alster

Haftarat Ajarei Mot

Ezequiel (Profetas) 22: 1-19

Esta semana leemos la Parashat Ajarei Mot, la sexta del libro Vaikrá.

Algunos de los temas desarrollados son: la advertencia a los Kohanim de no entrar al lugar mas sagrado “KÓDESH HAKODASHÍM” sino en el momento adecuado y con la preparación indicada. Habla de lo servicios magistrales que debía llevar a cabo el Kohen Gadol (sumo sacerdote ) en Iom Kipur. Describe las leyes del ayuno de Kipur y la filosofía de este Gran Día. Detalla la prohibición de degollar u ofrecer sacrificios fuera del santuario. La prohibición de ingerir sangre animal y la razón de ello. Aclara la prohibición de pretender asemejarse a las costumbres de los demás pueblos, y suma la prohibición de ciertas relacione íntimas.

En esta oportunidad la Haftará de Ajarei Mot, es una profecía de Ezequiel, en la que relata el derramamiento de sangre por parte de Israel a causa de sus transgresiones (construcción de ídolos, entre otras cosas).

EN esta Haftará el refuerzo del mensaje de la parashá en la Hartará, esta de alguna manera en acentuar el desconocimiento de las leyes planteadas en la parashá.

La parashá nos esta hablando de lo que hay que hacer pero que sucede “ AJAREI”(después)… si tales leyes no se respetan.

La Haftará relata episodios donde se han roto las reglas pactadas, pero tanto en la Parashá como en la Haftará, hay una oportunidad. La parashá habla de YOM KIPUR como el momento de “reparar” y en la Haftará habla de la Gueula, que también llegara cuando AM ISRAEL transite cada YOM KIPUR. La Hartará nos encuentra esparcidos por todo el mundo y degradados. Pero en medio de todo hay una gran esperanza, esa que tendremos que conquistar.

Si en la Parashá nos son dadas mitzvot (leyes) particulares, en la Hartará se nos muestra la condición a la que NO deberíamos haber llegado precisamente por haberlas violado.

La Parashá presenta muchas prohibiciones… y a la vez nos define que siendo

conscientes de nuestra condición, podemos rectificar lo que hemos destruido, y asumir definitivamente la conexión inquebrantable que tenemos con la Luz del Creador.

En esta semana, la PARASHA y la HAFTARA están ESPEJADAS.

La PARASHA y la HAFTARA se completan y se explican la una a la otra.

Al principio de la Parashat AJAREI MOT se recuerda la muerte de los dos hijos de Aarón, por llevar ante HAshem un fuego extraño. Aquella ofrenda no pedida por Hashem les consumió.

Moisés en ese momento, justo después del incidente, habló con su hermano Aarón pero no le dio ninguna de las instrucciones con las que nos encontramos esta semana. ¿Por qué aquel fuego mató a Nadab y Abihú? ¿Por qué Moshé no

advirtió en aquel instante a Aarón sobre el peligro de acercarse a la parte más sagrada de la tienda?

Moshé esperó.

Porque Hashem le habló a Moshé en AJAREI MOT.

Esperó. Esperó. hasta que un día, al final, explicó a Aarón que NO debía atravesar la cortina en cualquier momento: únicamente el día de Yom Kipur, de determinada manera y con vestimentas específicas ( para expiar por los pecados de Israel).

(el versículo advierte “no es posible entrar -be’jol et – ”en cualquier momento”)

Por qué?

Porque existe “el instante propicio”.

Moisés omite hablar con Aaron en ese momento. Prefiere esperar para dar a conocer la información, porque existe “el instante propicio”. Porque espera a que sea un tiempo adecuado y preciso para su hermano.

Si conocemos las reglas, sabremos exactamente cual es el momento adecuado.

Las reglas están disponibles, no esperemos un “DESPUES”/AJAREI… MOT.

SHABAT SHALOM UMEBORAJ.
Silvia Dvoskin

Parashat Ajarei Mot

Esta semana leemos la Parashá Ajarei Mot, donde Di-s le da las indicaciones a Aaron de lo que tiene que hacer en el día de Kipur. Apenas iniciamos el camino, vamos por la segunda de las siete semanas que nos conducen hasta el monte Sinai, y nuestros sabios nos hacen leer lo mismo que vamos a leer en Kipur para pedir perdón.

Nos están diciendo que seguramente nos vamos a equivocar, y nos vamos a desviar de nuestro camino. Pero no tenemos que esperar 6 meses para hacer Teshuva.  El mensaje del Profeta Ezequiel, que leemos en la Haftara de esta semana, es que hagamos Teshuva, que volvamos a NUESTRO camino, siempre tenemos la oportunidad de apretar el botón del GPS para recalcular la ruta, revisar si estamos siguiendo el camino que realmente queremos seguir y trabajar por nuestros sueños y hacer realidad nuestros proyectos.

Esta semana conmemoramos Iom Ha Shoa, recordando la fecha del levantamiento del Gueto de Varsovia. Fueron momentos muy duros para los judíos. En los guetos y en los campos de exterminio no estaba el Profeta Ezequiel, pero había muchos judíos que, no solo tenían la esperanza de que llegaría un mundo mejor, sino que, igual que Ezequiel, la compartían con sus compañeros. El levantamiento del gueto fue la manera de gritar: “Estamos acá!!” El objetivo de ese grupo de valientes fue decir “Nos esta pasando algo terrible, pero vamos a seguir luchando por lo que queremos y vamos a poder trascender”.

Dice el himno de los partisanos:

“Nunca digas que esta senda es la final, Acero y plomo cubre un cielo celestial.

Nuestra hora tan ansiada llegará. Resonara en nuestro andar: ¡henos acá!” (Mir Zainen Do!)

Viktor Frankl en su libro nos cuenta que podía reconocer a los hombres que perdían la esperanza y se quedaban sin proyectos, y sabía que en poco tiempo los levarían a las cámaras de gas. No podemos definir todo lo que nos pasa, pero somos libres de decidir con que actitud lo vamos a afrontar.

Años después de la profecía de Ezequiel el templo de Jerusalem se volvió a construir. Unos años después del levantamiento del Gueto de Varsovia, se declaró la independencia del Estado de Israel y los Judíosvolvimos a tener un Estado propio y un Ejército que lo defienda.

Hoy el milagro de Israel se ve en todos lados; En la independencia después de 2000 años, que festejaremos la semana que viene y en las guerras de supervivencia, en volver a la vida una lengua muerta, en forestar el desierto y en desalinizar el agua de mar para volverla potable, En fundar Kibutzim para poblar la tierra y transformarlos en unicornios multinacionales

En Israel siempre ocurrieron milagros, pero tuvimos y tenemos que trabajar mucho nosotros para que se hagan realidad.

Lo mismo pasa en nuestra vida personal, tenemos que confiar en que Di-s nos va a ayudar, pero nosotros tenemos que ayudarlo a que nos ayude.

Shabat Shalom
Fabian David Holcman

Parashat 8vo Día de Pesaj

Durante Pesaj leemos la porción de la Torá que corresponde a Parashat “Ree”. El texto nos comparte una línea muy interesante: …”Si hubiere entre tí mendigo…abrir, abrirás tu mano a él”… (Devarim 15:7-8)

El Talmud nos comparte una bella historia (Baba Batra 10a): Rav Papa, unos de los más reconocidos sabios de Babilonia, estaba subiendo la escalera y –de golpe – ésta se rompió poniendo en peligro su vida. Le dijo Jía bar Rav Mi-Difti: “¿Acaso vino un pobre a tí, y no le diste sustento?”. La conclusión de Jía bar Rav Mi-Difti resulta sorprendente: ¿Qué relación hay entre una escalera rota y la miztvá de Tzedaká? Muchos siglos después de aquel hecho, Rabí Eliahu, el Gaón de Vilna respondió a este interrogante: Los signos de cantilación (cómo se entona) de las palabras “abrir, abrirás” son “Dargá-Tevir” que significan “escalera rota”.

Nuestros textos nos han compartido en varias oportunidades que la Tzedaká prolonga los días de las personas en este mundo. En Mishlei (proverbios), por ejemplo, nos enseñan que “la Tzedaká salva de la muerte” (Mishlei 10:2).

Me gusta pensar este texto como una hermosa oportunidad e idea cercana al espíritu de Pesaj: la responsabilidad social y humana alarga la vida. El compromiso con otro, nos salva de la muerte, no solo de una muerte física, sino también de una muerte empática, donde no viva una capacidad de afinidad con aquel que esté atravesando un momento difícil o distinto al mío. Creo que si queremos pensar a futuro no podemos pensarnos sin un otro. Mi deseo es que estos días sean una inspiración eterna para que todos podamos abrir nuestras manos a todas aquellas personas que necesiten salir de las diversas esclavitudes que no permiten una vida plena (como en este caso la pobreza) y así todos juntos/as caminar la libertad.

¡Shabat Shalom!
Wally Liebhaber

Haftarat 8vo Día de Pesaj

Yshaiahu 10:32-12:6

La Haftará del octavo día de Pesaj, tiene un mensaje valioso que nos permite abrazar la celebración en su totalidad. El Talmud (Meguila 31a) establece el texto de Yshaiahu (10:32-12:6), que comienza con la profecía que anuncia el sitio de Jerusalén a través del rey asirio Senaquerib (704-681 a. C.) y su posterior fracaso debido a la intervención divina, como se dice en Reyes II Capítulo 19.

Rashi explica el motivo de la selección de este pasaje en particular: la caída de Senaquerib ocurrió durante Pesaj. Esta afirmación, apoyada únicamente por el midrash, parece formar parte de una tradición que asocia las grandes salvaciones del pueblo judío con la festividad de Pesaj, siendo la liberación de Egipto la más notoria.

Podemos profundizar más en esta misma línea. En el corazón de la Haftará en el Capítulo 11 de Isaías habla del Mesías y los cambios que ocurrirían después de su venida. De esta manera, podríamos decir que Pesaj no es solo la fiesta de la redención pasada (o redenciones pasadas), sino también la celebración de la esperanza en la redención futura. De hecho, hay varias comunidades que acostumbran, en la última tarde festiva a realizar una comida adicional que llaman “Seudat Hamashiaj” (la comida del mesías) estimulando su pronta llegada.

Hay una conexión adicional entre Pesaj y la Redención: mientras que en el primero, Dios libera a su pueblo al enviar a Moisés, en Redención, el personaje principal en el relato del Éxodo es Moisés (aunque no en la Hagadá) es el, el enviado divino, que ocupa el lugar distinguido en la narración. Que podría haberse convertido en el mesías que no fue.

Esta conexión de Moisés con el Mesías debería llevarnos a reconsiderar la explicación del nombre de Moisés. Como bien señaló Ovadia Sforno (Italia, siglo XVI), el nombre refleja un verbo activo y no pasivo, es decir, no es “el salvado de las aguas” como dice la Torá (Ex. 2:10), sino “el salvador” como la profecía que los sabios del Talmud (Sota 13a) pusieron en labios de Miriam: “En el futuro mi madre dará a luz a un niño que salvará a Israel”.

Sin embargo, esta idea mesiánica que florece al final de Pesaj, está ahí desde antes de que comenzara. En el Shabat Hagadol que precede a la festividad, leemos en la Haftará (Malaquías 3:4-24) el anuncio de la venida del profeta Eliahu para proclamar la llegada del “día del grande y temible Adonai”.

Durante el Seder, la destacada presencia de Eliahu alrededor de nuestras mesas y la frase de cierre que resume la esperanza redentora “el próximo año en Yerushalaim” dan testimonio del lazo profundo que une el pasado –la liberación de la esclavitud egipcia- con el futuro – la era mesiánica. 

En algún comentario anterior ya compartí mi visión personal sobre la llegada del Mashiaj. No se trata de esperar un gran salvador que llegará en una gran carroza, donde todos salimos a alentarlo con alegría.

Al Mashiaj no se lo espera, se lo busca. Esta en cada uno y uno de nosotros que hagamos posible su llegada, intentando que este mundo se convierta en una morada para D´os. Esto no es una tarea menor, esto es un ejercicio que debemos practicarlo, cada uno de los días, de nuestras vidas. Para eso no debemos olvidarnos del manual, que nos guía, para saber cómo debemos colocar cada uno de los ladrillos, en esta construcción; “La Torá”, que para esto nos fue revelada en el Sinaí.

Es por eso mis queridos amigos, que la Haftará de esta semana, nos invita a ir en busca de esa redención futura. La libertad es muy linda, pero para lograr esta “Era” donde la revelación se haga palpable, debemos trabajar con responsabilidad de manera individual y de manera colectiva también. Es una tarea de cada uno y de todos en comunidad y solo así, podremos proclamar al unísono el famoso “We want Mashiaj now”.

Shabat shalom y Jag Sameaj.
Ari A. Alster

Haftarat Pesaj 1

Haftará Pesaj – Yoshua

Esta Semana en la Haftará leemos cuando Yoshua se hace cargo de dirigir al pueblo y entran a la tierra de Israel.Generalmente la lectura de la Haftará está relacionada de alguna manera con la lectura que nos toca de la Parashá. Pero hay algunos Shabat que leemos textos especiales. En el caso de esta semana leemos sobre la entrada a la tierra de Israel y el inicio del proyecto de conquistar la tierra y leemos este texto por la festividad de Pesaj.

Pesaj es LA fiesta del pueblo judío, hasta los judíos mas asimilados tienen algún recuerdo de Pesaj. Además, Pesaj es la primera fiesta que menciona la Tora, y es la primer Mitzva que Di-s nos da al pueblo de Israel. El primero de Nissan Di-s le dice a Moshe que a partir de ese momento el mes de Nisan será el primer mes del año, el día 10 cada familia deberá tomar un cordero, lo guardará hasta el día 14 cuando lo sacrificarán y así saldrán de la esclavitud de Egipto.

Lo interesante es que si nos dice que a partir de ahora el año empieza en Nisan, significa que el año empezaba en otro mes, y todos sabemos que el año judío empieza en Tishrei, exactamente en la otra punta del calendario.

En Tishrei celebramos la creación del mundo y en Pesaj festejamos el milagro de la libertad.

Tenemos el Shabat, porque Di-s creo el mundo en seis dias y en el séptimo descanso. Durante un día a la semana paramos, dejamos de hacer nuestras tareas cotidianas y descansamos. Desde que se creo el mundo tenemos un ciclo semanal que se completa con el shabat. Por eso decimos Shabat Shalom. Nos deseamos un Shabat completo y en paz para cerrar un ciclo que se vuelve a abrir al día siguiente.

Pero un día salimos de la esclavitud y nos dieron las Fiestas. En todas las fiestas festejamos el cambio, festejamos la libertad, festejamos la entrega de la torá, festejamos que empezamos otra vez a leerla, festejamos que nos salvamos en Purim, hasta festejamos que empezamos un nuevo año y nos inscriben en el libro de la vida. Pero en Pesaj festejamos que empezamos a festejar.

Estamos atados a los ciclos naturales y eso nos da paz. Por eso nos deseamos Shabat Shalom.

Pero las fiestas nos piden que creamos en los milagros, y eso nos da libertad. Libertad de saber que podemos cambiar. Los milagros de las fiestas nos incitan a que nos animemos a cambiar. Espor eso que en las fiestas no nos saludamos con un “Jag Shalom” (como en Shabat), nos saludamos con un JagSameaj para que ese cambio nos traiga alegría y felicidad.

En estos días estoy recorriendo nuestra hermosa tierra de Israel, tierra de milagros desde siempre. En la actualidad se siguen viendo milagros por todos lados, desde el milagro de la independencia y los triunfos militares, el milagro de hacer renacer el hebreo, el milagro económico y sus Startup, el milagro de haber aterrizado (aunque un poco fuerte)con una sonda israelí en la luna, el milagro de los kibutzim que se transformaron en multinacionales de billones de dólares, el milagro de los millones de Olim que llegaron y se adaptaron a esta tierra.

En el Instituto Weitzman escuchéesta frase: “En Israel los milagros existen, pero tenemos que trabajar mucho para que se hagan realidad”.

Trabajemos por una vida llena de milagros que podamos festejar.

Shabat Shalom y JagSameaj
Fabian David Holcman