En una hermosa Tarde, la escritora Silvia Plager, presentó su libro “Simale cumple 70, nunca es tarde para saber”.
Continue readingCierre del ciclo de formación de Contá Conmigo 2024
El pasado viernes culminamos el ciclo de formación del Programa Contá Conmigo 2024 luego de cuatro meses de aprendizaje. Los egresados presentaron sus trabajos finales con propuestas inspiradoras para abordar la soledad no deseada en personas mayores.
Continue readingGran conversación con la Dra. Diana Sperling
El martes 25 de junio compartimos una charla con la Dra. Diana Sperling acerca de aquellos elementos y características que identifican a los filósofos en un pensamiento judío. Fue un encuentro muy interesante a sala llena, ¡ya estamos planificando el próximo!
Continue readingHaftara Shlaj Leja

Una breve semblanza de Rajab, la mujer que se reconstruyó a sí misma.
HAFTARÁ SHLAJ LEJÁ – Comentario a Iehoshua 2:1–24
Y envió Iehoshua hijo de Nun desde Shitín, dos espías secretamente diciendo: “Vayan y vean la tierra y Jericó”. Y fueron y llegaron a la casa de una mujer “zoná” (prostituta) que se llamaba Rajab y pernoctaron allí." (Iehoshua 2:1)
En este primer versículo de una haftará que traza puentes y paralelismo con la parasha que estudiamos esta semana, voy a ser dramáticamente repetitivo, releyendo el versículo, enfocandome en la orden precisa: “Vean la tierra, y (específicamente) Jericó”. Vean la tierra.
Vean Jericó. “Y fueron y llegaron a la casa de una zoná…” Dice “Vayan y vean”. Busquen la perla, miren con otros ojos, observen más allá de lo superficial… ¿Qué es lo que está frente a mis ojos y no estoy captando?
La pregunta retórica nos invita a profundizar en las fuentes. En primer lugar, los comentaristas no están de acuerdo acerca de la naturaleza de la palabra hebrea “Zoná” aquí utilizada. Hay quienes dicen que se refiere literalmente a una mujer que ejerce “el oficio más antiguo del mundo”, y otros dicen que es un eufemismo para decir sencillamente que atendía una posada o un hospedaje.
Abarbanel, el gran exegeta sefaradi del siglo XV, sostiene que en realidad estas dos opiniones no son excluyentes una de otra, pues en la antigüedad había mujeres solas que trabajaban como posaderas hospedando viajeros en sus casas, y no era extraño que estos intentaran seducirlas a cambio de una paga, regalos y otros privilegios.
Abarbanel, también opina que los espías de nuestro versículo no actuaron correctamente al ir a hospedarse a la casa de una “zoná”, dejando entrever el entramado que desnudaba un mundo de explotación y marginalidad.
Rajab reside en “una casa lindante con la muralla”. Vive en los márgenes, la corrieron a los límites, donde viven los estratos más pobres y carenciados de la sociedad. A partir de esta hipótesis, seria posible suponer que Rajab no se dedicó a la prostitución por libertinaje o inmoralidad, sino por miseria.
El Talmud esboza su historia con una crudeza explicita: “No tienes ningún príncipe o gobernante en ese momento que no haya tenido relaciones sexuales con Rajab la prostituta.
(…) Ella tenía diez años cuando el pueblo judío salió de Egipto, y se dedicó a la prostitución durante los cuarenta años que el pueblo judío estuvo en el desierto. Cuando tenía cincuenta años, se convirtió…” (Zevajim 116b:1-2)
Ahora se entiende por qué cuando el rey descubre que los espías de Iehoshua se hallan en casa de Rajab, ella íntimamente está revelándose a toda una vida de explotación que puso un precio a su dignidad. Los guardias quizás esperaban que ella traicione a sus huéspedes y los entregue a cambio de una paga. Podía seguir comportándose como una prostituta, recibir una recompensa más que adecuada del rey, y lograr salir de la situación apremiante en la que vivió toda su vida, pero eligió dar su vida por los espías, y comportarse con ellos con lealtad.
Rajab no duda: opta por la honradez humana, aun a costa de poner en riesgo su propia vida. Escondió a ambos espías. Los hizo descender por la ventana con ayuda de un cordón rojo, que a la vez serviría de señal para que ella y sus familiares se salvaran en medio de la destrucción.
¿Vos te habrías arriesgado? ¿Habrías podido salir de tu zona de confort, dejando de lado el egoísmo de creer que “ya soy así, es lo que siempre fui y no voy a cambiar”? ¿Acaso habrías elegido la primera opción, la de entregar a tu prójimo, escudándote en que todas las circunstancias estaban fuera de tu control?
El punto de quiebre es cuando te das cuenta que tu pasado no te condiciona, y que aunque pierdas todo (jas veShalom!), aún puedes elegir como reaccionar, como reconstruirte. Que tal vez todo confluye para llevarte a ese momento único, para que puedas tomar una decisión que cambie tu vida y la de tu familia para siempre.
Siguiendo el relato bíblico, la historia concluye que la acción de Rajab de esconder a los espías hebreos la libró de la muerte a ella y a su familia, y la encumbró como uno de los personajes más inspiradores del Tanaj.
“Ella dijo: Que todos mis pecados de prostitución me sean perdonados como recompensa por haberme puesto en peligro con la cuerda, la ventana y el lino” (Zevajim 116b). Dicen los Sabios que fue enormemente recompensada: “ocho profetas, que también eran sacerdotes, descendieron de Rajab la prostituta…” (Meguilá 14b).
El mérito supremo de Rajab fue el realizar una buena acción, que es la fuerza más poderosa que existe: “(…) El cuerpo humano es fuerte, pero el miedo lo quebranta. El miedo es fuerte, pero el vino lo disipa. El vino es fuerte, pero el sueño lo ahuyenta. Y la muerte es más fuerte que todas ellas, pero la tzedaká salva a una persona de la muerte…”. (Bava Batra 10a).
Tzedaká es obrar con Justicia, es Solidaridad, es la restitución del derecho de un semejante a vivir con dignidad. Es liberar al que no puede librarse del yugo de una realidad apremiante. En palabras de Enrique M. Grinberg, “hay esclavitud donde la mano en lugar de abrirse se cierra al hermano; donde se endurece el corazón frente al sufrimiento; donde hacen oídos sordos al clamor del prójimo”.
Es más que un acto de bondad, es una obligación ética. Pero no se trata de un tema meramente material, sino que tiene profundas implicancias espirituales: quien ayuda al otro, se está ayudando a sí mismo. Es restablecer el equilibrio del mundo con nuestras acciones, así como lo hizo Rajab.
En el judaísmo, aquello que se conoce como “destino” no es algo inexorable, porque aprendimos que no somos los que nos hicieron, somos lo que hicimos con lo que nos hicieron.
Rajab y su historia nos lo demostraron.
¡Shabat Shalom amigos!
Sebastián Cabrera Koch
Parasha Shlaj Leja

Después de la salida de Egipto, el cruce del mar rojo, La entrega de la Tora en el monte Sinaí, la construcción del Mishkan y la cuenta de la cantidad de hombres listos para la guerra, llego el momento de entrar a la Tierra Prometida. Pero antes de comenzar la conquista Di-s le pide a Moisés que envíe los famosos 12 espías a recorrer la tierra durante 40 días.
Al regresar de su viaje el reporte fue frustrante; diez de los doce dijeron que es imposible conquistarla, que los hombres son gigantes, nos ven como langostas. La tierra se come a los hombres. A pesar de la negativa general dos de los doce, confiaron en que sí podrían hacerlo.
La historia finalmente le dio la razón a los 12. Los 10 espías que dijeron que no podían, murieron caminando en el desierto, y los 2 que dijeron que si podían, finalmente entraron a la tierra prometida.
Este año y medio, vivencie lo difícil que es asentarse en Israel, el idioma, la gente, la guerra que nunca termina, es verdad que te sentis como una langosta. Aca en Israel aprendes como en ningún lado que tenes que pelear por todo, pero con esfuerzo las cosas terminan saliendo. Es verdad que Israel es una tierra de milagros, pero también es verdad que hay que trabajar mucho para que los milagros se hagan realidad.
Hasta ahora no había entendido como podía ser que el pueblo quisiera quedarse en el desierto y volver a Egipto en lugar de llegar a la tierra prometida. Es difícil, es mas fácil quedarse en tu lugar y no pelearla, pero definitivamente vale la pena el esfuerzo y no quedarse con la duda de que hubiera pasado si me animaba.
Moisés envió a 12 líderes de tribus, ellos estaban cómodos en su situación y tenían todo. Eran líderes, tenían las mejores tiendas para dormir, el maná les caía del cielo y tenían agua. Entrar a la tierra prometida significaba salir de su zona de confort, y no quisieron hacerlo. En Hebreo, “Cumplir los sueños” se dice “Lehagshim Jalomot” literalmente es Hacer llover los sueños. Cumplir un sueño es bajarlo del cielo a la tierra, como baja la lluvia, sin esperar que nos caiga solo como caía el maná
El verbo que utiliza el texto para decir espiar es “Latur” se traduce a veces como explorar/espiar, pero también significa visitar, un “taiar” es un turista. Este verbo, en diferentes conjugaciones se utiliza 10 veces durante el relato de la parashá. Diez de los doce espías visitaron la tierra como turistas, pero sin intención de hacerla propia. Eran turistas en una tierra que Di-s les había prometido.
La parashá termina con la mitzva del Tzitzit (las puntas del talit). Este es el párrafo que se lee todos los días junto con el “Shema Israel”: Que hagamos Tzitzit en nuestras ropas y que los veamos y recordemos las mitzvot “Ve lo taturu ajarei lebabjem ve ajarei einejem” (y no simplemente paseen atrás de su corazón y de sus ojos). Usa la misma palabra que usa para decir lo que hicieron los espías: “Pasear”. Termina diciendo “Para que recordemos, que Di-s nos saco de Egipto” y nos dio la libertad.
No estamos en el mundo para espiar nuestra vida y vivirla solo como turistas. Estamos acá para hacerla nuestra, animarnos a vivir la Vida como realmente queremos y ser los artífices de nuestro propio destino.
Shabat Shalom desde Israel.
Fabián David Holcman
Visitamos el Museo Yrurtia
Durante el mes de junio el Área de Personas Mayores organizó dos visitas al Museo Yrurtia. Pudimos observar y respirar los legados artísticos del escultor Rogelio Yrurtia y de la pintora Lía Correa Morales, pareja de artistas de gran protagonismo en los comienzos del siglo XX en Argentina.
Continue readingALMA realizó una jornada de clasificación de donaciones
Los voluntarios de ALMA se reunieron una vez más para contribuir con quiénes más lo necesitan.
Continue readingParasha Behaloteja

Vivir entre mundos
Ya en el desierto, el pueblo paso de venir desde para comenzar a ir hacia la tierra prometida. Fueron censados, distribuidos estratégicamente en el campamento, cada tribu con sus lideres y estandartes.
A los levitas se les asigno su tarea, la de ser los guardianes y ejecutores del Mishcan, el santuario. A lo largo de las parashiot anteriores se especificó muy bien su lugar y función. En esta parasha, se los consagra para dicha tarea.
Lo que resulta muy interesante, es que es el pueblo quien los unge: “Acercaras a los leviim delante del eterno y apoyaran los hijos de Israel sus manos sobre los leviim”.(8:10) Este gesto establece un nexo muy profundo entre el pueblo y los levitas quienes una vez consagrados, serían los encargados del trabajo sagrado.
Los levitas al no tener tierra propia, vivian entre mundos, conectando al pueblo con su Creador. Esta función medial me hace pensar en nuestra posición como judíos del siglo XXI. Por un lado,estar arraigado a nuestros valores, tradiciones y rituales como judíos y por el otro estar en contacto con el afuera, con nuestro trabajo cotidiano, viviendo en un mundo que a veces es muy hostil, pero que otras veces nos ofrece avances fascinantes y miles de oportunidades.
Vivir entre mundos en un gran desafío que nos toca asumir, reconociendo que soltar cualquiera de los dos extremos, nos puede hacer perder ese balance interior que necesitamos para transitar la vida.
La pregunta que siempre surge es ¿Cómo lograrlo? Poner en acción nuestro “ser levita”, dice el texto requiere de una purificación profunda: “Asi ha
Todas las reglas que nos autoimponemos, ser conscientes de nuestros
Siento que hoy mas que nunca estamos llamados a activar nuestro “ser levita”, afianzando fuertemente en nuestro interior nuestros valores judíos y continuar iluminando al mundo que parece estar muy oscuro…
Esa era la misión de Aaron en esta parasha, encender todos los días la Menora, y hacer que su luz se eleve desde el centro del Mishcane irradie en todas las direcciones.
Que seamos todos esa luz potente, que nos traiga Paz.
Shabat shalom
Grace Cobe
Haftara Behaloteja

La Haftará correspondiente a la Parashá BEHAALOTEJA pertenece al Profeta ZEJARIÁ (Zacarías) cap. 2 vers. 14 – cap. 4 vers. 7. Zejariá integra el TANAJ (Torá, Nevihim, Ketuvim), dentro de los Nevihim (profetas). Ya lo habremos dicho en otras oportunidades, los profetas se los divide en Profetas Mayores y Profetas Menores. Los Menores que suman doce, comprenden: Hoshea, Yoel, Amós, Obadiá, Yoná, Mijá, Najum, Jabacuc, Tsefaniá, Jagay, Zejariá, Malají. Los profetas menores no por ser de menor extensión revisten menor importancia. Los profetas mayores son: Joshua, Shoftim (jueces), Shmuel I y Shmuel II (Samuel I y Samuel II), Melajim I y Melajim II (Reyes I y Reyes II), Yeshaiahu (Isaías), Iermiyhau (Jeremías).
El pueblo de Israel, su exilio en Babilonia fue como consecuencia de la conquista de Judea y destrucción de Jerusalem y el Templo (primer templo), por parte de Nabucodonosor.
Al ser Babilonia conquistado por Ciro rey de Persia, les permite a los Beney Israel regresar a su nunca olvidada tierra ancestral y con la intención de que reconstruyan el Templo de Yerushalaim pero, la mayoría decide permanecer en Babilonia. También surgió divergencia entre los que estaban de acuerdo en la reconstrucción del Templo y quienes no lo estaban, esencialmente motivado en razones económicas.
Zejariá, nombre compuesto, Zajar y IHÁ – DIOS te recordó -, nació en Babilonia en familia de profetas.
Regresa a Eretz Israel siendo muy joven, comenzando a profetizar diecisiete años después. Siente la voz divina que le habla del enojo del Eterno contra sus padres, refiriéndose in extenso a esa generación, por no haber regresado y haber incorporado en su forma de vida las conductas contrarias a las normas de la Torá.
Ante los entrecruzamientos familiares con pueblos cercanos, muchos de éstos adoptan la cultura y costumbres religiosas de los hebreos pero, también se producen adopciones por parte de hebreos (judíos por pertenecer a Judea) de las culturas y costumbres foráneas, imbuídas de rituales paganos.
Zejariá profetiza llamando al pueblo de Israel a retornar a la senda de la Torá y así el Eterno retornará al pueblo, es decir perdonará y será reconstruída Su Casa, o sea el Beit Hamikdash – el Templo de Jerusalem – . Si bien Zejariá no se constituye esencialmente en un profeta “del consuelo” del pueblo de Israel, su profetización augura la reconstrucción y renovación material y espiritual de Judea. El futuro prominente lo condiciona al regreso del pueblo a las enseñanzas y normas de vida de la Torá y al regreso al territorio de Israel, condición para su reconstrucción nacional, espiritual y religiosa. Proclama diciendo “…el Eterno de los ejércitos, mis ciudades se esparcirán de tanta bonanza, consolará a Tsiyón y nuevamente permanecerá en Yerushalaim”. Es decir, la situación económica florecerá y, Dios consolará a Israel y Dios nuevamente residirá dentro del Templo de Yerushalaim.
La haftará en el cap. 2 vers. 14 del libro de Zejariá, comienza diciendo “Roni vesimji bat Tsyon…,
Canta y alégrate hija de Tsyón, porque yo vendré y permaneceré dentro de ella… “. Y serán para mí por pueblo. Zejariá continúa hablando en mérito a su visión profética “Y sabrán que el Eterno de los ejércitos me ha enviado a ustedes. Y Yehudá herederá su parte en la tierra sagrada”.
A mérito de su visión se dirige a Yehoshua el Sumo Sacerdote, a quien ve en su visión “que está parado frente al ángel del Eterno y el Satán parado a su derecha para acusarlo”. Y dijo Hakadosh Baruj Hú (el Eterno) a Satán en reprimenda, “el Eterno que ha elegido a Yerushalaim, acaso no es una rama salvado de un incendio ¿ – ud mutzal meesh – ¿ (1).
(1): El significado de esa expresión está impregnada de gran contenido fáctico y espiritual, a tal punto que así fue denominado a los sobrevivientes de la Shoá, “UD MUTZAL MEESCH”.
Dirigiéndose a Yehoshúa Sumo Kohen (sumo sacerdote), viéndolo cubierto de andrapos, ordena a los presentes lo vistan con los ropajes acordes a su investidura y, Yehoshúa y sus compañeros sentados delante de él, éstos son calificados “hombres dignos de milagros”.
Volviendo en su visión profética Zejariá ve regresar al ángel que le pregunta: “Qué ves ¿ , y su respuesta es “he visto un candelabro todo de oro, una esfera sobre su cabecera, (cap. 4 vers. 1), …”.
Seguidamente surge el nombre de Zerubabel a quien Dios le dice “lo bejail velo becoaj ki im beruji…” (cap. 4 vers. 6), “no con ejército ni con fuerza sino con mi espíritu”. Zerubabel será luego quien dirigirá la reconstrucción del Templo de Jerusalem, finalizando la haftará con la lectura del versículo 7, manifestando el poder inconmensurable del Eterno para el retorno de los Beney Israel: “ Quién eres tú gran monte, frente a Zerubabel serás planicie y Él sacará la piedra para colocarla sobre su cabeza con aclamaciones ¡GRACIA, GRACIA a ella¡
Esta parte del profeta Zejariá se identifica con la parashá Behaaloteja en que ésta entre otras se ocupa de Aharón hermano de Moshé, ungido por éste y por disposición Divina, Sumo Sacerdote. También sus hijos sacerdotes éstos y con carácter hereditario.
En la parashá Behaaloteja Moshé se ocupa por orden del Eterno de instruir a Aharón el encendido de la Menorá (Candelabro), construido totalmente de oro y en una sóla pieza.
Zejariá entiende así en su visión profética la importancia trascendental de la menorá, símbolo por excelencia en todos sus detalles, en la necesaria unión del pueblo de Israel.
Los reinos hebreos del norte, que fueran conquistado por Asiria y dispersos por ésta en diversas áreas de sus territorios conquistados, siempre permanecieron parte de los hebreos, si bien fueron grupos minúsculos y empobrecidos pero, siempre quedaron parte de ellos asentados en sus territorios.
Circunstancias similares ocurrieron con la diáspora babilónica. Es decir, los territorios de Eretz Israel nunca fueron totalmente erradicados de miembros del pueblo de Israel.
Los permanentes descubrimientos arqueológicos e investigaciones científicas aseveran y fundamentan los antecedentes históricos como fuentes del derecho del pueblo de Israel a la tierra de Eretz Israel, actual Estado de Israel, durante más de dos mil años a su ininterrumpida permanencia física, cultural y religiosa, antiguamente denominada Eretz Israel.
Joshua Chameides
¿Cómo te gustaría que te traten?
Con motivo del Día de la prevención del maltrato y abuso hacia las personas mayores, desarrollamos un Taller de concientización junto al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, para adquirir herramientas y reflexionar acerca de una convivencia libre de prejuicios.
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