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Haftarat Vaietze

Nuestra Haftará habla del Profeta Oseas, el profeta denuncia la infidelidad del pueblo para con Di-s y revela el amor de Di-s, comparable al del esposo que perdona a su esposa infiel o al del padre que ama a su hijo rebelde.

Tambien en la Parashá encontramos las dudas de Yaakov y su falta de confianza, sobre todo en si mismo.

En la Parasha de la semana pasada leímos como Yaakov “roba” la bendición, de su hermano, haciéndose pasar por él. La lectura que le dimos es que tanto Rivka, su madre, como Itzjak, su padre, lo estaban incentivando a animarse a ser él. Recordemos que le pusieron el nombre Yaakov porque nació agarrado del talón de su hermano Esav. Y cuando tuvola oportunidad de hablar con su padre y pedirle una bendición, le mintió y le dijo que era Esav porque seguía agarrado al talón de Esav.

Por eso tuvo que irse. De ahí el nombre de la Parashá Vaietze (y Salió). Se fue de su casa, de su vida, de las tiendas donde estaba asentado, se fue de su comodidad. No solo escapando de su hermano (alguna vez tenia que soltar su talón) sino que se fue para buscarse a el mismo.

La Parashá nos cuenta que en el camino se acostó a dormir sobre unas piedras y allí tuvo el varias veces retratado sueño de la escalera que llegaba al cielo con ángeles que subían y bajaban. Los sabios dicen que esos ángeles representaban los imperios en los que vivimos los hijos de Yaakov. Que subieron y luego cayeron. Los Babilonios, los griegos, los persas, los romanosy todos los imperios que tuvieron su apogeo y luego cayeron.

Cuando se despierta dice una frase extraña, “ciertamente estaba Di-s en este lugar y yo no lo sabia” En Hebreo Yo no lo sabia se dice “Lo Iadati” (el “ti” final significa yo) pero Yaakov dice “Anoji lo Iadati” es como que esta repetido el YO. Nuestros sabios leen esta frase de manera diferente y explican que lo que dijo Yaakov fue: “Estaba Di-s en Este lugar, pero YO no ME conocía” Yaakov se estaba culpando por no conocerse y no confiar en su potencial.

Llama la atención la imagen de una escalera al cielo, con Di-s al lado de Yaakov haciéndole promesas de todo tipo de éxito, le promete la tierra y le promete descendencia, pero un Yaakov que no se anima ni siquiera a preguntar si puede subir a la escalera. Definitivamente a este Yaakov (el que nació agarrado al talón de su hermano) le faltaba mucho para convertirse en Israel (el que lucho con personas y con ángeles y ganó)

Subirse a una escalera al cielo da miedo, miedo a lo nuevo, miedo a caerse, miedo a no poder. Mas aun es estos tiempos donde lo que a veces tenemos adelante no es una escalera al cielo sino un pequeño escalón, un desafió o un cambio. Las preguntas que nos hace Oshea son;

¿Crees lo suficiente es Di-s como para creer en vos?

¿Te animas a renunciar a lo que crees que sos para tratar de descubrir lo que podes llegar a a ser?

La respuesta que da la parashá esta en su título, Vayetze. Yaakov tuvo que salir, despegarse de su casa, de sus padres, soltar el talón de su hermano, y así conocerse, confiar en su potencial , confiar en las promesas que le hizo Di-s y así transformarse en el padre del pueblo de Israel.

Shabat Shalom
Fabian David Holcman

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