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Haftarat Metzora

Contexto

La Haftará nos transporta a una época de brutal hambruna en Israel, cuando Joram, hijo de Ajab, era rey de Israel. La escena comienza con cuatro leprosos sentados fuera de los límites de la ciudad, discutiendo sobre la dificultad que les presenta su realidad.

Los cuatro son conscientesque pronto pueden morir de hambre si no toman medidas. Deciden abandonar el campamento de Israel y dirigirse a la base de los arameos, que habían sitiado la zona. Les explican que no tienen nada que perder: “Si [los arameos] nos dejan vivir, viviremos; y si nos matan, no haremos más que morir” (7:4).

Al anochecer, se dirigen al campamento arameo. Para su sorpresa, descubren que el campamento estaba abandonado. Al parecer D´s había hecho un milagro, haciendo que los arameos oyeran el ruido de carros y caballos y huyeran de su base por miedo a ser atacados.

Nuestros cuatro amigos toman todo lo que los arameos habían dejado atrás: comida, bebida, plata y oro. Entonces se dan cuenta de que deben compartir la riqueza: “¡Este es un día de buenas noticias, y nosotros guardamos silencio! Vamos, informemos al palacio del rey” (7:9).

Regresan a la ciudad y comunican su descubrimiento. La noticia vuela y pronto le llega al rey Joram. Sin embargo, se muestra escéptico, creyendo que los arameos habían dejado el campamento como una trampa y que estarían esperando en las cercanías, listos para ejecutar una emboscada, en cuanto los hambrientos israelitas entraran en el campamento arameo en busca de comida.

Pero uno de los cortesanos del rey -quizás por la desesperación del hambre- anima al rey a investigar más la situación. El cortesano propone enviar algunos caballos por delante para ver si los arameos están emboscados. Los mensajeros de estos caballos descubren que los leprosos estaban, de hecho, en lo cierto. El campamento estaba completamente desierto y el camino, hasta el Jordán, estaba sembrado de ropa y enseres que los arameos habían tirado a toda prisa.

El pueblo de Israel tomo todo lo que restabadel campamento arameo. Y el escenario empieza a mejorar de a poco para el pueblo de Israel.

Conexión con la Parashá

La parashá de esta semana, Metzora, nos habla sobre “Motzishemra” (aquel que habla mentiras) y esto terminaba en la enfermedad “Tzarat” (manchas en el cuerpo, ropa y hogar). La parashádescribe el proceso de limpieza ritual después de que uno es afligido por esta enfermedad.

Según la Torá, las personas afectadas deben separarse de la comunidad: “En cuanto a la persona con afección leprosa, se le rasgarán las ropas, se le dejará la cabeza desnuda y se cubrirá el labio superior, y gritará “¡Impuro! Su morada estará fuera del campamento” (Vaykra 13:45-46).

En nuestra haftará, podemos notar que,aunque uno esté separado (físicamente) de la comunidad debemos continuar cerca desde el sentimiento y la responsabilidad. En lugar de resentir su condición, las cuatro personas con tzarateligen compartir la noticia de la riqueza que habían encontrado y, por tanto, fueron decisivos para salvar a Israel de su crisis.

El precio de la grandeza es la responsabilidad (W. Churchill).

Shabat Shalom!
Wally Liebhaber

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