Dvarim 16:18-21:9
Podríamos decir, una vez más, qué actualidad la de nuestra Torá!
Cada día que nos sumergimos en sus palabras pareciera que nos está hablando de lo que hoy mismo nos sucede.
“No tuerzas el juicio, no seas parcial y no tomes soborno, pues el soborno ciega los ojos de los sabios y pervierte la palabra de los justos”. (Dvarim 16,19 )
Nuestros sabios nos han enseñado que el soborno tiene un poder transformador en las personas.
Moshé Rabenu en Devarim 10,17 nos dice:
“El Eterno, nuestro D’s es el D’s de los dioses y el Señor de los señores: que no es parcial y no toma soborno”.
Cuando comencemos a transcurrir el último mes del año escucharemos el llamado del shofar para prepararnos para nuestras festividades.
Este sonido nos dice que se acerca el momento del Juicio.
Se nos ha enseñado que la Tshuvá, la Tfilá y la Tzedaká atemperan el juicio.
¿Es esta una forma de sobornar al Juez Supremo?
D’s no acepta sobornos…las tres T nos dicen que el destino del hombre nunca está cerrado, que cada vida es infinitamente valiosa.
Que podemos hacer cambios que fundamenten una diferencia.
Justamente esto es lo que nos diferencia de nuestros enemigos en la Tierra de Israel, tal como decía Golda Meir, una vida es cara. Una vida es una vida.
¿Por qué en nuestra Parashá la guerra sucede a la justicia?
Nos dice Rashi: “ Si haces justicia, de seguro vencerás al salir a la batalla”
Y la batalla es aquella que se nos presenta cada día, y cada día como seres humanos, como judíos, debemos tratar de hacer justicia en cada uno de nuestros actos.
Debemos defender las causas justas de manera justa.
En nuestro ser conviven todos los sentimientos y muchas veces la lucha dentro nuestro entre Iaacov y Esav es muy encarnizada
¿Cómo convertirnos en Israel cada día?
Saber perseguir Tzedek a cada paso nos invita a convertirnos en reyes de nuestra propia existencia, dejar la soberbia de lado, dominar nuestros impulsos de poder.
Hacer como le estaba estipulado al rey, leer cada día de nuestro libro sagrado, estudiarlo, discutirlo y practicarlo.
Nos encontramos mundialmente ante una situación muy especial.
El mundo sale de una pandemia y se encuentra en guerra una vez más.
La lucha por la vida, por la justicia, contra el hambre, siempre está presente.
Sabemos que nuestro poder es limitado, ahora más que nunca.
Estamos todos comprometidos como dirigentes o como pueblo.
Debemos ayudarnos unos a otros y permanecer unidos.
Pedimos humildad e inspiración.
VeTaher Libenu LeOvdejá BeEmet
Purifica nuestros corazones para servirte con sinceridad, devoción y modestia.
Shabat Shalom uMeboraj!
Norma Dembo