“Y por haber oído estos decretos y haberlos guardado y puesto por obra, Adon-i tu Dios guardará contigo el pacto y la misericordia que juró a tus padres.”
Dvarim 7:12
¿Qué quiere decir haber oído? no debería ser: ¿“Y por haber hecho…”
Revisemos la historia de algunos de nuestros personajes:
“Cuando el amo de Iosef, oyó lo que su mujer le contaba y que le decía “Así me ha tratado tu siervo” se puso furioso, y lo puso en la cárcel, donde estaban los presos del rey”
Bereshit 39:12
La esposa de Potifar, jefe de Iosef en Egipto, quiere acostarse con Iosef, pero el hijo de Iaacov sabe que de ninguna manera podía suceder y se niega. Ella ante el desplante de su siervo, lo acusa de haberla intentado deshonrar.
Potifar oye a su esposa, pero se imaginaran que si un siervo del numero dos de todo Egipto hiciese algo como eso, su destino seria la muerte inmediata. Potifar, conoce a Iosef, y por eso cuando oye a su esposa, también se oye a si mismo y entiende que no puede quedar impune, ya que el pueblo se entero de lo sucedido y perdería todo tipo de autoridad, pero a la vez, sabia de la inocencia del mismo, y la
muerte no debería ser el final para Iosef.
“Moshé oyó que el pueblo lloraba por sus familias… Yo solo no puedo soportar a todo este pueblo, me es una carga demasiado pesada. si asi me vas a tratar, te pido que me mates”
Bamidbar 11:10
Moshé a primera vista oye al pueblo, pero sin embargo lo que el escucha es su propia voz interior que le dice “No aguanto mas” Su angustia, cansancio, necesidad de frenar que le habla desde lo mas profundo de su ser.
Escuchar al otro, escucharte a vos.
Esta semana la Parashá no nos habla de hacer, nos habla de escuchar, de la importancia de escuchar y escuchar bien.
Volviendo en el tiempo y encontrándonos con las historias de Iosef y Moshé, podemos entender mejor de que nos están hablando.
Quizás, es la invitación perfecta a poder tomarnos el tiempo para cuando escuchemos a los nuestros, hacerlo de manera completa, con toda nuestra atención e importancia. Y así como lo hacemos para los demás, hacerlo para con nosotros mismos. Darnos la importancia que nos merecemos, porque si no nos escuchamos nosotros, ¿entonces quien?
¡Shabat Shalom Amijai!
Sem. Brian Bru