Shemuel I (I Samuel) 11:14 – 12:22
Para la lectura de la haftará de esta semana ha sido escogido un pasaje de la primera parte del libro del profeta Shemuel (s. IX a.e.c.): “Le dijo Shemuel al pueblo: Vayamos a Guilgal, y renovemos allí el reinado” (11:14).
En los acontecimientos que precedieron a este relato vimos que cuando envejeció el profeta Shemuel, los hijos de Israel le pidieron que designe un rey para que los juzgue a ellos, como normalmente sucede con cualquier pueblo – que cada uno tiene su rey. Shemuel invistió a Shaul como rey sobre Israel, pero hubieron quienes lo despreciaron ya que no pensaron que él podría hacer mucho como rey, puesto que provenía de la tribu de Biniamín ; una de las más pequeñas tribus del pueblo de Israel.
Más tarde hubo guerra contra el pueblo llamado Amón, y Shaul ganó la batalla, provocándoles una gran caída. Cuando el pueblo vió que D’os estaba con Shaul y la salvación Divina vino a través de él, todos lo aceptaron como rey y es por eso que aquí, al comenzar nuestra haftará, Shemuel convocó al pueblo a renovar de alguna manera el reinado de Shaul.
Pero el profeta Shemuel les advierte a los hijos de Israel que sigan por el camino de D’os, ya que en caso contrario, el castigo recaerá sobre ellos, y también los reprende porque desearon tener un rey sobre ellos, al igual que los otros pueblos: “Incluso ahora, párense y vean esta gran cosa que D’os hace ante su2s ojos. ¿Acaso no es ahora el tiempo de la cosecha del trigo? Yo llamaré a D’os y Él enviará truenos y lluvias, y sabréis y veréis que es grande el mal que habéis hecho ante los ojos de D’os, al pedir para ustedes un rey» (12:16-17).
Basado en los comentaristas clásicos, Rabí Shemuel Ierushalmi en el Ialkut Meam Loez nos explica la intención del profeta Shemuel en estas palabras al pueblo de Israel:
En la tierra de Israel, el trigo es cosechado alrededor del mes de Junio. Aproximadamente desde Mayo hasta Septiembre tiene lugar la estación seca, en la cual las lluvias son infrecuentes. De hecho, en el caso extraordinario de que las lluvias caigan durante este período, este hecho es considerado como una maldición puesto que los cultivos se verán damnificados.
Al pedir lluvias durante el tiempo de la cosecha del trigo y habiendo D’os respondido a su rezo, Shemuel demostró a la nación cuán innecesario era el requerimiento de un rey. Mientras que D’os respondía inmediatamente a los rezos de Shemuel – sin importar cuán inusuales éstos podían ser – ellos no tenían la necesidad de que un rey los rescate y los proteja de cualquier supuesta amenaza, y si ellos hubieran pedido a Shemuel que rece para salvar al pueblo de Israel de sus enemigos, D’os hubiese escuchado sus rezos.
Es interesante notar que el Profeta Shemuel decidió pedirle a D’os una señal que representaba una maldición, y no una salvación. Pero lo que Shemuel deseaba, era mostrarle al pueblo que D’os siempre ayuda al hombre a seguir el camino que él mismo haya decidido seguir, ya sea un camino bueno, es decir acorde con la voluntad Divina para el hombre, o malo, al elegir el camino de los pecados y las transgresiones.
Él le quiso mostrar al pueblo que el hecho de que D’os haya decidido escuchar su pedido al concederle a ellos un rey, no significaba que D’os estaba demostrando su aprobación al requerimiento de ellos. Él les mostró que al responder a su demanda, D’os sólo les estaba facilitando el viaje por el camino que ellos mismos escogieron transitar, pues así como D’os aceptó la plegaria de Shemuel de enviar lluvias fuera de la estación, Él también aceptó el pedido del pueblo de nombrar un rey, aún si ésta no era Su voluntad.
Pero no debemos equivocarnos, no sólo respecto de cosas que son siempre negativas esta enseñanza es correcta. El pedido del Profeta Shemuel de que llueva fuera del tiempo de las lluvias, también debe ser entendido como una alusión al hecho de que hay veces que es el momento inapropiado para hacer algo, a pesar de que otras veces es correcto hacerlo. Mientras que en el momento oportuno, es una mitzvá nombrar a un rey, el pueblo debía entender que se equivocó al pedir un rey en el momento inapropiado.