Cumplir la ley o hacer el bien
El libro “El Juego Infinito”, explora la diferencia entre juegos finitos y juegos infinitos. Los primeros tienen un inicio y fin definidos, obedecen reglas y tienen ganadores y perdedores, como en deportes y política. Las empresas, las personas e incluso los gobiernos, también en ocasiones funcionar así, enfocándose en resultados de corto plazo.
Los juegos infinitos no tienen punto de inicio ni final, carecen de ganadores claros y no siguen reglas o límites. El arte, la música y la literatura son ejemplos. La política y la educación también pueden ser juegos infinitos. Gobernar pensando solo en las elecciones o estudiando solo para el examen. Los juegos infinitos no son un medio para un fin: ganar el campeonato, dominar el mercado, vencer en una elección, sino que el propósito está en el mismo camino.
Es importante destacar que estos no son simplemente dos tipos de juego, sino dos enfoques distintos para jugar un juego. Se trata de dos formas diferentes de aproximarse y vivir la experiencia, no solo de jugar sino de Vivir.
Estas reflexiones me fueron provocadas por dos versículos de nuestra Parashá: “Tengan la certeza de cumplir todos los mandamientos, decretos y leyes que el Señor les ha ordenado. Hagan lo correcto y lo bueno ante la vista del Señor…” (Dvarim 6:17- 18)
El primer versículo abarca los mandamientos y leyes de la Torá, pero después agrega “Hagan lo correcto y lo bueno ante la vista del Señor” sugiere que implica más que simplemente cumplir con las reglas, parecen tener una dimensión adicional de moralidad y razonabilidad en la manera de cumplir la ley.
Estamos en la semana de Tisha be Av donde recordamos con dolor no solo la destrucción de los 2 templos sinos muchas otras tragedias que sucedieron en esta fecha a lo largo de la historia. Parece apropósito que justo en esta fecha la crisis política en Israel este llegando a su punto mas alto, y se haya votado una ley que anula la “Doctrina de la razonabilidad”, lo que significa que se le saca poder a la justicia para interpretar la ley.
Casi todos en Israel están de acuerdo en que es necesario hacer modificaciones a la justicia. Pero tanto el gobierno como la oposición están actuando con el solo objetivo de ganarle al otro la discusión sin importarles si en el camino se daña a todo el país.
Debemos desarrollar la conciencia que nos permita hacer el bien sin dañar o herir a los demás, aunque las reglas lo autoricen. La vida moral es un juego infinito que no puede ser reducido a reglas. Necesitamos aprender e internalizar el sentido de “lo bueno y lo correcto.”
Esperemos que nuestros lideres, tanto en Argentina como en Israel trabajen por generar consensos pensando en todos los ciudadanos y no solo busquen ganar la próxima elección.
Shabat Shalom.
Fabian David Holcman