Salir de la sombra del miedo
Si bien el nombre de esta perasha nos lleva directamente a la historia de este personaje tan controversial y polémico, en esta oportunidad voy a introducirme en otro pasaje de esta porción de la Tora que como mujer me atraviesa y me alienta en muchos sentidos.
Me refiero al episodio que protagonizan las hijas de Tzlofjad.
En esta parasha se detalla cómo será repartida las tierras entre las tribus. Las más numerosas recibirán mas tierras que las otras: “a cada una según sus contados le será entregado su patrimonio”. (26:55). Sin duda esto refleja una conciencia social muy importante.
El problema surge cuando, siguiendo con la ley de la época que solo los hijos varones heredan a sus padres, estas cinco hermanas, las hijas de Tzlofjad, advirtieron que no recibirían tierras ya que su padre había muerto y no tenían hermanos varones que hereden por ellas.
Esta realidad las dejaba desprotegidas y en desigualdad de condiciones. Y aquí aparece la reacción que más me gusta. En vez de someterse a lo que para ellas era una injusticia, deciden las cinco presentarse ante Moshe con su reclamo, exponiendo su situación y exigiendo de él una respuesta que las contemple.
Moshe, desconcertado, decide consultarlo directamente con Hashem. La repuesta fue clara y contundente: “Correctamente hablan las hijas de Tzlofjad…. Cuando un varón muera, sin tener hijo varón, traspasaran su herencia a su hija” (27:7,8).
Esta es una gran lección de valentía, nos muestra que aún lo más sagrado y en apariencia inamovible como es la ley de la Tora que Moshe estaba imaprtiendo en ese mismo momento con el pueblo, puede ser cuestionada y revisada si alguno de sus miembros se siente excluido o no tenido en cuenta.
Un dato interesante, que aporta a la actitud de estas mujeres, es el nombre de su padre . Tzlofjad en hebreo significa Tzel- Pajad, la sombra del miedo. Sin su padre, sin la sombra del miedo, ellas pudieron enfrentar el poder dominante y hacer valer sus derechos.
“y se pararon delante de Moshe y de Eleazar a Kohen, asi como delante de todos los lideres y de toda la asamblea, a la entrada del Hoel Moed para decir…”.(27:2).
Tal vez a diferencia de Pinjas, que actuó por sus convicciones de una manera violenta y desenfrenada, estas mujeres nos muestran otra manera de ser fieles a lo que piensan, sienten y desean. Se pararon firmes, seguras, a decir su verdad.
Ambos casos, tienen la aprobación divina. Solo que uno nos deja un sabor amargo y nos cuestiona sobre los métodos y las formas. Y el otro nos inspira a enfrentarnos al miedo que paraliza, al que no se atreve y nos muestra que hay buenas maneras de alcanzar nuestros objetivos.
Que en este Shabat , salgamos de nuestros miedos paralizantes y encontremos esa voz que permita elevar nuestro mensaje de justicia y amor por nosotros mismos y por los demás.
¡Shabat shalom!
Grace cobe