Parashá Pesaj I
Morpheo lo miro a Neo y le mostro una pastilla azul para quedarse cómodo en la Matrix y una pastilla roja para salir, enfrentarse a la vida real, buscar ser libre y poder ser Neo.
3500 años atrás, el pueblo de Israel tuvo que sacrificar un cordero y marcar las puertas de su casa con rojo Sangre como gritando quiero salir de esta esclavitud.
La Hagadá nos pide que en cada generación cada persona tiene que considerarse como si cada uno salió de Egipto. Cuando era chico me parecía raro porque no me consideraba esclavo del Faraón, pero a medida que fui creciendo, empecé a ver faraones en todos lados.
Hoy vivimos en sociedades libres, pero nos seguimos atando a muchas cosas. Como el elefante que desde chico lucho sin éxito contra una pequeña estaca que lo tenía atado, pero cuando creció y tuvo fuerza, dejo de intentarlo porque seguía pensando que no podría soltarse.
Hoy no podemos salir de nuestro Egipto y tenemos un montón de Porques: “Soy así”, “No se hacer otra cosa”, “Cuando tenga más plata voy a…”, “Necesito este trabajo, aunque no me gusta”, “Ahora no, pero cuando termine de…”, “Me gustaría, pero no puedo”, “ya estoy grande” y miles de ejemplos más.
En Pesaj festejamos la salida de Egipto, pero tenemos que trabajar cada día por sacar a Egipto de nosotros.
El Mes de Nisan nos recuerda, que es verdad que hay un tiempo cíclico, donde todo se repite como el el día y la noche o ciclos anuales como las estaciones. Esos ciclos no los manejamos nosotros y somos esclavos de ellos, y eso nos hace estar cómodos. Pero hay un tiempo que si manejamos y en eso consiste la libertad. No esta todo predeterminado por la naturaleza. Ahí aparece Pesaj. El que nace esclavo no tiene porque ser esclavo, ni el medico tiene que ser medico toda la vida.
Tenemos que animarnos a tomar la pastilla roja y decidir ser libres, y así como Morpheo confiaba en NEO, tenemos que saber que hay alguien que nos acompaña en esa decisión y nos pide todo el tiempo que nos animemos.
Los judíos desde hace milenios festejamos todos los años Pesaj y eso nos marcó como Pueblo. A lo largo de la historia, los judíos aportamos muchas cosas a la humanidad, arte, ciencia, vacunas, revoluciones, etc. No creo que sea porque somos más inteligentes, desde chicos festejamos la libertad, y eso hace que no nos conformemos. Festejamos y gradecemos lo que tenemos, pero siempre hay que salir a buscar lo que queremos y siempre pedir un poco más.
En el Seder de Pesaj nos sentamos en familia, miramos a nuestro alrededor y festejamos por todo lo logrado. Pero al final de Seder dejamos una copa para brindar más adelante por todo lo que vamos a lograr cuando salgamos de nuestro Egipto. Ba Shana Haba e Yrushalaim.
¡Jag Sameaj!
Fabian Holcman