Valoramos estos espacios donde reflexionamos con otros y nos actualizamos, para seguir brindando espacios significativos y relevantes en nuestra Comunidad Amijai.
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¿A donde vamos cuando escapamos?
El arte de querer dejarlo todo, intentando que alguien más se ocupe de tus asuntos. El buscar salir del problema dejando todo atrás. Escapar parece tan simple, que de hecho ni siquiera tenés que moverte del lugar.
A veces creemos que escapamos para ir a un lugar mas cómodo, y en realidad eso es decidir ir a un lugar mas cómodo.
Escapar no es comodidad, es estar todo el tiempo buscando otra cosa que tape la anterior. Es intentar no ver la situación que tenemos por delante. Nadie escapa por placer, sino que quizás no está listo para afrontar la situación de la cual planea salir.
Iaacov dejó su casa atrás y emprendió viaje. El mismo que lo llevaría a conocer a Rajel, amor de su vida, a esa persona que con solo mirarla le bastará para decidir que iba a ser con quien quería pasar el resto de sus días. Como sabemos, Iaacov venia de realizar uno de los engaños mas terribles y profundos, que es el engaño a si mismo.
“Ani Esav” responde al padre cuando este pregunta quién era. “Soy Esav” era tan fuerte el engaño que hasta busco mentirse a sí mismo queriendo o ngiendo ser la persona que en realidad debería haber estado en su lugar.
El engaño vuelve a aparecer en la vida de Iaacov, cuando el suegro en lugar de siete años, lo hace trabajar catorce, para conseguir la mano de su amada. Frente al engaño Iaacov decidió trabajar igual, según lo veo yo, entendiendo que el también había engañado y la única forma de sanar esa herida era trabajando, en lugar de quejándose.
Iaacov, consiguió lo que quería. Tuvo esposas, hijos, sueños, una vida compartida con su familia, pero hay algo que no supo hacer, afrontar la situación de la que habia escapado, la cual supo acompañarlo en cada uno de los días de su vida, hasta que le surgió la gran pregunta:
¿A donde vamos cuando escapamos?
Iaacov entendió todo. Pudo ver en la mirada de los suyos, la necesidad de resolver aquello que tenía pendiente y que no lo dejó dormir tranquilo en todos estos años.
Levantó campamento y salió a buscar a Esav. En la parasha de la semana que viene vamos a saber mas de este encuentro, pero para llegar a el, tenemos que entender la gran enseñanza que nos dejan en esta semana.
Por mas lejos que escapes aquello que te atraviesa no deja de acompañarte.
Deseo de corazón, podamos encontrar cuales son las cosas que nos hacen escapar y una vez identicadas, nos pongamos a trabajar en ellas.
Shabat Shalom
Sem. Brian Bruh
Nuestra comunidad participó del cierre del Programa ABC Digital del GCBA, recibiendo también un gran reconocimiento
El lunes 1 de diciembre fue el evento de cierre del Programa ABC Digital del GCBA, y participamos el equipo de coordinación del Área de Personas Mayores junto a voluntarias de Contá Conmigo y participantes del Centro de Formación Digital de nuestra Comunidad.
Continue readingHaftará Toldot

Esta semana leemos la PARASHÁH TOLDOT – תולדות del libro Bereshit.
Algunos de los temas tratados en esta Parashah: la esterilidad de Rivka que habiendo pasado de veinte años de matrimonio no pueda concebir, por lo que AMBOS rezan en ruego para poder concebir.
Rivka queda embarazada de mellizos y detalla los particulares movimientos de los fetos en su vientre, adviertiendonos del camino que seguirán cada uno de los hermanos.
Encontramos también el tema de la BEJOŔA (primogenitura), que corresponde al hijo mayor Esav, por haber salido primero, y pasa a manos de Yakov, en una negociación un tanto particular.
Encontramos la historia de los pozos de agua entre ITZJaK y los filisteos, que conectaran despues con el BeiT HaMIKDaSH de JERUSALÉM.
El enriquecimiento de ITZJaK que despierta odio ante sus vecinos, al punto de pedirse se retire del país…
También habla de las bendiciones que entrega ITZJaK a sus hijos, promoviendo de alguna manera la constante e histórica relación tensa y confrontativa que mantuvieron ESaV & YaaKov, y mantienen hasta hoy día la descendencia de cada uno de ellos, llevada a lo que es hoy oriente y occidente.
La parasha termina cuando YAAKOV escapa de su hermano ESAV ordenado por su padre YTZJAK, y lo manda a las tierras de su tío Laban en busca de una esposa.
LA Haftaráh que corresponde a parasha TOLDOT, es Malaquías מַלְאָכִי, que fue el último de todos los profetas del pueblo de Israel y vivió al comienzo de la época del Segundo Templo de Jerusalem (s. IV a.e.c. aprox.).
En esta profecía reprimenda a los hijos de Israel por despreciar los sacrificios, realizándolos con ofrendas imperfectas, robadas, heridas, enfermas…
Recurre a la historia de la rivalidad entre los hermanos ESAV & YAAKOV. Destaca la elección de YAAKOV por seguir el camino único, por comprometer su vida a la sabiduría y al entrenamiento, ante la materialidad de ESAV.
ESAV & YAAKOV son hermanos y también son un símbolo.
Funcionan como una unidad por ser ambos hijos mellizos de ITZJAK & RIVKA. Porque fueron concebidos en simultáneo.
Son las dos caras de una misma moneda.
Porque así funciona el mundo material. Todas las cosas físicas tienen, al menos dos lados.
ESAV & YAAKOV.
Todas las cosas materiales por mas diminutas que sean tendrán siempre dos lados como mínimo.
ESAV & YAAKOV.
Esta dupla sintetiza los dos componentes de todo lo que existe. Una parte la materia propiamente dicha y la otra su energía, su potencia.
No existe una sin la otra.
No podrían existir separadamente.
Materia (ESAV) solo o Espiritualidad (YAAKOV) solo? es eso posible? puede sobrevivir algo asi?
La manera de no caer en destrucción y derrota es completando la dos partes de la unidad… es sumarle a ESAV lo que es YAAKOV, y a YAAKOV lo que es ESAV… es construir con la dos partes.
Unidad.
Es amalgamar con un único objetivo, vincular y conectar para dar paso a una tercera opción creadora.
LA unidad radica en no sentirse HECHO (ESAV) desde el principio, sino ir completándose momento a momento.
Solos, cada uno por su lado, cada uno HECHO PARA SI (ESAV | hecho) … terminara tarde o temprano es un estado de destrucción y ruinas.
O una espiritualidad sin una practica concreta traería una desconexión… una falta de registro del otro.
Construyamos en Equipo, entre Hermanos… a veces somos ESAV y a veces somos YAAKOV… y no podría ser de otra manera.
Porque así fuimos creados.
Somos TODOS UNO
Somos TODOS las diferentes partes de UNO.
Somos UNO, cuando estamos juntos.
Somos UNO ROTO, cuando estamos separados.
SOMOS TODOS UNO.
ESA es LA BEJORA, ESA ES LA BRAJA.
SHABAT SHALOM UMEBORAJ
Silvia Dvoskin
Parasha Toldot

“Ve Ele Toldot Itzjak Ben Abraham. Abraham…”
“Estas son las historias de Itzjak, hijo de Abraham. Abraham…”
Bereshit 25;19
La Parashá de esta semana comienza con la anterior frase, presentando a Itzjak, pero hablando de Abraham.
¿Quién era Itzjak? El hijo de… ¿De quién va a hablar la Parashá?
De sus hijos Iaacov e Esav. ¿Cómo puede ser?
¿Mi ze Itzjak? ¿Quién es Itzjak?
Lo se, Hijo de Abraham y Padre de Iaacov y Esav. Pero me falta algo. Falta que aparezca una historia que lo engrandezca, que el diluvio este a punto de llegar y el tenga en sus manos la llave del Arca, me falta un algo, un poder sobrenatural, un talento, un don.
Parece que no, pero Itzjak tiene mucho de lo anterior, simplemente por el hecho de ser hijo, para luego ser padre. Repasemos su historia; Itzjak nace bajo el nombre del mismísimo milagro, sale del vientre de su madre quien sufría por su esterilidad. Crece con su hermano Ishmael, quien en el mejor momento de la hermandad, en el momento donde empiezan a jugar el uno con el otro, es echado, arrojado al desierto para ser dueño de su propio destino.
Itzjak transformado en hijo único, ya sin nadie con quien jugar, es despertado por su ídolo, por su superhéroe, por su padre quien lo invita a caminar hacia aquel lugar donde iba nada mas y nada menos que a ser sacrificado en nombre de lo divino.
Llega el momento de enterrar a su padre, y sin embargo él está ahí. Perdona para sanar y se reune con quien había sido su hermano, Ishmael, para hacer la Kvurá. El difícil trabajo de ser hijo de quien no había sabido mantener una familia unida.
Esav y Iaacov, la famosa historia donde con el paso del tiempo establecimos que uno era el malvado y el otro víctima de la crueldad de su madre. Iaacov se hace pasar por Esav frente a su padre, y su padre le dice “A Kol Kol Iaacov, Ve Iadaim Iedei Esav” “La voz es la de Iaacov, pero las manos son las de Esav” Itzjak lo sabia todo, pero sin embargo el trabajo enorme y difícil de ser padre y decidir. Itzjak bendice a Iaacov, y su familia queda separada y atravesada por el odio y el rencor.
¿Quién es Itzjak? ¿Cuál era su grandeza?
Ser humano.
La Tora no pone en Itzjak lo sobrenatural, pone todo lo humano y real. Llena su historia del desafío de ser “Hijo de” tener que cargar con una historia impropia, hacerla suya y transformarla para ser “Padre de” y dejarle un nombre y una historia a sus hijos, con sus aciertos y desaciertos. Con sus fortalezas y debilidades.
Itzjak tenia el don de ser persona, y su vida se basa en el simple hecho de ser.
Podamos todos al volver a escuchar esta historia, descubrir nuestro desafío, nuestra herencia y que hacemos con ella, para construir un futuro mejor.
¡Shabat Shalom Amijai!
Sem. Brian Bruh
Haftará Jaie Sara

“Un eslabón en la cadena infinita de principios y finales”. Por Seba Cabrera Koch.
Haftará Jaiei Sará: Comentario a Melajim I (Reyes I ) 1:1-31
Alguna vez alguien me confió que para contar la historia de nuestros hijos debemos comenzar contando la historia de nuestros padres, porque somos el reflejo del futuro que soñaron quienes nos antecedieron, somos la página por escribir en el Libro de la Vida.
La haftará, es decir la porción del sefer Melajim (libro de Reyes) que nos convoca esta semana comienza: “El rey David era anciano, entrado en años…” (Reyes 1:1).
En correlación, la parashá, es decir la porción del sefer Bereshit (Génesis), se conecta con la haftará por el versículo “y Abraham era anciano, entrado en días…” (Génesis 24:1).
Meir Loeb Ben Jehiel Michel Weisser (1809-1879), más conocido por las iniciales hebreas de su nombre, Malbim, explica que el denominador común de estos versículos va más allá de trazar un paralelo entre la vejez de David y la de Abraham. Invita a dimensionar las historias en su totalidad: en ambos casos, se trata de un Rey y de un Patriarca, enfrentándose a la finitud de la vida y al desafío de la transición y la continuidad.
Según el Malbim, la impresión que nos deja la parashá Jaiei Sará y su correspondiente haftará, es que el foco de las historias no se detienen en los logros y desafíos superados por Abraham y por David en el pasado, sino que más bien dirigen su mirada a sus hijos, depositarios de la esperanza por el nuevo tiempo por venir.
Porque, en la voz del Eclesiastés, “una generación se va, y otra generación la sucede… El sol sale y el sol se pone, y se desliza de regreso hacia donde sale”. (1:4-5).
No son solo David y Salomón, Abraham e Itzjak. Aprendemos que Sará también constituye el puente y la conexión entre la generación que pasa y la generación que surge.
Esta semana, las lecturas que nos convocan testimonian que la vida es una cadena infinita de principios y finales, donde cada eslabón es a su vez el fin del anterior y el comienzo del siguiente.
Podremos imaginar no solo a Sará, a David, y a Abraham, sino a cada iehudi desde Sinaí hasta el fin de los días, comprendiendo que su herencia serán los valores y experiencias que atravesaron su existencia, y que cada generación enriquecerá con su creatividad y energía, muchas veces tomando decisiones importantes en tiempos difíciles.
Algún día, alguien podrá leer en un renglón: “Vivió para ser un digno eslabón en la cadena de transmisión de Su Pueblo”.
Si no existe honor más grande que portar una biografía tan concisa, el epígrafe citará al Pirke Avot recordándonos: “no estás obligado a completar el trabajo, pero tampoco eres libre de abandonarlo”.
Las famosas palabras Rabí Tarfón deben animarnos y sostenernos en estos tiempos. Las luchas y los esfuerzos por la justicia, por la igualdad y la libertad nunca terminan, y ninguna generación realmente completa ese trabajo.
Sin embargo, se trata de seguir adelante aun con esa contradicción en la cabeza mientras trabajamos, desde el lugar que nos toca, por un futuro mejor.
Como escribió Hannah Arendt: “El pasado no lleva hacia atrás sino que impulsa hacia delante y, en contra de lo que se podría esperar, es el futuro el que nos conduce hacia el pasado”.
Besorot tovot, que podamos escuchar buenas noticias, que no nos falte el optimismo y la esperanza de un mundo mejor, o al menos, la esperanza de ver algo de luz en tanta oscuridad.
Quiera D-s que las palabras de brajá fluyan como un arroyo, y tomen vida propia.
Shabat Shalom umeboraj.
Seba Cabrera Koch
Fuentes:
- Coffman, A. Tora con comentario de Rashi, tomo 1 Bereshit. 2001. Editorial Jerusalén. Pág. 297
- Haftarah Jaiei Sará Reyes I 1:1 – 31. Consultado desde Sefaria.org
- Jewish Virtual Library. Malbim. 1998-2023 © American-Israeli Cooperative Enterprise
- Muhafra, I. Pirkei Avot: Comentarios, reflexiones y maasiot. 2014. Or Lajaim. Pág. 160
- Oppenheimer, D. El legado. Comentario a Jaiei Sará. © Grupo Tora Argentina 2000-23.
- Parashat Jaiei Sará. Genesis 23:1 – 25:18 Consultado desde Sefaria.org
- Lichtenstein, M.The difference between individual style and common values. 2016 ©Torat Har Etzion
Parasha Jaie Sara

La Parashá de esta semana comienza diciendo: “Y fue la vida de Sara, de cien años y veinte años y siete años, los años de la vida de Sara” (Bereshit 23, 1).
Sin embargo, “Shnei Jaiei Sara” (traducido como “Los años de la vida de Sara”), puede leerse como ‘Las dos vidas de Sara’.
¿Por qué pensar que Sara tuvo dos vidas?
Porque si bien nuestra vida es una, existen ciertos giros en nuestra existencia que hacen cambiar radicalmente nuestra percepción del mundo. (Ej: el nacimiento de un hijo, la llegada del amor, un problema financiero, o una pérdida muy querida).
Todxs tenemos algo que, en algún momento, nos hizo crecer y madurar, aun cuando haya sido a la fuerza de algún golpe o dolor en esta vida.
Muchas vidas conviven en una vida, y suele ser la manera en cómo afrontamos estos cambios la que marcará el rumbo de un nuevo capítulo.
La palabra inicial de esta Parashá sea un buen indicio para saber cuáles fueron las dos vidas de Sará: “VaIihú”.
El autor del libro “Mishná Belulá” explica que la palabra ‘VaIhiú’ (‘Y fueron’) tiene un valor numérico igual a treinta y siete (6, 10, 5, 10, 6).
Sará vivió ciento veintisiete años. Si a eso le restamos treinta y siete, tendremos noventa años. A los noventa años Sará dio a luz a su único hijo, nuestro patriarca Itzjak.
Una vida o dos vidas, según cómo se vea. Porque también podemos decir si bien podríamos decir que fue una vida de ciento veintisiete años, o que fue una de noventa y otra de treinta y siete.
Historia:
Cuenta la historia que un hombre caminaba por un bosque y se topó con un cementerio. Había lápidas viejas y caídas, a duras penas se dejaban leer las inscripciones en la piedra.
Sin embargo, el hombre alcanzó a leer los nombres y la edad de los fallecidos, y notó con sorpresa que la edad de aquellos que yacían allí no pasaba de los once años y lo más extraño era que el tiempo vivido estaba escrito en años, meses, semanas, días y horas.
El hombre se sintió conmovido, pensando que se encontraba ante un cementerio de niños. Fue por eso que se acercó al pueblo vecino a preguntar qué extraño mal golpeo a esa población que había arrasado con tantas jóvenes vidas.
“No son niños”, le respondió el anciano del lugar. ‘Y aquí no hay ningún mal que nos acose”.
Ocurre que desde hace generaciones conservamos una bella costumbre. Cada niño, al cumplir los quince años, recibe una pequeña libreta. Igual a ésta que llevo colgada en mi cuello. Y es tradición entre nosotros que a partir de allí, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abra la libreta y anote en ella:
-A la izquierda qué fue lo disfrutado y a la derecha, cuánto tiempo duró el goce.
Por ejemplo: te enamoraste..¿Cuánto tiempo duró esa pasión? ¿Cuánto tiempo se permitieron conocer? ¿Una semana? ¿Dos? ¿Tres semanas y media?
¿Y el viaje más deseado? ¿Y el encuentro con esa persona que venía desde algún lugar lejano? ¿Cuánto tiempo duró el disfrutar de estas situaciones? ¿Días? ¿Semanas? ¿Horas?
Así… vamos anotando en la libreta cada momento que disfrutamos…cada instante de dicha. Cuando alguien se muere, es nuestra costumbre, abrir su libreta y sumar el total de tiempo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba, porque ese es para nosotros, el único y verdadero tiempo vivido.
Que el ejemplo de Sara nos valga para inspirarnos en su fuerza frente a la adversidad y su pasión para afrontar los cambios a los que nos traiga e imponga la vida.
Shabat Shalom!
Wally Liebhaber
Parasha Vaierá

Bereshit (Génesis 18:1 – 22:24)
La porción cuarta, de Bereshit (Génesis) que nos toca leer esta semana, es la Parashá Vayeirá, “Y Él apareció”. Nos relata varios sucesos en la vida de Abraham y su entorno.
Tres días después de que Abraham se circuncidara, a sus 93 años, HaShem se revela, enviando tres ángeles. A pesar de su dolor, la hospitalidad que tenía por cualquier peregrino, surgió como siempre. Uno de los tres visitantes le predicen que él y su esposa Sara, tendrán un hijo dentro de un año; y además ellos tenían una misión, la de destruir Sodoma y Gomorra, pueblos cuyos habitantes no merecían el perdón divino. Abraham implora por el perdón de los justos de dichos lugares.
Dos de los ángeles, llegan a Sodoma y son recibidos por Lot, quien fue el único que brindó hospitalidad ante los viajeros. Por eso fue salvado junto a su familia, con la condición de no mirar para atrás. La mujer de Lot, se da vuelta en el camino y ve la destrucción convirtiéndose en una columna de sal.
Mientras que Lot y sus hijas se esconden en una cueva, estas lo embriagan creyendo eran los únicos en el mundo. Ambas quedan embarazadas.
Abraham, se mudan a Gerar y presenta a Sara ante el Rey Abimelec, como su hermana. Éste en un sueño es advertido por D’s, que Sara es la esposa de Abraham. A los cien años tiene junto a Sara de noventa años, a su hijo Itzjak, quien fue circuncidado a los 8 días. Agar y su hijo Ismael, son expulsados y en pleno desierto se quedan sin agua, D’s se revela a Agar, indicando un pozo con agua, evitando que su hijo muera.
Abraham, firma en Beersheba con Abimelec un pacto de no agresión mutua. Por esa razón HaShem pone a prueba la fidelidad de Abraham, ordenándo que sacrifique a su hijo. En el momento que Abraham se disponía a degollar a Yitzchak, un ángel lo detiene y encuentra un carnero atrapado contra la maleza.
Varias enseñanzas nos deja esta parashá, que las podemos ver normalmente entre nosotros.
Ser hospitalarios, sin importar la apariencia que tenga el que nos visita. Asistir al enfermo, para darle compañía y confort. Pedir e implorar, por los que necesitan refugio. Respetar al otro.
Salvar la vida por sobre todas las cosas.
Lástima, que no todos están atentos a estas enseñanzas.
Estamos viviendo un momento bisagra entre el bien y el mal.
La hospitalidad que albergaba la sociedad, una parte de ella, se quebró. Muchas veces rechazados por creer distinto.
La Cruz Roja no asistió y no asiste a los secuestrados. No controló y no controla.
Los hinchas Israelíes, que pedían ayuda por las calles de Ámsterdam, les eran cerradas las puertas, salvo honradas excepciones. Ante la fría mirada de observadores, que como la mujer de Lot se quedaron como estatuas sin actuar.
Sin respetar a nadie por el solo hecho de ser judío, el odio busca la muerte. Ahora algunos líderes buscan remediar el error.
Advirtiéndonos de cuál es un lugar seguro donde poder descansar, siempre y cuando no alardear de símbolos judíos.
Ya pasó la hora de escondernos en sótanos. De ser sumisos, de convertirnos y doblegarnos por la fuerza.
Las Cruzadas, la Inquisición, las Quemas en la Hoguera del medioevo, los Progroms de los Zares, la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Fría, los países del Este sucumbieron. Todo terminó.
Es momento de erguir la cabeza, de luchar por nuestros ideales de libertad y justicia.
Desde donde te encuentres, no permitas que te silencien. Somos descendientes de Abraham, para pactar la paz, tenemos que recuperar a nuestros hermanos, asegurando que esta vez sea sincera, sin odio y sin revanchismo.
Shabat Shalom
Susy Lapilover
BRING THEM HOME NOW
AM ISRAEL JAI
Janukiá – Candelabro de Jánuca

Januca es la fiesta de las luces, del milagro y de la inauguración. Todo sucede, todo nos sucede.
El encendido de las velas de Januca nos permite ver alrededor y en nuestro interior, reencontrarnos con la pasión y la fuerza que sentimos cuando estamos acompañados, luminosos y brillando bajo un mismo objetivo. Como el espíritu macabeo.
Januca nos brinda la oportunidad de reinaugurarnos, dándonos la plena libertad de sentir y vivir nuestra experiencia judía.
Encendé estas luminarias este Januca, acompañanos a que seamos más e iluminemos el mundo con nuestro mensaje de paz.
Preparándonos para Janucá
Cada noche, después del anochecer (excepto el viernes a la tarde, que lo hacemos antes de encender las velas de Shabat), encendemos la janukiá. Colocamos la janukiá cerca de una ventana.
Preparamos tantas velas como días han transcurrido. El primer día colocamos una vela en el extremo derecho, el segundo día ponemos dos velas: una donde estuvo el día anterior, y la nueva a su izquierda, y así sucesivamente, hasta completar las ocho velas de la última noche
Al encender las velas de Janucá
Encendemos el Shamash (vela servidora que no se cuenta en el orden de la descripción anterior), con la cual recitamos las brajot correspondientes:
ברוך אתה יי, אלוהינו מלך העולם, אשר קידשנו במצוותיו, וציוונו להדליק נר של חנוכה
ברוך אתה יי, אלוהינו מלך העולם, שעשה נסים לאבותינו, בימים ההם בזמן הזה
Baruj atá Adonai Eloheinu Melej haolam
asher kidshanu bemitzvotav vetzivanu lehadlik ner shel Janucá.
Baruj atá Adonai Eloheinu Melej haolam,
sheasá nisim laavoteinu, baiamim haem, bazman hazé.
Bendito seas Adonai, Poder dentro del Universo, alcanzamos lo sagrado dentro nuestro al scuchar Tu voz y encender las velas de Janucá.
Bendito seas, Adonail, Poder dentro del Universo, por hacer milagros cn nuestros padres, en tiempos pasados, en esta fecha.
Se recita sólo la primera noche
ברוך אתה יי, אלוהינו מלך העולם, שהחיינו, וקיימנו, והגענו לזמן הזה
Baruj atá Adonai Eloheinu Melej haolam sheejeianu ve kimanu ve higuianu la zman hazé.
Bendito seas, Adonai. Poder dentro del Universo,
pro concedernos la vida, sostenernos y hacernos presenciar este momento.
Al terminar de decir las brajot, comenzamos a encender las velas, utilizando el Shamash. Siempre encendiendo primero la vela que marca el nuevo día (la última que colocamos, que está a nuestra izquierda). Es decir que la quinta noche, encendemos primero la quinta vela, luego la cuarta y así sucesivamente hasta completar las cinco. Sin embargo, el Shamash no lo apagamos, sino que lo colocamos en el brazo diferente de la janukiá.
Luego, cantamos Maoz Tzur y Hanerot Halalu
Canciones de Janucá
HANEROT HALALU
Hanerot halalu anu madlikim al hanisim, veal haniflaot, veal hateshuot, veal hamiljamot, sheasita laavoteinu baiamim hahem bazeman haze, al iedei kohaneja hakdoshim. Vejol shemonat iemei Januca, hanerot halalu kodesh hem. Veein lanu reshut lehishtamesh bahem, ela lirotam bilevad Kedei lehodot ulehalel leshimja hagadol al niseja, veal nifleoteja, veal ieshuateja.
Encendemos estas luces en agradecimiento por la maravillosa liberación que concediste a nuestros padres en tiempos pasados en esta fecha, por intermedio de Tus Cohanim. Por eso, estas luminarias son sagradas para nosotros durante estos ocho días de Janucá. Pero no nos es permitido utilizar su luz, si no solamente verlas y así reconocer y difundir el maravilloso milagro de nuestra liberación.
MAOZ TZUR
Maoz Tzur ieshuati, leja nae leshabeaj. Tikon bet tefilati, vesham toda nezabeaj. Leet tajín matbeaj, mitzar hamnabeaj. Az egmor beshir mizmor, janucat hamizbeaj.
Ievanim nikvetzu alai, azai bimei jashmanim. Ufaretzu jomot migdalai, vetimeu kol hashemanim. Uminotar kankanim, naasa nes leshoshanin. Benei bina iemei shmona, kabeu shir urnanim.
Mi fortaleza, Roca de mi salvación, a Tu nombre elevamos melodías
Nehirot Shel Shabat – Velas de Shabat

Las Nehirot nos traen la luz del comienzo de la historia. Encender en el hogar las velas de Shabat nos invita a encender nuestra alma, nuestra creatividad, la luz de la creación. Pedimos por que estas luces nos traigan la armonía del tiempo de la redención. Un tiempo lleno de paz en nuestras mesas.
Brajot de las Nehirot de Shabat
Baruj ata Adonai, Eloheinu melej haolam,
asher kidshanu bemitzvotav vetzivanu,
lehadlik ner shel Shabat.
Bendito seas, Adonai, Dios nuestro, Poder dentro del Universo, alcanzamos lo sagrado dentro nuestro al escuchar Tu voz, y encender las luces del Shabat.