Haftarat Vaieshev

AMOS 2:6-3:8

Nuestro profeta vivió en el siglo VIII a.e.c. Se lo conoce como un profeta sensible no sólo ante la crueldad hacia Israel sino hacia todos los hechos de la humanidad.
El tema de las transgresiones y la lucha del hombre contra el hombre, la pelea y los desencuentros  entre hermanos siempre fue su preocupación.

De sus profecías aprendemos que si Israel no vive de acuerdo a la Torá, no es mejor pueblo que otros. Su mayor deseo es que el pueblo tenga hambre y sed de escuchar a A’d.
Su libro termina con la promesa de instalarnos para siempre en la tierra que nos pertenece.
Como ocurre habitualmente encontramos una línea de unión entre la Haftará y la Parashá.

En este caso vemos que Amos dice”…porque ellos han vendido por plata al justo y al menesteroso por un par de sandalias (2:6)
Recordemos que en la tradición judía a Iosef se lo conoce como Iosef Hatzadik. Esto nos remite al momento en que sus hermanos lo vendieron por plata.
Más allá de lo que podamos ver en la conducta previa de Iosef, el profeta critica duramente las transgresiones a los preceptos que el judaísmo tiene sobe todo en relación a su prójimo:
“ben adam lejaveró”: entre el hombre y su prójimo.

Pero a pesar de las transgresiones es central en el judaísmo el concepto de teshuvá: es un retorno a nuestro interior, es la oportunidad de revisar la relación entre nuestros prójimos y con nosotros mismos queante el espejo somos también nuestro prójimo.

Es central en el texto nuestra responsabilidad ante todos los pueblos de la humanidad.
Cuando Amos dice en 2:13 “como oprime la carreta que está llena de gavillas”, alude a la opresión del hombre por el hombre.
Algunos tienen sus carretas llenas, otros van con sus gavetas vacías.

Las gavillas nos recuerdan también al sueño de Iosef donde sus hermanos se inclinaban ante él.
La soberbia nunca es una buena actitud si queremos formar parte de un pueblo donde uno sea responsable por el otro.
La historia que estamos transitando en la Torá en estas semanas nos hace pensar que todo lo sucedido tuvo un propósito. Algunos dirían incluso un designio divino, ya que el narcisismo de Iosef llevó luego a actitudes de sus hermanos que a su vez terminaron con Iosef en Egipto ocupando un lugar muy fundamental, central en la historia de nuestro pueblo.

Las palabras del profeta nos evocan el Efecto Mariposa, hasta el aleteo de una mariposa en un lugar produce efectos y cambios en todo el mundo, y en cada una de sus criaturas, en toda la humanidad.
Que un hombre sea maltratado afecta a todos los hombres.

Nada es casual. Lo podemos ver como un designio de D’s o como el efecto del aleteo de una mariposa en cada hecho, y así entender que todo tiene una razón.
No hay casualidad: las cosas ocurren por algo. (Amos 3 : 3-7)
Esto nos da la posibilidad de convertir el desastre en una oportunidad, la tragedia, lo doloroso, en un renacimiento, en un volver a empezar.
¡Que así sea! Que sepamos y podamos hacer de los momentos oscuros, de las túnicas desgarradas y de los hermanos enemistados, una nueva realidad que, como ocurrió con José y sus hermanos, albergue un futuro con nuevos horizontes.

¡Shabat Shalom uMeboraj!
Norma Dembo

Parashat Vaishlaj

“Quedóse Jacob solo y hasta rayar la aurora estuvo luchando con él un hombre.  Y él le dijo: No te llamarás en adelante Jacob sino Israel, pues has luchado con Dios y con hombres y has vencido (Gén. 32:24-28).

Jacob comienza sus días como un hombre hogareño y al salir de la casa de sus padres se convierte en un hombre de lucha.  Su vida estaba llena de sortear obstáculos. Tuvo que enfrentarse a su suegro para conseguir el amor de su amada Rajel; pelear por su rebaño bien ganado con trabajo. Y ahora se enfrenta a un hombre desconocido, lucha toda la noche… antes de enfrentarse con su hermano. Y en esta misma parashá es violentada su hija Dina.

¿Se logran superar todos los desafíos que la vida nos impone? ¿Si es , cómo es el día después, y si no es así, cómo es el día después?

La fuerte lucha de Jacob con el hombre, se suele relacionar con su propio trabajo de conciencia, con enfrentar sus miedos antes de ver a su hermano y vencerlos, con su sincera teshuva y la necesidad de sanar. Esa persona retorcida que supo ser; logró sortear sus propios obstáculos y convertirse en Israel, hombre recto. Y el reencuentro con su hermano fue un fiel reflejo de ello.

Pero por otro lado, superar la violación de una hija, Dina; es un arduo y quizás inalcanzable trabajo interno. Ni siquiera puede defenderla como correspondía y calla su intenso dolor. Conocemos la historia, sus hijos Shimon y Levi desean honrar el nombre de su hermana y asesinan a filo de espada a todos los varones de Shjem. No era la forma tampoco pero ahí sí puede regañar por lo hecho y permanece herido por el resto de su vida.

Hemos aprendido en Pirkei Avot ( 2:16);  No siempre es tu obligación finalizar  la misión comenzada, mas no tienes derecho a desistir de ella .

Quizás este sea uno de los mensajes de las batallas en la vida de Jacob y en las luchas propias. No siempre se logra el éxito ni todo es un perpetuo fracaso; sin embargo hay que seguir peleando.

Todos tenemos nuestras disputas internas, íntimas, con amigos, con la familia, ante la sociedad. Y en líneas generales, asociamos éxito con triunfo.  Jacob, nos enseña, que lo importante y relevante en la vida no es la victoria, sino la lucha en sí.

La próxima vez que debas medir tus alcances, no pienses en las “medallas”; fijate qué aprendiste, qué capitalizaste y verás que ese es el comienzo del triunfo asegurado en el camino de la vida.

¡Shabat Shalom!
Rabina Sarina Vitas

Haftarat Vaishlaj

Obadia 1:1-21

Las Haftarot, que son porciones del Tanaj que leemos después de la lectura de la Parasha en Shabat o en Jaguim, son extractos de profecías escritas por los mismos profetas, y ese texto elegido por nuestros sabios esta siempre relacionado o vinculado con la Parasha de esa semana.

Esta semana es Vaishlaj, y los temas de esta porción son, entre otros, Yahakov con el Malaj (ángel), el encuentro de Yahakov con su hermano Esav, el episodio de Dinah, la muerte de Rajel y la descendencia de Esav.

En esta oportunidad quien protagoniza la haftará, es el Profeta OBADIA quien en su profecía habla de Edom y de la perdición de esta nación.

El Libro de Obadiá, es el más corto de todo el Tanaj. Nada dice el libro acerca de su biografía ni sobre su situación histórica, solo se sabe que Obadiá fue un hombre proveniente de la nación de Edom convertido al judaísmo. Y todo el capítulo contiene una sola profecía, desde el comienzo hasta el final, dedicada al tema de Edom a través de varios períodos en la historia. Y ha sido elegida como Haftará de la Parashat Vaishláj ya que el profeta habla de la perfidia de Edom, pueblo descendiente de Esav, hermano de Yahacov / Israel.

En la Parashá el enfrentamiento de los hermanos tiene un desenlace pacífico y positivo.

Ahora, volviendo a la profecía comienza diciendo “… hemos oído”… el hecho de que el verbo oír aparezca en plural cuando es sólo Obadiá el que está hablando se debe a que este verbo incluye también a los profetas Irmiahu, Ieshahiahu y Amós que también dirigieron profecías con respecto a Edom, y de allí el plural: Shamahnu”

Explican los sabios que cuando los profetas recibían alguna profecía que ya había sido pronunciada por un profeta anterior, utilizaban las palabras y expresiones ya enunciadas por dicho profeta. Los profetas no oían en sus profecías el mensaje de Hashem, en palabras y en letras, (este grado de profecía sólo era de Moshé).

Los demás profetas concebían las profecías ya sea por medio de parábolas o por medio de revelaciones y ellos relanzaban sus visiones con sus propias palabras y estilo idiomático peculiar, a veces acuñando un estilo idiomático propio y otras veces citando les términos y palabras ya enunciados por un profeta que había antecedido…

…Y es lo que ocurre en este libro, Obadiá vaticinó en su profecía la destrucción de Edom.

El tema es…  ¿Por qué eligen esta profecía en esta Parashá?

Por qué eligen leer una profecía que relata un devenir, de alguna manera “opuesto” a lo que relata la parashá?

Por qué si la Parashá habla de un reencuentro entre los hermanos pacifico y positivo, la haftará habla de un final caótico y definitivo?

Será que hay un guiño en la parashá?

¿Será que la parashá con esa “conciliación” entre Esav y Yahacov nos ofrece un escenario de construcción y completitud?

Si. Va por ahí.

Nos avisa, nos advierta, nos sugiere. La manera de no caer en destrucción y derrota en la que cayó Edom, es completando la dos partes de la unidad… es sumarle a Esav lo que es Yahacov, y a Yahacov lo que es Esav… es construir con la dos partes, una unidad.

En construir una unión, en reconstruir vínculos dañados.

En no sentirse HECHO (Esav) desde el principio, sino ir completándose momento a momento.

Por el mismo motivo es que Obadiá, en su discurso incluye las palabras de los otros profetas… ‘Shamahnu” dice – hemos oído -…

Solos, cada uno por su lado, cada uno HECHO PARA SI (Esav | EDOM) … terminara tarde o temprano es un estado de destrucción y ruinas.

Reencontremos el ESAV y el Yahakov, que cada uno de nosotros es… y construyamos en Equipo, entre Hermanos… parece más difícil, pero sin duda será la semilla del futuro.

SHABAT SHALOM UMEORAJ
Silvia Dvoskin

Parashat Vaietze

Y soñó y he aquí que una escalera estaba apoyada en tierra, y su cima llegaba a los cielos, y he aquí los ángeles de Dios subían y bajaban por ella (28:12)

Hay momentos en nuestras vidas que nos invitan a frenar para poder mirar mejor donde nos encontramos. Son esos instantes donde respirar y hacer una pausa se convierten en esenciales para poder seguir creciendo en nuestro propio mundo.

Qué sigamos “subiendo”, creciendo, madurando, consiguiendo nuestros logros más preciados depende de que nos animemos a soñar, a escalar en nuestra propia escalera de vida sabiendo qué la vida se trata de un constante subir y bajar.

La escalera puede estar representando a nuestro patriarca Iaakov, y los ángeles que por allí ascienden y descienden son síntoma de su crecimiento o decrecimiento espiritual. Existen momentos donde nos animamos a subir hasta los cielos más altos, es allí donde todo es felicidad y seguridad. Existen otros donde sentimos que solo bajamos, qué nada puede solucionarse, y clavamos nuestros pies en la tierra sin la posibilidad de poder movernos de nuestro propio lugar.

De la misma manera se muestra a nuestro patriarca, por momentos, es un joven inmaduro e indeciso. Por momentos, es un hombre de coraje e iniciativa.

Rabí Aharón de Karlín enseñó sobre este versículo: “Si un hombre de Israel tiene firme dominio de sí mismo y pisa sólidamente en tierra, su cabeza llega hasta el cielo”.

Queridos amigos de Amijai

Estamos en el mes de las luces, próximos a vivenciar juntos la fiesta de Januca.

Es tiempo de animarnos a mirar la vida en subida, pudiendo sentirnos firmes con los pies en la tierra pero con nuestra cabeza mirando hacia el cielo, siempre buscando nuevos proyectos, nuevas misiones en nuestra vida, que nos hagan crecer como seres humanos con valores convicciones y pasión por el solo hecho de estar vivos.

Shabat Shalom
Sem. Mati Bomse

Haftarat Vaietze

¿A dónde vamos cuando escapamos?

El arte de querer dejarlo todo, intentando que alguien más se ocupe de tus asuntos. El buscar salir del problema dejando todo atrás. Escapar parece tan simple, que de hecho ni siquiera tenés que moverte del lugar.

A veces creemos que escapamos para ir a un lugar más cómodo, y en realidad eso es decidir ir a un lugar más cómodo.
Escapar no es comodidad, es estar todo el tiempo buscando otra cosa que tape la anterior. Es intentar no ver la situación que tenemos por delante. Nadie escapa por placer, sino que quizás no está listo para afrontar la situación de la cual planea salir.

Iaacov dejó su casa atrás y emprendió viaje. El mismo que lo llevaría a conocer a Rajel, amor de su vida, a esa persona que con solo mirarla le bastará para decidir que iba a ser con quien quería pasar el resto de sus días. Como sabemos, Iaacov venía de realizar uno de los engaños más terribles y profundos, que es el engaño a sí mismo.
“Ani Esav” responde al padre cuando este pregunta quién era. “Soy Esav” era tan fuerte el engaño que hasta busco mentirse a sí mismo queriendo o fingiendo ser la persona que en realidad debería haber estado en su lugar.

El engaño vuelve a aparecer en la vida de Iaacov, cuando el suegro en lugar de siete años, lo hace trabajar catorce, para conseguir la mano de su amada. Frente al engaño Iaacov decidió trabajar igual, según lo veo yo, entendiendo que el también había engañado y la única forma de sanar esa herida era trabajando, en lugar de quejándose.

Iaacov, consiguió lo que quería. Tuvo esposas, hijos, sueños, una vida compartida con su familia, pero hay algo que no supo hacer, afrontar la situación de la que había escapado, la cual supo acompañarlo en cada uno de los días de su vida, hasta que le surgió la gran pregunta:

¿A dónde vamos cuando escapamos?

Iaacov entendió todo. Pudo ver en la mirada de los suyos, la necesidad de resolver aquello que tenía pendiente y que no lo dejó dormir tranquilo en todos estos años.
Levantó campamento y salió a buscar a Esav. En la parasha de la semana que viene vamos a saber más de este encuentro, pero para llegar a él, tenemos que entender la gran enseñanza que nos dejan en esta semana.

Por más lejos que escapes aquello que te atraviesa no deja de acompañarte.

Deseo de corazón, podamos encontrar cuales son las cosas que nos hacen escapar y una vez identificadas, nos pongamos a trabajar en ellas.

¡Shabat Shalom!
Sem. Brian Bruh

Haftarat Toldot

El Profeta de la Profecía Diferente

Gran parte de la haftará de Toldot está escrita en un formato de conversación/discusión (un ida y vuelta) entre D´s y el pueblo de Israel. Esto es algo exclusivo del libro de Malají. Desde varias perspectivas podemos leerlo lejos lejos de la profecía tradicional y, más, hacia un estilo de preguntas y respuestas (típico de una buena discusión talmúdica).

Aún así, Malaji continua un mensaje clásico, al mejor estilo, de los profetas: avisa que la gente ha estado haciendo cosas que no deberían y necesitan arrepentirse. En el texto dice: “Acercais sobre Mi altar sacrificio mancillado. Y si dijereis: ¿Con qué te hemos mancillado? Cuando decís: ¡La mesa que está ante Adonai es menospreciada!” (Malají 1:7).

Aquí, Malají, está marcándole al pueblo su poco compromiso con los sacrificios y su sorpresa posterior cuando los sacrificios no provocan respuestas positivas de D´s.

El tema de insatisfacción con los sacrificios que se ofrecían en el Templo se repite muchas veces a lo largo del primer capítulo del libro de Malají. El pueblo ha estado ofreciendo animales con imperfecciones, robados, heridos y enfermos, y D´s no los acepta.

Vemos un D´s que castiga al pueblo recordándoles: “Pues Magno es mi nombre entre los pueblos” (Malají 1:11) y “Y en todo lugar inciencso es ofreciado a Mi Nombre, Asñi como ofrenda pura” (Malají 1:11).

Además de los problemas con los korbanot (sacrificios), Maljí está en desacuerdo con los Cohanim (sacerdotes), porque al parecer estuvieron descuidando sus deberes. La haftará concluye con un encargo para los sacerdotes, recordándoles que ellos debeb ser un ejemplo para el resto de los/as israelitas y que deben servir con lealtad. Ya que ellos, como Malají, son mensajeros de D´s.

Los/as invito a preguntarse si: el precio de la grandeza es la responsabilidad (Winston Churchill).

Shabat Shalom!
Wally Liebhaber

Parashat Toldot

Breishit 25:19-28:9

Cada vez que llegamos a parashá Toldot solemos hablar, de las peleas entre Yaakov y Esavdentro del vientre de su madre o comentamos,del marcado amor de Rivka para con Yaakov con respecto a Esav y sino abordamos el tema sobre la venta de la primogenitura a través de un plato de lentejas rojas. Bueno, nada de esto será tema de nuestro comentario, hoy.

Me pareció oportuno brindarle un comentario especial a Itzjak,que sin lugar a duda es un patriarca muy especial, a pesar de que se hable poco de él. Es nuestro Avnistar (Patriarca oculto)

Me pareció sumamente interesante lo que nos trae la parashá en el capítulo 26 versículos2 y 3 “Se le apareció D´s y le dijo, no desciendas a Egipto; reside en la tierra que te he de indicar. Habita en esta tierra y yo estaré junto a ti y te bendeciré; pues a ti y a tu descendencia les daré todas estas tierras y afirmaré el juramento que le hice a Abraham tu padre

En una primera lectura rápida son dos versículos bastantes sencillos, pero cuando buscamosanalizarlos un por más profundo, encontramos tres palabritas, que nos proporcionan un concepto absolutamente increíble y maravilloso al mismo tiempo …”Ehiheimja ve abarejeja”… (Yo estaré con vos y te bendeciré).

Estas tres palabras nos revelan la elevación asombrosa a la que había llegado Itzjak. Sin lugar a duda que venga HakadoshBarujHu en persona y le diga esto, es porque, estaba a una altura impensada. Esta frase solo se repetirá en nuestra bendita Torah una sola vez más, (Shmot 3:12) cuando D´s se encuentra por primera vez con MosheRabeinu para encomendarle la misión (sencilla) de sacar al pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto.

Pero volviendo a nuestro ilustre patriarca, la pregunta que me surge es ¿Qué hizo para haber logrado el mérito de esta condición?

 Entonces para poder comenzar a entenderlo se me ocurreindagar los antecedentes en algunos capítulos para atrás (final del cap.22).

Todo comienza en el final de la caminata de Abraham e Itzjak subiendo al monte Moriah. La camianata en total duró tres días, pero nuestro momento comienza al final de esta, a partir del instante, que dejan a los dos criados y al burro abajo, y continúan los dos solos. El texto literal no nos proporciona ningún dato revelador, por eso debemos buscar alguna explicación que nos pueda ayudar a entender que fue lo que pasó en ese trayecto.

Hay un midrash, maravilloso que con muestra que en ese último tramo de la caminata fue el momento de mayor comunicación entre el padre y su hijo. Abraham (jesed) le transmitía las bondades de ser generoso y abrazar al prójimo; y al mismo tiempo Itzjak (guevura) trataba de hacerle entender a su padre que también era necesario ser un poco más detallista y riguroso en varios momentos, para poder tener éxito.

Para terminar de contestar nuestra pregunta volvemos al principio de nuestra parashá (Breishit25:21)…”VaihetarItzjak la H´lenojajishtókiacará hi” El texto nos dice que Itzjak le suplica a D´s por que su esposa era estril y Hakadoshbaruju lo escucha. Aquí está el momento de anulación personal de nuestro patriarca, suplicando por su esposa y mostrándonos su generosidad para con Rivka. Itzjak recordó es charla con su padre y mostro un gesto de jesed que saco desde lo más profundo de su ser.

Y finalmente logro esa elevación que generó, que ese D´s, que muchas veces nos parece tan distante y lejano, le dijera “Yo voy a estar con vos y te voy a bendecir

Por eso mis queridos amigos, que el mensaje que nos deja Itzjak nuestro Avnistar, es que esta buenísimo hacer nuestras tareas con devoción, prolijidad y rigurosidad, pero para completar el trabajo bien hecho debemos mostrar nuestra generosidad con todos aquellos que vinculan con nosotros en cada tarea. Ese equilibrio tan buscado, es el que nos otorgará la posibilidad que nuestros actos nos eleven, y en aquellos momentos en que necesitemos nosotros de la ayuda de otros, seamos escuchados y correspondidos. Sin duda que la vida nos presentará dificultades a lo largo del trayecto, pero como Itzjak Avinu nos mostró como debemos comportarnospara superar las dificultades de la mejor manera.

Shabat Shalom
Ari A. Alster

Parashat Jaiei Sara

Esta parashá se llama “LAS vidas de Sara”, pero empieza hablando de su muerte y termina con la muerte de Abraham.

La historia de Abraham empieza en el Lej Leja cuando Di-s le pide que deje todo y emprenda un viaje a cambio de la promesa de Tierra y Descendencia.

Pero pasaron cosas…

Cuando llegaron a la tierra tuvieron que irse a Egipto, donde casi los matan. Tuvo que despedirse de su sobrino y luego emprender una guerra para rescatarlo. Tuvo que abandonar a su hijo Ishmael y su concubina Agar. Se volvieron a exiliar. Vieron la destrucción de Sodoma y Gomorra. Sufrieron por el hijo que no llegaba y cuando finalmente llego casi tuvo que sacrificarlo.

No se puede decir que Abraham tuvo una vida fácil, pero en ningún momento le recriminó nada a Di-s. Ante cada problema, se levantaba y lo solucionaba.

Igualmente llama la atención el contraste entre la promesa original y el comienzo de esta Parashá cuando muere Sara, y Abraham se encuentra que no tiene ni un pedazo de tierra para enterrarla y su hijo no tiene esposa para darle descendencia.

Pero Abraham no se queja, durante el resto de la parashá vemos como compra una parcela de tierra en la cueva de Majpela para enterrar a Sara, se encarga de conseguirle esposa a su hijo Itzjak y al final de la parashá se vuelve a casar con otra mujer con la que tiene hijos que serán pueblos enteros.

“Los hombres, dice Don Juan, consideran las cosas que les pasan como una bendición o como una maldición; el guerrero las toma como un reto”. Es una de Las enseñanzas de Don Juan del libro de Carlos Castañeda

Responsabilidad es la habilidad de responder. Abraham no respondió echando la culpa a otro como Adam, ni respondió obedeciendo sin preguntar como Noaj. Abraham Respondió sin reclamarle nada a Di-s, ni quejarse por lo que le estaba pasando, sino haciéndose cargo y actuando.

Di-s nos puede hacer muchas promesas, pero al igual que Abraham, somos nosotros los que tenemos que asumir nuestra responsabilidad y actuar para hacer que se cumplan.

Tener una vida feliz y significativa no es tener todo lo que uno quiere, sino tener proyectos u saber que somos parte de proyecto más grande, que hicimos nuestra parte y en algún momento se completará.

Esta semana se cumple el año del fallecimiento del Rab Jonathan Sacks Z´L. Era el rabino principal del Reino Unido y fuente de inspiración para muchos de nosotros, se reunía con miles de personas todos los años, En uno de sus discursos comentó que una vez le preguntaron cuál era la pregunta que más se le hacía. ¿Pueden adivinar? Pregunto a la audiencia. ¿Me preguntan sobre la Tora? ¿Sobre la Ciencia? ¿Sobre el judaísmo en la era moderna? ¿Sobre la Halajá en la era de Internet? El Rabino Sack sonrió y dijo: La pregunta que mas me hacen es: “Rabino: ¿Usted se acuerda de mí?”

Las vidas que tenemos son por lo menos 2, la vida que vivimos y la manera en que nos recuerdan las personas a las que inspiramos durante nuestra vida.

Las vidas de Sara fueron 127 años, Abraham vivió 175 años y tuvo una vejez buena y completa rodeado de sus hijos y nietos. Sabiendo que había hecho su parte para que sus hijos completen su proyecto. Por eso 4000 años después de la muerte de Abraham y Sara, los seguimos recordando, seguimos leyendo sobre sus vidas y siguen inspirando a hombres y mujeres de todas partes del mundo.

Shabat Shalom.
Fabian David Holcman.

A la bendita memoria de Rabbi Jonathan Sacks Z´L

Haftarat Jaiei Sara

Melajim l 1:1-31

La haftará de esta semana describe a un rey David envejecido, en concordancia con la parasha, que menciona que “Abraham era viejo, avanzado en días”.

El rey David estaba envejeciendo y tenía un frío perpetuo. Se reclutó a una joven doncella, Abisag de Shunam, para servir y brindar calidez al anciano monarca.

Al ver que su padre envejecía, Adoniahu, uno de los hijos del rey David, aprovechó la oportunidad para preparar el terreno para su ascensión al trono de su padre tras la muerte de este último, a pesar de los deseos expresos del rey David de que su hijo Salomón lo sucediera. Adoniahu reclutó a dos personas influyentes, el Sumo Sacerdote y el comandante de los ejércitos de David, quienes han caído en desgracia de David, para defender su causa. Hizo arreglos para ser transportado en un carro con cincuenta personas corriendo delante de él e invitó a varios de sus simpatizantes a una fiesta festiva en la que dio a conocer sus ambiciones reales.

El profeta Natán animó a Bat Sheva , madre de Salomón, a que se acercara al rey David y le suplicara que reafirmara su elección de Salomón como su sucesor. Esto lo hizo, mencionando las acciones recientes de Adoniahu de las que el rey no estaba al tanto. Más tarde, Nathan se unió a Bat Sheva y al rey para expresar su apoyo a la solicitud de Bat Sheva. El rey David accedió a su solicitud: “De hecho”, le dijo a Bat Sheva, “como te juré por el Señor Dios de Israel diciendo: ‘Seguramente Salomón, tu hijo, reinará después de mí y él se sentará en mi trono en mi en lugar, ‘seguramente, así lo juraré hoy “.

Sin lugar a dudas tanto la parashá, como la haftará nos hablan de la sucesión y continuidad del legado para la continuidad de un proyecto. Hasta hace no mucho tiempo atrás, los modelos familiares nos mostraban que los hijos eran los continuadores de lo que sus padres habían hecho ya sea como profesionales o como continuación de un negocio familiar.

Entiendo que hoy en día este modelo se ha agotado. Si yo soy medico o abogado o contador mis hijos no tienen por que seguir las mismas carreras. Entonces ¿qué se supone que debemos dejarle a nuestros hijos como legado?

Entonces nuestros sabios nos enseñan primero el midrash Tanjuma y luego el Rambam va en la misma línea, “Mahaze Avot siman la banim” los actos de los padres son el ejemplo para los hijos, en una explicación un poco más moderna nos dirían que nuestros hijos no escuchan lo que les decimos, sino que están atentos a lo que hacemos.

Esto no obliga también a buscar la coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos, y tal como aprendemos del Talmud “Haikar hu hamaze” lo más importantes son los hechos, podemos tener las mejores intenciones, pero si no lo redondeamos con hechos concreto, nuestros propósitos se habrán esfumado.

Es por eso amigos que el mejor legado que podemos dejar a nuestros hijos, no es una gran empresa, ni una gran cuenta bancaría ni si quiera un hermoso consultorio, el mejor legados es un modelo sustentado con acciones y ejemplos concretos. Es por si supimos armarles un patrón sostenible, el sustento lo van a generar ellos mismos repitiendo con sus propios hechos, el legado para los que los continúen a ellos y así sucesivamente.

Los invito a que a partir de este instante construyamos un catálogo de acciones para que nuestros hijos tengan la materia prima para armar el suyo también.

Shabat shalom humeboraj.
Ari A. Alster

Haftarat Vaiera

Elisha visitaba con frecuencia la ciudad de Sunem. El y su sirviente Geijazi eran hospedados siempre, por una mujer sunamita casada, quien los alimentaba y les daba una habitación especial para dormir. Elisha le preguntó a la mujer de que manera la podría recompensar. Ella respondió diciendo que no quería ningún tipo de reconocimiento público. Pero debido a que no tenía hijos, el profeta le dijo: “En esta temporada el año que viene, estarás abrazando a un hijo”. Sus palabras se hicieron realidad y finalmente pudo concebir a un varón.

Años más tarde, mientras estaba en el campo con su padre, su hijo gritó: “¡Mi cabeza! ¡Mi cabeza!” Lo llevaron de regreso a su madre, quien lo sostuvo en su regazo mientras tristemente moría. Ella lo acostó en una cama e inmediatamente pidió traer a Elisha junto a su hijo. El profeta envía a su ayudante con instrucciones claras para colocar el bastón sobre la cara del niño, pero el esfuerzo por salvarlo no tiene éxito.

Elisha entonces decide él mismo ir hacia la casa a ver a la madre y al niño qué todavía estaba muerto, acostado en un sillón. El profeta se encierra en una habitación con el niño y le reza a Dios. Entonces el cuerpo del chico comenzó a calentarse. Nos cuenta la historia qué el niño estornudó siete veces, abrió los ojos y volvió a respirar.

Tanto la parasha de esta semana como la haftará cierran con historias de hijos que milagrosamente sobreviven, relatos que de otra manera hubieran sido tragedias. En la porción de Torá de esta semana Itzjak es casi sacrificado por su padre en la cima del monte Moriá, pero es salvado en el último minuto por un ángel y un carnero estratégicamente ubicado en tiempo y espacio. El niño sunamita muere pero es revivido por Elisha gracias a su pedido a Dios.

Nuestra tradición nos regala relatos que nos desafían a enfrentar nuestros propios caminos llenos de miedos y dificultades, con más sabiduría, más fe y más plegaria. Esta mujer nunca bajó los brazos y confío la vida de su hijo a Elisha. Supo ver en la tragedia un destello de luz que le dió la fuerza para nunca abandonar a su hijo, así como Abraham que con fé llegó hacia el final de la travesía y superó cada prueba que le había planteado Dios.

Son historias que nos hablan de momentos sumamente difíciles y complejos a los que la vida nos puede enfrentar. Como puede ser una prueba trascendente en nuestra vida, o la pérdida de un ser amado.

Superar nuestros propios problemas, tragedias y desafíos de vida, depende principalmente de nosotros. Para hacerlo bien, la clave está en la manera en la que enfrentemos aquello que nos sucede. Animémonos a depositar nuestra confianza en Dios, especialmente en nosotros, y en aquellos seres que nos rodean y cuidan cada día, para así poder superar con coraje los obstáculos más difíciles.

Shabat Shalom
Sem. Mati Bomse