El coro de Amijai celebró sus 17 años y fue realmente una fiesta.
Continue readingParasha Matot-Masei

Bamidbar 30:2-32 33:1-36
Cuando comenzamos a leer Parashá Masei nos encontramos con una larga lista de lugares por los que pasó el pueblo de Israel. D’s le ordenó a Moshé escribir esta lista y él cumplió. Claro, cuando recordamos que Moshé fue quien pasó los mandamientos de D’s a las tablas…esa es una noticia inolvidable! Este hecho sin lugar a dudas le dio prestigio, y lo colocó en un lugar más especial que el que ya tenía.
El midrash nos cuenta que algo similar ocurrió con Ieoshúa, él fue el elegido para suceder a Moshé Rabenu. Fue él el que acomodó los bancos y las alfombras en el Beit HaMidrash (BeMidbar Rabá 21:14)
Podría haber sido elegido porque defendió la entrada a la Tierra Prometida, fue elegido porque esta es la manera de ayudar, de dar una mano, de hacer servicio, en el anonimato. Comparte así con Moshé esa humildad que a ambos los caracterizaba.
También nos cuenta la Torá que el pueblo amó enormemente a Aharón y que para Israel Aharón fue más querido que el propio Moshé. El pueblo sintió mucho la muerte de Aharón. Aharón no fue solamente el hermano de Moshé, sino el hermano de todo Israel, tal cómo se nos da a entender en Pirkei-Avot (1,13 ).
Aharón amaba la paz y la buscaba permanentemente, quería a sus semejantes y los acercaba al estudio de la Torá. No se trataba de que fuera indiferente o pasivo, eso nunca resulta de utilidad. Pero buscaba acercar posiciones, acordar ideas y conductas y vivió pacíficamente los cuarenta años en el desierto. Hasta su actitud en el episodio tan terrible del becerro de oro podría entenderse desde esta óptica.
Buscaba permanentemente el equilibrio Por eso logró hermanar a todo el pueblo.
Muchas veces, una actitud así, sino siempre, lleva a ser más constructiva que otras más apasionadas. Ni de brazos cruzados, ni indiferentes, sino poder estar calmados en nuestro interior y transmitir esta actitud a nuestros semejantes.
Ambas situaciones, la de Moshé y Ieoshúa, tanto como la de Aharón tienen en común el trabajo humilde en pos del bien de la comunidad. Un verdadero servicio.
Shabat Shalom Umeboraj!
Am Israel Jai!
Norma Dembo
Haftara Matot-Masei

La haftará de esta semana es la segunda de la serie de tres haftarot que se leen entre el 17 de Tamuz y el 9 de Av, todas las cuales describen la opresión y destrucción de Israel. Aunque no está conectada temáticamente con la parashá, la haftará evoca el sentido de luto que caracteriza este período en el calendario judío.
El profeta Jeremías reprende al pueblo por abandonar a D´s. Lamenta que el pueblo no haya recordado que D´s los sacó de la tierra de Egipto, los guio a través de los peligros del desierto y les dio una tierra llena de frutos abundantes. Señala que hay una responsabilidad general de la población, de los sacerdotes, los eruditos de la Tora, gobernantes y profetas… todos han errado.
Continuando con el tema del agua, Jeremías le dice al pueblo que la destrucción es inevitable, y que no deben molestarse en buscar ayuda en otra parte: “¿De qué sirve ir a Egipto a beber las aguas del Nilo? ¿Y de qué sirve ir a Asiria a beber las aguas del Éufrates? (2:18) Ninguna de estas naciones podrá ayudar a Israel porque están tan profundamente manchadas por el pecado.
El texto puede sonar duro y con un tono juzgador. El rol de los profetas, recordemos, era advertir para que algo pueda revertirse. De hecho, lo mejor que podría pasar es que una profecía no se cumpla y se evite a tiempo.
Ahora si volvemos al relato me parece que hay una idea que podemos rescatar: no busquemos por fuera lo que está adentro. El pueblo de Israel fallo y Jeremías les dice: “Ninguna de estas naciones podrá ayudar a Israel porque están tan profundamente manchadas por el pecado”. Yo pienso que el planteo que se intenta transmitir es: cuando tengas que resolver tus errores, empeza por vos. Comenza sanando lo de adentro, lo cercano, lo conocido. Tal vez no hace falta irse lejos para buscar soluciones de algo que siempre estuvo cerca.
Una vez leí que a veces la solución no es irse sino cambiar la forma de quedarse.
Shabat Shalom!
Wally Liebhaber
Haftara Pinjas

Haftará Jeremías 1:1; 2:3
Esta semana nos toca reflexionar sobre la Haftará de Jeremías (1:1-2:3) que corresponde con la Parashá de Pinjas. El paralelismo en los diferentes tiempos que vemos sobre ambas lecturas, es significativo. Dichos textos señalan el liderazgo y la fe tanto en Pinjas como en Jeremías.
El profeta, teniendo dudas sobre su capacidad, expresa a HaShem que es “…muyjoven…” para la tarea encomendada, sin embargo, D’s le responde que “…desde que estaba en el vientre, había sido elegido…” para ser líder.
Hoy, podemos inferir que todos desde la concepción, tenemos esa chispa divina. En nuestro interior, pasan los ocultos miedos del mundo que nos rodea y que buceando muy adentro, podemos encontrar las soluciones a esos problemas.
No todos pueden ser líderes. Solo unos pocos elegidos, pueden liderar al pueblo.
Estos líderes deberán tener la empatia, la firmeza de sacar la luz dentro de la oscuridad.
Un liderazgo férreo y responsable ayuda en momentos críticos, a buscar las respuestas que necesita la sociedad. Aunque se tengan divergencias o dudas con el líder, si este guía a los demás bajo la bandera de un objetivo común, es imprescindible que todos continuemos en ese camino, defendiéndolo.
Es claro, que dadas las circunstancias del momento que nos toca vivir, la lucha del líder no son sólo las acciones bélicas sino también se dan con la palabra.
En este momento, tenemos muchos frentes del cual debemos ocuparnos.La defensa del territorio no sólo es en el sur sino también en el norte. Tal como lo predice Jeremías, “…las fuerzas del norte querrán destruirnos…”, refiriéndose en ese momento, a Babilonia y la futura destrucción del Templo de Jerusalén, queriendo el sometimiento del pueblo.
En la lucha conla palabra, debemos involucrarnos todos, tratando de no ocultar nuestra fe y cultura. La nueva frase que lleva al odio engendrado durante siglos, es el antisionismo, un sinónimo en cubierto que siempre significó antisemitismo.
Pero para eso todos tenemos de enfocarnos en nuestro interior, sacando con “la palabra”, la hostilidad del mundo que nos rodea, demostrando como Jeremías que nuestra fe y cultura permanecen intactas.
Aunque quieran destruir nuestras creencias, nosotros siguiremos firmes.
Es hora de demostrar al mundo que nuestro pueblo sigue vivo por muchas que sean las adversidades.
Hoy al encender las velas de Shabat busca en tu interior, la voluntad que tenés desde que te gestaron. No dejes que nadie te la quite. Vos solo tendrás la posibilidad de enfrentar la adversidad circundante. Y así todas las voces juntas podrán pedir al unísono el retorno de nuestros seres queridos y la cordura que necesita el mundo para verdaderamente vivir sin odio y en paz.
Shabat Shalom
Susy Lapilover
Bring Them Home Now
Am Israel Jai
Parasha Pinjas

Parashat Pinjás nos narra acerca de cinco mujeres hijas de un hombre de la tribu de Efraim llamado Tzlofjad.
Tzlofjad había muerto y no habiendo dejado herederos varones las mujeres se acercan a Moisés pidiéndole una porción en la Tierra Prometida.
Sabían las mujeres que la herencia era sólo para los hombres. ¿Qué habría de ocurrir con los derechos de su padre? ¿Ser mujeres las transformaba en criaturas de segunda categoría?
Moisés no sabía bien qué responder. Pero después de consultar con Dios, recibió la respuesta: aquellas cinco mujeres irían a heredar a su padre y tendrían una porción en la Tierra de Israel.
El Midrash hace una lectura muy interesante de este episodio: «En aquella generación, las mujeres enmendaban lo que los hombres arruinaban».
Los hombres bailaban alrededor del becerro; las mujeres se hacían a un lado. Los hombres difamaban contra la Tierra junto a los espías; las mujeres guardaban respetuoso silencio. Los hombres querían elegir un líder que los lleve de regreso a Egipto; las mujeres iban a Moisés a suplicarle tener una porción en la Tierra de Israel.
Muy pocos querían a esa Tierra, a excepción de ellas.
La historia de las hijas de Tzlofjad es un calco de nuestra historia como pueblo. Durante siglos, nadie quiso a esta Tierra, salvo nosotros.
Ni siquiera aquellos otros pueblos que hoy la llaman «Tierra Santa», le dedicaron un poema o un mínimo sueño.
Mientras todos veían desolado a Israel y le daban vuelta la cara, nosotros sabíamos que estaba desolado porque nos estaba esperando.
Mientras todos, con desidia e inercia, se acostumbraban a sus pantanos contaminados por la malaria o morían de tifus, nosotros sabíamos que aquel día en que lográramos secar esos pantanos, Israel volvería a ser la tierra de leche y miel.
Nosotros éramos los que soñábamos con la Tierra de Israel cuando todos la veían como el patio trasero del mundo. No es por su riqueza que soñamos por siglos con ella. Soñamos con ella a pesar de su pobreza.
No es sólo la promesa de Dios lo que nos da legitimitad como habitantes de esta Tierra. La legitimidad máxima y absoluta la logramos al haberla deseado cuando todos la despreciaban; al haberla llorado cuando todos la profanaban.
Tal como ocurrió con las hijas de Tzlofjad.
Rab Ari Bursztein
Un nuevo Trazos de Vida a 30 años del Atentado a la AMIA
Un año más nos reunimos en el recuerdo amoroso de los que no están iluminando sus vidas a través del arte. Trazos de Vida 2024 fue un evento lleno de emoción y de compromiso con la memoria.
Continue reading¡Nuestro majané de Juventud fue una fiesta!
¡Qué hermoso fue vivir juntos Majané Joref! Del 15 al 18 de julio estuvimos en Mi Refugio viviendo momentos inolvidables, compartiendo con amigos, divirtiéndonos y aprendiendo en un entorno diferente.
Continue readingParasha Balak

Parashá Balak
(Números22:2 -25-9)
El rey moabita Balak y Bilan, parecen ser los protagonistas centrales de la porción de la Torá que nos ocupa este Shabat. Un hiato en el relato de La Torá en el que no aparece Moshé y, los Benditos Bnei Israel (que ya han peleado y ganado guerras contra Sijón, rey de los Amorreos, y Og, rey de Bashan) son percibidos como una amenaza y observados a la distancia .A simple vista y,a los lejos, como siempre, esta parece ser la realidad.
Balak intenta reclutar al ¿profeta, mago, hechicero? Bilan para que los maldiga con el fin de debilitarlos y salvar a Moab de una supuesta derrota inminente. ¡Tres veces Balak intenta forzar una maldición sobre Israel de la boca de Bilam y tres veces falla! La tercera fue la vencida y por lejos…
Es fascinante tratar de entender qué hace que un rey (un líder) intente la misma solución y fracase una y otra vez y, a pesar de ello, no cambie su estrategia. Es fascinante tratar de entender porque un emisario a quien se le ha encomendado una tarea la resuelve del modo opuesto del que le fue indicado. Todos, en algún momento de nuestra vida, funcionamos así.
Bilan a quién Di-s finalmente le abre los ojos y la boca, porque a su burra se los abrió oportunamente, en señal de que aquel objetivo sería imposible (los invito a leer nuestra Parashá), finalmente nos regala una de las bendiciones más hermosas de nuestra tradición; incorporada a nuestra liturgia cotidiana, cantada con incontables melodías.: “Ma Tovu Ohaleja Yaakov, Mishkenoteja Israel” – Cuan agradables son tus tiendas Yaakov, tus moradas Israel” (Núm. 24:5).
Bendice nuestros hogares y nuestros espacios sagrados. Lo llamativo para Nuestros Sabios es la “repetición” en este versículo con casi sinónimos de la misma idea. Al comienzo dice Yaakob y luego Israel, pero en ambas circunstancias se refiere a nuestro Pueblo. Somos y siempre seremos Beit Yacob y Bnei Israel. También vemos que al comienzo dice Ohel (tienda) y luego Mishkan (morada), ambos hacen referencia a lo mismo: el lugar donde habitamos …
Algunos podrían argumentar que es parte de la poesía bíblica para reforzar la idea y, no estarían equivocados. Sin embargo, los Maestros Jasídicos encuentran perlas hermosas en esta “repetición”. Por un lado, Yakov , por otro lado, Israel. Si bien somos llamados en las escrituras Beit Yakov o Bnei Israel, cuando se nos llama Yakov nos encontramos en un nivel espiritual y moral, si se quiere un poquito más bajo (como al comienzo de la vida de nuestro patriarca que vivió engañando primero a su hermano y luego a su padre). Sin embargo, cuando somos llamados Israel nos encontramos definitivamente en un nivel espiritual más elevado.
Hay un punto de inflexión en la vida de Yacob en el rectifica sus caminos, su conducta (de aquello quedará en su cuerpo y su alma una huella para siempre) y, se transformará en Israel… “Yaakov Hu Madrega Tajtoná veIsrael Hu Madrega Elioná – Yaakov es un eslabón bajo mientras que Israel es un eslabón elevado” resume el Kedushat Levi (Balak * 24).
Todos podemos ser conocidos, transitar nuestro camino, como Yakov o como Israel, todos en algún momento, por miedo a lo desconocido, por la imposibilidad de ejercer un pensamiento creativo, superador y ver más allá, podemos empecinarnos como Balak, todos podemos embarcarnos en una tarea por encargo sin reflexionar y, a partir de algún encuentro, revelación, reflexión, cambiar la mirada sobre aquello que oportunamente nos convocaba o simplemente darnos cuenta que no era congruente con nuestros valores .El accionar del controvertido Bilan, puede ser un ejemplo de esta manera de conducirse …
Pero, básicamente, como herederos de nuestra tradición, de nuestros Patriarcas, Tenemos el potencial de ser Israel y la debilidad de descender en ocasiones y andar como nuestro Patriarca Yaakov. Nos es intrínseco. Nuestros Sabios agregan algo incluso más hermoso a esta idea: Nuestro tránsito como Yakov es solo transitorio como son las tiendas/carpas/ Ohel de campaña, mientras que Israel debe ser nuestra morada/ residencia /nuestro Mishkan permanente. Habrá momentos de descenso en nuestra escalera, de ser Yaakov, pero eso es solo pasajero, nuestro verdadero hogar está en nuestro destino de ser Israel.
La Vida es un proceso dinámico en el que todo, sí, o casi todo, cambia segundo a segundo. Hoy más que nunca debemos ascender y ejercer nuestra mejor versión, nuestro Israel. Ser los líderes de nuestras moradas, estemos donde estemos y estar a la altura que este momento de la Historia nos reclama. Habita en cada uno de nosotros esa chispa, ese potencial que seguramente somos capaces de desarrollar de cara a defender nuestra supervivencia en todos los ámbitos que haga falta, buscando Paz y Justicia . Es el tiempo, una vez más, de ejercer nuestro de derecho a Ser , a Existir en Nuestra tierra, que fue Promesa y hoy es una Realidad que nos duele y no claudica. ¡Am Israel Jai!
Shabat Shalom Umevoraj.
Sandra Epstein
Haftara Balak

COMENTARIO HAFTARÁ BALAK MIJÁ 5:6-6:8
Nuestro profeta fue contemporáneo de Isaías, Osea y Amós, y según nos refiere el Rab Edery z’l, vivió entre los años 750 a 690 a.e.c.
Esta hermosa Haftará compuesta de pequeñas profecías durante el exilio, nos habla de nuestro pueblo disperso por distintos lugares del mundo, nos llama “remanentes de Iaacov”, y nos compara con el rocío vivificante, haciendo así alusión a todo lo que el pueblo judío ha influído en el desarrollo de las naciones.
En consonancia con la parashá (6:5) nos recuerda cómo D’s influyó en el momento en que Bilam, contratado por Balak, rey de Moab, iba a maldecir al pueblo pero “derramé Mi espíritu sobre él, por vuestro honor”, en un momento muy cercano a entrar en la tierra de Israel.
Sus palabras, que quieren transmitirnos las de D’s, pretenden darle al pueblo en ese momento crucial la fuerza para enfrentar a sus adversarios.
Su mensaje transmite el deseo de un futuro de paz y entendimiento logrado a través del cumplimiento de las mitzvot, pudiendo dejar las armas y los sacrificios, ya que “ obedecer es mejor que sacrificios, escuchar es mejor que la grosura de los carneros “
“Acaso tiene D’s deseo en los holocaustos y sacrificios como en obedecer a D’s?”
Como nos recuerda Edery z’l, la mayor incomprensión del pueblo se pone de manifiesto cuando interpreta que sirve a D’s ofrendando a sus hijos por el pecado de sus almas”
Por este motivo Mijá fustigó duramente al rey Ajav, quien hizo pasar a su hijo por el fuego.
El final de la Haftará (6:8), concentra su esencia:
“…lo que A’d requiere de tí.
Pues solamente hacer justicia, amar la benevolencia y encaminarte con recato con tu D’s”.
Rashi, Abarbanel y otros comentaristas nos dicen que en estos renglones están concentradas las 613 mitzvot.
Las armas y el fetichismo van unidos nos dicen nuestros sabios y con ello entendemos que aluden al paganismo.
El fetiche, el arma, pasa a ser aquello que brinda un poder narcisista al hombre e irrealmente le confiere un lugar ilusorio que como una estatua de barro termina desmoronándose. Tendremos alguna vez un mundo donde las armas no sean necesarias para nuestra defensa?
Una vez más nos sorprende la actualidad de nuestros profetas.
Persiguiendo justicia no habría guerras, no habría carrera armamentista, a través de la benevolencia encontraríamos la armonía social e iríamos acompañados por D’s seguramente sin temores.
Pero obviamente no todos pensamos lo mismo, hay quienes hacen oídos sordos a lograr un mundo mejor, más pacífico, y el odio puede más quizás porque nunca fueron libres y “nos odian más de lo que quieren a sus hijos”…
Sabemos que no bajaremos nuestros brazos y seguiremos luchando por la justicia, la verdad y la libertad.
Am Israel Jai!
Shabat Shalom!
Norma Dembo
Parasha Jukat

Las primeras líneas de la parasha “Jukat” nos hablan sobre un ritual con una vaca roja (“Para Aduma”). El texto nos acerca la búsqueda de una vaca perfecta, completamente roja (en realidad, se trata de un pelaje amarronado), sobre la que no haya ningún desperfecto (por más mínimo que sea) para entregar en ofrenda a Dios.
Muchos han sido los comentaristas que, a lo largo de las generaciones, han intentado descifrar el mensaje oculto tras el ritual de la vaca roja. ¿Por qué nos piden buscar una vaca tan perfecta que difícilmente logremos encontrar?
Me gusta pensar que tal vez este pedido es un posible aprendizaje: tal vez lo perfecto no habita en la tierra sino que es jurisdicción del cielo. Este mundo es para aquellos/as que lidiamos con nuestros defectos y nuestras imperfecciones. Sabernos incompletos es sabernos humanos, saber que tenemos la capacidad de enmendar, aprender, crecer, corregir, cambiar, etc. Es saber que no lo tenemos todo, sino que algo nos falta, que no venimos completos porque quien lo tiene todo, no tiene nada por sumar ni por tomar, porque no le falta nada en esta vida.
La vaca roja, creo, es la posibilidad en potencia de pensar que lo perfecto no existe o no le pertenece al mundo terrenal. Pero sí podemos pensarnos como buscadores de la mejor versión de nosotros/as mismos y la de este mundo, con miras a que lo imperfecto sea lo más ideal posible. Como alguna vez escuche: “Somos lo que hacemos para cambiar lo que somos”.
Shabat Shalom
Wally Liebhaber