El Gaón de Vilna nos regala la siguiente enseñanza:
Los seres humanos somos llamados “Holej” “en movimiento”, porque siempre estamos progresando de un nivel a otro. Si no ascendemos, inevitablemente caeremos, porque es imposible que una persona se mantenga en un mismo nivel personal. Este sabio Rabino que vivió en el 1700 e.c. nos afirma que nuestra alma, nuestra esencia, siempre está moviéndose, y no puede quedarse quieta.
La parasha de esta semana comienza con una declaración de Dios al pueblo de Israel y es posiblemente una de las ideas centrales de la Torá y de nuestro pueblo:
“Si en mis leyes caminan, y mis preceptos observan, voy a enviar las lluvias en su tiempo…” (Vaikra. 26:3-4).
Los sabios se preguntan: ¿qué significa “caminar en sus leyes”?. Seforno, comentarista medieval italiano, enseña que las leyes de la tradición judía son precisamente un camino. La idea es poder ver a la vida misma como una travesía que va en subida y observar las mitzvot, los preceptos, no como un punto de partida o como un punto de llegada, sino precisamente como un camino de búsqueda constante hacia lo sagrado de nuestras propias vidas.
De hecho, la palabra Halajá (ley judía), proviene del verbo hebreo lalejet, que significa “caminar”. Nuestras fuentes de enseñanzas como lo pueden ser la Torá, o la propia Halajá, nos invitan a poder subir en la escalera de la santidad que nos propone nuestra tradición, para cada día elevarnos un poco más, peldaño por peldaño.
El Maguid de Meszeritz nos cuenta que los animales caminan con la cabeza mirando a la tierra. Lo mismo ocurre con el ser humano; si se comporta como las bestias, su cabeza estará dirigida a la terrenalidad. Pero si no se comporta como las bestias, entonces caminará erguido y su cabeza estará dirigida al Cielo. “Si en mis leyes caminan”, entonces caminaran erguidos.
Podamos este shabat en el cual cerramos el tercer libro de la Torá, cerrar también nosotros etapas de nuestra vida que solo nos hacen ir en bajada, y podamos aferrarnos a nuestra tradición para comenzar a ascender y llegar a lo más alto que podamos aspirar, así entonces convertir nuestros días, nuestras familias, nuestros amigos y nuestra comunidad en sagrados.
Shabat Shalom
Sem. Mati Bomse