Januca es la fiesta de las luces, del milagro y de la inauguración. Todo sucede, todo nos sucede.
El encendido de las velas de Januca nos permite ver alrededor y en nuestro interior, reencontrarnos con la pasión y la fuerza que sentimos cuando estamos acompañados, luminosos y brillando bajo un mismo objetivo. Como el espíritu macabeo.
Januca nos brinda la oportunidad de reinaugurarnos, dándonos la plena libertad de sentir y vivir nuestra experiencia judía.
Encendé estas luminarias este Januca, acompañanos a que seamos más e iluminemos el mundo con nuestro mensaje de paz.
Preparándonos para Janucá
Cada noche, después del anochecer (excepto el viernes a la tarde, que lo hacemos antes de encender las velas de Shabat), encendemos la janukiá. Colocamos la janukiá cerca de una ventana.
Preparamos tantas velas como días han transcurrido. El primer día colocamos una vela en el extremo derecho, el segundo día ponemos dos velas: una donde estuvo el día anterior, y la nueva a su izquierda, y así sucesivamente, hasta completar las ocho velas de la última noche
Al encender las velas de Janucá
Encendemos el Shamash (vela servidora que no se cuenta en el orden de la descripción anterior), con la cual recitamos las brajot correspondientes:
ברוך אתה יי, אלוהינו מלך העולם, אשר קידשנו במצוותיו, וציוונו להדליק נר של חנוכה
ברוך אתה יי, אלוהינו מלך העולם, שעשה נסים לאבותינו, בימים ההם בזמן הזה
Baruj atá Adonai Eloheinu Melej haolam
asher kidshanu bemitzvotav vetzivanu lehadlik ner shel Janucá.
Baruj atá Adonai Eloheinu Melej haolam,
sheasá nisim laavoteinu, baiamim haem, bazman hazé.
Bendito seas Adonai, Poder dentro del Universo, alcanzamos lo sagrado dentro nuestro al scuchar Tu voz y encender las velas de Janucá.
Bendito seas, Adonail, Poder dentro del Universo, por hacer milagros cn nuestros padres, en tiempos pasados, en esta fecha.
Se recita sólo la primera noche
ברוך אתה יי, אלוהינו מלך העולם, שהחיינו, וקיימנו, והגענו לזמן הזה
Baruj atá Adonai Eloheinu Melej haolam sheejeianu ve kimanu ve higuianu la zman hazé.
Bendito seas, Adonai. Poder dentro del Universo,
pro concedernos la vida, sostenernos y hacernos presenciar este momento.
Al terminar de decir las brajot, comenzamos a encender las velas, utilizando el Shamash. Siempre encendiendo primero la vela que marca el nuevo día (la última que colocamos, que está a nuestra izquierda). Es decir que la quinta noche, encendemos primero la quinta vela, luego la cuarta y así sucesivamente hasta completar las cinco. Sin embargo, el Shamash no lo apagamos, sino que lo colocamos en el brazo diferente de la janukiá.
Luego, cantamos Maoz Tzur y Hanerot Halalu
Canciones de Janucá
HANEROT HALALU
Hanerot halalu anu madlikim al hanisim, veal haniflaot, veal hateshuot, veal hamiljamot, sheasita laavoteinu baiamim hahem bazeman haze, al iedei kohaneja hakdoshim. Vejol shemonat iemei Januca, hanerot halalu kodesh hem. Veein lanu reshut lehishtamesh bahem, ela lirotam bilevad Kedei lehodot ulehalel leshimja hagadol al niseja, veal nifleoteja, veal ieshuateja.
Encendemos estas luces en agradecimiento por la maravillosa liberación que concediste a nuestros padres en tiempos pasados en esta fecha, por intermedio de Tus Cohanim. Por eso, estas luminarias son sagradas para nosotros durante estos ocho días de Janucá. Pero no nos es permitido utilizar su luz, si no solamente verlas y así reconocer y difundir el maravilloso milagro de nuestra liberación.
MAOZ TZUR
Maoz Tzur ieshuati, leja nae leshabeaj. Tikon bet tefilati, vesham toda nezabeaj. Leet tajín matbeaj, mitzar hamnabeaj. Az egmor beshir mizmor, janucat hamizbeaj.
Ievanim nikvetzu alai, azai bimei jashmanim. Ufaretzu jomot migdalai, vetimeu kol hashemanim. Uminotar kankanim, naasa nes leshoshanin. Benei bina iemei shmona, kabeu shir urnanim.
Mi fortaleza, Roca de mi salvación, a Tu nombre elevamos melodías