Skip to content

Haftará Vaierá

La fuerza de la fe produce milagros

En la haftará de Parashat Vaiera (Reyes II Capitulo 4) encontramos dos historias de “milagros” realizadas por el profeta Elisha. La primera es el milagro del aceite, donde una viuda se acerca desesperada al profeta porque sus acreedores están a punto de llevarse a sus hijos como esclavos. Elisha le indica que recoja vasijas vacías de sus vecinos y que vierta el poco aceite que le queda. Para su sorpresa, el aceite no deja de fluir hasta llenar todas las vasijas, y con ello paga sus deudas.

La segunda historia nos relata, el encuentro de Elisha con una mujer de Shunem, quien, al hospedar generosamente al profeta, y él conociendo su dolor por no tener hijos, la bendice en su agradecimiento. Y ella es recompensada con un hijo. Años después, el niño se enferma gravemente y Elisha con su tefilá lo sana.

En ambas historias, la fuerza de la Emuna es inquebrantable. Ninguna de las mujeres manifiesta resentimiento y se desentiende de su alrededor, pese a sus pesares. Es indudable que ambas en su angustia, se aferraron al no perder las esperanzas, saber que sólo si se actúa pensando en un futuro prometedor, saldrán adelante. La apertura a lo inesperado se manifiesta cuando menos lo pensamos.

Un detalle que a menudo se pasa por alto es que la viuda debe pedir vasijas a sus vecinos. Y que la mujer Shunamita es recompensada por su Hajnasat Orjim, ser anfitriona, generosa. Estas situaciones nos recuerda el poder del minian, de la comunidad en cooperación constante y mutua. Quizás el mensaje pueda entenderse como que “los milagros” no son actos solitarios, sino que se construyen en comunidad, cuando nos tendemos la mano unos a otros.

Hoy en día, vivimos tiempos donde muchas personas se encuentran en situación de dificultad y desesperanza. Estas historias pueden ser las nuestras.. Los milagros que necesitamos no viene del cielo, sino de la solidaridad de quienes nos rodean. ¿Estamos dispuestos a ser “vasijas” abiertas, listas para recibir y también para dar? ¿Podemos ser esa mano amiga que permita que el “aceite” de la bondad fluya en momentos de necesidad?

Espero que este shabat aprendamos de estas mujeres a tener fe, a actuar con generosidad y a construir una comunidad donde los milagros sean posibles.

Rab. Sarina Vitas

Compartir

Share on facebook
Share on twitter
Share on whatsapp
Share on email

Iamim Noraim
2022-5783

Te invitamos a ser parte de este Minian, para seguir viviendo y construyendo Amijai

Conocé nuestras propuestas

×