La Haftará perteneciente a la Parashá Trumá, incluida en el libro “MELAJIM I” – REYES I – , cap. 5 versículos 26/32 cap. 6 vers. 1/13, libro que pertenece al Tanaj Sector denominado de los Profetas Anteriores. Se presume que fue escrito por el profeta Jeremías.
En otras oportunidades hemos considerado los posibles orígenes de la tradición de la lectura de la haftará, de los Nevihim – Profetas- a continuación de la lectura de la parashá de la Torá. A cada parashá se le tiene asignada una determinada haftará, la cual presenta una relación temática con la parashá.
La parashá Trumá – aporte, donación – integra el segundo libro de la Torá denominado Shmot, y se refiere a la orden de D’OS a Moshé para que le diga a los benei Israel – los hijos de Israel – le aporten donaciones según le dé su corazón.
El texto de ésta haftará si bien se refiere a Trumá – donación – difiere de la parashá no sólo por la extensa época cronológica que las separa, sino que implica una diferencia sustancial en su constitución nacional. En el desierto eran los beney Israel una comuna humana de diferentes tribus con un común denominador originario y creencia religiosa, conducidos por un líder, Moshé.
En cambio en la sección de la haftará se trata de un reino, un estado independiente y un rey, Shlomó – Salomón – heredero del trono de su padre el Rey David. Por el espíritu y metodología operativa del procedimiento recaudatorio la parashá y la haftará difieren significativamente.
Mientras en la parashá dice que “ me traigan ofrendas donadas por cada hombre que le dé su corazón”, en la haftará se trata de una imposición de la autoridad monárquica. El Rambam – Maimónides- sostiene que las ofrendas y diezmos sólo tenían vigencia en Eretz Israel. Pero vayamos al inicio de la haftará.
“D’OS le dio a Shlomó sabiduría de acuerdo a lo prometido, y hubo paz entre el rey Hiram y Shlomó”, concertando ambos una alianza. Comienza el texto “natan jojmá”, D’OS le dio sabiduría, inteligencia. La guemará dice que hay dos tipos de inteligentes: los de nacimiento y el que tiene suerte, dado que la suerte hace al hombre inteligente.
Describe la imposición de movilizar de todo Israel y, esa imposición es de treinta mil hombres, a los que envía al Líbano por grupos de diez mil hombres, los cuales permanecen ahí un mes y luego regresan y permanecen en sus casas dos meses. Describe someramente la organización de los movilizados en su carácter de trabajadores y los procedimientos aplicados a los distintos materiales, con el objetivo de construir “HABAIT”, así menciona el texto la obra en construcción, “LA CASA”. Shlomó tenía setenta mil hombres que llevaban cargas y ochenta mil leñadores en las montañas, además de los capataces de Shlomó que estaban sobre el trabajo, tres mil trescientos fueron los que dirigían la gente que hacían la obra. Seguidamente describe con sumo detalle con las respectivas medidas de cada sector de HABAIT y su arquitectura. El rey (se refiere el texto al Rey Shlomó) ordenó y ellos llevaron grandes piedras, piedras costosas para poner los cimientos de Habait, y los constructores de Shlomó, los de Hiram y los guibelitas, guivlim, así según el texto denominaban a aquellas multitudes que no pertenecían a los israelitas y que preparaban los troncos, las maderas y las piedras para la obra. El exégeta RASHI sostiene que los ciento cincuenta mil hombres que trabajaban eran todos extranjeros, es decir no pertenecían a la grey hebrea y, que se convirtieron por haber vislumbrado la grandeza de Shlomó.
Continúa el texto expresando que lo descripto aconteció en el año cuatrocientos ochenta después de la salida de los hijos de Israel de Egipto, al cuarto año del reinado de Shlomó sobre Israel, en el mes de Ziv que es el mes segundo, que comenzó a construir la “Habait Lashem” (la Casa a D’OS).
Como describe el texto así construyó el Bait y la terminó.”Y vino la palabra de D’OS a Shlomó, con respecto a éste Bait que estás edificando, si andarás en mis normas y mis leyes ejecutarás y observarás todos Mis Mandamientos para conducirte en ellos, entonces cumpliré mi palabra contigo de acuerdo a lo que hablé a David tu padre. Y moraré dentro de Beney Israel (entre los hijos de Israel) y no abandonaré a Mi pueblo Israel”.
Obviamente el Bait (la Casa) se refiere al Beit Hmikdash (el Templo de Jerusalem).
Shlomó reinó en una época conflictiva, de continuos enfrentamientos y guerras entre los distintos pueblos de la región pero, Shlomó se caracterizó por mantener la paz durante su reinado y, esa constituía una condición para poder construir el Templo, para que sea un símbolo de paz. Por ésta razón, su edificación, los muros que rodeaban el Templo, el lugar Santo como el Santuario, fueron construido con piedras enteras y no se oyó martillo ni pico ni ninguna otra herramienta de hierro durante el proceso de construcción.
Por la misma razón, la Torá no tiene ni puede tener en su cuerpo elemento de hierro ni en su escritura utilizar elemento alguno de hierro, ya que el hierro es el elemento esencial en las armas de guerra.
Joshua Chameides