Haftará Ki Tetzé– IESHAHIAHU 54: 1-10
Esta semana leemos al Profeta Ieshahiau. Nuestro Profeta vivió en Israel antes de la destrucción del primer templo, con sus profecías intento evitar que el pueblo abandone el camino de Di-s y termine en el exilio. Sus textos hablan sobre la destrucción, pero terminan con un mensaje esperanzador sobre la reconstrucción y la salvación. El nombre Ieshaiahu significa la salvación de Di-s.
Esta es la quinta Haftara de las 7 Haftarot de consuelo que leemos entre Tisha ve Av y Rosh Hashana. Es una Haftara muy corta, pero con un mensaje potente y esperanzador.
Comienza comparando a la ciudad de Jerusalem con una mujer estéril pero que finalmente dará a luz a su bebe.
Luego compara a Israel con una mujer en algún momento abandonada por su marido, pero vuelta a tomar: “Por un pequeño instante te he abandonado, mas con gran misericordia te congregaré. Con fugaz enojo, por un instante he ocultado Mi rostro de ti, mas con benevolencia eterna te mostraré misericordia ha dicho tu redentor Hashem”
Al final de la Haftara trae la promesa de Di-s con Noaj. En el libro de Genesis, después del diluvio, prometió que nunca mas volvería a destruir la tierra con otro diluvio. De la misma manera, profetiza, nunca olvidare el Pacto con Israel.
Muchas veces nos pasan cosas que no nos gustan y nos preguntamos ¿por qué a mí? cuando la pregunta correcta no es “¿por que?”, sino “¿para que?” como voy a cambiar yo después de esto que me paso?
Dios no prometió que no va a llover nunca mas. Lo que si prometió es recordar el pacto en cada tormenta. De la misma manera el mensaje de la Haftara no es que no nos van a pasar cosas malas, el mundo tiene sus reglas y las mantiene, sino que a pesar de lo que nos pasa tenemos que recordar que hay una promesa que en otras palabras dice: “Siempre que llovió, paró”.
El mensaje final de la Haftara es el mismo mensaje con el que termina el Salmo 27 que leemos durante todo este mes de Elul: “Ten esperanza en Di-s, anímese y fortalézcase tu corazón; y confía en Di-s”. Tenemos que confiar en que Di-s confía en nosotros.
Shabat Shalom
Fabián Holcman