Haftarat Tetzavé

Ezequiel 43:10
43:27

En consonancia con la parashá, esta Haftará nos habla de cómo construir la Casa, de cómo deben ser sus formas y medidas y cómo todo debe estar dispuesto.

Entendemos que esta Casa-Mishkan es nuestro propio interior, que D’s a través del profeta nos está hablando a nosotros mismos, nos invita a conocernos, a saber cómo disponer dentro nuestro las actitudes y sentimientos hacia el prójimo, qué puertas dejamos abiertas, cuales cerramos, qué salidas existen.

Estas entradas tienen que ver con lo que oímos, con lo que vemos y con lo que interpretamos de nuestro acontecer cotidiano, de nuestra vida.

A qué damos fe, qué diseño elegimos para nuestro vivir, nuestra conducta, ideas, acciones hacia dentro y fuera de nosotros mismos.

Cómo tratamos nuestro cuerpo, qué comemos, qué decimos, qué hacemos con lo que escuchamos.

Nuestro profeta nos habla de que por encima de toda esta construcción hay algo superior a nosotros mismos, algo especial. Nos habla de la montaña, nos hace pensar en el Sinaí, donde hace dos parashiot nos encontrábamos emocionados recibiendo los Aseret Hadivrot, prometiendo que “haremos y escucharemos”.

Primero hay que construir el altar, y esto nos lleva a Iaacov, cuando agotado decidió descansar para soñar con los ángeles que subían y bajaban, para despertar y construir, poner una piedra sobre otra en nombre de D’s, quizás las mismas donde había descansado y desde donde provenía su sueño, sueño que miraba hacia el futuro y que solo un poco más adelante lo
convertiría en Israel.

Todos construimos de distinta manera, pero el eje debe tener principios y valores fundamentales para soportar la construcción. Debe mirar a altos principios que puedan volcarse en nuestro hacer de cada día, en la relación de uno con otro y sobre todo en la transmisión de lo que nos constituye, nuestro ser judío.

Nuestro profeta nos habla de una nueva Jerusalem que los sabios interpretan como una visión profética de la construcción de un segundo y tercer templo, porque las otras construcciones se destruyeron. No pudieron mantenerse en pie porque estaban forjadas por la idolatría, porque el pueblo amaba al sol y la luna.

Tomamos esto metafóricamente, casi como la expresión de la falta de coherencia y cohesión con nosotros mismos, donde cada idea nos lleva hacia diferentes destinos y no se reconocen una con la otra, donde no intentamos siquiera ser Ejad, uno, coherente, encontrando una misma melodía, una misma forma de actuar.

“Enséñales”, le dice D’s a Ezequiel, cómo es la construcción, cómo el ritual, quienes lo llevan a cabo…

Enséñales, que tengan un conocimiento interno, profundo, que no se queden en la superficie de lo que ven los ojos.

Que podamos en este Shabat Tetzavé construirnos a nosotros mismos, conocer cómo hacerlo de la mejor manera, con la fórmula que hace milenios nuestro pueblo ha aprendido y perfeccionado.

Y sobre todo que podamos transmitirle a nuestro hijos las bases fundamentales de esta arquitectura, para que ellos mismos puedan construirse y a la vez re construirnos.

Shabat Shalom
¡Jag Purim Sameaj!
Norma Dembo

Parashat Trumá

Shemot 25-27:19

Convirtiendo lo profano en sagrado

Terminamos la parashá pasada, Mishpatim, con una expresión de sumisión de nuestro pueblo: Naasé VeNishmá, haremos y escucharemos.

¡Qué compromiso! Pareciera que tal es la actitud hacia D’s que, sin saber qué se nos pide estamos dispuestos a cumplirlo.

Y a poquito de andar se nos pide una ofrenda, una Trumá.

Si llevamos esto a la vida de todos los días deberíamos preguntarnos si estamos tan dispuestos a ofrendar, a poner de lo nuestro, de nuestra parte y a comprometernos.

¿Podremos construir un Mishkán, un refugio para que habite lo especial y divino?

¿Y seremos capaces de hacerlo mirando hacia el futuro?

Recordemos que en Bereshit 15:14 se nos dice que nuestra salida de Egipto sería BiRajash Gadol, con gran riqueza y fortuna.

De allí salió el oro para fabricar el Mishkán. De la lana de los rebaños salieron los tejidos, las cortinas.

Nos cuenta el Midrash que laacov Avinu cuando descendió a Egipto en busca de comida les dijo a sus hijos: “Ustedes serán redimidos de este lugar y D’s les pedirá construir un Mishkán, y de dónde saldrá la madera?

En esta especie de comprensión transgeneracional fueron plantados los cedros cuya madera construyó la mesa que también hoy es apoyo para para nuestros libros, para vestirla de fiesta cada Shabat, para cumplir con la mitzvá de hajnasat orjim, para compartir…

La actitud de laacov fue de constructor, miró para el futuro.

Hay quienes en la vida tienen vocación de herederos, otros tienen actitud de constructores, como laacov, como todos los pioneros que cuando llegaron convirtieron lo profano, las simples piedras, en algo sagrado como una escuela, un shil, nuestros lugares de encuentro.

Nos remite esto a Bereshit 28:18-22, las piedras que le sirvieron a laacov para apoyar su cabeza y soñar se convirtieron en sagradas porque con esas simples piedras él construyó un futuro.

Somos herederos de nuestra tradición, y nuestra tradición nos enseña a ser constructores y mirar hacia el futuro. Sigamos plantando árboles que así los desiertos se convierten en tierras prometidas.

¡Shabat Shalom Umeboraj!
Norma Dembo

Haftarat Trumá

Esta Haftará se conecta  con el texto de la Parashá, ya que nos habla también de la construcción del Mishkan , el Santuario.

La diferencia entre ambas es que el Mishkan qué es explicado en la Torá era un Santuario que acompañaba al pueblo de Israel en su recorrido hacia la Tierra Prometida, se trataba de un Santuario móvil. Pero en esta Haftará, hace referencia al primer Templo de Ierushalaim construido por el Rey Shlomo.

Nos cuenta la haftara que se habían establecido fronteras de paz en donde también había una relación de amistad con el Rey Jiram, el fue quien aportó los “Cedros del Líbano”, con los cuales se dio la construcción del Templo.

Se nos cuenta qué en el lugar más sagrado del Santuario estaba el “Kodesh Hakodashim”, donde se encontraban las Tablas con los mandamientos una especia de un arca de oro, qué por encima llevaba la figura de dos querubines. Según los sabios estos tenían forma humana, uno masculino y otro femenino, los dos con alas apuntando a los cielos, y sus rostros enfrentados mirando hacia abajo, a la tierra cuidando de la Tora.

Se nos dice qué la presencia divina y la voz de Dios residían especialmente entre estos dos querubines , Dios hablaba de entre medio de ellos.

Los puntos medios son importantes, los polos , los extremos son peligrosos y difíciles de sostener.

Por eso La Paz , la hermandad con el Rey en esta Haftara es tan importante , si no buscamos esos puntos comunes con quienes son diferentes a nosotros, si no podemos lograr la paz con nuestros adversarios difícilmente encontremos la voz de Dios a nuestro alrededor , y será imposible construir grandes lugares en conjunto.

Quiera Dios esta semana nos encuentre entre el cielo y la tierra , dejando qué nuestra alma se eleve en la búsqueda de la paz, la hermandad, la construcción de nuevos puentes qué nos unan y así entonces construir los futuros más hermosos qué podamos conseguir.

Shabat Shalom
Sem. Mati Bomse

Haftarat Mishpatim

Desde el comienzo del Sefer Shmot, segundo libro de Torá, entendemos que la búsqueda del pueblo Judío era aire de libertad. Libertad individual, en cada una de las personas que estuvieron ahí, pero un nuevo tipo de libertad también, la libertad grupal, del pueblo, del nuevo pueblo que se acababa de formar.

Lo que transforma a los hebreos en pueblo, era el objetivo en común, la creencia compartida, la fe en el mismo Dios, que aparece luego de 400 años de esclavitud y entonces, lo mas difícil, el trabajo en conjunto de volver (o empezar) a creer.

La Haftara de esta semana, nos trae a Jeremías, quien busca a través de sus predicaciones, corregir al pueblo que se había desviado del camino, y de las leyes entregadas en el Monte Sinaí.

Pero… ¿Quién nos corrige a nosotros?

Es conocida la tradición de al finalizar el año, buscar hacer un balance y descubrir que hicimos bien el año que se fue, que cosas nos faltaron, que otras no queremos mas, y entonces hacer la búsqueda del norte para el año nuevo entrante.

Pasó un mes y medio desde comienzo de año, y algunos meses mas de los Iamim Noraim y quizás, estemos encaminados hacia nuestro norte o no.

Es tanta la inercia quizás, los apuros, las corridas, las “urgencias” o lo que se disfraza de urgencia, que no nos damos cuenta que en cada paso dado, los pies apuntan hacia alguna dirección.

La salida de Egipto, pasó hace miles de años, pero sin embargo cada viernes al anochecer levantamos una copa al cielo y decimos: “Ki hu iom tejila lemikraey kodesh, zejer litziat Mitzraim” “y ese día es el previo a las convocaciones sagradas, un recuerdo del Éxodo de Egipto”

¿Qué tiene que ver? Venimos de vivir un Kabalat Shabat único, lleno de melodías, de meditación profunda, de baile, de estudio y antes de volver a casa, hablamos de la salida de Egipto… ¡No tiene sentido!

Wait!

Claro que tiene sentido. El recordar de donde venís, tu historia, tu lugar, para poder saber si estas caminando hacia donde te propusiste caminar.

Recordar tu pasado, para saber si estas caminando a tu libertad.

Te sacaron de Egipto, a vos, y te entregaron la Tora para que seas responsable de tu camino, y cuando creas que lo que te propusiste venció en el tiempo, y ya es tarde para volver, levanta una copa al cielo y sabe, que mientras recuerdes tu historia, hay tiempo de elegir tu futuro.

Atate los cordones, y empezá a caminar hacia el.

¡Shabat Shalom Amijai!
Sem. Brian Bruh

Parashat Mishpatim

Shemot 21:1-24:18

Nuestra parashá de esta semana comienza diciendo: “Ve ele hamishpatim asher tazim lifneihem”(shemot 21:1), Y estas son las leyes que pongo delante de ustedes. El termino Ve (igual a la conjunción “y” en castellana) nos marca que está relacionada directamente con el final, de la parashá anterior, Itro que no es nada más, ni nada menos, que la revelación del Sinaí y los diez mandamientos.

Nos vamos a encontrar con una parashá que esta compuesta por 53 mitzvot (23 tahaze (para hacer) y 30 lo tahaze (para no hacer)).A mi no me gusta los que dicen mitzvot positivas y las mitzvot negativas, de acuerdo a todo lo que he podido estudiar en los últimos 16 años, “TODAS” las mitzvot son positivas. Hay unas que nos dicen que debemos hacer y otras que nos dicen lo que debemos abstenernos de hacer, pero lo que, hagamos y no hagamos, es para una finalidad claramente POSITIVA.

Siguiendo con el contenido de Mishpatim nos trae leyes que son bastante sencillas de comprender, desde nuestra lógica limitada. Leyes que, en cualquier comunidad, más chica o más grande, serían como un código de convivencia.

Entonces para que la Torah nos trae estas disposiciones que, de acuerdo a nuestra lógica de entendimiento, las hubiéramos generado de todos modos, para poder relacionarnos en comunidad. Entonces vayamos un poco más adentro del texto, para que podamos entender que nos quiere transmitir nuestra Torah hakedosha.

Para eso nos vamos a Parasha Vaetjanan, Debarim 4:1 “Y ahora Israel, escucha estas leyes y los preceptos que os enseño, para que podáis vivir, por ellos y entréis y poseáis la tierra que os da el Eterno, D´s de vuestros padres

Vemos que las leyes son buenas y necesarias para poder habitar la tierra de Israel. Entonces los 10 Mandamientos son principios, fundamentos básicos para ser el pueblo de D´s. Sin embargo, una sociedad no se puede basar solamente en principios básicos, hace falta detallar reglas practicas y los castigos para los trasgresores.

La Torah considera importante que estos puntos queden bien claros y no los deja a merced de los seres humanos, para que los defina. La Torah prefiere hacerse cargo de la jerarquización de los reglamentos y el poder determinar cuando se debe aplicar justicia y cuando misericordia.

Vemos que cualquier sociedad o pueblo tienen reglamentaciones para el ordenamiento y la convivencia de todos sus integrantes, pero nuestras escrituras nos muestran también un código ético, que esta muy por encima de un simple código de convivencia.

La ley laica, se ocupa solo de cómo mantener la sociedad en armonía, que no se causen daños entre los individuos. Pero no se ocupa de crear una sociedad ética, altruista o ideal, ni de orientarla hacia el bien. Mucho menos se ocupa del individuo en el aspecto de ayudarlo a alcanzar su meta en la vida y trascender.

Es por eso mis queridos amigos que en este Shabat Mishpatim la Torah nos esta invitando en que miremos las leyes de convivencia con una visión superadora, que no veamos las leyes de un modo literal, que peleemos por una sociedad con más ética, que trabajemos por la justicia social y mucho más si estamos del lado de los que pueden dar. Pero además que encontremos en nosotros como individuos individualísimos que como personas universales y como Judíos en especial debemos “Letaken Olam” mejorar el mundo. Y como nos va a decir el principio de la próxima Parasha Truma hagamos de este mundo, una morada para D´s.

Shabat shalom Humeboraj
Ari A. Alster

Haftarat Itro

Haftaráh ShMoT : : ITroH : : Isaias (Ieshaiau) 6:1 a 7:6 y 9:6-7

Las Haftarot, son porciones del TaNaJ que leemos después de la lectura de la Parasha en Shabat o en Jaguim. Son extractos de profesías escritas por los mismos profetas, y elegidas por nuestros sabios, siempre relacionadas o vinculadas con la Parasha de esa semana.
Conocer la Parasha, permite comprender exactamente el sentido a la lectura de la Haftarah.

Esta semana leemos la PARASHÁH ITroH – del libro ShMoT
Quiero comenzar con el episodio mas destacado y conocido de esta Parasha que es la entrega de los DIEZ ENUNCIADOS, conocidos como los DIEZ MANDAMIENTOS, porque es el que esta relacionado con la Haftarah de Ieshaiau.
En esta oportunidad el Profeta Ieshahiahu habla “en primera persona” de algo que le sucedió a el. Ieshaiau relatado su propia vivencia, convirtiéndose en escritor.
Relata una experiencia REVELADORA en persona, un encuentro con HASHEM en su propia voz, “YO VI A A D o Na I SENTADO EN UNA SILLA…”
Describe una suerte de “fuegos con alas”, que ladeaban a A D o Na I .
Los llama “serafín” y agrega que cada Serafin tiene seis alas, lo dice DOS VECES (sumando doce en total) , y explica como funciona cada par de alas.
Agrega que los Serafines repiten kadosh kadosh kadosh.

Este momento tan Unico y tan Espectacular que describe Ieshaiau, es el que está relacionado directamente con la Parashah, relacionado con el momento en el que después de transcurridos tres días en el que el pueblo unido esperaba, en la base del Monte Sinaí, en medio de truenos y relámpagos, una espesa nube se posó sobre la cima del monte, con humo y fuego. Se oyó un fuerte sonido de cuerno, que se intensificaba. Se acercó entonces El pueblo al pie del monte y A D o Na I inidicó a Moshe ascender.
Y Moshé subió a la cima.

He aquí el momento bisagra de LA Humanidad toda, con esa fuerza de la naturaleza y el poder de la palabra.
Un hito fundamental se presentaba de manera contundente y fáctica, sin dejar espacio para la opinión ni para la subjetividad.
Un conjunto de enunciados, presentaban un nuevo ORDEN MUNDIAL.
A partir de ese momento las cosas ya no serian igual.

Pero como es que una parasha TAN ELEVADA lleve el nombre de un Sacerdote Midianita?
Comienza la Parashah hablando de ITroH … y lo presenta, ITroH Cohen MIdian y suegro de Moshé que ESCUCHó lo que sucedió e…
qué escucho´ITroH ? que fue lo que escucho ITroH que y lo hizo tomar el camino de A D o Na I, y bendecirlo? que fue lo que escucho ITroH que y lo hizo convertirse en el nombre de esta Parashah???

ITroH escucho fundamentalmente acerca de la apertura del Mar de los Juncos y la escena anterior que es la guerra contra AMALEK…
Escucho como Hashem partió las aguas del mar y como salvo al pueblo judio del pueblo AMalek.
y que es AMALEK? Amalek es la fuerza la duda, el poder de la confusion,

ITroH viene de un estado de duda y confusión.
Y encuentra , como salir de ese estado.
Como se puede recuperar la claridad, el eje?
Y aquí esta la respuesta … es a partir de estos DIEZ ENUNCIADOS,
La duda y la confusion desaparecen cuando nos alineamos con los DIEZ ENUNCIADOS.

Cuando decidimos no escuchar estas frases como imposiciones, cuando dejamos de ver la exigencia y el rigor, vamos a encontrar y a escuchar frases claves para recuperar nuestro eje.
Vamos a entender como encausar nuestras acciones, como “ESCUCHAR” estos enunciado como conceptos CLAVES para mantener siempre la conexión con la fuente de alimentación, y asi derrotar al AMALEK… que es la inseguridad, el miedo, el bloqueo.

AMALEK, es esa fuerza que se apodera de nosotros y nos inhabilita, nos vuelve vacilantes. Nos hace indecisos.
La incertidumbre crece y la fuerza se agota. La luz se opaca.

Y es aquí donde los DIEZ ENUNCIADOS, se vuelven el eje Principal y UNICO de construcción individual y colectiva.
Es a partir de este Orden Revelado Y Enunciado que se estructura el UNO, todo.
Es dejar de percibirse solo y limitado, para encontrarse colectivo e ilimitado.

Los DIEZ ENUNCIADOS, dejan de ser mandamientos para convertirse en formulas que detallan una verdad, que dejara atrás la vulnerabilidad e indeterminación. Son sentencias que anulan la sospecha y el recelo.
Son EXPOSICIONES que nos convertirán a todos juntos y a cada uno en una sociedad que nos comprometa a dar cuenta de nuestras acciones y comportamientos.
Nos convertirā en seres RESPONSABLES, desarrollando esa capacidad de DAR RESPUESTA.

El gran desafío de esta semana es ESCUCHAR!!
como le sucedió a Itroh… ESCUCHAR
como le sucedió a Moshé y el pueblo de Israel.
ESCUCHAR LO QUE SE VE Y VER LO QUE SE ESCUCHA
Representando asi, que los sentidos están unificados para construir la mejor comunidad.

KADOSH KADOSH KADOSH repetian los Serafines de IESHAIAU, EL QUE FUE, ES y SERÁ.

Les deseo a todos y a cada uno, la mejor de las citas con quien FUE, ES y SERÁ.

Shabat Shalom Umeboraj
Silvia Dvoskin

Parashat Itro

Un profesor puso un frasco vacío en su escritorio, lo lleno de piedras grandes y le pregunto a sus alumnos si estaba lleno. Cuando le dijeron que si, agarro una bolsa de piedras chicas, las tiro adentro del frasco y volvió a preguntar si estaba lleno. Luego tiró en el frasco una bolsa de arena y volvió a preguntar. Los alumnos ya no respondieron, pero él explicó que si primero hubieran puesto la arena, y luego las piedras chicas, ya no habría lugar para las piedras grandes.

Muchas veces llenamos nuestros días con cosas pequeñas, como la arena, y nos quejamos de que no tenemos tiempo para las cosas importantes. Lo urgente y lo fácil, muchas veces ocupa una gran parte de nuestro tiempo y no nos queda tiempo para lo realmente importante, como es nuestra familia, nuestra salud y nuestra comunidad.

El profesor finalmente agarro 2 tazas de café que tenía en su escritorio, las volcó en el frasco y dijo: Siempre hay lugar para tomar un café con un ser querido.

Esta historia se cuenta en muchos cursos de administración de tiempo, “Time Management”, pero está inspirada en la parashá de esta semana.

Itró era el suegro de Moshé. Cuando Itró escucho lo que había logrado Moshé fue a su encuentro y lo vio trabajando todo el día y todo el tiempo en resolver cada problema de cada uno de los integrantes del pueblo. Itró le sugirió delegar los problemas sencillos en un grupo de sabios y que solo lleguen a el los problemas mas grandes. De esta manera no solo creo un sistema jurídico que existiría cuando Moshé ya no esté, sino que le daría mas energía y tiempo a los problemas más importantes.

La misma parashá mas adelante nos recuerda que debemos cuidar el Shabat, porque así como Di-s creo el mundo en seis días y descanso en el séptimo, nosotros también tenemos que trabajar seis días y descansar en el séptimo.

Muchas culturas tienen ciclos anuales por el sol. Otras culturas tienen ciclos mensuales por la luna. Pero nada físico ocurre en el universo para tener una semana de siete días. La semana de siete días es un regalo de Di-s al pueblo de Israel.

El Shabat es una oportunidad para frenar y dedicarle al menos un séptimo de nuestra vida a las piedras grandes, dedicarle tiempo a estar en familia, sentarnos en una mesa con nuestros seres queridos, cantar y alegrarnos juntos, agradecer y así dedicarle un tiempo a las cosas importantes de nuestra vida.

Shabat Shalom
Fabian David Holcman

Haftarat Beshalaj

Jueces 4-4:5-21

La Haftara de esta semana nos acerca la historia de la profetiza Dvorah. Tiene varios puntos en común con la parashá de hecho ambas protagonistas son mujeres, pero este año dado que este Shabat también lo denominamos ShabatShira nos vamos a introducir en el tema de la música. Claro que los que entienden el hebreo me pueden decir Sirah es canto y que música se dice Zimbra, entendemos que la música y la canción van de la mano.

Los que me conocen un poco saben que tengo cierta debilidad por los maestros Jasídicos, que nos han enseñado a vivir con la música y la alegría a flor de piel.

El Baal ShemTov demostraba un gran amor por el prójimo sin medir cuan cerca o lejos estaba en su cumplimiento de Torah y mitzvot. Tenía por costumbre llenar su mesa de shabat con muchos invitados. Donde se entonaban las brajot como correspondía, se comían exquisitos manjares, se escuchaban palabras de Torah, pero sobre todo se cantaba y con mucha alegría. Esto es lo que los invitados no podían olvidar y se encariñaban con el gran maestro. Y de esta manera lo comenzaban a frecuentar.

Los jasidim nos enseñan el concepto del Nigún.

El Nigún, además de ser la expresión musical cantada más profunda de la fe judía, destaca por tanto su total espontaneidad:cómo la fe se suscita en un transporte casi extático hacia Dios, ya sea motivada por la alegría, por necesidades de diversa índole o por necesidades de la ayuda divina, entonces el Nigún es ciertamente improvisado y ciertamente es la forma más fiel a las sonoridades de la música judía porque es precisamente la expresión interior más íntima de la espiritualidad litúrgica judía. 

Es una técnica de canto, a menudo con sonidos repetitivos como “bim-bum-bam” o “ai-ai-ai!” muchos no tienen letras y se hacen muy pegadizos y fáciles para poder cantar. De aquí y con posterioridad para seguir acercando gente al estudio los Jasídicos arman los famosos Farbrenguen. ¿Qué es un Farbrenguen?

En Yidish, la palabra farbrengen significa “pasar tiempo juntos”. Esta palabra viene a describir una reunión sincera y fraternal de jasidim, marcada por canciones y charlas. Cuando unRebe conduce un farbrengen, toma una atmósfera más formal cuando él se dirige a sus seguidores reunidos, comunicando sus pensamientos de Torá y sus mensajes para el mundo Judaico en amplitud.

Tengo la dicha de haber participado de muchos Farbrenguen, pero hay uno en especial que quedo en mi recuerdo en especial por que surgió de manera espontanea y llego a transmitir para todos los que estábamos esa tarde de Shabat en el templo de Jabad central en Nueva York. El rabino que lo condujo que obviamente no conocía, ni me acuerdo hoy su nombre, pero lo condujo de tal manera que quedamos todos los participantes como flotando sobre nubes de algodón.

Es por eso que con la filosofía de apertura que fomentamos en nuestra querida Amijai estamos pensando en programar nuestros primeros FarbrenguenAmijai. Hay un detalle más, que no les había revelados todavía, y es que las palabras de Torah y la alegría de los nigúnim se acompañan con bebidas espirituosas conocidas como Mashke y brindando con nuestro típico Lejaim.

Es por eso mis queridos amigos que en este ShabatShira podemos elevar nuestras almas empezando a entonar alegres nigúnim, acercarnos unas hermosas palabras de Torah, pero sobre todo viviendo esta vida que nos toca transitar con toda alegría como nos enseñó el Baal ShemTov.

Shabat shalom humeboraj.
Ari A. Alster.

Parashat Beshalaj

Parashat Beshalaj – El Shabat de la canción

Este shabat es denominado “Shabat Shira” (el Shabat de la Canción), pues escuchamos el canto y los bailes del pueblo de Israel después de su liberación y del milagro de la apertura del Mar de los Juncos.

Relata el texto y queda en la memoria colectiva, que arrepentido de haber dejado salir a sus esclavos hebreos, el Faraón comenzó su casería para perseguirlos y retornarlos a su labor. El pueblo veía que se acercaban, Dios no puso obstáculo para que ellos sucediese. Y el temor se acrecentaba, y las dudas gobernaban el corazón de estos hombres. ¿qué se hace?. ¿peleamos? ¿volvemos? ¿rezamos? Y la respuesta era una y única; avancen, muévanse, caminen… y verán qué ocurre. La parálisis no es buena consejera.

Najshón fue el primero en poner el pie en el mar. Caminó, caminó, el agua le llegó al cuello. En ese instante las aguas comenzaron a abrirse, los hebreos caminaron por tierra seca llegando a la otra orilla; y cuando los perseguidores ingresaron al mar, se ahogaron. Mientras los primeros cantaban con alabanzas y alegría, los segundos se escapaban mientras aún podían.

Los ojos admirados de todo un pueblo fueron testigos de aquel milagro. Suceso que aún sigue sorprendiendo a la humanidad, buscando explicaciones de toda índole.

Simplemente me pregunto ¿no será que a veces para ver los milagros hay que sentir el agua en el cuello? ¿no será que la apertura de los mares no se produce, si uno no es capaz de moverse y el miedo lo paraliza?

Miriam a la cabeza, Moshé  y todo el Pueblo emocionados elevaron una canción, Shirat haIam (Canción del Mar), que forma parte de nuestras plegarias diarias y hoy leemos de la Torá. Es en este Shabat que se relatan todos los milagros que nos acaecieron y es el Altísimo quien escucha nuevamente la canción surgida de nuestros corazones, esta vez para darnos la oportunidad de visualizar los milagros que tenemos hoy en nuestras vidas.    

Shabat Shalom
Rab. Sarina Vitas