Haftara Truma

Haftará (Reyes I 5:26 – 6:13)

La Haftará que hoy leemos es el capítulo de Reyes I, donde nos habla del Rey Salomón.

Después de la muerte de su padre, el Rey pasados los primeros años de su reinado, quiere construir un lugar sagrado para D’s de  igual forma que el Tabernáculo construido por Moisés en el desierto. Esto fue posible porque en su reinado fueron tiempos de  paz y prosperidad.

Cap 5:26 “ …Y el Señor dio a Salomón sabiduría, como le había prometido, y hubo paz.

En el presente, en la zona del sur de Israel se encuentra solo destrucción y el miedo está en las zonas del norte.

Todos los habitantes se encuentran desplazados. Nadie puede volver a su hogar. El país está rodeado de enemigos, de guerra. Aún así seguimos y continuamos con la vida sin dar marcha atrás. El dolor va por dentro y nuestra resiliencia es mucho más fuerte.

Para poder reconstruir piedra sobre piedra, sólo se podrá hacer, cuando se encuentre la paz con nuestros vecinos. Cap 5:31..Y el rey mandó, y sacaron piedras grandes, piedras pesadas, para poner los cimientos de la casa con piedra labrada.

Por el momento habrá que esperar. Estas son horas difíciles y el desafío es constante. Más adelante nos tomaremos el tiempo para sopesar las responsabilidades.

Mientras que se utilicen armas para defendernos del terror, seguiremos luchando por la libertad y así poder regresar a reconstruir Israel.

Como bien dice nuestra Haftará en el Cap 6: 7 “… y no se oía martillo ni hacha (ni) herramienta alguna de hierro en la casa mientras estaba en construcción. En el silencio del fuego, hallaremos el milagro de la vida.

Que este Shabat encontremos la luz que nos guíe, para descubrir
el camino que nos lleve a una paz duradera en su nuestra casa en Eretz Israel.

Shabat Shalom
Susy Lapilover

AM ISRAEL JAI
BrinngThemHome

Parasha Truma

La Haftará perteneciente a la Parashá Trumá, incluida en el libro “MELAJIM I” – REYES I – , cap. 5 versículos 26/32 cap. 6 vers. 1/13, libro que pertenece al Tanaj Sector denominado de los Profetas Anteriores. Se presume que fue escrito por el profeta Jeremías.

En otras oportunidades hemos considerado los posibles orígenes de la tradición de la lectura de la haftará, de los Nevihim – Profetas- a continuación de la lectura de la parashá de la Torá. A cada parashá se le tiene asignada una determinada haftará, la cual presenta una relación temática con la parashá.

La parashá Trumá – aporte, donación – integra el segundo libro de la Torá denominado Shmot, y se refiere a la orden de D’OS a Moshé para que le diga a los benei Israel – los hijos de Israel – le aporten donaciones según le dé su corazón.

El texto de ésta haftará si bien se refiere a Trumá – donación – difiere de la parashá no sólo por la extensa época cronológica que las separa, sino que implica una diferencia sustancial en su constitución nacional. En el desierto eran los beney Israel una comuna humana de diferentes tribus con un común denominador originario y creencia religiosa, conducidos por un líder, Moshé.

En cambio en la sección de la haftará se trata de un reino, un estado independiente y un rey, Shlomó – Salomón – heredero del trono de su padre el Rey David. Por el espíritu y metodología operativa del procedimiento recaudatorio la parashá y la haftará difieren significativamente.

Mientras en la parashá dice que “ me traigan ofrendas donadas por cada hombre que le dé su corazón”, en la haftará se trata de una imposición de la autoridad monárquica. El Rambam – Maimónides- sostiene que las ofrendas y diezmos sólo tenían vigencia en Eretz Israel. Pero vayamos al inicio de la haftará.

“D’OS le dio a Shlomó sabiduría de acuerdo a lo prometido, y hubo paz entre el rey Hiram y Shlomó”, concertando ambos una alianza. Comienza el texto “natan jojmá”, D’OS le dio sabiduría, inteligencia. La guemará dice que hay dos tipos de inteligentes: los de nacimiento y el que tiene suerte, dado que la suerte hace al hombre inteligente.

Describe la imposición de movilizar de todo Israel y, esa imposición es de treinta mil hombres, a los que envía al Líbano por grupos de diez mil hombres, los cuales permanecen ahí un mes y luego regresan y permanecen en sus casas dos meses. Describe someramente la organización de los movilizados en su carácter de trabajadores y los procedimientos aplicados a los distintos materiales, con el objetivo de construir “HABAIT”, así menciona el texto la obra en construcción, “LA CASA”. Shlomó tenía setenta mil hombres que llevaban cargas y ochenta mil leñadores en las montañas, además de los capataces de Shlomó que estaban sobre el trabajo, tres mil trescientos fueron los que dirigían la gente que hacían la obra. Seguidamente describe con sumo detalle con las respectivas medidas de cada sector de HABAIT y su arquitectura. El rey (se refiere el texto al Rey Shlomó) ordenó y ellos llevaron grandes piedras, piedras costosas para poner los cimientos de Habait, y los constructores de Shlomó, los de Hiram y los guibelitas, guivlim, así según el texto denominaban a aquellas multitudes que no pertenecían a los israelitas y que preparaban los troncos, las maderas y las piedras para la obra. El exégeta RASHI sostiene que los ciento cincuenta mil hombres que trabajaban eran todos extranjeros, es decir no pertenecían a la grey hebrea y, que se convirtieron por haber vislumbrado la grandeza de Shlomó.

Continúa el texto expresando que lo descripto aconteció en el año cuatrocientos ochenta después de la salida de los hijos de Israel de Egipto, al cuarto año del reinado de Shlomó sobre Israel, en el mes de Ziv que es el mes segundo, que comenzó a construir la “Habait Lashem” (la Casa a D’OS).

Como describe el texto así construyó el Bait y la terminó.”Y vino la palabra de D’OS a Shlomó, con respecto a éste Bait que estás edificando, si andarás en mis normas y mis leyes ejecutarás y observarás todos Mis Mandamientos para conducirte en ellos, entonces cumpliré mi palabra contigo de acuerdo a lo que hablé a David tu padre. Y moraré dentro de Beney Israel (entre los hijos de Israel) y no abandonaré a Mi pueblo Israel”.

Obviamente el Bait (la Casa) se refiere al Beit Hmikdash (el Templo de Jerusalem).

Shlomó reinó en una época conflictiva, de continuos enfrentamientos y guerras entre los distintos pueblos de la región pero, Shlomó se caracterizó por mantener la paz durante su reinado y, esa constituía una condición para poder construir el Templo, para que sea un símbolo de paz. Por ésta razón, su edificación, los muros que rodeaban el Templo, el lugar Santo como el Santuario, fueron construido con piedras enteras y no se oyó martillo ni pico ni ninguna otra herramienta de hierro durante el proceso de construcción.

Por la misma razón, la Torá no tiene ni puede tener en su cuerpo elemento de hierro ni en su escritura utilizar elemento alguno de hierro, ya que el hierro es el elemento esencial en las armas de guerra.

Joshua Chameides

Haftara Mishpatim

Desde el comienzo del Sefer Shmot, segundo libro de Torá, entendemos que la búsqueda del pueblo Judío era aire de libertad.

Libertad individual, en cada una de las personas que estuvieron ahí, pero un nuevo tipo de libertad también, la libertad grupal, del pueblo, del nuevo pueblo que se acababa de formar.

Lo que transforma a los hebreos en pueblo, era el objetivo en común, la creencia compartida, la fe en el mismo Dios, que aparece luego de 400 años de esclavitud y entonces, lo mas difícil, el trabajo en conjunto de volver (o empezar) a creer.

La Haftara de esta semana, nos trae a Jeremías, quien busca a través de sus predicaciones, corregir al pueblo que se había desviado del camino, y de las leyes entregadas en el Monte Sinaí.

Pero… ¿Quién nos corrige a nosotros?

Es conocida la tradición de al finalizar el año, buscar hacer un balance y descubrir que hicimos bien el año que se fue, que cosas nos faltaron, que otras no queremos mas, y entonces hacer la búsqueda del norte para el año nuevo entrante.

Pasó un mes y medio desde comienzo de año, y algunos meses mas de los Iamim Noraim y quizás, estemos encaminados hacia nuestro norte o no.

Es tanta la inercia quizás, los apuros, las corridas, las “urgencias” o lo que se disfraza de urgencia, que no nos damos cuenta que en cada paso dado, los pies apuntan hacia alguna dirección.

La salida de Egipto, pasó hace miles de años, pero sin embargo cada viernes al anochecer levantamos una copa al cielo y decimos: “Ki hu iom tejila lemikraey kodesh, zejer litziat Mitzraim” “y ese día es el previo a las convocaciones sagradas, un recuerdo del Éxodo de Egipto”,

¿Qué tiene que ver? Venimos de vivir un Kabalat Shabat único, lleno de melodías, de meditación profunda, de baile, de estudio y antes de volver a casa, hablamos de la salida de Egipto… ¡No tiene sentido!

Wait!

Claro que tiene sentido. El recordar de donde venís, tu historia, tu lugar, para poder saber si estas caminando hacia donde te propusiste caminar.

Recordar tu pasado, para saber si estas caminando a tu libertad.

Te sacaron de Egipto, a vos, y te entregaron la Tora para que seas responsable de tu camino, y cuando creas que lo que te propusiste venció en el tiempo, y ya es tarde para volver, levanta una copa al cielo y sabe, que mientras recuerdes tu historia, hay tiempo de elegir tu futuro.

Atate los cordones, y empezá a caminar hacia el.

Shabat Shalom Amijai!
Sem. Brian Bruh

Parasha Mishpatim

Shemot 21:1–24:18

Resuenan dentro nuestro los mandamientos que desde lo alto del monte hemos recibido hace instantes, en Parashá Itró.

El mundo ya no es el mismo, hay un antes y un después, no sólo Moshé, nuestro profeta es otro, nosotros somos otros.

Hasta el momento todo tuvo el impacto de lo celestial, espiritual.

Ahora en esta parashá nos encontramos con un código de leyes que nos hablan de la relación entre los seres humanos, entre las parejas, entre padres e hijos, entre amigos, socios…

Hay una relación directa en cómo nos comportamos con nuestro prójimo y el sentido de justicia que anida dentro nuestro.

El que trate a su prójimo con el mismo cuidado con que se trata a sí mismo será un hombre justo.

Y si este trato se repica de uno a otro podremos entre todos tener una sociedad justa.

Dicho de otra manera, anidará en nosotros una justicia independiente, límpida, sin intencionalidades.

Ya sabemos que esta es una tarea que lleva mucho tiempo, toda la vida, es necesario tenerla presente a cada paso, pareciera que es fácil tropezarse.

Acá nos encontramos con un cúmulo de leyes detalladas y en el corazón de cada una de ellas descubrimos que el secreto es tener en cuenta al prójimo.

El mundo importa, el mundo existe porque existe el otro.

Shabat Shalom Umeboraj!
Am Israel Jai
Norma Dembo

Parasha Itro

El primer mandamiento y la fe judía

Infinidad de cuestiones hermenéuticas provoca la primera aparición de los 10 mandamientos en el libro del Éxodo: el contexto , la forma peculiar y casi inentendible a drede de como están narrados, etc. En este caso trataremos algunas implicancias de el primero de ellos: “Yo soy Adonai Tu D’s que te saco de la tierra de Egipto de la casa de la esclavitud”. Nuestros sabios se preguntaron: ¿existe aquí algún tipo de precepto práctico a cumplir? Es este versículo solo una presentación de D’s al pueblo de Israel es decir, no es realmente un mandamiento?

Llegamos aquí a una de las preguntas filosóficas mas profundas de la historia del pensamiento judío: ¿es posible ordenar creer en algo? En tal caso, como se cumpliría la orden? Es acaso medible esto de alguna manera? Supongamos que hay dos personas, la primera cree en un ser superior parecido a un anciano con barba y la segunda cree en un ser abstracto y dice que cualquier adjudicación de una cualidad humana a ese ser superior convierte a ese creencia en pagana. ¿Podríamos aseverar que la primara persona no cumple con los requisitos del primer mandamiento y la segunda si lo hace? ¿Según que criterio?

Posiblemente si hacemos un trabajo estadístico sobre la creencia de los judíos a través de la historia, el primer caso, al cual podríamos definir como un posible paganismo, haya sido bastante mas usual que la abstracción del segundo.

Es por ello que convienen aclarar algunas cuestiones históricas para dirigirnos a esta discusión de manera mas adecuada. La tradición judia enfatizó durante siglos su faceta practica antes que la teórica y esto ultimo incluye cuestiones de creencia. El mayor ejemplo creo es el concepto de fe. Esa palabra, posiblemente no traducible al lenguaje hebreo, se pueda asociar al concepto de “Emuná”, confianza en un camino o lealtad a una forma de ser. Es decir, la práctica que se desprenden de los principios y no los principios de creencia en si mismos. De hecho, todo sabio judío que intentó definir o resumir la tradición a través de principios de creencia fue condenado al fracaso en su época, incluyendo el mas grande los filósofos Moisés Maimónides (1135-1204) cuyos 13 principios de fe tomaron mas vigencia en la modernidad judia dentro del contexto de la lucha entre las corrientes del judaísmo que nacieron como consecuencia de la emancipación europea, que en las época del mismo Maimónides en donde sus principios fueron básicamente rechazados. Mas aún, si profundizamos en el pensamiento de Maimónides veremos claramente que su postura tenia mas que ver con el saber a D’s que con la creencia en D’s, cuestión representativa de su racionalismo medieval.

Los que gusten profundizar sobre conceptos que parecen obvios en el judaísmo histórico, también se sorprenderán descubrir que el concepto de dogma o incluso la definición del judaísmo como religión, es producto de la modernidad judia y están enmarcados bajo el intento de la lucha judía en Europa central de conseguir los mismo derechos que las demás “religiones” o presentarse como un sistema que posee dogmas al también al igual que los credos.

El primer mandamiento sea tal vez la presentación del principio al cual le debemos lealtad a través de la concreción de determinadas conductas que santifican ese principio, es decir “Kidush Hashem”. Una de las características mas importantes de esa lealtad practica es su dimensión de estar por sobre un espacio y un tiempo determinados, es decir, la lealtad es 24×7 y en cualquier lugar. Dicha lealtad no esta destinada solo a los templos, sino a los templos, a las casas, a la calle y a los negocios. No esta destinada a un día, como Iom Kipur o Shabat, sino a la cotidianeidad y a las vacaciones, a los momentos especiales y a los que no lo son tanto. El primer mandamiento, sin ser una orden determinada a cumplir, se termina convirtiendo en una orden general, reguladora de una forma de vida que refleja la lealtad a un pueblo y a su tradición.

Rabino Ari Bursztein

Haftara Itro

En Parashat Itro leemos acerca de la maravillosa revelación de la Torá por parte de D´s. Los israelitas estaban asombrados al experimentar la presencia de D´s: “Todo el pueblo vio los truenos y relámpagos, el estruendo del cuerno y la montaña humeando; retrocedieron y se mantuvieron a distancia” (Shemot 20:15).

Parece coincidencia (dudo que existan), porque la sección de nuestra Haftará para esta semana nos acerca otro relato de una experiencia religiosa: la primera visión de Isaías, en la que le fue anunciado que sería profeta de Israel. En la visión de Isaías, D´s está sentado en un trono en lo alto, rodeado de asistentes que son criaturas de seis alas. Estas criaturas, llamadas serafines, se gritan entre sí: “¡Santo, santo, santo! ¡El Señor de los Ejércitos! ¡Su presencia llena toda la tierra! (Isaías 6:3). Estas líneas se han incorporado a nuestra liturgia en la oración de la “Kedushá”.

Nos cuentan que mientras los Serafines se gritan entre sí, los postes de las puertas temblaban y la casa de D´s se llenó de humo. Isaías está entre sorprendido y avergonzado diciendo: “¡Ay de mí! ¡Estoy perdido! Porque soy hombre de labios inmundos, y vivo en medio de un pueblo de labios inmundos; sin embargo, mis propios ojos han visto al Rey, Señor de los Ejércitos” (6: 5).

A pesar de la vacilación y las dudas de Isaías, su iniciación continúa.

Un Serafín toma un carbón y se lo acerca a sus labios, declarando que con esta acción sus errores son purgados. Entonces D´s se dirige directamente a Isaías y le pregunta: “¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros?Isaías se ofrece como voluntario: “Aquí estoy; envíame” (6: 8).

Shabat Shalom!
Wally Liebhaber

Haftara Beshalaj

Nuestra Haftara se encuentra en el libro de shoftim (jueces). Leemos acerca de Dvora, una profetiza y mujer de Lapidot quien a la vez fue una juez de Israel.

Débora había profetizado que Barak lograría la victoria final sobre el general Sisará quién representaba al pueblo cannaneo y había sometido al pueblo hebreo a tiempos difíciles.

Yael, fue quien se encargó de terminar con la vida de Sisará, cuando este al quedarse dormido de agotamiento no tuvo oportunidad de defenderse cuando ella le clavó una estaca en la cien.

En la segunda parte del Libro de shoftim aparece la canción de Dvora celebrando la victoria.

En la Parasha beshalaj hay un faraón que quiere tener al pueblo de Israel sometido y bajo su poder, así como en la Haftará se habla de Sisará que también quería dominar al pueblo de Israel.

En las dos historias mujeres cambian el rumbo de los sucesos, así como Miriam, bat Paro , iojebed, las parteras en la Torá, o Yael y Dvora en la Haftara. En los dos casos es a través de los profetas que logra vencer al opresor.
Cuando lo logran en la Torá nos encontramos con un canto de Moshe y por otro lado de Miriam y en la Haftará está el canto de Débora.

Después de las dos victorias que leímos el pueblo de Israel vive un período de paz y calma.

Somos un pueblo que se supo siempre enfrentar a su opresor , y una vez ganada la batalla salimos a cantar y celebrar tanta lucha y tanto esfuerzo. Tenemos que tener la esperanza de que el bien va a triunfar sobre el mal.

Aún la canción no llego, estamos todavía batallando contra nuestros enemigos, pero llegará el día que todo esto termine y será allí donde tendremos que salir a cantar por nuestra identidad, celebrar la lucha y honrar a los nuestros.

Shabat shalom!
Sem. Mati Bomse

Parasha Beshalaj

Esta semana leemos con atención que después de ser liberados por el Faraón, Moisés tiene que proteger al pueblo en su salida de Egipto. Los desafíos son enormes, ¿cruzar el Mar Rojo o esperar ser muertos por las huestes del opresor? Dudas que generaron mucho miedo a lo desconocido. Exigir sustento para poder continuar, agua para subsistir. Éstos fueron algunos de los desafíos que tuvo que pasar Moisés. La misión de educar a todos siguiendo las normas y no fue tarea fácil.

La libertad no se obtiene sin sacrificios. Lograrla conlleva a obstáculos que superan la razón. Quejarse y no hacer nada no sirve, las divisiones internas, claudicar por lo que digan, tampoco. Hay que actuar sin renunciar al motivo principal que es, obtener la preciada libertad.

Esto pasó siempre a lo largo de la historia. Aprender de los errores pasados nos hace más fuertes si podemos ser conscientes refrescando la memoria.

Esta semana en Israel es un momento bisagra. Estamos en guerra, por lo cual lo importante es estar unidos para obtener los resultados deseados; poner fin al terrorismo, liberando a los secuestrados y tratando de tener seguridad por la vida de nuestros Jaialim.

Desgraciadamente los terroristas observan desde las sombras todos nuestros movimientos y actúan poniéndonos a prueba. Tal fue el caso de las bajas tan importantes que tuvieron nuestros héroes. Tratando de terminar de alguna forma con el horror, cayeron en una trampa mortal. Ya tendremos tiempo para llorar y hacer nuestro duelo. Ahora solo hay que seguir sin bajar los brazos. El mañana está muy cerca y la libertad de los secuestrados y el retorno de los Jaialim está a la vuelta de la esquina.

Hoy este Shabat solo pidamos una sola cosa, que todos retornen a casa trayendo la libertad y la paz que el mundo necesita.

Shabat Shalom. Besitos
Susy Lapilover

🇮🇱AM ISRAEL JAI🇮🇱
🇮🇱BRINGTHEMHOME🇮🇱

Haftara Bo

Irmiahu 46:13-28

Nuestro profeta vivió en los 650 aec, había nacido en el seno de una familia de Cohanim que vivían al noreste de Ierushalaim.

Vió como Nínive caía a manos del imperio asirio en el 606 aec.

Y fue llevado a Egipto, allí pronunció su última profecía para el pueblo de Israel.

No sabemos si murió en Egipto o en Babilonia.
Se cree que fue el autor de Sefer Melajim (El libro de los Reyes) y de Meguilat Ejah (El libro de las Lamentaciones).

Una y otra vez me pregunto y me asombro, porque muchas cosas han cambiado, mucho hemos luchado y a veces parece que el tiempo no hubiera pasado.

Sí pasó, Am Israel Jai, seguimos luchando como entones, seguimos deseando la paz y pienso que finalmente y en lo más profundo la lucha es entre la idolatría y D’s, sin imágenes, con ideales y esa lucha, que hay que seguir dándola, por supuesto, sigue cobrándose vidas y la historia se repite pero pienso que siempre alguna modificación, algún cambio para mejor.

Esta Haftará está en total analogía con la Parashá a la que acompaña.

Nos encontramos con un rey cobarde, que se ha sentido poderoso pero rehuye ahora la batalla y no enfrenta a su enemigo en el plazo señalado.
Tal como el faraón no aceptó tampoco el plazo señalado.

En este caso las huestes babilónicas destruirán el país, de ahí iremos al exilio y D´s cumplirá su palabra.

El país será destruido por causa de la idolatría “que como víbora se expande”.

El faraón había ya padecido una gran derrota y finalmente termina destruido por el Rey de Babilonia tal como lo había vaticinado nuestro profeta.

Vemos que sea cual sea el faraón de turno y aunque amenace y quiera quitar libertades sigue siendo más fuerte el pueblo que se une para no dejarse arrastrar a la idolatría, o sea, a vender sus convicciones y creencias, su fe.

Sabemos que no es fácil que cada uno defienda sus ideas y aún así luchar todos juntos por un lugar mejor. Esta sería la fórmula de la justicia y podríamos contar como nos enseña nuestro profeta que de esa manera D’s no nos destruirá.

Am Israel Jai!
Shabat Shalom Umeboraj!
Norma Dembo

Parasha Bo

Parashá Bo comienza con la descripción de las tres últimas y devastadoras plagas que azotaron Egipto (Langostas, Oscuridad y muerte de los primogénitos), las que finalmente quebraron “la dureza del corazón” del Farón y pusieron fin al largo Exilio y la Esclavitud de nuestro Pueblo.

Sumado a estos traumáticos eventos, y, antes de la ansiada salida de Mitzraim Di-s instruye a nuestros antepasados a comenzar a contar el Tiempo, era el mes de Aviv, que luego devendría en Nissan.

Un calendario Lunar, un tiempo propio, que nos define como Ieudim y nos ordena. Después, vendrían las instrucciones de cómo llevar a cabo el Korban de Pesaj, un sacrificio de liberación que, agiornado, se convertiría a lo largo de nuestra historia en el símbolo de la Libertad para nosotros y las generaciones porvenir. Hay un orden secuencial, no casual en este mandato -legado. Antes de Salir, un tiempo- calendario que nos define y una primera mitzva comunitaria.

Al celebrar y relatar la dolorosa (si vale el oxímoron) salida de Mitzraim en cada Seder de Pesaj, a lo largo de nuestra Historia, lo reactualizamos para no olvidar nuestras estrecheces y enseñar a los más chiquitos, lo que vivimos y que Siempre hay y habrá una Salida! los Iludí nunca perdimos y perdemos la Fé, La Esperanza. No quiero dejar de mencionar, que también en esta sección de La Torá Di-s no instruye sobre la colocación de los Tefilín, otro gran símbolo, vehículo de conexión entre Di-s y nuestra Neshama. Hasta aquí los hechos…

Está porción de la Torá hace foco principalmente en el Éxodo. Evento fundacional y extraordinario por excelencia de nuestra historia. El punto de partida de un nuevo tiempo de libertad, oportunidad y construcción para los hijos de Israel. A partir de aquí y no con pocas dificultades un futuro en nuestra Tierra Prometida sería posible. El Éxodo, como punto de inflexión en el derrotero de nuestra historia se convertiría en un paradigma universal acerca del derecho inalienable de cada ser humano de autodeterminación y elección de una vida digna y sustentable.

El segundo hito histórico, post liberación fue la entrega de la Torá en el Sinaí. Para nuestros sabios ambos eventos, se complementan y, así van definiendo nuestro ADN de cara a nuestro futuro de Nación. El juego de palabras de un conocido Midrash:

“Jarut” (las palabras grabadas en las Tablas) y “Jerut” (Libertad) alude a que el trascendental evento del Sinaí le imprimió al Éxodo una dirección espiritual y un sentido de pertenencia que lo vino a completar.

Y, así, anclados en estos pilares, tenemos como judíos que asumir la irrevocable misión de realizar y transmitir los valores de un monoteísmo ético que sirva de Luz para para todas las Naciones de la Tierra en todas las generaciones.

El Éxodo nos dio la Libertad y Matan Torá un orden ético /moral y, el compromiso de ejercerlo. Hoy más que nunca y frente a este difícil tiempo de nuestra Historia que nos toca atravesar; tenemos el desafío, el imperativo de honrar nuestra Herencia, estando a la altura de la misma, defendiendo nuestra Tierra, nuestro Legado, estemos donde estemos, acercándonos también, a todo aquello que nos eleve, nos acerque un poquito más a Di-s, a nuestros prójimos y siempre a nuestros hermanos en Medinat Israel ….buscando la Paz.

Shabat Salom Umevoraj
Am Israel Jai
Sandra Epstein