Obadia 1:1-21
Las Haftarot, que son porciones del Tanaj que leemos después de la lectura de la Parasha en Shabat o en Jaguim, son extractos de profecías escritas por los mismos profetas, y ese texto elegido por nuestros sabios esta siempre relacionado o vinculado con la Parasha de esa semana.
Esta semana es Vaishlaj, y los temas de esta porción son, entre otros, Yahakov con el Malaj (ángel), el encuentro de Yahakov con su hermano Esav, el episodio de Dinah, la muerte de Rajel y la descendencia de Esav.
En esta oportunidad quien protagoniza la haftará, es el Profeta OBADIA quien en su profecía habla de Edom y de la perdición de esta nación.
El Libro de Obadiá, es el más corto de todo el Tanaj. Nada dice el libro acerca de su biografía ni sobre su situación histórica, solo se sabe que Obadiá fue un hombre proveniente de la nación de Edom convertido al judaísmo. Y todo el capítulo contiene una sola profecía, desde el comienzo hasta el final, dedicada al tema de Edom a través de varios períodos en la historia. Y ha sido elegida como Haftará de la Parashat Vaishláj ya que el profeta habla de la perfidia de Edom, pueblo descendiente de Esav, hermano de Yahacov / Israel.
En la Parashá el enfrentamiento de los hermanos tiene un desenlace pacífico y positivo.
Ahora, volviendo a la profecía comienza diciendo “… hemos oído”… el hecho de que el verbo oír aparezca en plural cuando es sólo Obadiá el que está hablando se debe a que este verbo incluye también a los profetas Irmiahu, Ieshahiahu y Amós que también dirigieron profecías con respecto a Edom, y de allí el plural: Shamahnu”
Explican los sabios que cuando los profetas recibían alguna profecía que ya había sido pronunciada por un profeta anterior, utilizaban las palabras y expresiones ya enunciadas por dicho profeta. Los profetas no oían en sus profecías el mensaje de Hashem, en palabras y en letras, (este grado de profecía sólo era de Moshé).
Los demás profetas concebían las profecías ya sea por medio de parábolas o por medio de revelaciones y ellos relanzaban sus visiones con sus propias palabras y estilo idiomático peculiar, a veces acuñando un estilo idiomático propio y otras veces citando les términos y palabras ya enunciados por un profeta que había antecedido…
…Y es lo que ocurre en este libro, Obadiá vaticinó en su profecía la destrucción de Edom.
El tema es… ¿Por qué eligen esta profecía en esta Parashá?
Por qué eligen leer una profecía que relata un devenir, de alguna manera “opuesto” a lo que relata la parashá?
Por qué si la Parashá habla de un reencuentro entre los hermanos pacifico y positivo, la haftará habla de un final caótico y definitivo?
Será que hay un guiño en la parashá?
¿Será que la parashá con esa “conciliación” entre Esav y Yahacov nos ofrece un escenario de construcción y completitud?
Si. Va por ahí.
Nos avisa, nos advierta, nos sugiere. La manera de no caer en destrucción y derrota en la que cayó Edom, es completando la dos partes de la unidad… es sumarle a Esav lo que es Yahacov, y a Yahacov lo que es Esav… es construir con la dos partes, una unidad.
En construir una unión, en reconstruir vínculos dañados.
En no sentirse HECHO (Esav) desde el principio, sino ir completándose momento a momento.
Por el mismo motivo es que Obadiá, en su discurso incluye las palabras de los otros profetas… ‘Shamahnu” dice – hemos oído -…
Solos, cada uno por su lado, cada uno HECHO PARA SI (Esav | EDOM) … terminara tarde o temprano es un estado de destrucción y ruinas.
Reencontremos el ESAV y el Yahakov, que cada uno de nosotros es… y construyamos en Equipo, entre Hermanos… parece más difícil, pero sin duda será la semilla del futuro.
SHABAT SHALOM UMEORAJ
Silvia Dvoskin