HAFTARAT MIKETZ – Inteligencia Emocional – REYES I CAPÍTULOS (3:15- 4:1)
En la Parashá de la semana pasada vimos como una persona como Iosef, soñador, con un proyecto claro y una gran inteligencia caía hasta el pozo de una cárcel de Egipto y era olvidado. No podemos decir que le faltó inteligencia, pero si podemos decir que no estaba logrando lo que quería.
En esta Parashá lo vemos resurgir y llegar a la cima del imperio mas grande del mundo, pero también lo vemos aplicar su inteligencia con mucha sabiduría.
En la Parashá de la semana Pasada Iosef tuvo un sueño y se lo conto a sus hermanos, no una sino dos veces y ellos lo odiaron al punto de llegar a venderlo a Egipto. En esta Parashá,Iosef Escucha al Faraón, interpreta el sueño y ve la manera de que el Faraón le haga cumplir el suyo.
Mas adelante cuando ve a sus hermanos, siendo el hombre mas poderoso de Egipto no sale impulsivamente a abrazarlos y contarles lo que pasó, a donde llegó, ni a decirles que con su inteligencia había llegado a la cima. Seguramente no le faltaban ganas, pero Iosef reaccionó de una manera mucho mas sabia. Armó toda la situación para que sea Iehuda al inicio de la parashá de la semana que viene, el que tome la iniciativa y se acerque a él (Vaigash) y le plantee su arrepentimiento. Iosef había crecido y con el tiempo aprendió a usar su inteligencia con sabiduría.
Hoy sabemos que la inteligencia tiene varias dimensiones (lógica-Matemática, Lingüística, visual/Espacial, musical, corporal, intrapersonal) Pero es difícil utilizar estas inteligencias; sin entender y comprender la esencia humana. De eso se trata la sabiduría en nuestra tradición, de la experiencia de vida aplicada a las circunstancias que nos rodean y con quienes nos rodean.
En la Haftará de esta semana leemos una historia muy conocida (hasta salió en los Simpson). Es la historia de 2 madres que van a ver al rey Salomón reclamando ambas ser las madres de un bebe. El Rey Salomón propuso la solución “Salomónica” de partir al bebe al medio con su espada, a lo cual la verdadera madre se negó y acepto entregar al bebe a la otra con tal de mantenerlo con vida, y por el Rey decidió entregar el bebe a ella. Recuerdo cuando mi abuela Catita me contaba esta historia resaltando la sabiduría del Rey Salomón (que “casualmente” era el nombre de mi abuelo).
Siempre me gusto esa historia y la manera inteligente de descubrir la verdadera madre. Pero ahora también veo la sabiduría de Salomón. Obviamente el Rey mas sabio de nuestro pueblo con solo mirar a los ojos de las madres sabia cual era la verdadera y cual la impostora. Pero con su sabiduría además de hacer justicia, les justificó a todos, incluyo a la falsa madre porque tomo esa decisión. De esa manera todos la aceptaron.
Estos textos vienen a enseñarnos que la adquisición de la sabiduría no está en “la información, los contenidos, en la manera de tocar un instrumento o de usar la computadora”; sino en la habilidad para aplicar esta inteligencia en el descubrimiento del alma humana y empatizar con el otro.
Lo que hoy llamamos inteligencia emocional, ya está explicado en nuestros textos. La tradición judía nos regala herramientas para adquirir esta sabiduría. Sigamos aprendiendojuntos en comunidad.
¡Shabat Shalom!
Fabian David Holcman