Nos encontramos ante un Shabat muy potente, cargado de momento muy especiales y muy distintos entre si. Por un lado, estamos en el final del sefer Bamidbar, el libro del “Mashber” (crisis), ya preparados para el ingreso a esa tierra prometida, donde fluye la leche y la miel. Por otro lado, estamos transitando el tramofinal de las tres semanas llamadas “Tlahata de purianuta” (período ente el 17 de Tamuz y el 9 Av) tres semanas muy complejas a lo largo de la historia para el pueblo judío. Y como si esto fuera poco, este Shabat es Rosh jodesh Menajem Av, cargados de la energía y la esperanza que trae el comienzo de algo nuevo.
Pero estamos aquí para comentar la parashá de esta semana, así que me voy a concentrar en nuestro cometido.
Tenemos esta semana nuevamente, como ya hemos visto varias veces durante este año, un Shabat con lectura de dos Parashiot juntas, Matot y Masei.
Por lo general cuando me han tocado comentarios de parashiot dobles, siempre me ocupé de la segunda, en esta ocasión voy a cambiar y me voy a referir a la primera de las dos, Matot.
Matot es el plural de Mate que significa tribus, pero también lo podemos traducir como palo.
En hebreo por lo general cuando nos referimos a las tribus del pueblo de Israel decimos Shvatim. Y a su vez Shevet(el singular) también tiene una acepción distinta, que traducimos como rama. Espero no haberlos mareado mucho.
Vayamos a ver, ¿cuál es la deferencia entre palo y rama?
Nuestros sabios nos enseñan que shevet es una rama, la cual todavía se encuentra unida a un tronco central, o que apenas fue cortada y que todavía retiene, la sabia dentro suya y mantiene su elasticidad.
En cambio, cuando hablamos de mate no estamos refiriendo, tal vez a la misma rama, pero en una condición muy diferente, ya esta seca y dura. Claramente los dos términos se refieren a situaciones muy diferentes del mismo elemento.
Entonces veamos lo siguiente, hasta aquí las tribus vivieron en una situación de Shevet, contaban con la protección de la nube de gloria, no dependían de ellos, para el sustento diario. Podíamos decir que estaban unidos al tronco, lo mismo que un bebe cuando está dentro del útero materno, unido por el cordón a su madre. Ciertamente en una situación de dependencia y podríamos decir también, de comodidad.
Pero resulta que esta condición esta a punto de cambiar, por que una vez que entren a la tierra de Israel dejaran de recibir la sabia del tronco. Serán más independientes y deberán luchar a diario por el sustento familiar. Deberán forjarse de más carácter y ser más duros para pelear por la subsistencia de los suyos. Tendrán que forjarse de un temperamento más firme, para afrontar la nueva realidad.
No es casual que la Tora los haya llamado, por esta nueva condición de Matot, en la cual cada uno está asumiendo un grado de responsabilidad, que conllevan a promesas y juramentos que cada uno debe asumir. Entonces aquí vemos por qué Moshé, les viene a hablar de las promesas y los juramentos en primera instancia. Se está anticipando para que tengan sumo cuidado con lo que vayan a decir o prometer algo. Una vez que esas palabras salieron de nuestra boca, deberemos ser fuertes y firmes como un Mate y asumir esa responsabilidad que viene asociada.
Es por eso mis queridos amigos que la Tora nos invita este Shabat, a que nos concentremos en procesar intelectualmente cada palabra que vayamos a decir, antes de su emisión, por un lado. Y además que una vez que la hayamos pronunciado tengamos la firmeza necesaria para asumir nuestra responsabilidad ligada directamente a ese Neder (promesa).
Shabat Shalom Humeboraj.
Ari A. Alster