Estamos en el libro de Vaikra, libro que nos acerca a los rituales dentro del Mishkan. En esta parasha como en las siguientes, leeremos acerca de purezas e impureza físicas y espirituales.
En nuestra parasha Tazria abordamos el estado de impureza de un parturienta y su consecuente proceso de Mikve (inmersión). Luego la descripción de la enfermedad Tzaraat (psoriasis) que afecta también a la vestimenta, las casas y por último las impurezas causadas por fluidos corporales en general.
Nada más difícil de comprender y alejado de nuestra realidad. Lo puro y lo impuro tiene tanta mala fama …. Entonces la pregunta qué nos hacemos; ¿cuál es su mensaje?
Los sabios a través de sus textos encontraron también dificultades para comprenderlo y desarrollaron la interpretación de la Tzaraat, por ejemplo, a partir de decir que esa dolencia es producto de lashon hara, de la maledicencia, del chisme, la mentira, la injuria.
Pero ¿Por qué una mujer que acaba de dar a luz está en este listado? ¿Por qué la menstruación y la eyaculación pertenecen a esta lista?
Rab. Aron Soloveitchik su explicación. Él relaciona en concepto de impureza con del versículo del Salmo que dice: “Irhat Adonai tehora, omedet laad”. “el temor de Adonai es puro, dura para siempre”-
El rey David comprendió, en su libro de Salmos, que la pureza es eternidad. Por lo tanto lo impuro es aquello que se degrada, que muere, que se deteriora con el paso del tiempo. Es lógico, entonces comprender que el cuerpo de un fallecido impurifica; porque se descompone y de allí los rituales del lavado de manos a la salida del cementerio.
Volvamos a nuestras preguntas: ¿Por qué la menstruación y la eyaculación pertenecen a esta lista? Ambos representan la pérdida de un potencial de vida, lo que no fue y no tiene continuidad.
¿Por qué una mujer que acaba de dar a luz está en este listado? Porque ella perdió la vida que había en ella… y se siente vacía físicamente; su cuerpo siente la falta.
Todas estas revelaciones corpóreas se conectan con la dimensión espiritual. Intentan demostrarnos que hay emociones, relaciones, vínculos que se degradan y otros que debemos sostener y renovar para perpetuarlos. Ahora se entiende un poco más el ritual de purificación de la mikve, una inmersión en aguas vivientes, para recuperar la energía, el vigor, la intensidad de la vida.
Entonces podríamos agregar a la lista de estas situaciones muchos estadios de impureza; cuando dejamos morir relaciones de amistad o familiares por soberbia, cuando dejamos morir nuestra empatía, cuando dejamos morir nuestros valores. Hay tantas cosas importantes, que deberían perdurar y dejamos morir… Por eso nada mejor que concientizarnos y ser capaces de enfrentar nuestras impurezas, reconocerlas nos lleva a sumergirnos en la mikve y brindarnos una oportunidad de renovarnos y sanar. Hagamos el intento.
Shabat Shalom
Rab Sarina Vitas