La Haftará de Parshat Vayekhel le corresponde al libro Melajim Alef (I Reyes). Habla de los detalles de la construcción del Templo que construyó el Rey Salomón, concretamente de los grandes pilares de cobre que había a la entrada del Heijal. También leemos sobre el Iam, un estanque de agua para que los Kohanim se sumergieran, que también estaba hecho de cobre.
El Rey Salomón le encargó a Hiram fabricar una gran variedad de utensilios para el Templo, incluyendo sartenes, cuencos y palas, todos de cobre. Salomón hizo guardar todos los utensilios sin pesarlos porque eran muy numerosos.
Esta haftará no se suele leer sola porque, desde hace muchos años, Vayekhel se lee conjuntamente con la Parashá “Pekudei”.
Hay una pregunta que llama mi atención ¿cómo construimos algo de valor y significado cultural que en algún momento perdure en el tiempo? Creo que en la Haftará nos pueden acercar una idea que, tal vez, no se trata de la ingeniería de sus materiales y su funcionamiento, sino de la civilización que lo rodeaba, una sociedad que construía para su presente y su futuro. Preguntándose: ¿Qué queremos que nuestra descendencia reciba?
La construcción de estos espacios suponía un desafío no sólo técnico sino espiritual también.
Esperamos que la inspiración divina de nuestros ancestros ilumine todo aquello que construimos hoy y deseamos ver mañana.
Shabat Shalom!
Wally Liebhaber