
La haftará de esta semana nos relata acerca de la construcción del Beit Hamikdash, el primer templo de Jerusalen durante el reinado de Shlomo, y en paralelo la parashá nos cuenta acerca de la construcción del Mishkan en el desierto.
Pero que diferencias hay entre ambos santuarios? En palabras del Rabino J Zaks z”l “La belleza de la sanidad o la santidad de la belleza”, el Mishkan es móvil, pequeño, transitorio, y ahí es donde HaKadosh BarujHu no dice “Veasu li mikdash, veshajanti betojam” “Háganme un santuario, y moraré dentro de ustedes” el mensaje es ir a lo esencial; el Mishkan es un espacio de conexión profunda que nos acompaña en nuestra travesía.
En cambio el Beit Hamikdash de Shlomo es permanente, majestuoso, imponente y nos desafía a seguir encontrando allí, junto a la belleza exterior, lo sagrado y la luz que nos permita iluminarnos a nosotros mismos e iluminar a otros.
En estos tiempos tan difíciles para nuestro pueblo y para Medinat Israel sigamos fortaleciendo nuestro Mishkan interior y mostrando orgullosamente al mundo nuestro Mikdash de luz ante tanta oscuridad.
¡Shabat Shalom!
Debi Fridman