Esta haftará se lee en el último Shabat antes de Rosh Hashaná, cuando las siete semanas de consuelo después de Tisha B’Av llegan a su fin. El texto pertenece al profeta Isaías con un espíritu entusiasta y esperanzador.
Isaías comienza recordando al pueblo que la salvación está cerca y que todas las naciones la verán. Invoca las imágenes de las bodas para simbolizar el triunfo y la flora para representar el crecimiento. Isaías describe el compromiso de D´s con la ciudad de Ierushalaim: “Por Tzión no me callaré, por Jerusalem no me quedaré quieto” (Isais 62:1). Detalla las formas en que D´s fortalecerá a Jerusalem nombrando guardianes para que la custodien día y noche.
Al final de la haftará, Isaías asegura al pueblo que D´s siempre vendrá en su ayuda: “En su amor y piedad los redimió, los levantó y los exaltó todos los días de la antigüedad” (Isais 63:9).
Aunque la haftará no contiene una conexión explícita con la porción de la Torá, plantea una redención futura. Mientras nos preparamos para entrar en el clima de Rosh Hashaná, este sentimiento es oportuno e inspirador. Creo que siempre es bueno que a pesar del año que hayamos transitado imaginar que viene algo mejor. El Rab. Sacks Z´L decía que la fe no es certeza, sino que es la actitud frente al incierto.
Shabat Shalom!
Wally Liebhaber