“Un corazón para saber, ojos para ver y oídos para escuchar”
¿Cuántas cosas necesitas para ser vos?
De verdad te pregunto, ¿tanto necesitás?
Estamos tan acostumbrados a tanta cosa, tanta agenda, tantas idas y vueltas, y en fin, hasta quizás somos poco nosotros…
Creo que no nos damos cuenta, de lo mucho que tenemos, o quizás peor, nos acostumbramos a lo que tenemos y todo eso salió de nuestro radar. Quizás tenemos demasiada cosa frente a nuestras narices que no vemos.
Esta semana, la parashá nos invita a agradecer, en la Toire, trayendo los primeros frutos del cultivo al templo. En el hoy, siendo conscientes de nuestro alrededor.
Muchas veces agradecemos cosas grandes, especiales, el tenernos, la llegada de un nuevo integrante a la familia, el haber vivido tanto con los que hoy ya no están, una nueva posibilidad laboral, y tantas cosas que sentimos la necesidad de agradecer.
Agradecer bien, es especialmente agradecer lo chico, lo de siempre, lo común, que dejame decirte que no es ni chico, ni estará siempre, ni es común.
Me explico…
¿Alguna vez agradeciste tener una frazada para abrigarte en estos días tan fríos?
Una frazada, una de esas tantas que tenés ahí, en el placard, para muchos no son ni chicas, ni están siempre, ni son comunes. Esa frazada, es mucho más de lo que vos pensás.
Vuelvo a mi pregunta inicial, ¿Cuántas cosas necesitas para ser vos?Dice la parasha: “Un corazón para saber, ojos para ver y oídos para escuchar”
Con el corazón, sepamos encontrar lo que nos hacer nosotros.
Con los ojos, podamos ver y mirar bien, encontrar y buscar mejor.
Con los oídos, sepamos que hasta en el más profundo de los silencios, siempre hay algo que escuchar.
Shabat Shalom Amijai
Sem. Brian Bruh