Querido Noaj: Hace años ansío escribirte estas palabras, pero siempre encontré una excusa perfecta para postergarlo. Sobreviví al diluvio, a tu diluvio, pero nunca nada pudo volver a ser igual.
Hay textos que no pierden fuerza con el paso del tiempo. La Haftará de esta semana —tomada del profeta Isaías— es uno de ellos. Habla de esperanza cuando todo parece