Abraham Parte de Ur Caldea, hacia la tierra prometida.
En los últimos versículos de la Parashá Noaj, se describe un gran movimiento ¨Teraj tomó a Abram su hijo, a Lot hijo de Harán, hijo de su hijo, y a Sarai su nuera, mujer de Abram y salieron con ellos de Ur, de los Caldeos, para ir a la tierra de Canaán, llegaron hasta Jarán y se establecieron allí Fueron los días de Teraj Doscientos cinco años y murió en Jarán. (Noaj 11 31, 32)
Seguidamente, en la Parashá Lej Lejá, Hashem habla al corazón de Abram ¨Vete para tí, de tu tierra, de tu patria y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré¨ (Lej Leja 12.1.)
Abram, el hijo de Teraj es llamado por D-os a emprender un viaje a otra tierra, que le será mostrada.
Si profundizamos, Hashem propone a Abram algo extaordinario ¨Ve para tí…¨ (Lej Leja12.1) ve hacia tu ser verdadero, adéntrate en tu corazón, búscate y se capaz de ir más allá de tus límites.
Hashem, propone a Abran un movimiento que en una primera etapa es hacia el interior de sí y que luego dará por resultado un movimiento hacia afuera que, aún Abram desconoce.
Hashem prosigue´´Hare de tí una gran nación, te bendeciré, engrandeceré tu nombre y serás una bendición ´´ (Lej Lejá 12 .2).
Abram se entrega al llamado y emprende el viaje.
Abram reconoce lo falso de los ídolos y toma conciencia de que hay algo más grande, que los designios condicionados por los astros que él estudiaba.
El Patriarca junto a Sarai, comparte con todos los cercanos y con su sobrino Lot, los nuevos conceptos, acerca de la existencia de un D-os único.
En su búsqueda recorre tierras y va trazando su camino. En cada asentamiento, edifica un altar al eterno, para agradecer y testificar ante todos su amor y entrega al d-os único.
En su vida, Abram tuvo diez grandes pruebas, que solo con su enorme amor al Santo Bendito Sea y su gran Emuná pudo atravesar.
Comienza el camino teniendo que abandonar su tierra. Superar el hambruna de Canaán y para ello tener que bajar a Egipto. Vivir la captura de Sara por el Faraón. Una guerra contra los reyes que capturaron a Lot. Tomar a Hagar como esposa. Circuncidarse a sí mismo. Sara es llevada al palacio de Avimelej. La expulsión de Hagar y de su hijo Ishmael y por último la Akeda de su hijo Itzjak.
Abram, en un camino de tan duros desafíos, finalmente se encuentra con sus verdades más íntimas.
Su Neshama crece y a sus 99 años recibe una nueva promesa de Hashem ¨Yo soy El Sha dai, camina ante Mí y se íntegro¨ (Lej Leja17.3) ¨En cuanto a Mí, este es mi pacto contigo, serás padre de una multitud de naciones¨ (Lej Leja 17,4¨). ¨Tu nombre no será más Abram, sino Abraham será tu nombre, porque te he hecho padre de una multitud de naciones¨ (Lej Lejá17.5)
La lectura de esta Parasha interpela al lector de cada generación.
Hoy más que nunca, creo que nuestro trabajo es saber leer y escuchar los textos de la Torá en primera persona.
Lej Lejá es un susurro en el que Hashem nos habla y nos invita a preguntarnos quienes somos realmente, sin etiquetas y sin altas expectativas.
¿Estaríamos dispuestos a reencaminar algunas áreas de nuestras propias vidas?
Al igual que el Patriarca, confío en que todos tenemos la posibilidad de influenciar nuestro mundo sembrando pequeños actos de bondad.
Con voluntad de trabajo podemos generar grandes cambios en aras del bien común.
Estoy convencida que nuestras acciones igual que las del patriarca Abraham pueden trascender nuestro corto tiempo de vida.
Cada uno de nosotros somos una pequeña porción de algo más grande y nuestro pequeño hacer es indispensable para completar la obra.
Quiera d os que este Shabat sea una nueva oportunidad para contactar con nuestra Neshama.
Que podamos vislumbrar el potencial por despertar en cada uno de nosotros.
Aventurarnos a los cambios necesarios, sabiendo que se presentarán las pruebas, que una vez sorteadas no harán más fuertes y seguramente más humanos.
¡Shabat Shalom Umeboraj!
Daliah Ruth Faingold
