Shabat Jazón – Isaias 1:1 – 27
La Haftará de esta semana se llama Jazón (Visión) y habla de la visión del Profeta Isaías sobre la destrucción de Jerusalem y del segundo templo. Leemos esta Haftará el Shabat anterior al 9 de Av, cuando recordamos la destrucción de los 2 templos y muchas tragedias que le ocurrieron al Pueblo Judío a lo largo de la historia.
La Profecía de Isaías se cumplió, La ciudad cayó, fue destruida completamente por los Romanos y quedo arrasada como tierra arada.
Durante 2000 años seguimos rezando todos los días mirando hacia Jerusalem, y recordando su destrucción con un ayuno. También recordamos su destrucción en cada Jupa, cuando en el día más feliz de su vida, el novio debe romper una copa por la tristeza de que no tenemos el Beit HaMikdash. Inmediatamente después gritamos “MAZEL TOV” y nos ponemos a cantar.
En el final del tratado de Macot en el Talmud hay una historia que relata lo siguiente:
…”Sucedió que Rabán Gamliel, Rabí Elazar ben Azaria y Rabí Akiva, luego de la destrucción del Segundo Templo ascendieron a Jerusalem. Cuando arribaron al Monte Tzofím, rasgaron sus ropas. En el Monte del Templo, vieron a un zorro saliendo del (lugar donde estuvo el) Kodesh Hakodashím (Sancta Sanctórum). Rompieron en llanto, mientras Rabí Akiva reía. Le preguntaron: ¿Por qué te ríes? -Él dijo: ¿por qué lloran ustedes?.
Ellos respondieron: Pues está escrito sobre el templo (Números 8): “el ajeno que se acercare morirá” y ahora los zorros deambulan por allí! ¿No hemos de llorar?
Respondió Rabí Akiva: “Por eso mismo río yo. Pues está escrita la profecía de la destrucción, pero también está escrita la profecía de la Redención y la reconstrucción de Jerusalem). Ahora que se cumplió la primera, esta más cerca la reconstrucción y tenemos que trabajar en ella
Le contestaron: “¡Akiva, nos has consolado; Akiva, nos has consolado!”
Todos habían llorado por ver la destrucción, pero Rabi Akiva ya tenía su visión y estaba trabajando en la reconstrucción.
Seguramente Rabi Akiva estaba pensando en la bendición de Jacob a los Hijos de Iosef. Cuando Iosef tuvo hijos en Egipto le puso al mayor Menashe, porque significa Elokim me hizo olvidar las penas en la casa de mi padre, recordando todos sus malos momentos en el pasado. Al nacer su segundo hijo le puso Efraím porque significa Elokim me ha hecho fructífero (exitoso) a pesar de mi sufrimiento. Cuando Jacob los bendice cruza las manos y cambia el orden, como diciendo: Primero está el futuro y el progreso, después viene el recuerdo de lo malo. Hoy cuando bendecimos a nuestros hijos les decimos que sean como Efraím y Menashe, que pongan primero el futuro y después recuerden el pasado.
Rabi Akiva no negaba lo terrible del momento, por eso se rasgó las ropas junto a los demás en señal de duelo, pero puso el foco en lo que había que hacer. Tuvo Visión de Futuro.
Podemos decir que el Campo Argentino se inspiró en Rabi Akiva cuando implementó la siembra directa. Esta consiste en que en el momento en que se ara la tierra, se levantan los vestigios de lo que había antes en el campo y la tierra queda toda rota, en ese mismo momento se siembra la semilla de la próxima campaña. Es necesario romper la tierra y dejarla arrasada para plantar la nueva semilla y todo se hace en el mismo momento.
Cuando nos pasan cosas malas, nos paraliza el miedo. El mensaje que nos dan nuestros sabios es que del otro lado de nuestro máximo miedo están las mejores cosas de la vida, que podamos alcanzarlas depende de si dejamos nuestra mirada en el pasado, o ponemos nuestra Visión en el futuro.
Shabat Shalom y TzomKal.
Fabian David Holcman