Yejezquel 44:15-32
En la haftará de Parashat Emor, Ezequiel profetiza sobre las reglas para los sacerdotes que servirán en el Templo, que se construirá en una fecha futura, no especificada. Nos detalla, que los sacerdotes deben usar prendas específicas y se les ordena que mantengan el cabello bien cortado. No pueden beber vino mientras realizan sus deberes sacerdotales y tienen prohibido casarse con mujeres divorciadas o viudas (a menos que la viuda haya estado casada originalmente con un sacerdote).
Los sacerdotes que describe Ezequiel están encargados de enseñar al pueblo de Israel lo que es sagrado y lo que es profano, lo que es puro y lo que es impuro. Actúan como jueces del pueblo, dictaminando según la Tora. Se les prohíbe acercarse a un cadáver a menos que sea el cuerpo de una persona de su familia inmediata.
ג וְאֶת־עַמִּ֣י יוֹר֔וּ בֵּ֥ין קֹ֖דֶשׁ לְחֹ֑ל וּבֵֽין־טָמֵ֥א לְ טָה֖וֹר יֽוֹדִעֻֽם:
“Y a mi pueblo enseñarán la diferencia entre lo santo y lo profano, y les hará discernir entre lo impuro y lo puro.”
Este versículo me hace recordar que en el fondo somos todos sacerdotes, tal como nos dice la Tora en Shemot 19:6
וְאַתֶּ֧ם תִּֽהְיוּ־לִ֛י מַמְלֶ֥כֶת כֹּֽהֲנִ֖ים וְג֣וֹי קָד֑וֹשׁ אֵ֚לֶּה הַדְּבָרִ֔ים אֲשֶׁ֥ר תְּדַבֵּ֖ר אֶל־בְּנֵ֥י יִשְׂרָאֵֽל:
“Y vosotros seréis para mi un reino de sacerdotes y una nación santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel”.
Esto es lo que le da mucho más sentido, a las intenciones de nuestro profeta al recordarnos todo este listado de detalles sobre las tareas de los Kohanim. Recordemos que al momento de esta profecía, el pueblo se encuentra en galut de Babel y sin templo. Entonces la pregunta que me surge es, ¿para que se nos recuerdan estas leyes, en el momento en que el pueblo está en el exilio y sin Beit Hamikdash.?
Vamos a profundizar
¿Qué significa ser un Kohen fuera de Israel y sin templo?
Entonces voy a hacer como dice el Alter Rebe me convertiré en recopilador y me voy a apoyar en los que verdaderamente saben. Veamos que tiene para decirnos el Gran Rabi Sacks Z”L.
Ante este problema, los estudiosos ofrecieron dos soluciones. La palabra Kohanim ‘sacerdotes” puede también significar “príncipes” o “líderes” (Rashi, Rasham), O también “servidores” (Ibn Ezra, Rambam). He aquí la posible resolución de la cuestión, los israelitas fueron llamados a ser una nación de servidores-líderes. Fue el pueblo convocado, por obra del pacto, a aceptar la responsabilidad no solo en nombre propio y de sus familias, sino por el estado moral-espiritual de la nación en su conjunto. Este es el principio que, más tarde, sería conocido como el concepto de: kol Israel arevin ze ba-ze “Todo israelita es responsable el uno por el otro” (Shavuot 39a).
El pueblo judío no dejó el liderazgo en manos de un solo individuo, por más sagrado o exaltado que fuera, o de una élite. En cambio, se esperaba que cada uno fuera tanto príncipe como servidor, es decir, cada uno estaba llamado a ser un líder. Nunca antes, estuvo el liderazgo más profundamente democratizado. Eso es lo que hizo que los judíos fueran históricamente difíciles de liderar.
Como dice la frase célebre de Jaim Weitzmann, el primer presidente de Israel, “soy el conductor de un millón de presidentes”.
Es por eso mis queridos amigos, que el profeta Yejezkel nos está recordando que somos todos sacerdote y líderes y debemos comportarnos como tales, y sobre todo debemos ocuparnos de nuestros semejantes. Dado que como somos garantes unos por los otros debemos ayudarlos a que reconozcan entre lo sagrado y lo profano, entre lo puro y lo impuro. No solo para enseñarles, sino para que cumplamos y demostremos con nuestro propio comportamiento. El ser judío, representa un orgullo, pero también genera en cada uno una responsabilidad, de la que debemos hacernos cargo.
Shabat Shalom Humeboraj
Ari A. Alster