
La Parashá Sheminí es la tercera Parashá del tercer libro de la Torá, Vaikrá, cap. 9 vers. 1 (9:1).
Sheminí, de shmoná, ocho, nos induce al interrogante de porqué es el único número que se hizo acreedor a una Parashá. Quizá sería más comprensible que fuera el número siete, dado que en seis días Hashem creó el mundo y el séptimo lo santificó, Shabat. La Parashá comienza diciendo “Vaiehí baiom hasheminí …” – y fue en el día octavo-, cumpliendo la letra vav – v – una conjunción copulativa, es decir constituye una continuación de la Parashá anterior, Parashá Tsav, la cual en los finales Moshé ungió a Aaron, a sus hijos y sus ropajes sacerdoales, ordenándoles permanecer delante del Mishkan –tabernáculo- durante siete días, tiempo que duraría su consagración, siendo el inicio el día 1° de Nisan, día de la inauguración del mishkan.
Moshé a igual que Aarón pertenecía a la tribu de Levi siendo también cohen.
Acabamos de festejar Jag Hapesaj cuyo último día en Israel es Shviví shel Pesaj, séptimo día de Pesaj.
Valga la siguiente ampliación. En Bereshit (Génesis) 2:1 leemos “vaiejulu hashamaim…” – y fueron acabados los cielos…-, en el versículo siguiente 2:2 dice “vaijal Hashem baiom hashviví melajto hasher asá…“ – y terminó Hashem en el séptimo día su obra que había hecho…-, y en el siguiente versículo 2:3 “vaivarej Elohim et iom hashvií vaikadesh otó ki bo shabat…” – y Hashem bendijo el séptimo día y lo santificó porque…-. Aquí omito la traducción de la última palabra “shabat”, dado que es común traducirla “descansó”. Hashem no se cansa sino que interrumpió toda su obra que creó. La traducción de Shabat por Descanso se debe a que Jazal –Jajamim Zijronam Lebrajá –sabios de bendita memoria-, tradujeron la Torá al griego destinado a Ptolomeo y ante la duda que no comprendiera correctamente la misma, optaron por usar la palabra descansó. Volviendo a la creación, en Bereshit los seis días son días de implicancia materiales y, el séptimo totalmente espiritual, así lo establece Hashem al disponer será santificado.
El libro Vaikrá describe los pormenores de los rituales en el Beit Hamikdash – Templo de Yerushalaim –y en Parashá Sheminí los procedimientos a cargo de los Cohanim y en especial del Cohen Gadol -Sumo Sacerdote- razón por la cual ésta Parashá la denominan varios exégetas Parashat Hacohanim – Parashá de los Sacerdotes-, describiendo detalladamente los procedimientos que deben adoptar en el ejercicio de su ministerio. El v. 9:1 comienza: “y en el octavo día Moshé llamó a Aarón y a sus hijos y a los ancianos de Israel”. El sacerdocio es transmitido de padres a hijos varones, no así el sumo sacerdocio que desaparece con la destrucción del Beit Hamikdash. En ese acto Moshé instruye a Aarón los procedimientos de los diversos sacrificios, expiatorio y holocausto y ofrecerlos al Eterno, y decir a los benei Israel la necesidad de tomar un macho cabrío para ofrenda expiatoria y un becerro y cordero sin defectos para holocausto y, en v.9:4 continúa ordenando un holocausto pacífico a Hashem y una ofrenda vegetal escaldada en aceite, “porque hoy el Eterno se aparecerá a vosotros”, es decir que la Shejiná, el sagrado espíritu divino, aparecerá ante los benei Israel una vez que se haya cumplido todo lo ordenado por Moshé por orden de Hashem referente a la inauguración del mishkán. Los bnei Israel trajeron ante el Mishkan y Aarón procedió a ejecutar de acuerdo a lo indicado por Moshé, secundado por sus hijos. Pero cuál fue la razón de convocar a los ancianos ?. Pero volviendo al día octavo, el día 1° de Nisan fue inaugurado el Mishkan y a partir de ahí comenzaron los siete días que insumió la investidura de Aarón y sus hijos, siendo el objetivo su purificación material y espiritual. Según el exégeta contemporáneo Rab Casutto, después de los siete días iniciales desde la inauguración del mishkan el octavo día era el 8 de Nisan del segundo año de la salida de Egipto, y el hacer comparecer a los ancianos tenía por finalidad constituirlos en testigos de que Aarón no comenzó a ejercer el supremo sacerdocio por propia iniciativa. Jazal sostienen que el descenso del Espíritu Divino se refiere a la nube que se posó en el desierto sobre el Mishkan y por esa razón debían ofrecer una ofrenda especial. Otros jajamim sostienen que se refiere al fuego que surgía espontáneamente desde las alturas bajando y consumiendo las ofrendas al Eterno en el desierto. Restaba el octavo día en que se realizaran los corbanot para que Hashem descendiera su Espíritu sobre benei Israel. La gran diferencia entre los números siete y ocho es que ambos tienen caracteres totalmente diferentes. Mientras el siete se refiere al mundo natural el octavo representa lo más sublime de lo espiritual, trascendiendo a lo infinito. El v. 6 corona las manifestaciones anteriores de Moshé “y dijo Moshé ésta es la cosa que ordenó Hashem hicierais y aparecerá ante vosotros la gloria de Hashem”.No podemos obviar el interrogante a qué cosa se refiere?
Difieren las diversas exégesis. Sforno sostiene que se refiere a “apoyar las manos – smijá – sobre las Ofrendas por Pecado y Holocausto”, Rambán sostiene que se refiere a los benei Israel se constituían con sus ofrendas frente al mishkan y Moshé por su parte reitera el orden en que deben realizarse las ofrendas.
Consumidos los diversos sacrificios con sus respectivos procedimientos ordenados por Moshé, Aarón alzó sus manos hacia el pueblo – en el v. 9:22 dice “haam” – el pueblo – los bendijo y descendió, después de ofrecer los sacrificios por expiación por pecado, holocausto y el sacrificio por paz. También aquí los distintos exégetas no coinciden respecto a qué bendición pronunció Aarón. Rashi sostiene que Aarón pronunció la Bendición Sacerdotal aunque aún no había sido impartida pues esa bendición se encuentra en el cuarto libro de la Torá, Bamidbar (Números) 6:23/26. Posteriormente a la bendición en 9: 23, Moshé y Aarón entraron al Mishkan y al salir bendijeron al pueblo (aquí vemos que Moshé también era cohen) y la Gloria Divina – Shejiná- se apareció ante todo el pueblo.
El capítulo siguiente, 10, comienza con dos hijos de Aaron, ambos cohanim, Nadav y Avihú, quienes por haber utilizado elementos no prescriptos para el Mishkan produciendo un fuego extraño al prescripto, surge un fuego de origen divino que los consumió muriendo ante Hashem.
Moshé ordena – v.10:4 – a Mishael y Eltsafan hijos de Uziel tío de Aarón, es decir primos de Nadav y Avihú, retirar ambos cadáveres del Mishkan fuera del campamento y disponiendo que toda la casa de Israel llorará el fuego que Hashem incendió. Estos versículos establecen las disposiciones de duelo para los Cohanim. A raíz de la muerte prematura de ambos hijos de Aarón Hashem le habla a Aarón y le dice no tomar vino ni licor ni tampoco sus hijos, al entrar al Mishkan, para no morir y será legislación para todas vuestras generaciones, para que hagáis distinción entre lo sagrado y lo profano, entre lo impuro y lo puro. Y enseñarán a los benei Israel todas las leyes que pronunció Hashem para vosotros a través de Moshé.
Continúa Moshé señalando a los hijos sobrevivientes de Aarón – Eleazar e Itamar – las obligaciones a cumplir en sus funciones de Cohanim, los procedimientos y la autorización de ingerir aquellos sobrantes de ofrendas que identifica, ellos y sus hijos, por corresponderles.
El siguiente capítulo – 11 – establece las normas de Kashrut. Los últimos versículos establecen y fundamentan las prescripciones, “No impurificareis vuestras almas con ningún reptil que se arrastra, ..”,
“Porque Yo soy Hashem vuestro D’os vosotros serán santos porque Yo soy santo…”, “Esa es la ley de los animales terrestres y aves y todo ser viviente que en el agua y todo ser viviente sobre la tierra, para distinguir entre lo impuro y lo puro y entre el animal comestible y el que no comerás”.
La finalización de ésta Parashá conlleva una vez más a cuestionarnos, dado los diversos temas considerados y distintos entre sí, cuál es la razón, las leyes de kashrut. Cuál es la razón que recién ahora se pronuncian, a casi un año después de haber dado la Torá en Sinai y al final de la entronación del Mishkan el 1° de Nisan.
Rashi da por sentado que al momento de dar la Torá esas prescripciones no eran importantes para Israel, dado que estaban atravesando el desierto.
En la Torá nada está expresado al azar, todo debe estudiarse y ser interpretado pero, no puede faltar, agregar o modificar una letra, so pena que la Torá se vuelva impura, debiendo ser reparada por un idóneo, – sofer –escriba – a fin de recuperar su vigencia como tal.
La Parashá incluye otros temas accesorios, que no por ello son menos relevantes.
Ante la muerte de Nadav y Avihú, Moshé habla a Aarón y a sus hijos sobrevivientes Eleazar e Itamar, demostrando su sensibilidad humana frente al duelo, indicándoles al final del día de duelo la posibilidad de comer de la ofrenda de Minjá y matzot, junto al Mishkan, un lugar santo. Incluso respecto al retiro de ambos cadáveres por los primos, si bien se haría por respeto a los difuntos también sería por no afectar la vivencia festiva de la inauguración del Mishkan ni afectar su santidad con lo que implica un cadáver pero, en pos de no afectar la condición de los cohanim con su presencia, Moshé ordena retirar los cadáveres a levitas.
En otra ocasión dentro de la Parashá Moshé una vez más da nota de sus sentimientos, frente a una discusión con su hermano el Cohen Gadol Aarón por tema ritual respecto a determinadas partes de las ofrendas que se ingirieron y otras que se quemaron. En la discusión Moshé exige a los hijos de Aarón que dieran una explicación, dado que estando ese día de duelo no podían comer ciertas partes y debían quemarlas. Aarón interviene pronunciándose ante Moshé con vehemencia, manifestando que no fueron sus hijos sino él y, en su carácter de Cohen Gadol le está permitido salpicar con la sangre del sacrificio.
Moshé escuchó la explicación de Aaron, comprendió y aceptó de inmediato la argumentación de Aarón.
Una vez más la Torá nos demuestra que no debe limitarse a una lectura literal del texto, sino que debe ser profundizada mediante el estudio, análisis interpretativo, las enseñanzas de los exégetas, comentarios de acreditados ilustrados y exposiciones rabínicos.
QUE EL TODOPODEROSO CONCEDA PRONTAMENTE EL REGRESO DE LOS JATUFIM A SUS HOGARES CON
SALUD Y LOS QUE YA HAN PASADO A LA VIDA ETERNA SEAN REGRESADOS A SUS DEUDOS !!! AMEN.